Hay un lugar olvidado al "Ser", que es el origen de todos los deseos e igualmente, punto de partida en el que es forjado el destino de toda vida. Un lugar vivido de manera absoluta, ahora deshabitado y que de ser buscado, habrá de hallarse en algún momento perdido y preciso de la niñez: apenas sostenido en el presente, sobre un reflejo indefinido, que lentamente se derrumba, sobre el impreciso caudal del tiempo, que advierte a remolino y, por ello, la memoria siempre evita.
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