Me gustaría hablar de mis paisanos (de todos ellos, y que bien podrían ser los de todo el mundo) y, aunque sea por una sola vez: sin pensar en regiones y olvidando cualquier disputa. Desde hace muchísimo tiempo, siglos, el pueblo sólo recibe golpes y reveses (ya casi parece acostumbrado a ello) y no se lo merece. Pero algo ha pasado: siempre pasa algo: en esta ocasión algo inesperado y terrible, venido en forma de Pandemia. Las
nuevas generaciones de este siglo: también, y como no, los que pertenecemos a
generaciones pasadas, hemos despertado a un nueva realidad que enfrenta un futuro incierto; si bien, "quiero pensar que todo se arreglará pronto y,
aunque, no sabemos todavía cómo, estoy seguro: podremos con ello".
Aunque, espero que con resultado final distinto a cuando, recordemos: el pueblo español, entonces oprimido en una España ocupada por los ejércitos de Napoleón, tomo la
valiente decisión de revelarse y luchar contra el enemigo hasta vencerlo: pagando “ese
pueblo llano” con la propia vida en una guerra dirigida, más allá que contra
el invasor, también contra el colaboracionismo y las élites corruptas. Sin
embargo -y a nuestro pesar-, en aquella ocasión "todo lo
que el pueblo ganó entonces en el campo de batalla, en las murallas de sus ciudades y en las calles con su sangre, lo habría de perder poco después" al entregar de nuevo, el poder a una administración elitista que destrozó y dilapidó
todo". Hoy, o mañana, o dentro de un mes o un año: cuando todo esto pase, el pueblo, que ahora lucha en las calles, en sus trabajos, en hospitales y en sus casas y contra este enemigo invisible y, de nuevo contra la ineptitud, la torpeza y desacierto de quienes mandan y ordenan, tendrá que decir su ultima palabra: deberá exigir que se le escuche. No puede pasar como ya ocurrió en el pasado, en tantas otras ocasiones: "que luche, se sacrifique y muera y, luego, todo siga igual o peor". saludos!!
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