Sebastião Salgado - Ruanda (1994): bajo la óptica de un maestro de la fotografía.


Es difícil, aún después de tantos años intentar afrontar una visión del genocidio ruandés, abstrayéndose de los tópicos más vulgares de un hecho tan dramático como el que quiero mostrar: espero haber acertado, tanto con las imágenes como con el fotógrafo. Se trata de una colección de fotografías publicadas hace año en ElPaís, conmemorativas del 25 aniversario de los hechos ocurridos. Imágenes, no a las que estamos acostumbrados a ver en relación a aquel genocidio, y que mostraban sólo muerte y barbarie, sino de otro tipo: que recogían diversas situaciones y momentos de personas o grupos en aquellos momentos, igualmente imágenes muy duras, pero de vida. Una colección de fotografías que representan la igualmente la perspectiva de un fotógrafo, un artista, de visión clara y limpia: fuera de toda sospecha. Luego, y si todavía queda alguien con dudas, al respecto de por qué debemos acoger y ayudar a las personas que huyen de la guerra, espero que el contenido, las imágenes de este post resuelva, al menos en parte, sus dudas. Pero recordad: estas imágenes muestran sólo a los que huyen: a las víctimas, NO, de lo que huyen. No creo que nadie esté preparado para ver eso… 

Desde que vi la primera de sus fotografias, pensé que Sebastião Salgado era mi hombre para mostrar esa parte de la historia de Ruanda. Sebastiao es una leyenda viva de la imagen sociodocumental  que durante cuatro décadas ha retratado las mayores atrocidades del ser humano y los más espléndidos parajes del planeta. A sus mas de 75 años, colmado de premios y reconocimiento. Su motor ha sido la curiosidad por conocer las cosas del mundo y las ganas de transmitirlas; caminando de lugar en lugar, dice, como "un hombre de la Edad Media", que tras marcharse de su país huyendo de la dictadura en 1969, pasó una década fuera y, por culpa de la fotografía, dejó de lado un prometedor trabajo como economista.

Sebastiao, como tantos otros comenzó “tarde”, como el mismo reconoce; sin embargo, a dia de hoy posee todos los premios y reconocimientos posibles del arte de la imagen. Nacido en 1944 en Aimorés, en el Estado de Minas Gerais, a sus 75 años, que no aparenta ni de lejos, ha recorrido más de 130 países y está en la recta final de otro de sus hercúleos proyectos, sobre tribus de la Amazonia. Pero de entre todos sus trabajos si hay alguno que llama la atención por lo feroz y  descarnado de éste, es aquel Respecto del genocidio cometido en Ruanda hace justo este mes de abril 26 años, en (1994), tragedia en la que Salgado documentó decenas de imágenes desoladoras e impactantes, y del que reportero gráfico refiere: Ese Holocausto pudo detenerse si Europa y la Organización de Naciones Unidas hubieran intervenido. Todo el mundo sabía lo que estaba pasando y nadie hizo nada”.

El 7 de abril se cumplían 26 años de una matanza que costó la vida a más de 800.000 personas en diez días. aqui presento serie histórica de fotos del archivo de MSF y de Sebastião Salgado, algunas inéditas en los medios de comunicación, que documenta los esfuerzos por asistir a una población desprotegida en los momentos más críticos del exterminio. 
LAS IMÁGENES



1- 1Abril de 1994. Salida al aeropuerto de Kigali de los primeros equipos del Comité Internacional de la Cruz Roja y de Médicos Sin Fronteras, evacuados después de tres semanas de misión médica en la capital ruandesa. Este 7 de abril se cumplen 25 años de una matanza que costó la vida a 800.000 personas en diez días. Esta serie histórica del archivo de MSF, con fotos de Sebastião Salgado hasta hoy inéditas, documenta los esfuerzos por asistir a una población desprotegida en los momentos más críticos del exterminio.


2- El 13 de abril de 1994, una misión quirúrgica de emergencia de MSF y CICR parte en convoy desde Bujumbura en Burundi, para llegar a Kigali, donde unos días antes había comenzado el genocidio de los tutsis ruandeses. En cuestión de horas, un orfanato se convierte en un hospital de campaña y los primeros pacientes llegan la misma noche en que llega el equipo. Los equipos de MSF se turnaron para operar en cooperación con el hospital del CICR que se convertirá en las siguientes semanas en un refugio para los supervivientes de las masacres, hasta la llegada del FPR a principios de junio.


3- Abril de 1994. Un paciente herido y su hermano que lo acompaña llegan al hospital MSF-CICR en Kigali, capital de Ruanda. A pesar de las intensas conversaciones con el coronel a cargo del área donde se encontraba el hospital, el equipo de MSF no pudo convencerlo para que tolerara la presencia del acompañante en el hospital y tuvo que pedirle que se fuera. Fue asesinado a 100 metros del hospital. 


4- En julio de 1994, entre 600.000 y 1.000.000 refugiados ruandeses llegaron a las regiones de Goma y Bukavu en el Kivu del antiguo Zaire. En Goma, los refugiados se dividen principalmente en tres campamentos: Kibumba, Katale y Mugumga. Con calor, falta de agua, alimentos y el brote simultáneo de una epidemia de cólera y disentería, decenas de miles de refugiados encontraron la muerte. 


5- En julio ya había más de 13.000 muertes, con altísimas tasas de mortalidad por día en Goma. MSF trabajaba principalmente en dos ejes: el manejo de las epidemias de cólera y disentería, y el suministro de agua potable. También se puso en marcha un programa de apoyo al orfanato. 


6- Área de distribución de alimentos, a pocos kilómetros del campamento de refugiados ruandés en Kibumba. Goma, antiguo Zaire. 1994.


7- 7Antes fueron los tutsis los que huían de la muerte, y ahora lo hacen los hutus. Miles de personas escapaban del avance del Frente Patriótico Ruandés (FPR), de mayoría tutsi, hacia la ciudad congolesa de Goma, al oeste de Ruanda. Unos 350.000 refugiados llegaron en esos días a la ciudad. 


8- El puesto fronterizo de Goma recibe miles de refugiados hutus que pasan a Zaire huyendo de las tropas del Frente Patriótico Ruandés. En esta ciudad a orillas del lago Kivu murieron decenas de miles de ellos de cólera.


9- Refugiados ruandeses esperan en filas para la distribución de agua en 1994, cerca del campamento de Kibumba. Goma, Zaire. 


10-Tres niños acogidos en el orfanato junto al hospital que había en el campamento número uno de Kibumba. Goma, Zaire. 1994.


11- Los refugiados ruandeses llegan agotados cerca de la aldea de Kisesa. Región de Kisangani, en el antiguo Zaire, en 1997.


12- Desde octubre de 1994 quedó claro que la voluntad del Gobierno de Ruanda era cerrar los campos de desplazados, pues representaban una amenaza de desestabilización. En enero de 1995, los únicos campamentos que quedaban eran aquellos al sur de la ciudad de Gikongoro. En abril de 1995, el Gobierno decidió el cierre precipitado de los últimos campamentos de desplazados. Los de Kibeho (110.000 acogidos en abril de 1995), Kamana (25.000), Ndago (40.000) y Munini (25.000) fueron rodeados por el ejército durante la noche del 18 al 19 de abril. En Kibeho hubo pánico y se produjo masacre el día 22 de abril. 


13-En 22 de abril de 1995, 10 meses después del final del genocidio, mas de 5.000 refugiados hutus fueron asesinados en el campo de refugiados de Kibeho, en lo que se conoce como la mayor matanza ocurrida en Ruanda desde el final de la guerra civil que acabó con la vida de un millón de personas.


14-Kibeho era un campamento de refugiados internos en el sur de Ruanda en el que se hacinaban entre 80.000 y 100.000 hutus. Aquí se realizo la mayor masacre desde el final del genocidio. Las autoridades del gobierno ruandés anunciaron, el 17 de abril de 1995, que todos los campamentos de la provincia serían cerrados de inmediato.


15- Enero 1997. Decenas de miles de refugiados hutus ruandeses, de Goma y Bukavu, huyen de los rebeldes congoleses de Laurent-Desire Kabila. Han estado escondidos en el monte durante los cinco meses previos. Exhaustos, hambrientos, esperando regresar a Ruanda, se encontraron en medio de una nueva pesadilla. Habían residido en campamentos en 1994, cuando huyeron de su país por temor a represalias. Los combates entre las fuerzas de Mobutu y Kabila obligaron a la mayoría de los refugiados ruandeses a regresar a sus hogares en otoño de 96, pero unos 350.000 de ellos fueron abandonados en el duro Zaire oriental, en el campo de batalla.


16- Diciembre 1996. En el pueblo de Biaro, la Cruz Roja de Zaire está presente (traída por los rebeldes de Kabila, que quieren asegurarse de que los cuerpos sean enterrados lo más rápido posible, por temor a la epidemia de tifus) hacen un recuento de todos los huérfanos: más de 1000 niños. Están alineados a lo largo de las vías del tren. Son hijos de refugiados hutus.


17- Miles de personas trataron de refugiarse en las iglesias a las que iban a rezar cada domingo. Solo en el templo de Ntarama 5.000 personas fueron aniquiladas la mañana del lunes 11 de abril. Esta foto y la siguiente muestran el resultado de esa masacre.


18- La milicia Interahamwe de radicales hutus, que llevaron a cabo casi todas las matanzas, atacaron pueblos y aldeas de la zona de Bugueseda con palos y machetes. Un poco más tarde, los habitantes escucharon una gran cantidad de disparos. Los soldados habían llegado a la ciudad.
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