Catastrofe


La palabra Catástrofe resuena en la Isla bonita, al compás de los rugidos del volcán. Los agricultores, impotentes, están desolados al ver cómo la lava devora viñedos, plantaciones de aguacates y plataneras: y, es que según el Dr. En geografía Wladimiro Rodríguez: toda una autoridad en el campo de la agricultura Canaria: “Nos encontraríamos frente al volcán “más agresivo que ha sufrido Canarias en los últimos quinientos años, sólo comparable al de Timanfaya (Lanzarote) pero, en este caso mucho más destructivo”, sentencia Wladimiro, que vive en La Palma ya su tercera crisis volcánica: "A la de San Juan, en 1949, le sucedió la del Teneguía en 1971, que apenas provocó daños, un espectáculo para los palmeros que no afectó a zonas pobladas como ocurre durante estos aciagos Días". Porque no todo se lo está llevando la lava: La ceniza volcánica empeora aún más el panorama, ya desolador, al caer sobre las plantas asfixiándolas sin piedad. Ni los ‘retoños’ de las plataneras, capaces de aguantar sin agua durante meses -germen de las próximas cosechas-, se salvan del apetito destructor del volcán. La realidad es, que Un atronador bramido salido de las entrañas de la tierra está borrando desde el pasado domingo, y para siempre, una buena parte del mapa de la Isla Bonita, y la esperanza de sus isleños, impotentes ante la potencia - acto - manifiesto de el volcán de la isla.

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