DESDE UNA FILOSOFÍA DEL LÍMITE (5) - QUÉ HAY ACERCA DE UNA FILOSOFÍA AUTÉNTICA / jordi maqueda


SOBRE UNA FILOSOFÍA AUTÉNTICA  

El pensar, en tanto a la filosofía (auténtica) está hoy más allá de la misma filosofía, en el sentido que todos entendemos por filosofía. Entonces ¿dónde está la filosofía auténtica? Bien, nos dicen que la filosofía ha cambiado o está cambiando, pero en las universidades no; en los que estudian en la universidad no; y en los que enseñan en la universidad no; y si está cambiando, por qué siguen diciendo unos a los otros lo que deben leer, y los otros siguen leyendo lo que les mandan unos… unos mandan (lo que hay que hacer y leer), los otros obedecen (en aquello) No, ¡no ha cambiado nada! pero la realidad, sigue siendo compleja. Demasiado compleja, para pretenderla ordenar, estructurar, racionalizar en ningún sistema, por cierto ya fracasado…

En este sentido, de una filosofía a partir de la acción de las personas, las consecuencias a partir de las acciones, (y los descubrimientos que propician) Hannah Arendt, se alinea y renuncia a ser llamada filosofa, ella no es filosofa. ¡No soy filoso —dice — filosofo es Kant! Arendt, ha visto “la forma de la sombra” la imagen que proyecta nuestra sociedad, se distancia del conejo blanco. Pero ella pensaba y enseñaba, lo que no quería era racionarse con un tipo concreto de filosofía “del pensamiento de las ideas ajeno a la experiencia” (o autoconsciencia) y el análisis de sus consecuencias, y por tanto, un tipo de pensamiento (filosofía) que ella y otros entendían que había fracasado en los campos de exterminio de la Alemania Nazi: la misma filosofía que no supo reconocer adónde íbamos en aquel momento, ni donde nos llevaba la razón (y que es lo mismo que afirmaba la escuela de Frankfurt: Hokenheim, Adorno en la Dialéctica de iluminismo).

La filosofía no entendió entonces el nazismo, ni el holocausto, y lo peor, hoy no entienden ni critican — quizá no la ven pero eso los incapacita—la misma instrumentalización procedente de aquellos sistemas del pasado, y sus consecuencias en el presente. De esto, precisamente, es de lo que podemos acusar (en mi caso yo así lo hago) a la filosofía de hoy, de seguir mirando a otro lugar, escribiendo de cosas absurdas; sin morder jamás la mano que le da de comer / no pueden criticar el sistema que los sustenta, alimenta y promueve, dentro del mismo sistema, y que es la misma filosofía de ayer, por cierto (como bien nos recuerda H. Arednt). Luego esto hace que me pregunte, si son acaso legítimos, los filósofos y académicos (no independientes) financiados, sufragados por el estado, para hablar (y refiero críticamente) de aquellos que: en un supuesto juicio contra el estado, no serían jamás aceptados, por pertenecer y estar a sueldo del acusado; pero que hacen hoy juicios sociales, e incluso nos dicen, ahora de nuevo, como debemos aprender a volver a pensar. Pero no, nunca en mi caso: Toma mis ojos, las cosas que he visto en este mundo están llegando a su fin.― (Iron Maiden- Starblind).

Por estas mismas razones a Arendt ya no le interesaba ni platón, ni Kant, ni Hegel, esa misma filosofía que habla del mundo, pero que no entendió entonces, ni entiende ahora el mundo de los hombres, de sus actos. Una filosofía perdida en su mundo de las ideas, y en sus pensamientos metafísicos (encerrada en las aulas y que no sale a la calle) 2500 años de metafísica y todavía sigue la misma pregunta igual: sin responderse, pero que, además, no se entero de lo que estaba pasando, antes, ni de lo que pasa ahora, en la vida y en el mundo (en las calles: en los hogares, más allá de sus propios muros) así fuesen millones de muertos antes, o miles ahora, eso ya nos dice algo de la filosofía… “su reflexión decae”.

A los filósofos, antaño, el estado los expulsaba, encarcelaba e incluso mandaba a la esclavitud, o los mataba por pensar libremente: por opinar en voz alta, y crítica, se entiende. ¿Qué ha cambiado ahora que a un filosofo, le paga, y mucho el estado? Arendt, pretende y refundará, de alguna manera la filosofía, observado esto de sus obras principales y dirigidas a la acción, el conocimiento a partir de la acción (pero los filósofos solo hablan de ideas) no de lo que se hace y acontece en el vivir (ejemplo de experiencia y consecuencia). Pero el día a día, la vida y sufrimiento de las personas no les interesa. El problema es que para este tipo de nueva filosofía, si se habla de angustia, hay que haberse angustiado, y de lo que se hable, haberlo experimentado o conocido. Ahora, nos dicen de nuevo que la filosofía va a cambiar: ¡está cambiando! y se preocupan, por nosotros. Quieren que sepamos, que aprendamos a pensar: y de nuevo pensar, pero nadie dice, vive, ve y piensa en aquello vivido y has visto ¿qué has sentido?, ¿dónde te ha conducido lo sentido? Solo espero que el ejemplo no venga de aquellos: de ellos, de los mismos, los mismos de antes, los mismos de siempre, siempre detrás del conejo blanco. “deja a los ancianos en su conferencia, entretanto…/… caminamos afuera de las ofertas de libertad por sus carceleros en su jaula.  ― (Iron Maiden- Starblind).

Pero he hablado de acción y experiencia, y no puedo quedarme en lo relativo, como aquellos que andan por la vida hablando siempre de algo que luego no definen… porque no pueden definirlo, porque no existe: como la libertad.. Pero para ello tengo que ir más allá, más lejos, de la primera idea móvil que me hace pensar: en aquello concreto que veo o deseo todos los días; y buscar aquello inmóvil: primer motor o causa primera (que debería motivar mi ser), pero no va a ser sencillo encontrarlo: porque todos los días tengo una razón: primera idea móvil, que me mueve a “un lugar” y una razón que “siempre está ahí”, encubierta (en la propia voluntad usurpada, por el deseo y el deber) y que me mueve precipitándome a un destino impropio, sobre el propio conocimiento solapado, de aquello que inconscientemente todos los días me mueve, pero… que me mueve (ahora) a pensar ( Justo, en aquello que me mueve todos los días… sin pensar).

Moverse no es pensar, moverse sin pensar no es actuar: es dejarse llevar. Ponerse refiere no tanto actitud como lugar, es ponerse: moverse → y volverse conscientes (alcanzar la perspectiva) de algo que sucede sin que nos demos cuenta de manera consciente: dejándonos llevar, “Toma mis ojos por lo que he visto, Te daré mi sitio a ti, eres libre de elegir la vida que quieras vivir o que quieras perder… cayendo en tu tumba sin cesar, engañado. ― (Iron Maiden- Starblind).

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