En mi afán por encontrar opiniones afines a las mías, y discrepantes a la línea general de opinión que encontramos a diario en los medios, allá en abril de 2020, con la pandemia ya haciendo estragos, escribí en mi blog a razón de una entrevista realizada al intelectual Noam Chomsky (ese pensador que no duerme) experto en política internacional, y reconocido por todos como una de las mentes más respetadas de nuestro tiempo, que volvía a pronunciarse sobre el (Covid-19) en una entrevista con Srecko Horvat, cofundador de la iniciativa europea DiEM25. Chomsky, encajaría perfectamente en esta definición de disidente, ya que siempre ha sido crítico con el sistema en que le ha tocado vivir, y es por ello que merece la pena escucharlo.
Chomsky, en medio del estado de pánico global abordó la entrevista enfrentando aquellas cuestiones preocupantes del momento, pero dando en el clavo al ponerlas en un contexto mayor, indicando, que «el coronavirus es lo suficientemente grave: teniendo consecuencias aterradoras, aunque, habrá una recuperación, insistiendo, en que “hay otras amenazas que debemos recordar y hacer frente, pues entrañan un horror mucho mayor: la crisis climática y la amenaza de un guerra nuclear, donde la recuperación es imposible si no abordamos estos temas con la debida urgencia”, añadiendo que “nos encontramos ya al borde del desastre, un desastre mucho peor que cualquier cosa que haya sucedido en la historia humana”.
«Hay dos amenazas inmensas que enfrentamos, más allá de lo puntual. Una es la creciente amenaza de guerra nuclear, y la otra, por supuesto, es la amenaza del calentamiento global. Ambas pueden ser tratadas y desactivadas, estamos a tiempo pero no podemos relajarnos”, denunció el pensador. Que de no resolver esos peligros, -dice Chomsky, significa «que hemos terminado».
Debido a esta situación dramática en la que los países corren hacia «el abismo» de la destrucción del clima y «el deterioro de la democracia», Chomsky dice que ha habido un cambio alarmante en el Reloj del Juicio Final. Creado por el Boletín de los Científicos Atómicos, el reloj evalúa qué tan cerca está la humanidad del «día del juicio final», es decir, un desastre global total provocado por el hombre. Chomsky explicó que «puede tener una idea de dónde está realmente el mundo mirando a principios de enero… cada año, el reloj del día del juicio final se ajusta con el minutero a cierta distancia de la medianoche, lo que significa la finalización…» Este año, los analistas prescindieron de minutos y comenzaron a pasar a segundos. 100 segundos para la medianoche (Alarmante como poco). Como no, también tuvo tiempo de acordarse de Donald Trump: «Él y sus secuaces están a la cabeza en la carrera hacia el abismo» - dijo. Queda perfectamente ilustrada su afirmación por una reciente decisión del presidente de los Estados Unidos, donde Trump anuncio una suspensión indefinida de las normas ambientales.
Chomsky, de alguna manera, y como vemos vuelve a sacar sus temas de referencia (aquellos que le han distinguido en sus protestas desde siempre) allá donde le pregunten, pero no sin criterio o razón para ello. Las graves amenazas sobre la especie humana (Guerra nuclear a al fondo y el cambio climático) ahora venidas a menos, aparcadas en el colectivo, debido a la aparición y pujanza de esta nueva amenaza en forma de pandemia, no impide que Chomsky, en este caso también: tenga más razón que un santo ¿Una pandemia global? Bueno si, unos miles de muertos en el mundo: no es despreciable; quizá sea un toque de humildad. Aunque dentro de lo que cabe, podría haber tocado un virus más agresivo, pero por suerte, no es ese el caso. Razón por la que Chomsky vuelve y vuelve la atención hacia los temas que, a su entender, nos amenazan con mucha más gravedad, que podrían poner contra las cuerdas a toda la especie humana.
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