La sinceridad es uno de los grandes valores que poseen determinadas
personas: valor éste, a día de hoy, muy escaso. Es cierto que
existe sinceridad en el mundo. De ello podemos dar buena cuenta. La gente dice,
a menudo, todo lo que siente, piensa o se le pasa por la cabeza. Son sinceros:
algunos, a su manera. De lo que no podemos estar ya tan seguros, es de que en
algún momento alguien lo vaya a ser, igualmente, con nosotros,
y nos diga aquello que realmente piensa: " la verdad", que
tantas veces necesitamos saber con urgencia. De ahí, que valoremos, teniendo en
alta estima, aquellas amistades que consideramos dignas de
confianza, además, de parte imprescindible de nuestras vidas, pues
poseen una particularidad que las distingue y hace auténticas: su sinceridad.
Sinceridad que hay que vivir, cuando se quiere tener amigos.
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