EL SER / EL SER Y SU SOMBRA (01) // EL OJO IZQUIERDO ( de la Y ) , y LA FILOSOFÍA DE LA DAMA DE HIERRO /Jordi maqueda

OJO IZQUIERDO ( Y) , Y LA FILOSOFÍA DE LA DAMA DE HIERRO 

OJO IZQUIERDO  ( Y)

El encubrimiento, frente: la necesidad de conocer aquí y ahora→ del sujeto inconsciente→ siendo/pasando → a sujeto consciente = así el ojo derecho (ciego - en su existencia de su propia luz) puede ver, a través del ojo izquierdo: el espíritu que habita el límite o frontera /subconsciente, lo que este tiene que mostrar → conduciéndole, como su propia sombra que es, por aquel limite o frontera, que son Los límites en entre luz y oscuridad: pudiendo asomarse, de la mano de su sombra y desde el borde mismo penetrar sus galerías . Si queremos llamarlo así, los dioses (dios) no siempre han estado lejos de las personas y fuera de su alcance, fueron las personas quienes se alejaron y elevaron estas entidades o entidad, alzándola sobre ellos mismos y sus propias cabezas, poniéndolas sobre un altar. Las personas se separaron del ser al reconocerlo (fuera de sí) luego en ello vieron una sombra: su propia sombra y ser. Ser, como una persona, y sombra como Ser igualmente de la persona, que complementa a la persona. Esta complementación venía dada en origen, luego oscurecida por la razón (consciencia), pero retornable a través un saber – dado a la conciencia- por medio de una experiencia (conocimiento) que ha de ser vivida y sufrida (como redención del sujeto), para poder ser entendida: Esta Revelación acontece a razón del viaje individual hacia el conocimiento-y reconocimiento de la carencia que, mostrándose en la angustia (muestran los hombres ante la existencia y la muerte: marchitándose en el “olvido del origen” que propicia la sociedad) luego es superada, iniciado el viaje, cuando aceptamos aquella sombra, como complemento necesario /reconocimiento de nuestra némesis (por la que a través del ojo izquierdo) se adquiere un conocer velado, revelado en el trayecto a seguir siendo conducido sobre el borde del abismo a través de aquel... luego reconocimiento: de lo que oculta la oscuridad del abismo, y que desde su borde nos traslada en un “retorno al origen”… donde ahora el ojo derecho puede ver y explicar, lo que por el izquierdo pudo ver, de lo que allí acontece.

 

LA FILOSOFÍA DE LA DAMA DE HIERRO

Llevo escuchando a Iron Maiden desde los 14 años; se diría que sin una razón aparente: solo que me gusta. Pero Cuarenta años en el desierto (es un ancho de sombra en el tiempo) a tener en consideración y empezar a darle sentido a algo (que tiene una forma: que ya hago parte de mi forma y ser) pero que podría pasar desapercibido a ojos (de todo un pueblo) que ve solo la imagen (el hecho: de escuchar una banda de música particular) pero no sombra de la forma que lo proyecta en perpendicular (en un ancho de 40 años de una sombra) hacia un lado de mi forma, luego como parte ( de ese lado de la forma ) de mi sombra; y luego del total de mi forma. Sobre todo cuando ya tenemos esa perspectiva de los cuarenta años transcurridos. Fijarse en todos los detalles, para buscar en ellos las señales. Y finalmente saber, por qué las cosas que son: han sido así, y no de otra manera

Por entonces aquella sombra venía conmigo (en la música) a todos los sitios (por walkman). Hoy se que ya venía de mucho antes, cuando mis padre intentaron meterme en los franciscanos de Sabadell y me negué rabioso. luego se diría que esta me condujo a la mancomunidad misma, de nuevo por mi voluntad y sombra, negándome a ir a la academia Ramar (mas pija) decidiendo irme a otro lugar (mas chungo): y donde me encontraría con buena parte de de mis amigos de la plazoleta: la mancomunidad Sabadell Terrasa. Un lugar este de lo más heterogéneo, gente de todas las capas sociales de la comarca, allí buena parte eran Metaleros: de imagen y forma, yo todavía tenía cara de niño (bueno), y allí afronte mi primer atraco, por llamarlo así (fallido) cuando me pidieron una medalla de oro, que ingenuo de primeras le entregue a otros dos jóvenes ( allí se me mostraría algo, por parte de mi sombra, que hoy décadas más tarde puedo entender y explicar), pues casi sin dar tiempo y de inmediato les pedí que me la devolvieran (a instancias del Mora que se había dirigido a mi), y me dijo: dile que te la devuelva o le metes un loki, y le partes la pierna (el Mora (Juan) me conocía del Kyokushinkai (極真会館 / Shi Kan - Barbera del Valles (El loki es una patada haisoku gedan mawashi geri, que usamos a diario en la escuela y competiciones de Karate y que golpea con el empeine a nivel gedan. Equivale al muy efectivo Low Kick de los diferentes deportes de contacto) Y entonces me dirigí a ellos (a los dos, pero mirando fijamente y solo a uno) firme y le dije: devuélvemela o te parto la pierna: y me la devolvieron sin más. Por supuesto me costa, que el Mora: entonces era la imagen proyectada de mi sombra (tomando esta al mora lo trajo) estaba ahí: pendiente y presente, ellos lo veían, y por el Mora (que ya me conocía de las competiciones open, con jóvenes de más envergadura y peso) estaban viendo la sombra de lo que no veían sobre ellos, de mi propia imagen. Y que más tarde se me revelaría en su forma la sombra (en mi forma) primero (matando aquel canario enjaulado (Esclavo del poder / Powerslave 1986 álbum Iron Maiden) de un disparo a sangre fría, sin pestañear) y ese año luego contra las personas que amenazaban, mi vida y la de los míos y mi casa), en un atraco a punta de pistola, donde a mi madre apuntan con el arma, y al sujeto doy una parada en la cara derribándolo sobre en la calle y en el suelo le intento aplastar su cabeza a patadas con los tacones de mis botas camperas, y que de no ser por dos hombres corpulentos que vinieron, sin que ni fuese consciente de ellos, me separaron de lo que me hubiese pesado toda la vida. Luego, en trabajo con 18 años, fue más fulminante e inesperado su aparición, cuando uno de mis jefes, me llamó tonto (Esto lo hizo tres veces) a la tercera, lo golpe en el pecho con con puño de hierro, desplomándolo contra la pared y parándole el corazón: por suerte, para él, no murió, pero a mi despidieron del trabajo después (ya lo conocías, no era necesario eso —me dijo el Segura y superior de ambos en Continente, en barbera del valles). Sí que lo era Segura— le dije—: ya conocías a ese, pero ahora ese me conoce él a mí, y tu, también me conoces (Luego y a la vez ahora, yo también me conocía y sabía de lo que era capaz, pero aún no reconocía mi sombra como un ser, y parte de mi ser: pero eso cambiaría después (antes vendrá la caída: y la dama de hierro (Iron Maiden) se presentaría.

La vida me sonreía en el 89 con 19 años: Coche (Samba), moto Gilera Dakota 350, una novia morena y hermosa (chari). Había vuelto a estudiar el año anterior (notable en el instituto Pau-villa Sabadell, pasé a segundo. Me olvido de mi sombra y entonces sucede: no, no eres super-man Jordi; y tras salir del instituto un 11 de abril del 89, poco antes de la media noche, en un cruce: un coche me pasa por encima, me empotra contra unas vallas y la moto cae sobre la pierna. Todo es oscuridad: percibo una sombra, no veo bien, me habla pero estoy desangrándome por momentos en el suelo, no veo apenas solo reflejos, pero siento su mano sobre la mía (le mando, por favor llamar a mi madre y a mi novia ( le doy a esa figura los números), desde el asfalto destrozado: es una despedida. Luego solo recuerdo más luces y que me desperté, tres días después: en una habitación solo, con unas radiografías delante de mí; veo al cirujano, aparece y me explica que había estado a la muerte, han sido tres días de operaciones intentando salvar la pierna, donde al final (habían como implantado en ella (la tibia) algo: a modo de una semilla (en forma de dos hierros separados pero en forma de (Y) a lo largo de la tibia (Osteosíntesis Ender), y a partir del cual, se entiende, que la pierna partida en trozos se recuperaría (en una nueva pierna, algo retorcida (geno varo: desalineación de fémur y tibia, y geno recurvato o hiperextensión de la rodilla más allá de 180° o posición cero de referencia, y lo que me hace que desde entonces estar muy pendiente de ese ángulo). A la derecha, y por ojo de buey de la puerta veo la cara de mi padre, de mi madre y de mi novia mirándome: muevo la mano y saludo como puedo. La pierna en la radiografía se ve como un tronco de un árbol, más que parecerse una tibia, pero será —me dice— más fuerte que la anterior todavía debido luego a los callos óseos). Lo que no me dicen es que la rodilla está destrozada. Me lo había roto todo del lado izquierdo del cuerpo, pierna, rodilla, costillas, brazo y la cadera no fracturada estaba totalmente negra (tumefacta e in sensible: una sombra en mi cuerpo de de 40 x 40 cm de lado, desde el fémur pasando por la cadera y atrás al glúteo) de ese lado izquierdo. En el abismo caeré en el ojo de Horus, A los ojos de la noche mirándome ir; El verde es el ojo de gato que resplandece, En este templo al Entrar en el, Osiris-resucitado de nuevo (Thoth) — del tema Poweslave (Iron maiden 1986, álbum Poweslave.) Todos tenemos una historia que no entendemos, solo debemos adentrarnos por la sombra de nuestra historia, y ahí-todos “en la sombra” nos encontraremos.  Que no te cause miedo, ya que el miedo es un límite, un grillete que ata a los hombres a la oscuridad. No te mantengas en silencio cuando lo malo sea hablado por Verdad, como el sol brilla sobre todo (Las tablas esmeralda de Thoth).


Osteosíntesis Ender, esta no es mi pierna, pero es a lo que sirve la imagen, mostrar la forma, igual a la que yo vi, en mi caso la doble fractura fue mas arriba al centro de la tibia y peroné. los ender se veian, y se ven todos así.


EL SER / EL SER Y SU SOMBRA (02) EL SER Y EL APARECER DE SU SOMBRA /jordi maqueda

Ser y su Sombra : El ser y el aparecer de su sombra /jordi maqueda 

Jordi Maqueda / Jorge Maqueda Merchán
Aceuchal, Badajoz


El ser y el aparecer de su sombra

En la mitad de mi vida descubrí (no lo recordé: sino que entendí) que con 16 años había matado/asesinado, acabado con la vida (piénsenlo, yo lo pienso) de un canario a sangre fría en su jaula. No tenía más edad 15/16 años cuando aquello ocurrió. Justo por entonces había comenzado a leer por mi propia cuenta algo de filosofía, creo que me estaba sacando el graduado escolar en nocturno. Mi primer libro de filosofía (anterior de la Sarpe 1988), y que compre con mi dinero fue: humano, demasiado humano (Nietzsche): Se me ha dicho repetidas veces, con profunda sorpresa por mi parte, que en todas mis obras, desde El origen de la tragedia hasta Preludios para una filosofía del porvenir, había algo de común; se me ha dicho en todas había redes para atrapar pajarillos inocentes, y una especia de provocación al derrumbamiento de todo lo que habitualmente se estima. ¡Cómo! ¿Todo no es humano, demasiado humano? Era la exclamación que, según dicen, arrancaban mis obras, mezclada a cierto sentimiento de horror y de desconfianza. Se ha dicho que mis libros son escuela de desprecio y de valor temerario. (Nietzsche - humano demasiado humano, párrafo -1). Aquella mañana agarré una escopeta, que no recuerdo ni por qué estaba en mi habitación, y culata sobre el hombro, dirigí el cañón del arma en dirección a la jaula donde estaba al canario de mi vecino (Pedro) —apunte sin siquiera pensar una milésima de segundo en el canario ni en nada— y disparé: matándolo.

"Hay algo más nocivo que la maldad humana: la irreflexión". —Hannah Arendt

El hecho había quedado sepultado en la memoria. Cierto que Recordaba a Pedro, mi vecino viendo a mi casa a hablar con mi padre mientras escuchaba (yo) la discusión desde arriba, mirando tras una puerta entreabierta, pero mi mente había arrinconado lo escatológico del recuerdo (guardándolo), para más adelante. Cuando mi conciencia volvió a traer aquel recuerdo completo en mi madurez, gran parte de todo aquello, lo que hasta entonces había considerado como algo positivo: referido al tiempo de la niñez o adolescencia y de la vida (de mi propia mi vida) se tornó en otra cosa: más oscura, y allí donde antes solo veía ingenuidad, ahora también veía algo siniestro: “Tal serás cual es aquello que niegas”. A partir de ahí, la senda se estrechó y la luz se oscureció y entre aquellas tinieblas tropecé con algo: una sombra, que al fijarme comprendí, reconociéndola: que no era otra que mi propia sombra… Hoy no preciso de valor para ponerme entre la luz y mirar, a través de mi sombra. El canario… fue solo el principio de un camino por recorrer (sombra y yo) juntos, hacia el borde del abismo: esa frontera imperceptible entre el bien y mal. Hacía una serie de historias pasadas que habrían de ser exhumadas, que a todas luces me parecieron igualmente terribles. Pero, terribles, ¿por qué? Al principio, no veía lo que ya era manifiesto/evidente en la sombra y que estaba dividido en dos mitades, de un lado lo que era (y de manera inconsciente había olvidado que soy) y de otro, quien negaba y despreciaba parte de lo que era, o soy: refiero a mí (yo-consciente) esa persona/individuo, quizá, poco humana por incompleta, de sí mismo, que precisa de recorrer un difícil camino asomándose a su oscuridad (al olvido), para poder rTal te conviene volver a ser cual es aquello que más amas: encontrarse de nuevo, uno consigo mismo: reencontrar/nos, hallando la libertad que supone saberse uno mismo y sombra. Una sombra que había estado y estará siempre conmigo. Una sombra de la que ya no dudo, pues de cierto es sombra y mía. Ahora, lo que me pregunto, es más acerca de esa región, de donde al obstaculizar la luz surge aquella proyectada, dando lugar a una forma invertida, que pretende la silueta de mi cuerpo: que de alguna manera ha propiciado un lugar a aquello que unos llamamos sombra, y otros la nada, pues en esencia (es – oscuridad), pero una oscuridad que no-siendo “es” / en mí, y que, por tanto, “es” sombra y no nada

EL SER / EL SER Y SU SOMBRA (05) // EL OBJETO, LA MOSCA Y LA SOMBRA DEL OBJETO (La realidad de la forma y su sombra, a través de una mosca) / jordi maquedaEL OBJETO, LA MOSCA Y LA SOMBRA DEL OBJETO (La realidad de la forma y su sombra, a través de una mosca) / jordi maqueda


 

LA MOSCA LA SOMBRA,

EL OBJETO, LA MOSCA Y LA SOMBRA DEL OBJETO

(La realidad de la forma y su sombra, a través de una mosca)

 


Estoy sentado, frente al ordenador, pero no estoy escribiendo, tengo la mano derecha en el ratón, moviéndolo: pensando y dándole vueltas a cómo describir la forma de un objeto a partir de su sombra. Aparece una mosca, como todas las moscas: siempre son molestas. Lleva ya rato por aquí, también dando vueltas a algo, supongo que al igual que yo: ella me mira. Al punto que parece que nos hayamos presentado, y tenga confianza, pues se posa en mi mano izquierda que está apoyada en la mesa. Mi mano la mano está relajada, no la muevo: el índice sobre el pulgar y la observo: observo la mosca en el pulgar, y como empieza a recorrerlo de un lado a otro por la parte externa de la mano (no sale de las dos falanges del dedo), pero algo la frena a ir hacia dentro de la mano. Reconoce ahí algo: una línea de sombra, del índice sobre el pulgar: la mosca recorre el limite o borde de la sombra del índice sobre el pulgar, y salta, a la uña del pulgar: busca perspectiva parece, (moviéndose a otro lugar dentro del dedo: a la uña), luego recorre de nuevo el dedo pulgar: y ahora de nuevo esta sobre la línea o borde de la sombra, pero no entra en la sombra al interior (quizá está pensando: pienso): la mosca vuelve a la uña y desde allí se eleva (ahora si hacia arriba, la puñetera reconoció del borde de la sombra sobre el pulgar, aquello que producía la sombra sobre el pulgar, del dedo índice sobre el pulgar: la mosca entendió, que al igual que ella tenía una sombra, esa sombra era de algo también, y está ahora en aquello que produce la sombra: recorre el índice y baja luego hasta el pulgar, lo hace un par de veces, luego salta al índice , lo recorre y se adentra a recorrer parte de la mano del lado exterior, nudillos y llega a la muñeca, la soplo: y encuentro la forma de la mano, a partir de su sombra sobre de la forma de un dedo de esta. ¿qué ha pasado aquí?... La mosca miro la sombra, describiéndomela → a mi, a través de recorrer primero el dedo donde estaba el límite de la sombra, y luego el límite de la sombra del dedo índice sobre el pulgar: una sombra de una forma, que a partir de su lado o borde (de algo) entiendo que era parte de otra forma (el índice) que pertenece a una mano (forma / tronco) —de otras formas (dedos)—, que producía la sombra sobre su propio dedo. La mosca pega un trompo va a otro sitio, quizá a la cocina, ese extraño lugar donde yo pienso, con mi sombra: donde pensamos.

DE LA MOSCA A LOS CHINOS Y A UNA CRUZ EN LA COCINA,
QUE YA NO ESTÁ EN LA PARED

A veces pienso en los chinos, y lo hago en la cocina (donde pienso /cocino): son muchos chinos, me digo: muchos chinos pensando sin una cruz en la pared, me digo. Pero ¿por qué esta la cruz en la pared en mi cocina? me digo: bueno, así está así en todas las casas, e incluso en las iglesias: elevada sobre el suelo. Pero ¿por qué esta elevada sobre el suelo? Me digo: bueno, pues… la cruz, pero ¿no estaba clavada y bien clavada al suelo en todas la películas? me vuelvo a decir. Y pensamos entonces todos (mi sombra, yo y la razón): lo estaba, y estaba bien clavada al suelo en las películas → igual de clavada que un árbol al suelo. Bien: Entonces por qué tenemos esta cruz en la pared de la cocina colgando, pregunto, y la razón me contesta, así está en todas las casas: en la pared ¡déjala!, y mi sombra me dice: Yo no la he puesto, piensa ¿Por qué la has puesto? ¿Porque la ponen todos? Intuyo la sonrisa. Y me digo: bueno, había un clavo en la pared de esos de colgar cosas, y la puse a allí, así no se ve el clavo en la pared clavado, y pienso en la mosca que anda por ahí dando vueltas no muy lejos: entonces retiro la cruz, no sé por qué: pero antes de siquiera pensar la razón por la que lo he quitado, veo el clavo y donde esta clavado, y una grieta en la pared donde se hunde el clavo (en el muro: entre las baldosas) tiene profundidad y una sombra / mi sombra sonríe. La mosca pega 3 trompos y se va a otro sitio. De nuevo me vienen a la cabeza los chinos, todo ese montón de chinos, un montón de chinos pensando, sin una cruz en la pared, que tapa una grita por la que cabe un clavo, por la que poder mirar y que prolonga la forma de la pared, mas allá de un del área del muro o pared (imagen d=2), y tiene una profundidad o forma d=3. Creo que necesito de nuevo a la mosca. La busco: Está sobre el cristal de la puerta de la misma pared, abro la puerta y se coloca en el marco de la puerta/ o ancho que define el grosor del muro por ese lado. Miro su ancho y largo del borde, la mosca salta y se posa luego del otro lado del muro, opuesto al lado de la cocina y luego se va a una esquina, de la que se proyecta a 90º < otro muro o pared de la casa y este con el suelo del patio 90º<. La mosca hace una (S), pega (4) trompos y se va a otro sitio. Ahora pienso en occidente, en ese montón de tipos occidentales y pensando, todos con una cruz en la pared de su cocina. La mosca no está, y quizá por eso pienso ahora Kant, y con qué cocina.

De pequeño en el cine del pueblo vi una peli de chinos, que se llamaba el mono borracho en el ojo del tigre. De Jackie Chan; pero ¿Qué es el puño borracho? literalmente puño ebrio, es un antiguo estilo presente en diferentes artes marciales chinas, como el Kung-Fu, y que consiste en imitar los movimientos de una persona ebria. Es practicado dentro del Kung-Fu como una forma de engañar, distraer y atacar al oponente. Pero aquí no se trata de engañar a nadie. Sino más bien de entender, si se quiere a mi modo, que observar la naturaleza, Pensar (en acto → de ser→ pensando: en la naturaleza, y observando la propia naturaleza, dejando que el mono en el ojo del tigre lo guie, deviene en sabiduría de la naturaleza para el tigre. No he leído a Kant, solo párrafos por encima, no lo necesito, a veces lo cito, pues me es útil como un cajón, con algunos textos que apuntan o dirijo a la razón de las personas, una razón que Kant define como “la capacidad que proporciona los principios a priori del conocimiento. De ahí se sigue que la razón pura es aquella que contiene los principios que permiten conocer algo completamente a priori (Crítica de la razón pura, B 24). A priori: Palabra que se utiliza en las expresiones a priori o a prioris que significan ‘conjunto de los conocimientos a los que se llega por la razón, sin experimentarlos, en especial en un sistema filosófico. Pero yo necesito de la experiencia en la naturaleza para aprender: pues vivo, no en la imaginación, sino en la naturaleza y camino por el mundo; he recorrido países, montañas selvas y desiertos he vivido en muchas ciudades algunas problemáticas y comprado en sus mercados hablado con sus gentes: mayas, xinka, garífuna, ladinos, kurdos, árabes, Bereberes etc… y andado en sus transportes públicos. De la vida real en el mundo que me rodea, me pregunto, que me puede enseñar Kant ¿que qué me va a enseñar Kant u otro sujeto de la vida que por mi mismo experimento y conozco? que me va a enseñar de la naturaleza por la que camino cada día, me hablarán del frio, el viento o las estrellas a 5000 metros de altura, del suelo abrasador sobre el cono de un volcán, del que ves emerger ante tus ojos el fuego de las entrañas de la tierra, quiza de los sonidos de la selva: de sus luces y sombras; de todas esas las personas que he conocido, de los animales, y de las plantas que cuido y el mundo que habito, que me va a decir de todo esto quien que jamás salió de su ciudad, yendo de su casa a la universidad y que necesitaba, imperiosamente, saber de la hora de su reloj para vivir —yo no uso de eso—, pues absolutamente ¡Nada! «Atrévete a saber» — dice, «atrévete a salir (tú) de tu casa»— le respondo; y aprende de la naturaleza, del aire, de las plantas, del agua y de la tierra… ponte al sol y sigue tu sombra… a ver dónde te lleva. Pero seguramente tanto Kant, como estos que se parecen hoy a tanto Kant, la razón, su razón que no su sombra, les devuelva a su cocina. Donde tienen una cruz sobre la pared, tapando el clavo que penetra la grieta del muro que les contiene y retiene dentro del cerco. Y si por cualidad el muro mostrase otra fisura, allí clavarían otra cruz, para que tapase la fisura, no se vaya a ver que la casa está llena de grietas que conducen a lo que los mira, pero ellos no quieren ni ver, o quizá que ya ni pueden entender y ni siquiera atisbar dicha realidad, cuando el pensamiento ya no es libre de aquella razón ilustrada, que liberó al hombre del cerco de la religión, sometiéndolo al cerco de su propia razón, de ahí la hemiplejía del cristianismo y de la razón: el sacerdote protestante alemán se hace filosofo: un filosofo protestante alemán. El sacerdote protestante es el abuelo de la filosofía alemana, y el protestantismo es el pecado original de esta filosofía alemana (Nietzsche). En esto estamos de acuerdo, cuando de pretender el paraíso cristiano en el cielo, pasamos, al paraíso en la tierra, o así lo creían, aquellos que de los fundamentos del humanismo moderno emergieron como los filósofos de la Ilustración (los iluminados podríamos llamarles) quienes ubicaron al hombre como centro y fin de toda preocupación intelectual, razón por la que desde entonces se ha eternizado en desvelar su esencia del hombre para diferenciarlo de los elementos de la naturaleza. “Separarnos de la naturaleza”, ahora, sí, entendemos a Kant (y Llamarlo necio se queda corto) vista la deriva del iluminismo en Alemania. Cuando todo es el hombre y todo es pensar en el hombre: solo el hombre tiene la culpa de lo que pasa al hombre, y entonces el alemán piensa: y piensa que solo el judío (hombre) tiene la culpa de lo que le pasa al alemán (hombre). Pues Solo para eso sirve toda esta filosofía, que no ha aportado nada al mundo: solo a los necios, mas necedad, cuando le resta al hombre su libertad, y se apropia de ella dándole una moral: un como deber vivir: el deber de de vivir (preso de su propio su cerco) sin la libertad de saberse quien es, ni de reconocer aquello que no puede ver: y que después de tanto tiempo quizá ahora ni entender: la forma de la oscuridad, esa sombra, que se niega a mirar tapándola con una cruz en la pared.

La filosofía o pensamiento occidental, hoy mira al hijo, pero es incapaz de reconocer en la oscuridad, a partir del ancho del lado de su sombra (del hijo), y del ángulo que lo proyecta: la forma del padre, que contiene al hijo, así como la forma que de otro ángulo proyecta la sombra, de la forma que lo contiene a él. Una oscuridad y propia sombra, que debe empezar a recorrer y reconocer en esa oscuridad, que la filosofía ha llamado: nada, pero los científicos ya reconocen en ella algo más que solo oscuridad.