Cuando el sujeto (o individuo)
que tiene la experiencia (o gnosis) de la realidad (experimentada de sí mismo) en
relación con todo aquello (dado) y percibido (de la naturaleza) a su alrededor,
es capaz de entender de esa realidad (y horizonte dado) una verdad fabulosa y
de sí mismo (en tanto dicha realidad /dada de un horizonte) forma parte de él, tanto
como él de dicha realidad y horizonte. Luego (él) es, soberano (participando)
de un mundo (y realidad propia) que es dada de un
horizonte, sobre el que se (mueve y desenvuelve), pero del que a cada paso (hacia→)
le es imposible (conscientemente percibir) ni explicar, o explicarse (de la
totalidad, de estímulos de lo en derredor que le afectan, y van quedando tras de sí) solo pudiendo captar/entender
(las impresiones, y sensaciones de lo observado:
al fijarse (de lo proyectado
hacia él ( en lo que se refleja) de dicho horizonte. horizonte
que es interpretado de él, a partir de la información de luz reflejada de los
otros ( y en la que se refleja)→ (por la vista, luego participada (la experiencia) del conjunto de todos los
sentidos / estimulando y sintiendo, a la vez que (dicho horizonte es)→modificándole
(y) modificándose).
Y Entendiendo de dicha experiencia (y de la multiplicidad de estímulos) lo que no puede ser → referido acerca de la idea propuesta de “un sujeto abstracto” (representado) y, ajeno al entorno” que, sin embargo, (la razón subjetiva) propone: de (alguna cosa → cualquier cosa) que pueda “ser” (donde sea) como idea (a partir de una representación mental: un nombre) / y donde no queda muy lejos, la propia idea (que la filosofía pretende explicar, pero no puede encontrar). Luego (debemos entender) que no cabe (ser) sujeto abstracto alguno (y pretendidamente real) ajeno a la realidad circundante (que es) del propio horizonte dado (de la realidad), y que es, igualmente, horizonte de todos los eventos que en este horizonte se suceden) Y que, por tanto (dicha representación) no-puede-(ser), sino como representación y abstracción “de Nada” existente y real (como alguna cosa→ que (es) →una cosa concreta, en un momento y lugar) dado de nuestro horizonte, o dado de cualquier otro horizonte (real)”.
(§) “Ente”
refiere “Ente” /
Ente
significa “lo-que-es” y designa cada cosa que es, como algo concreto ahí, es
decir: el árbol, la silla, la persona… pero no en cuanto (genérico) que son
árbol o silla, sino en cuanto que son. Luego (ser) intenta
designar “Aquello” en común que tienen los entes, lo que
hace que sean entes (lo que los proyecta). Sin embargo, la
filosofía no ha avanzado apenas de sus conceptos en 2500 años, para esclarecer
lo que se pretende esclarecer: un conocimiento de aquello que se pretende
referir, es decir: esclarecer “Aquello” común a los entes y que
los hace entes. Bien: Aquello (a mi entender) común a todos los entes y
que los hace entes, son las personas. Sin personas que den sentido del nombre (que
refiere al ente): no hay ente (en tanto “Ente” refiere
“Ente”. Y que es lo mismo que decir: un “nombre” que refiere otro “nombre”→ [Ente]
nombre →de la (cosa- aquello) → que refiere [otro Ente].
Luego aquello común a todos los entes es, (del hombre proyectado)
(él) → por “la palabra”). La palabra (es) → (Aquello)
que se proyecta de su propia forma (en otra forma) a una conciencia, para ser
reconocido (de aquello que lo proyecta) es decir, “la palabra” refiere de aquello, lo
proyectado, (como lo otro (de otra forma: aquello, (que la proyecta) luego a una conciencia→ que lo puede reconocer (de aquello proyectado, luego de esa forma /
de otra forma). Luego la palabra se
proyecta como (uno) mismo, pero de otra forma (uno mismo): de esa forma concreta (como
la palabra / de Aquello que la proyecta) / proyectándose (como lo
otro /que es lo mismo (que aquello) pero de otra forma→ lo mismo) a alguien
concreto que la puede reconocer (como lo otro (lo mismo)→ proyectado de aquello (que la
proyecta). Es decir: (lo mismo / de otra forma → como la
palabra), y donde (otro) puede reflejarse de esa forma (reconociendo→ de la
palabra (proyectada (aquello) que la proyecta, y pudiendo (proyectarse -
igualmente de esa forma (como aquello que la proyecta), hacia Aquello (otro,
que se proyecta por la palabra).
Luego también podemos entender la palabra
(proyectada / de aquello que la proyecta), como una forma, contenida: de otra
forma que la contiene y determina (su (forma) sentido): luego proyectándola
(de tal forma) que sea eso: (esa forma) / y no otra forma: (no otra cosa) hacia (aquello-otro), que la pueda reconocer→ de Aquello (de esa forma: aquello mismo
que la proyecta) y donde otro, se puede reconocer y reflejar igualmente (de esa forma (como aquello-otro (que es/hacia→
(aquello-otro /que es de otra manera, lo mismo que él).
Pero (entendamos algo) una
definición (o proyección) puede no describir con precisión “algo” (no concreto
/ a nadie / que no sea alguien (uno) concreto), pues: no hay una definición absoluta
para cualquier cosa (indefinida), incluyendo la forma; es decir: no hay
una definición absoluta para cualquier cosa, que no sea una cosa (forma)
concreta / de manera que otra persona pueda reconocer: de su forma → aquello
(lo mismo / concreto) que la proyecta. Luego generalmente (en
nuestro día a día) encontramos la forma que puede ser o no ser / ser definida,
o no-ser (lo): estando en forma de abstracción
(proyectada), sin estar aquí o allá (ni en ningún lugar), sino como idea y representación
—abstracción— que puede ser, contemplación, distracción y también preocupación,
reflexión, y tener forma (de Nada) /proyectándose hacia→ como (algo) que no vemos
(reconocemos) ni entendemos: pero en la que todos podemos (pensar) a partir de un
nombre: a la vez, que somos incapaces de reconocer la luz, mientras nos estamos
reflejando de ella para leer, lo que no puede ser (sino como abstracción / o nombre).
Luego todo incita, e invita a abandonar, de
una vez por todas, aquella visión arcaica de un ser humano ajeno a la
naturaleza, que no necesita del sol y la luz ( y de lo otro / los
otros) para vivir; e igualmente olvidarnos de aquel sujeto (abstracto) propuesto
y ajeno a su realidad » (una realidad y verdad que es ahí: “soberana”, cuando estando (en un lugar) referimos algo (alguna cosa → que habrá de ser una cosa concreta) de la realidad de horizonte dado, y frente al tornado; es decir: frente a
todo lo demás que vemos (que nos rodea y sensibiliza, de un horizonte percibido
gracias a la luz (que propicia, reflejándonos las formas (por medio de los
colores) siempre → en un instante y en lugar concreto, de una realidad / que (es)
propia y (un horizonte propio del que la refiere). La
realidad es (por tanto) el conjunto (de todo “lo-que-es) dado de un horizonte (percibido como propio), pero también de
un horizonte más amplio y común (a partir de una consciencia común), que nos permite
entender la existencia de otros horizontes dados (a partir de otros individuos
conscientes) y que lo reconocemos (su horizonte propio) a partir de la realidad
experimentada (de esos mismos individuos, en el, luego reflejándonos de ellos (esos otros individuos) y de su realidad y experiencia
(por la palabra).
Esta es la realidad,
entiendo, que da sentido (al individuo) en el mundo: en un momento y lugar concreto, y por la que (él) puede
dar sentido al mundo, a partir de su propio horizonte, reconociendo todo
aquello a su alrededor y percibido, y que forma parte (y es), reconociéndose en
(un lugar y momento, concreto, de ese mundo (afectándolo y afectándose) luego
él entre todos los demás (los otros que son y participan de dicha realidad y los demás entes/ cosas (vivientes
o no) que están /son ahí en esa realidad (que es su realidad ( mi realidad) y la de todos los
que están-ahí / advertidos de ella) de esa realidad en el
mundo y de ese horizonte dado: moviéndome (hacia→
(ser→ (como potencia) donde reconozco (de moverme) a cada instante un nuevo
horizonte dado, que es-ahí (frente a mi)—como todo lo otro que no-es igual a (Aquello que lo proyecta), sino (como
lo
otro (y proyectado, a cada instante ) (hacia → ser - de otra manera. Luego (“ser / como
potencia y “voluntad” de (ser - (hacia→) otro instante< (en la movilidad / o
“alteración” del ser (y) que no-es / sino siendo hacia → ser (lo otro, que no-es lo mismo (aquello) que
lo proyecta, sino → como lo otro y múltiple) proyectado de la voluntad (de ser)
(a partir de aquello nos proyecta→ siendo) como lo mismo que lo otro / que no
es lo mismo que lo uno, sino de otra manera, lo uno: como lo otro y múltiple
proyectado.
(§)Luego, el individuo,
que se mueve hacia→ (ser) lo otro (que no-es (Aquello) sino hacia→ [8poder ser<9] se pregunta (ingenuamente) por Aquello que lo proyecta (a él
(hacia→); es decir: pretende explicarse a sí mismo (preguntándose a sí mismo) lo
que de sí mismo no puede entender)… observando: que no hay una naturaleza que
le responda (es decir que se responda (de él) a sí misma (la razón) reconociéndose
como pregunta (y problema) de lo que la propia razón del sujeto le propone. Pues
¿Qué
sería de este animal entre todos los animales (el humano) que (solo→ (él) se
pregunta (problematiza), de lo que (él) (por su propia razón propone, no
sabiéndose reconocer (de ella) lo proyectado (de sí mismo) en (la palabra)?
Qué sentido tiene
entonces el hombre, el ser humano, que se pregunta por el ser (y no se cuestiona
de la pregunta a sí mismo). Soy fundamentalmente (el ser que interroga acerca de su
propio ser – afirmaba Heidegger,
caminando en su pregunta hacia su propio ser (habitando) la pregunta
sobre la que camina ¿por qué camina sobre la pregunta? Es obvio a mi
parecer, camina sobre una pregunta, porque no se aventura al camino [moviéndose
/hacia→]. Y [Moverse hacia→ es movimiento literal /cambio literal] y por tanto:
se pregunta (no-siendo/ hacia→) sentado (pensando) en su silla y haciendo «ruido», es
decir: preguntándose cosas sin sentido (preso de la razón): sin
salir (a la realidad) donde preguntarse por la realidad no tiene ningún
sentido, pues (no cabe pregunta alguna acerca de nada, donde todo (es) algo
concreto, y donde de lo que se trata es de estar (aventurarse) proyectándose
(hacia→ otro instante/ lugar /Horizonte) reflejándose de todo lo que es (ahí),
y está, (es) proyectándose hacia nosotros, esperando a que nos reflejemos (de
todo, siendo en todo ello (hacia→) .
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