BAJO LA FISURA DE ROLANDO - (PRIMERA CONSIDERACION) / Jorge Maqueda merchán ⟲ Jordi Maqueda (Aceuchal, 06207 Badajoz -España)

       Es posible, sobre todo, para aquellos que labraron su futuro cultivando la ciencia en el campo de la psiquiatría, que no les sea ajeno el libro titulado (Bajo la fisura de Rolando). De otro lado, es normal que más gente (aún) no lo conozca, incluso, que hoy no lo puedan encontrar en las librerías. Es este uno de esos casos, que por extraño resulta del todo excepcional. El libro, único en su género apunta aquellos riesgos que para aventurados pueden representar algunos tipos de ejercicios dados a la exploración introspectiva (un pensarse dentro). El ensayo, escrito en algún momento a principios de los años treinta del pasado siglo, hace explícita referencia a un determinado número supuestos, apuntando consejos a tener en consideración, si deseamos practicar la introspección, evitando así los riesgos que de los mismos ejercicios se pudieran derivar y que son escrupulosamente descritos. De entre sus páginas podrían muy bien destacarse un buen número concreto de pasajes (sueltos), de los que cabría prestar especial atención, a dos de ellos. El primero titulado: fullhet av fullkomlighet (plenitud de plenitudes) en el que se representan singulares descripciones, acerca de poderosas alteraciones, que por los medios tecnológicos utilizados  —y denunciados en su momento por otros colegas— para su estudio, son descritas por el propio autor como “poderosos campos de soberbia energía, subyacente del propio consciente y posiblemente más allá de aquel”. Concretamente, en una de las notas (adyacentes notas al lado) se refiere una de estas fuerzas, de la que se explica el autor con reanimada simbología: “hundida en la tiniebla habita los confines profundos de la mente, haciendo presa en quien experimenta, en la tristeza desorientado y fatigado de racionalismo tan vaga explicación encuentra, que su nombre no es, a la praxis mundana”. Lo cierto es, que hallamos (en, entre, hacia , desde la frontera a quiénes de aquellas fuerzas permanecen ajenos  en la realidad ― de (los otros  en un profundo estado de “sopor catatónico” y volcados a terribles visiones apocalípticas que les torturan desde el interior (de la propia mente) quedando atrapado de aquellas: sus propias emociones / impotentes de exteriorizar nada y aumentando todavía más si cabe el sufrimiento. “Es inútil pretender atisbar el mínimo signo de la terrible angustia de la cual son víctimas estas personas, atrapados para siempre en las telarañas de la locura, junto a las innombrables abominaciones: los propios monstruos que en ella habitan”.



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