Caín estaba maldito y con él toda la Humanidad// Espiritualidad/ Sobre lo Humano y la Divino (0) / Jordi Maqueda / Aceuchal - Badajoz, 22 de Enero de 2023

EL HORIZONTE FUTURO/ Jordi Maqueda / Aceuchal - Badajoz, 22 de Febrero de 2023

Palabras clave:
  Dios; Religion; Espiritualidad; Signos; señales, Espiritu; Sombra; Reflejo; Conocimiento; Reflexiones; Teorías; Filosofía;


SOBRE LO HUMANO Y LO DIVINO 

ESPIRITUALIDAD

(NUESTRO PASADO Y PRESENTE) 


        “Entramos en una nueva era que debemos alumbrar, cada uno con nuestra luz, y no ensombrecer con las propias tinieblas…” 

LA VIOLENCIA

"Caín estaba maldito y con él la humanidad"

“Caín estaba maldito y con él maldita parte de la humanidad "— dicen las escrituras. No podemos reflexionar, y menos todavía hacerlo sobre el fututo sin antes pararnos a pensar, y hacerlo sobre el presente en el que nos asentamos y lo circunstancial de este. Pues mas allá de la pandemia y accidentes graves, desgracias naturales y violaciones de personas y derechos, o de las matanzas que aún se siguen en el nombre de dios, hoy, ucranianos y rusos — parientes y primos algunos enfrentados desde el comienzo del conflicto— todavía se matan estos días, los unos a los otros después de catorce meses de conflicto, en una guerra absurda e inadmisible de consecuencias todavía inciertas para la humanidad, en lo que parece la representación eslava de aquella barbarie cainita que condenase a media humanidad, ahora ejecutada sobre los mismos escenarios de la segunda guerra mundial: algo inimaginable en Europa tan solo un par de años atrás, cuando buena parte de la ciudadanía erróneamente pensaba y creía, que la tras la devastación sufrida durante la segunda guerra mundial, de alguna manera habíamos reflexionado y cambiado: evolucionado... para bien, y que desde entonces (desde el fin de la mayor irracionalidad de todos los tiempos) la guerra, había quedado arrinconada y desterrada de la mente "racional” del hombre, conjurándose para ello estados y pueblos con el propósito final de evitar la siguiente contienda.

Fue precisamente la creencia en aquel “nuevo hombre” y renovando hacia un verdadero conocimiento, conforme a la imagen de aquel que lo creó (Colosenses 3:10) y una “nueva sociedad” basada en el perdón, sumado luego a la determinación de no volver a pasar por aquel sufrimiento y devastación, lo que llevaría a aquellos mismos pueblos de vencidos y vencedores, antes enemigos— aún con la sangre en las ropas y el olor a pólvora en las calles—  a construir, lo que por la fuerza de las armas, otros no consiguieron jamás: una Europa unida, renacida de ruinas y las cenizas todavía humeantes sobre las mismas ciudades destruidas, dando lugar al anhelado sueño de occidente: Europa. Una Europa  moderna y unida; la Europa pacifista y sin ejércitos; la Europa confiada… la Europa de la inflación controlada y crecimiento económico que premia con tesoros y bienestar a sus ciudadanos a la vez que con el tiempo se vuelve más ingenua y descuidada; y empieza a practicar una moral ajustada, a sus nuevas necesidades, que no cuestiona  el acercamiento negligente a regímenes autoritarios, proveedores de materias primas y que crecería con el tiempo, creando: a cuanta mayor importación, mayor dependencia. Problemas estos, de dependencia, siempre solapados por las grandes posibilidades: beneficios y ventajas que ofrecía el negocio, pasando por alto aquellos signos y señales que advertían que algo se estaba pudriendo del otro lado del continente, a la misma velocidad con la que crecía de este la riqueza. Aquellos mismos europeos que construyeron un sueño que parecía imposible, basado en una sociedad más justa, y un 'hombre nuevo' que daba espalda a la violencia y al pasado, se topan hoy de bruces con el advenimiento del 'hombre viejo':el hombre de siempre, que reaparece con aquellas mismas cargas ancestrales y ondeando, de nuevo ante la sorpresa del mundo la bandera del apocalipsis.

© Copyright 2023 / Jorge Maqueda Merchan/ Jordi Maqueda- All Rights Reserved
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons 
Reconocimiento - NoComercial - SinObraDerivada 3.0 España.


¿Qué sabe el hombre de sí mismo? / Espiritualidad/ Sobre lo Humano y la Divino (0) / Jordi Maqueda / Aceuchal - Badajoz, 22 de Enero de 2023

EL HORIZONTE FUTURO/ Jordi Maqueda / Aceuchal - Badajoz, 22 de Febrero de 2023

Palabras clave:
  Dios; Religion; Espiritualidad; Signos; señales, Espiritu; Sombra; Reflejo; Conocimiento; Reflexiones; Teorías; Filosofía;


SOBRE LO HUMANO Y LO DIVINO 

ESPIRITUALIDAD

LA ESPERANZA

¿Qué sabe el hombre de sí mismo? 

Quién pudiese hoy mirar hacia atrás y a través de una fisura en el tiempo, vislumbrar el devenir, de quien descansa sobre la crueldad, la codicia y la indiferencia de su ignorancia, enredado en una conciencia soberbia e ilusa.  Pero, ¿qué sabemos nosotros del tiempo?, y menos todavía, ¿qué sabemos del futuro? ¿Qué sabe el hombre de sí mismo? 

Nos hablan del bien y del mal como si fuésemos niños, y pretenden luego personas buenas y malas: como si fuésemos estúpidos… nada tan alejado de la verdad y el hombre, pues el hombre es hombre: animal, primero, y decimos (nosotros) que racional también. Pero en esa racionalidad vemos luego al animal (hombre) más despiadado, y en el animal (hombre) más despiadado, vemos luego lo racional. Lo cierto es que no somos Ángeles ni Demonios, solo somos hombres (personas), con nuestra condición e imperfecciones, con nuestras heridas por las que respiramos: que solo miran al suelo donde pueden decir a un leño: «Padre mío» y a una piedra: «Tú me has parido» (J 2- 26) y sentirse a salvo, pues de mirar arriba, al cielo, ya sabrían que están condenados. Precisamente por ello, baste una situación como la pasada (pandemia), o peor aún: de una guerra como la que presenciamos estos días, para que se revele en nosotros lo que verdaderamente somos, más allá de lo que decimos que somos, o deberíamos, pudiendo serPero no vine hablar sobre el más amargo fruto de la vehemencia y la ira de los hombres, pues hay poco que decir: las personas son fáciles de dominar y quien tiene el dominio tiene el poder. Un poder que surge de la Nada: de ese vacío que queda como una impotencia que ciega y nos destruye, cuando se ha perdido toda  esperanza, sucumbiendo al reino de la codicia y la ilusión, renunciando a nuestra naturaleza más espiritual y justa. Lo que queda entonces ahí es una lejanía absoluta del ‘ser’ , pero antes de nuestro propio ser (no se si llamarlo alma): un vacío oscuro que se alimenta de sus mismas sombras y tinieblas: de todo aquello que oscurece el corazón y aleja de la perfección y el amor (y del amor de Dios). 

Precisamente esta ausencia de amor y desprecio por todo lo bello y divino (la creación) propicia que luego el alma se marchite, como un rosal que revela solo espinos, en aquel hombre demasiado humano y sobrepasado las propias cargas atávicas: brutalidad y conflictos… así como por la ausencia manifiesta de amor por la naturaleza, y el prójimo. Con el hombre es siempre lo mismo: el debilitamiento de la paciencia prende el combustible de las pasiones, donde los fuegos de la codicia se expanden; la miseria, la rivalidad, la preponderancia de la envidia, junto predisposición hacia el fanatismo solo amplifican luego esas llamas. En definitiva: el hombre y sus conflictos, caminando de nuevo de la mano, por el camino errado de la crueldad, que más lo distancia del amor. Incluso es posible, sobre todo al mirar a nuestro alrededor que pensemos, que la guerra y los fuegos de la codicia están de nuevo venciendo y sometiendo el mundo al dominio de sus llamas; pero recuerda: que el de hoy fue también un perfecto amanecer... y si alzas la vista por encima de esas llamas verás que el día rebosa felicidad; que hoy como ayer, en la noche o durante el día, las estrellas te saludan y al amanecer el sol brilla: déjate entonces acariciar por su suave luz y sentirás el vello erizarse, y como esas minúsculas partes de ti sienten su calidez enloquecen de júbilo por el nuevo día. Quizás me llames loco, e incluso tengas razón, pero aún con todo tengo esperanza en las personas y en ese viento que sopla entre nosotros, sin saber de dónde viene o adónde va, al observar las obras y los frutos de algunas de ellas, y luego ver en sus ojos aquello que brilla desde adentro y constituye el fundamento de la comunión entre todos nosotros, y llamamos amor. 

© Copyright 2023 / Jorge Maqueda Merchan/ Jordi Maqueda- All Rights Reserved
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons 
Reconocimiento - NoComercial - SinObraDerivada 3.0 España.

“Entender la espiritualidad es entender al hombre”/ Espiritualidad/ Sobre lo Humano y la Divino (0) / Jordi Maqueda / Aceuchal - Badajoz, 22 de Enero de 2023

Entender la espiritualidad es entender al hombre/ Jordi Maqueda / Aceuchal - Badajoz, 22 de Feb 2023

Palabras clave:
  Dios; Religion; Espiritualidad; Signos; señales, Espiritu; Sombra; Reflejo; Conocimiento; Reflexiones; Teorías; Filosofía;


SOBRE LO HUMANO Y LO DIVINO 

ESPIRITUALIDAD

EL HORIZONTE PRESENTE

Entender la espiritualidad es entender al hombre

Entender al hombre es entender la espiritualidad / entender la espiritualidad es entender al hombre; pero no pasa necesariamente por entender el espíritu santo, o que podamos ser capaces (en nuestra espiritualidad) de reconocerlo y dejarnos guiar por su voluntad. “Entender la espiritualidad es entender al hombre (sí); mas entender el espíritu santo es entender la voluntad de dios”. 

El párrafo anterior ya dice mucho, pero vaya por delante que por la gracia de Dios soy lo que soy (corintios 15-10) y aquello que hago y mis obras, y no lo que otro dice que soy.  no soy de los que se encierran con multitudes en recintos cerrados, me cuesta sentir ni ver allí a dios, donde solo siento personas (que lo buscan y se dejan ver) y veo altares, pero no necesariamente la obra de dios. Tampoco me gusta la “meditación”: soy más de caminar por el campo y dejarme acariciar por el sol, de observar los animales; en todo caso: de ir hacia afuera. Pues me veo incapaz, ni por un segundo, de cerrar los ojos estando en medio de la naturaleza y juntando allí el índice y el pulgar, sobre una roca sentado y con las piernas entrelazadas, buscarme a mí mismo y mi espíritu mirando hacia dentro, cuando fuera y ante mí, a cada segundo que pasa se desarrolla la grandeza y majestuosidad de la obra dios sintiendo y viendo su reflejo, de él, en toda ella: da lo mismo si brilla el sol, o alumbran las estrellas. Habrá tiempo de cerrar los ojos, lo habrá, pero si el fin último del hombre fuese encontrar a dios, o el “espíritu” por el que se manifiesta, en la oscuridad de nuestro interior, todos naceríamos ciegos, y no con estos ojos que escudriñan, centímetro a centímetro la realidad que acontece frente a ellos, incluido el sufrimiento y dolor de las personas: donde es más fácil que en ningún otro lugar, encontrar a nuestro señor. Quizá, cuando cerramos los ojos a la luz y al sufrimiento ajeno, nos resulta fácil encontramos a nosotros mismos y crecer en el conocimiento propio, en aquella oscuridad y la nada que nos rodea aísla, creada por nosotros mismos, pero igualmente, con ello solo nos aislamos más soltándonos de la mano del espíritu divino y la creación: alejándonos del mismo dios, que en todo momento y cada segundo asiste a ella y, en esta, a los que sufren. 


© Copyright 2023 / Jorge Maqueda Merchan/ Jordi Maqueda- All Rights Reserved
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons 
Reconocimiento - NoComercial - SinObraDerivada 3.0 España.



Sobre el Horizonte Futuro// Espiritualidad/ Sobre lo Humano y la Divino (0) / Jordi Maqueda / Aceuchal - Badajoz, 22 de Enero de 2023

 Jordi Maqueda / Aceuchal - Badajoz, 22 de Febrero de 2023

Palabras clave:
  Dios; Religion; Espiritualidad; Signos; señales, Espiritu; Sombra; Reflejo; Conocimiento; Reflexiones; Teorías; Filosofía;


SOBRE LO HUMANO Y LO DIVINO 

ESPIRITUALIDAD


EL HORIZONTE FUTURO

Si vamos a hablar del horizonte, no queda más remedio que hacerlo igualmente del paisaje. Un paisaje, que entendido su significado común, podría describirse como la extensión de terreno que vemos desde un sitio. Sin embargo, existen otras formas de representar el “concepto”, por ejemplo: al tratar de biología, arte u otras materias. En el caso que ocupa, refiero paisaje, no dentro de esa significación más común, sino al modo a cuando es utilizado por los físicos teóricos: en Cosmología y Astrofísica, y que bajo el paraguas de la teoría de cuerdas, englobaría posibilidades que recogerían, al mismo tiempo, la posibilidad de existencia de otras interacciones incluso diferentes, de las leyes locales de la física. De tal modo, que este nuevo conjunto de todas las leyes posibles y permitidas, recibiría el nombre de “paisaje”. Luego, y según algunas interpretaciones de dicha teoría (ST) este paisaje sería enorme, resultando una diversidad fabulosa de posibilidades: posibilidades ya existentes pero a nosotros aún desconocidas, y que bien podrían ser o estar, y presentarse dentro del ámbito de lo humano, entiéndase: recogiendo las diferentes percepciones o representaciones de la realidad y la existencia, que difieran primero de las leyes locales que hoy gobiernan el pensamiento; pero igualmente del mundo y el universo:"siendo estas, al modo de “ser y pensar” y-o “representar la realidad” todas ellas permitidas y verdaderas". Lo que finalmente nos llevaría como resultado: que si alguien cree que algo no puede ser, es sencillamente porque todavía no lo pensó, no se centró, “exploró”, amo, ni deseó con todas sus fuerzas.

Leí en una ocasión que “el mundo adquiere sentido por su horizonte”— (Husserl). "Sentido y entendimiento del mundo que ha de venir del “asombro” de despejar ese horizonte"— (Zubiri). Y parece ser así (ahora hablo por mí, y mi experiencia, pero igualmente para quien ahora lea... mas luego entenderán) cuando precisamente sea en sobre este horizonte, donde se revele por primera vez el cambio, advirtiendo en él un nuevo paisaje: un nuevo mundo, que asoma a nuestros ojos, pero que no revela tanto el cambio dado sobre el mundo, como del cambio obrado en nosotros.

© Copyright 2023 / Jorge Maqueda Merchan/ Jordi Maqueda- All Rights Reserved
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons 
Reconocimiento - NoComercial - SinObraDerivada 3.0 España.

 


5- EL CONCEPTO SINGULAR DE VERDAD EN DIOS // Sobre lo Humano y la Divino (5) / Jordi Maqueda / Aceuchal - Badajoz, 9 de Enero de 2023

EL CONCEPTO SINGULAR DE VERDAD EN DIOS / Jordi Maqueda / Aceuchal - Badajoz, 9 de Febrero de 2023

Palabras clave:
  Dios; Religion; Signos; señales, Espiritu; Conocimiento; Reflexiones; Teorías; Filosofía;


SOBRE LO HUMANO Y LO DIVINO 

EL CONCEPTO SINGULAR DE VERDAD EN DIOS 

Hay una verdad absoluta, y otra verdad en relación a nuestros saberes y entendimiento. Nosotros, cuando hablamos de verdad, lo hacemos refiriéndonos siempre en singular a una verdad: la verdad, pero esa verdad —o realidad—bajo un prisma imperfecto y humano puede mostrarse como muchas verdades, del mismo modo que cuando una luz blanca y pura incide sobre un  prisma, observamos surgir de esta todo un arcoíris de colores  y tonos de estos: del mismo modo al iluminar dios con su verdad a las personas, surge de estos un arcoíris de verdades grandes y pequeñas  o verdades a medias, no dejando de ser por ello verdad aquello se muestra y revela a uno, pero igualmente, lo es que se muestra y revela a otro; pues la verdad está siempre bajo la subordinación de los sentidos propios y la capacidad de entendimiento, en tanto a cultura y por tanto del modo de acceso, completo o parcial de “la persona” a “la verdad” y su dilucidación posterior por medio del juicio y la prudencia, fruto meditando en el amor de su corazón: receptáculo de la iluminación divina.

Pero al referirnos a Dios —o preguntar por dios—, a nadie escapa que entramos en aquella categoría de preguntas que carecen de solución firme. Aun así, comprobamos que sabemos, o al menos creemos saber mucho sobre Dios por los colores de este, que casa uno de nosotros vemos, o no vemos, pues incluso parece a veces, que los que más saben de Él son aquellos que no lo conocen ni estudian, pero continuamente están hablando de Él, o de que no existe, pero igualmente hablando de Él; y es por ello que encontramos cantidad de comentarios, notas y libros que afirman verdades sobre dos. Pero bastará un reflejo limpio de dios, para que de inmediato entendamos que todas esas montañas de miles y millones de libros, como aquel conocimiento que pretendíamos: no son nada, cuando siquiera vagamente atisbamos la idea de lo que pueda ser “la verdad absoluta de Dios” tan solo al alcance de sus Ángeles, y ni de los profetas. Sin embargo, no tener acceso a la verdad absoluta de Dios, para nada priva de su realidad: de percibirlo, en la medida que se nos muestra y que luego uno sea capaz de reconocerlo, y reconocerlo “en su creación”: pues dios es la luz y en la luz, pero es más que la luz, como es más que todas sus partes juntas: que aún no se veía pero ya existía, hasta que por la misma luz reveló al mundo su verdad, en las cosas y también por el entendimiento, pues si algo existe sabemos que es verdad, y si no la vemos pero sentimos, entendemos también verdad, que hay ser en esta, en todo y todas las cosas, que vemos y no vemos pero sentimos ocultas. Luego la verdad de dios hallaremos en todas estas cosas ocultas o no, pues dios nos muestra en ellas su verdad, mas tanto de si propiciemos que Él nos muestre, luego nosotros hallaremos de verdad, y su verdad, en ellas.

20 - DEL SER Y EL TODO, O SOBRE LA GRANDEZA DE DIOS // Sobre lo Humano y la Divino (9) / Jordi Maqueda / Aceuchal - Badajoz, 9 de Enero de 2023

DEL SER Y EL TODO, O SOBRE LA GRANDEZA DE DIOS / / Jordi Maqueda / Aceuchal - Badajoz, 9 de Febrero de 2023

Palabras clave:
  Dios; Religion; Signos; señales, Espiritu; Conocimiento; Reflexiones; Teorías; Filosofía;


SOBRE LO HUMANO Y LO DIVINO 

DEL SER Y EL TODO, O SOBRE LA GRANDEZA DE DIOS 

Esta entrada, como la siguiente, surgen de la lectura de unas propuestas de Carlos blanco, en la que se hace, o nos hace proponiendo unas preguntas, cuestiones de lo más interesantes e inspiradoras y relacionadas con dios o el ser, y que me he molestado en contestar o, contestarme a mí mismo, más allá de solo leer, y como ejercicio o proyección de la mente, como él mismo Carlos propone y sugiere, pero ya bajo la premisa de la existencia, y no de la idea, de dios. Se cuestiona aquí, en esta primera entrada, entonces sobre la grandeza de Dios y si dios ya es todo, o puede ser aún más de lo que es, en tanto ese todo: el universo, que se extiende y desarrolla a cada segundo que pasa

«Pues hay ser; pero nada, no la hay» (Parménides de Elea). Desde el comienzo del pensar la idea del Ser, este ha sido uno de los temas y problemas, sino el tema principal de la filosofía. Desde esta cuestión así formulada «Pues hay ser; pero nada, no la hay» afirmamos que el Ser, es.  Pero hay una pregunta que se nos hace o propone, una duda que surge en algunos pensadores en tanto al ser (a dios) sobre si ¿es totalmente ahora mismo todo? entiéndase: si este ya es todo lo que es, o puede todavía ser más de lo que es... y la respuesta que propongo y desarrollo brevemente, es que sí: lo es, es todo más allá de cualquier especulación, en tanto, aquello que se afirma, sobre la base de que el infinito se sigue desarrollando; encontramos, que precisamente este infinito en expansión que refieren, es en última instancia la misma materia original, la misma energía original que dio luz al universo (espacio / tiempo)  que se desarrolla, extendiendo ese espacio y tiempo con ella) luego Dios, el Ser es, ahora mismo todo y está en todo, como lo estuvo antes y estará después. Más aún, para los estados de energía (el ser/ dios/ los Ángeles) para los que el tiempo lineal no existe. Solo existiendo en forma circular en ese ahora circular (física cuántica), y por lo tanto… si el ser es, es igualmente ahora, un ahora para el ser: desde cuyo perímetro y dentro de este (ahora) lo abarca “todo” en expansión (lo que entendemos nosotros por pasado, presente y futuro /antes o después).

22 - EL CLOROFORMO DE LA CONCIENCIA / Jordi Maqueda / Aceuchal - Badajoz, 9 de Enero de 2023

EL CLOROFORMO DE LA CONCIENCIA/ Jordi Maqueda / Aceuchal - Badajoz, 9 de Febrero de 2023


Palabras clave:
  Dios; Religion; Signos; señales, Espiritu; Conocimiento; Reflexiones; Teorías; Filosofía;


EL CLOROFORMO DE LA CONCIENCIA 

Voy a referirme no a quienes hablan del ser, sino de dios, y nos refieren lo que “en palabras propias de dios este nos dice” engañándose a sí mismos y a los demás, cuando en busca de algo positivo (aunque solo sea para ellos) creen hallar verdad en la pura conciencia, que es elaboración suya y pura ficción —Pues Dios no dice nada y solo muestra o se muestra: por su amor por medio de su creación, pero al extender aquellos su falsa ilusión, ante el delirio de la muchedumbre, no hacen sino poner “conciencias suspendidas” o cloroformizadas. Son aquellos, a los que muchos  escuchan, siempre en baños de multitud, y que tantas veces se aprovechan del vacío del alma: espíritus sin escrúpulos que solo difunden el miedo y por la  ignorancia, poniendo en boca de Ángeles o de Dios, aquellas palabras surgidas del interés y la vanidad; celosos que no resplandezca la luz y la belleza, y siempre entregados a encubrir verdades y fuerzas que a ellos destronarían: fuerzas y verdades universales que vinculan al ser con nosotros, y nos liberan por medio del poder más profundo que existe, en la fecundidad que proporciona una admiración contemplativa de este mundo, más aún cuando la realidad siempre nos desborda. Son aquellos que no hablan de amor, sino del fin: profetas del apocalipsis y vaticinadores del castigo y la ira de dios, de demonios e infiernos, de la Nada y de todo aquello que es herramienta de terror y dominación del hombre sobre el hombre, desviándose aún si cabe más del conocimiento del ser de dios, en ese laberinto oscuro de emociones e inseguridades, privándonos de la belleza y pureza de la luz. Pues “Las profecías, y todo lo que ahora conocemos, es imperfecto. Cuando llegue lo que es perfecto, todo lo demás se acabará”. (Corintios 13). Por lo tanto allá donde observemos  o escuchemos sobre dios, y no se hable de amor “prudencia”, si no es amor, no es dios; pues en la luz ves a dios, y si ves a dios es amor.


23 - SINO ES AMOR, NO ES DIOS // Sobre lo Humano y la Divino (22) / Jordi Maqueda / Aceuchal - Badajoz, 9 de Enero de 2023

SINO ES AMOR, NO ES DIOS / Jordi Maqueda / Aceuchal - Badajoz, 9 de Feb de 2023

Palabras clave:
  Dios; Religion; Signos; señales, Espiritu; Conocimiento; Reflexiones; Teorías; Filosofía;


SOBRE LO HUMANO Y LO DIVINO 

SINO ES AMOR, NO ES DIOS

Hoy tengo a dios y a mi madre, mañana solo tendré a dios: nada más necesito, pues dios es todo amor y con su amor me colma; y en tierras lejanas, selvas o desiertos a la sombra volcanes y en las noches estrelladas, mientras otros hablaban de frío, fieras y soledad, yo dormía mirando la “luz” de estrellas y luceros, reflejo de la mirada presencia de dios, que todas las noches y desde que tengo memoria me acompañan y cubren con su amor.

Hablar sobre dios es quizá el asunto más grande del que podamos hablar y el más hermoso, pero a la vez es un asunto muy serio, Pues debe ser el más responsable, honesto y bello de todos los discursos. “Hay tres cosas que son permanentes: la confianza en Dios, la seguridad de que él cumplirá sus promesas, y el amor. De estas tres cosas, la más importante es el amor” /“Si no tengo amor, de nada me sirve hablar todos los idiomas del mundo, y hasta el idioma de los ángeles. Si no tengo amor, soy como un pedazo de metal ruidoso; ¡soy como una campana desafinada! / De nada me sirve que mi confianza en Dios me haga mover montañas. (Corintios 13).  Pero no siempre es así, y no siempre se habla de amor, cuando nos refirieren a dios, o la voluntad de dios, hablándonos mas de juicios y castigos, cuando, si esto es cierto, que seremos juzgados y examinados, habremos de serlo igualmente en el amor, como nos refiere San Juan de la Cruz: “A la tarde te examinarán en el amor” y “En el ocaso de nuestra vida seremos juzgados en el amor”. Pues “Hay tres cosas que son permanentes: la confianza en Dios, la seguridad de que él cumplirá sus promesas, y el amor. De estas tres cosas, la más importante: es el amor”. (Corintios 13).

Desierto del Sáhara ( Amaneciendo 1 de enero de 2019)



24 -NEGAR A DIOS Y AFIRMAR LA NADA // Sobre lo Humano y la Divino (22) / Jordi Maqueda / Aceuchal - Badajoz, 9 de Enero de 2023

NEGAR A DIOS Y AFIRMAR LA NADA / Jordi Maqueda / Aceuchal - Badajoz, 9 de Feb de 2023

Palabras clave:
  Dios; Religion; Signos; señales, Espiritu; Conocimiento; Reflexiones; Teorías; Filosofía;


SOBRE LO HUMANO Y LO DIVINO


NEGAR A DIOS Y AFIRMAR LA NADA 

Vaya por delante: «No a cualquiera, escuchadme bien, no a cualquiera le corresponde hablar de Dios. No es esta una cosa que se adquiere a bajo precio y competa a los que se arrastran por la tierra (a los que no se han liberado aún de las pasiones y preocupaciones terrenas)... Añadiré algo más: no se puede hablar de Dios siempre, ni con todos, ni bajo cualquier aspecto; se puede hacer en ciertas ocasiones, con ciertas personas y en cierta medida» (S. Gregorio); pues habla de negar a dios quien no conoce ni sabe de dios, y todavía anda por el fango, mas «tocar al ser puro tal vez no sea lícito siquiera para el que no es puro». (Platón, Fedón, 67 b) «Porque tocar la pureza sin ser puro puede resultar peligroso, como lo son los rayos del sol para los ojos enfermos». (S. Gregorio)

Negar a dios y afirmar la Nada, sea junto o por separado, no es posible, y me explicaré. Primero: afirmar la nada: negar al ser, ya es afirmar al ser: a dios; pues el principio de toda negación se sustenta sobre aquello mismo que niega: su afirmación, del ser, en este caso. Pues, para reconocer como verdadera la negación, se ha de reconocer primero aquello que se niega: “verdadero”. No podemos reconocer entonces la ausencia, del “ser”, sin haber reconocido antes al “ser”. Entiéndase: habiendo primero reconocido al ser (y reconocer su presencia) luego podremos negarlo, y (de manera subjetiva respecto a nosotros) reconocer su ausencia. Luego, y de manera objetiva, si decimos que dios no existe, afirmando: dios no es verdad..., "quien niega que la verdad existe está diciendo que la verdad existe. Pues si la verdad no existe, es verdadero que la verdad no existe. Pues para que sea verdadero, es necesario que exista la verdad… y dios es la misma verdad" (Tomás de Aquino - Summa) “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Jn 14,6).

Sin embargo, es llegado a este punto: la ausencia del ser (tanto de manera objetiva como subjetiva) donde muchos: precisamente, aquellos que allí (en la ausencia) no reconocen al ser, luego reconocen allí (en la ausencia) algo... pero recordemos: no podrá, no puede ser algo que queda después, en ausencia del ser, pues precisamente: la ausencia del ser, es ausencia de todo ser y todo algo y, por tanto, no pudiendo reconocer una (Nada) afirmando la nada allí, cuando negamos al ser, pues no hay… es, ausencia, del ser… y no presencia de la Nada. Pero podemos ser más concretos…

Ahora ya sabemos, por la propia razón (y haciendo uso de esta), que tenemos que afirmar primero aquello “que existe en algún lugar, o en todo lugar” para poderlo después negar: por tanto, hemos de atestiguar primero a dios, para posibilitar luego la negación o ausencia (objetiva o subjetiva) de este. Pero hay quienes en ausencia (del ser: dios) afirman (una Nada - ahí), mas desconocen la naturaleza misma de aquello que afirman. San Gregorio Nacianceno (padre de la iglesia) ya advirtió lo engañoso de un conocimiento de “algo” constituido sobre lo que no es, comparándolo al conocimiento que vendría a adquirir aquel que a la pregunta: ¿cuántas son cinco más cinco?, obtuviese como respuesta: no son nueve, ni siete, ni seis, ni once, ni trece... (San Gregorio 28, 9) y que, poco más o menos, vendría a resultar lo mismo, a preguntarse por el “No-Ser”, por lo que “No-es”. Encontrando luego engañoso, cuando no absurdo e inútil, lo que resultaría de aquel mal llamado “conocimiento” que afirmamos “de algo” consistente en lo que no-es. Pero más absurdo todavía me resulta, preguntar directamente por la Nada, ¿qué, es la Nada?, como un “ente” que es: pues como indica su nombre, preguntamos por lo que en absoluto “es”, la única respuesta razonable que hallaremos posible al preguntar, por aquello “absoluto” que no es, será precisamente: que no-es: no pudiendo afirmar jamás lo que, la Nada, es.

Más curioso todavía nos parece (a algunos de nosotros) como puede alguien conocer algo por su ausencia; entiéndase: cómo puede alguien conocer (al ser: a dios) para luego negarlo por lo que resulta, de la ausencia de este… en tanto luego son aquellos mismos que afirman: dios no existe, cuando no podemos, nadie puede, hablar legítima y razonablemente con propiedad, de la incomprensibilidad de un ser inexistente. Quiero decir que ¿quién puede afirmar que dios no existe o está ausente: si no lo conoce, o lo conoce por su ausencia?... pues afirman estos la Nada: la ausencia del ser, cuando ausencia es (no estar) luego, la ausencia de algo no puede tampoco representar o dar una idea de lo que antes había (como cuando yo me levanto de la silla, luego sobre la silla nada hay que se reconozca de mí) cuando además… para ellos no dios no existe (entiéndase por ejemplo anterior: afirman, que no existe lo que antes había sobre la silla).

Pero surge la misma pregunta de otra manera: ¿cómo afirmar la negación de algo (que no existe) cuando existe para otros? además, que “que existe para otros, sí, pero que esos mismos otros que afirman que existe, tampoco conocen o saben lo que es (en esencia)”. Pues “De Dios se puede saber que existe, pero no lo que es” (28, 5) (san Gregorio). Si la predicación cristiana no es vana, ni vana es la fe, se debe, entre otras cosas, a que el hombre puede saber que dios existe; pero reconociendo al mismo tiempo su incapacidad para saber lo que es dios. Luego, si la incomprensibilidad de Dios es una verdad necesaria a la fe, también lo es su existencia.

Pero, y ahora volvemos al principio, afirmar que «Dios no existe» es ya decir y afirmar algo de Dios, hasta podríamos decir (y afirmar) que negar a dios equivale a tener una cierta idea del mismo, de su propio ser o naturaleza: al menos, aquella idea o noción básica necesaria para poder negarlo, como para el párvulo, esta misma cierta noción o idea de dios básica, pueda ser la necesaria y justa para poder afirmarlo. Sin embargo, y en el sentido que parece que no pueden formarse proposiciones afirmativas de Dios, Dionisio afirma: que las negaciones sobre Dios son verdaderas; las afirmaciones, poco consistentes. Pero —según otra versión— es así porque ningún nombre, como ya se dijo (a.3), puede expresar lo que Dios es. (Tomas de Aquino - Summa). Entendemos por ello que dios es «ilimitado e infinito» igual para la mente humana y, por consiguiente, indefinible a esta en su total expresión o manifestación. De ahí que la negación del ser / dios, muchas veces equivale a un desconocimiento (por el que no se puede expresar lo que Dios es) y por ellos se pretende una no necesidad o rechazo: de lo que “aún” se desconoce y no entendemos: pues nadie confiesa “necesitar más razón de la que ya tiene” (Descartes). Mas Luego, ¿Por qué necesito a dios?, se preguntará, pudiendo parecer, sobre todo, a aquel que no piense demasiado al respecto, que la religión/dios parece ser algo que no necesita la persona que se plantea la pregunta: ¿por qué la necesito?, (la religión), o ¿por qué lo necesito?, (a dios). Pero el hecho solo de formular la pregunta, ¿por qué lo necesito?, equivale ya a admitir cierta necesidad de dios, precisamente y en este caso: debido a lo que aquel ignora, aunque sea solo para responder a su pregunta, para este ( dios) ya en una “evidente” necesidad; entiéndase: se reconoce que pertenece a la naturaleza de dios que esa persona lo necesite, pues sin dios y por lo pronto, no tienen sentido alguno su negación de dios (o afirmación de la Nada). Así, donde quiera que se encuentren individuos planteando preguntas similares a estas, o negando a dios, ahí también emerge conflicto y la necesidad de dios.

En suma, la relación que se tiene, por algunos con la religión y dios, se muestra como contradicción (como contradicción misma es, igualmente, la Nada que aquellos afirman): cuando de cierto es, para quienes no es dios una necesidad evidente... precisamente, más evidente y por esa misma razón es necesidad, por ese estado de permanente conflicto y contradicción…, (¿cuántos no viven de negar una y otra vez a dios?) pero Incluso Pedro —en sus circunstancias y conociéndolo— negó tres veces al señor. Cuanto más, a quien no le conoce le será difícil de entender, ¿Tanto tiempo he estado con ustedes, y todavía no Me conoces, Felipe? (Juan 14 -9) Tú has creído, porque me has visto; dichosos los que no han visto, y aun así creen. (Juan 29).

Lo más curioso de todo esto, es que el hombre sigue hoy abrazando las tinieblas por encima de todo y rechazando la luz, pues la fe falla y los hombres olvidan, mas aquellos viejos dioses de la oscuridad, el miedo y la lujuria aún se aferran en ellos a la vida: desesperados, y siempre en busca del placer, huyendo del dolor: “esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas” (Juan 3:19-36) y lo reitera Benedicto XVI en una de sus encíclicas: "a veces, el hombre ama más las tinieblas que la luz…/… pero solo confesando sinceramente las culpas “a Dios” encontramos la verdadera paz y alegría". Kierkegaard, también lo vio claro, en el sentido que “el ser humano siempre se siente atraído por la falta y la carencia, llevándolo a un sentimiento de desesperación”.