PENSAR EL CAMINO SINGULAR / SOBRE UNA FILOSOFÍA AUTÉNTICA (Mangafest - Sevilla 2021) - / jordi maqueda (jorge maqueda)→ "Estamos trabajando en esto"

 I

La filosofía quiere (y necesita) reconocer nuevas formas de pensar y a ellas deberá otorgar un espacio. Esto se viene diciendo y pidiendo hace mucho tiempo, y desde la misma filosofía (y eso lo más curioso) quizá la forma –inconsciente- de decir y decirse a si misma (como ente), que la filosofía lo lleva haciendo mal desde el principio, pues sino ¿de qué?, necesitaría la filosofía reconocer nada. Aunque 2500 años esperando una respuesta, a la propia pregunta por el ser, es tiempo más que suficiente para determinar la validez de algo, en este caso de la filosofía como tal.

Les pediré que se Imaginen por un momento a los ingenieros de Ferrari (al inicio de la temporada 515 a. C. (antes de Cristo) y después de diseñar un nuevo y flamante Carro de carreras (de cuatro caballos). Ahora imaginen, de nuevo, a los ingenieros de Ferrari antes de comenzar la temporada 2023, 2024 (todavía en los Boxes, sin correr ni una carrera en estos 2500 años, e intentando responder a la propia pregunta sobre el piloto

                                                … donde y como va (él)

En España ha habido cierto interés, de parte de personas (interesadas), en la integración de otras formas de pensar ―ajenas a España― desde hace mucho tiempo (afrancesados les llamaban, entonces, pero seguro hoy encontraríamos también un buen nombre para ellos). Luego con la filosofía ha ocurrido más de lo mismo, de parte también de individuos, pero con resultado desigual, o nulo.  Pues en España no siempre se ha contando con tradiciones más allá de las propias, como el cristianismo y la teología. Aunque no faltan propuestas y ejemplos desde Zubiri a Zambrano, pasando por Marías, o Salvador Pániker (Filosofía y mística) que se adelanta, en su reclamación hacia un entendimiento entre el pensamiento racional y una dimensión más espiritual, en sintonía con otras culturas y tradiciones, en este caso orientales. (No teniendo que ir nosotros ―por el momento― más allá de las propias costas del  mediterráneo (....).

No obstante, y como cabe esperar de un español ninguno de ellos desarrolló un sistema, o método, quizá porque no somos los españoles muy de métodos (o al menos de métodos que nos sean impuestos de fuera, de tal modo que puedan cambiar nuestra propia forma de ser) y donde aquello sea espiritual o racional formará luego parte de nosotros mismos (de la vida y experiencias propias), como ese elemento esencial e imprescindible para que (de sus experiencias de ellos) pudiésemos nosotros identificarnos y reflejarnos reconociendo de su filosofía (e historia) la nuestra (y del pensamiento ―ajeno― reconocer nosotros, del suyo, el nuestro).

Me disponía entonces (→ acercándome a las implicaciones que podrían suponer el concepto de límite o frontera, tal y como hiciese o, mejor sería decir a partir de la idea del limite o frontera que propone Trías) encontrando de él un componente irracional (y de lo extrapolado y simbólico de este añadido a su sistema filosófico), y un uso de datos conocidos (que lo son sólo de él) luego utilizados para inferir valores y ubicaciones u otras variables imposible todo ello de ser observado, ni experimentado fuera del propio área de muestra (al estar determinada ésta en buena parte por lo onírico, es decir:  por sueños, que son un tipo de experiencias (desde dentro) que se deben luego interpretar (e imposibles de comprender por otra persona ajena al sentido de estosfuera).

Luego entiendo natural de mi parte (advertir echándolo a faltar) la integración del componente experiencial ―en lo que algunas personas advierten: método aquí― y de la experiencia en primera persona, propia y singular (no desde dentro adquirida / al modo de Trías (pensar dentro, lo de dentro) sino y tal como de la física se espera (hacia "pensar"Oadentro  desde aquello que reconocemos afuera) es decir: “desde la propia experiencia de la realidad de la naturaleza (y del observador que → (aOcerca los sentidos) a esta. (Es decir→ "uno siente", lo de fuera aOdentro, reflejándose (hacia→  aquello que reconoce de los sentidos fuera en (Acto de reconocimiento) (hacia→ ser) uno→ (con todo lo que reconoce del horizonte dado) en la tierra a la que perteneces, y que a todos nos parió, sostiene y protege bajo su manto).

Pero no es fácil encontrar a quien se atreva teniendo que perder, al tiempo de revelar vías de pensamiento disidentes del pensamiento más escrupuloso, a no ser, que entendamos, por ejemplo, de Trias  ―como de Heidegger igualmente― que ya recorren ese (el mismo camino ―este― de otra manera (ellos)― mucho antes, reconociendo (de él) un límite, o fronterao propuesto, de la propia razón, y que se debe abordar: sobre la idea de un sustrato onírico y propuesto en el caso de Trias. Recordemos que Heidegger propone en su momento la idea de la nada (revelada a partir de la propia angustia) adentrándose (ambos hacia aquel límite (suyo y propuesto)  y que reconocen (limite) de sí mismos, proponiendo dicho camino las propias sombras y camino singular (de ellos), pero que no es el nuestro.

Sin embargo, advertimos de lo propuesto, inmediatamente que no se traza un recorrido del propio sujeto (y de sí mismos [ ―de Heidegger tampoco, cuando este inicia con el texto "Qué es metafísica?" (1929)― ] sino  que se trata más de (una idea propia y desarrollada sobre aquel límite de ellos propuesto (...), y al que nos dirigen sus textos, del propio ejercicio (intelectual (desde dentro) desestimando la potencia de la propia idea propuesta y que pretende se derive en un "actuar" (haciaOdentro pensado lo de fuera ―más allá del propio “pensar dentro, separándose este del acto afuera  hacia→ otras posibilidades), y dejado de ser un soñador de ideas, para convertirse, de facto, en el héroe de su propia epopeya (llamémoslo así). 

Un actuar (moverse (pensar (hacia) moverse → a otro lugar… (…de la experiencia). Andar el camino (hacia→ la frontera o límite de la propia experiencia en acto (se ser ahí luego expresado de sus propios textos, tal como entendemos de (La Razón Fronteriza).Leemos: "Esa voz desciende del arcano y rasga el velo del misterio al presentarse, en ocasiones señaladas, en lo más íntimo de la experiencia del habitante de la fronteraA ese descenso de la voz imperativa, de carácter categórico, puede el fronterizo responder, en cuyo caso propicia un movimiento de alzado a la condición de habitante del limes. Puede también, libremente, no corresponder a ella, o hacer oídos sordos a su apremiante requisitoria. Toda la amplia gama de posibilidades que se desarrolla en esa tesitura de prueba, verdadera prueba ético, metafísica, constituye el contenido posible de una genuina ética fronteriza". (E.Trías – La Razón Fronteriza).

Sin embargo, poco dura la llama, cuando de pronto vemos que Trias habla de una prueba ético-metafísica, y no de acto /acción (experiencia) y moverse→ al acto (hacia→ una experiencia real), luego encontrando de todo ello un constructo, es decir: “la satisfacción de un deseo resuelto en su representación”, donde incluso el sujeto queda desplazado. De modo que hay un pensar de Trías sobre el límite o frontera (y cerco creado de la propia razón), y sobre el que (ésta (la razón) sigue reflexionando (luego describiendo (a partir de sueños) a la conciencia sus propias condiciones) Pero… donde no existe (un actuar → ir de facto (en la práctica de la realidad hacia el límite o frontera (hacia traspasar cerco real alguno). Pues, "Solo se conoce el actuar: como consecuencia de un acto: acto- consecuencia, en la realidad. “La esencia del actuar es el llevar a cabo (algo). ” Heidegger: Sobre el Humanismo.

Luego (El vértigode Trías), más me parece, a mí aquel corte en la ceja (rapado) que se hace uno para peinarse, y semejante a una cicatriz, en el sentido que Trias utiliza el vértigo (de aquella manera) que otros pueden relacionar de las «filosofías de la existencia» ―desde Kierkegaard hasta Jaspers, Heidegger o Sartre― con la angustia. Se trata pues, para Trías de una  representación, en el sentido que (el ingenuo lector) puede llegar a relacionar y entender (del relato) sentimientos reales de angustia y vértigo,  solo porque una persona (narrador Y filosofo en este caso) hable de ello y los nombre) a partir→ de sugerir la idea: de un cerco (supuesto), y un límite que da vértigo (fingidopues, vayamos despacio y por partes: en "la teoría del límite" de
Trias)
 “vértigo” es solo semántica, entendida del significante (de un nombre propuesto de la idea) que muestra y refiere (representando→  otro nombre: “límite”, como evidencia metodológica y (teórica) hacia algo (posible y potencia) que puede ser desarrollada)→  pero que resulta hermético (e inaccesible) a la propia razón y, por tanto, no un límite como tal, sino más como una esfera hermética (entendida) dentro y contenida del mismo límite propuesto de la idea, del  sinsentido irracional del vértigo que suponen,  para algunos, sus propios los sueños.

Y es aquí donde , creo, que Trías deriva como el marinero aquel que no vio la mar pero la soñó, con sus islas, monstruos y sirenas, luego dibujando planos del tesoro a los demás, donde (de la propia experiencia onírica) refiere algo sospechado (y límiteque explica) Pero ¿cómo reconocer el límite? cuando no advertimos de lo que queda a la vista lo cerrado (por hermético y oculto) y, por tanto desconocido y… cómo reconocer lo desconocido (oculto y hermético) entendiendo (de trías) el límite o frontera y aquel lugar, para él “de prueba”, y que a partir de la experiencia onírica ―interpretada por sí mismo― se desarrolla en su metafísica y sistematiza hacia “algún lugar” inconcreto de la realidad y que es dado (solo y singularmente) desde ahí dentro (su mente) luego explicado, y representado a otros→ fuera… para probar.―nos dice―. Pero, “probar”, pero… prueba” ¿de qué y para qué? (Eugenio) / Prueba ¿De un ejercicio intelectual a partir de los sueños interpretados para sí mismo?, y, además, donde también se nos refiere y habla de experimentación; pero, experimentación ¿dónde?, cuando los sueños no pueden ser dirigidos (ni siquiera por uno mismo dentro) ni la metafísica probada.

Experimentación pues, solo la entiendo dada la interpretación “filosófica de estos”, a la hora de integrarlos a un sistema que los reconozca, estructura (dentro de...un conjunto de otros, sino iguales de la misma forma, iguales de otra manera), y ¿Para qué?  Para que sirva (solo, y únicamente, a la misma estructura y forma que lo reconoce y de la que se refleja (como medio para sus propios fines)  la filosofía académica .

Luego Trias añade para una definición de lo que se es, de lo que somos.., pero (añado) "definición de lo que somos y se es" entiendo: a partir de la razón subjetiva del sujeto inconsciente (que sueña, fantasea), y explica o habla (desde dentro (hacia fuera metafísicamente / mas no desde el límite afuera reconociendo y luego haciaO dentro, sino "desde la emoción, interpretada como un vértigo, que le “supone” el límite (supuesto y teórico) como una evidencia metafísica (y teórica) hacia algo allí, sobre el límite, que luego es determinado (por él mismo“hermético”), a partir de unos deseos dados, y reconocidos (del sueños de la razón el dese de un límite y que se muestra (de los sueños indicio de algo) a buscar (pero que a juicio, de Trías, es interpretado (de sus mismos sueños de estos límite, y límite inversamente, como frontera que es lugar de prueba y  experimentación teórica (subjetiva) hacia lo propio hermético-sellado: y, por tanto, “desconocido” y no dado a experimentación alguna teórica, sino más a elucubración.

Bueno, diría que parece innecesaria (la enjundia) de no ser, una experiencia y camino de otros(pero necesarios para algunos, reconocerlo constructo (o abstracción) hacia aquello de entrada sin salida, donde se reconocen planos (subjetivos), que  superpuestos  de  Trías  su visión (onírica) de un límite posible-inaccesible, luego de Heidegger, un camino (sobre el otro) difícil diríase,  y a partir de nada, luego no dado, sino a construir→ en aproximación desde la luz a las propias sombras asomándose (hacia→ ese límite (de trias / que Heidegger refiere de él, más allá de la sombra (de la frontera) que nos contiene y define (proyectados→  lo que somos (hacia→ donde se observa no el horizonte: sino del límite: una sombra ―Nada, nos refiere de Heidegger (de ella) en 1929―, pero donde caminando dicho límite ―nos indicará años después "pudiendo habitar de la sombra (el límite / borde o frontera) de (la forma) donde trias no se mueve (haciaO reconocerla→  de la impotencia (manifiesta) y el vértigo, de quien representa (ser) aquello hermético-sellado, luego incapaz de reconocerse (del reflejo ()de si mismo) proyectado hacia los demás, y en cuyo caso: hacer filosofía es, como se hace una buena novela, donde todo parece verosímil (en general) Y ( Nada es verdad).

II

Quizá me repita en algunas cosas (o parezca pesado o dirigido contra→) al remitirse ahora “Sobre el descubrimiento del límite, como hallazgo inesperado” (y sorpresa) a tal y como entendemos, de lo dicho en la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona) pero lo prefiero así. Algunos refieren (en mi pueblo (Barcelona) el nacimiento, descubrimiento, fundación y colonización de la propuesta filosófica de Trías (del límite) referido también “ser del límite” (a partir de la idea del límite) formulada por Trías, siempre, nos dicen, en constante diálogo con Heidegger, Kant y Wittgenstein pero sabemos que Trias no dialogó “nada” con ellos, como tampoco lo hicieron estos tres  entre ellos tres. Sin embargo, obviamos a los pelotas, pues debemos señalar, que Trias, más allá de dialogar con nadie (lo que hace es explicar (hacia→ afuera (lo que solo él) advierte dentro como frontera física explorable, como leemos de: (Lógica del límite, p. 15);  y que recuerda tanto, lo descubierto antes  y relatado por Frederick Jackson Turner en su "Tesis de la frontera" desarrollada como  artículo académico de 1893, sobre “El significado de la frontera en la historia americana”, que sirvió de inspiración para otros muchos estudios sociales, de economía, etc. “En ese avance, la frontera es el borde exterior de la ola, el punto de contacto entre la barbarie y la civilización / La frontera americana se distingue claramente de la europea, que es una línea fronteriza fortificada que corre a través de territorios densamente poblados. El elemento más importante de la frontera americana es el hecho de que va por el límite de las tierras abiertas a la expansión. La frontera es la línea de americanización más rápida y efectiva. La tierra virgen domina al colono. Este llega vestido a la europea, viaja a la europea con su manera de pensar y las herramientas que utiliza. Pero la tierra virgen le saca del coche de ferrocarril y le mete en la canoa de abedul. Le quita los vestidos de la civilización y le hace ponerse la zamarra del cazador y los mocasines. Le hace vivir en la cabaña de troncos de los cherokees e iroqueses y construir en torno a ella una empalizada india. No pasa mucho tiempo sin que el colono siembre maíz”

A decir de la Universidad Pompeu Fabra ―donde ejerció Trias de profesor― este “descubre” la frontera, y da carta de ciudadanía a una dimensión positiva del límite, entiéndase el carácter habitable (imaginario y representado para sí) de la frontera o límite, sobre (aquella idea propia: de lo que es para él la frontera) que luego nos define en su libro. Frontera pues, pero que y como no puede ser de otro modo, a algunos  nos remite (antes que a ninguna otra frontera imaginaria, a aquellas reales y existentes y que ciertamente algunas personas transitaron, transitamos y transitan hoy en la actualidad, además, en aquel contexto precisamente fronterizo, y muchas veces de exiliado. 

(Arriba) Niños Kurdos pidiendo limosna en una zona deshabitada del altiplano armenio (en las rutas hacia el Ararat, en la frontera de Irán con Turquía (foto propia , 2021)

(Arriba) niños kurdos jugando en los Arrabales de Dogubayazit (oriente de anatolia) /Ciudad Cuartel en frontera de Irán y Turquía (foto propia - 2019)

Sobre el Rio Guasaule, en la Frontera entre Nicaragua y Honduras.  Goteo de Inmigrante inmigrantes, y chavales pidiendo lo que sea (Foto propia)


Y
Más al Sur

El Darién, El tráfico de Personas, La Malaria, el Dengue y Los Pumas.

Tapon (Selva del Darién - Panamá)


Tapon selva del Darién - Panamá

Pero veamos, qué nos dice trías de “la frontera”; y cómo él la define y define a sus habitantes, aquellos que han adquirido carta de ciudadanía (de la frontera). En el caso de Trías, el límite deja de ser muro para ser espacio habitable, lugar de frontera y hábitat del habitante fronterizo. Pero veamos qué nos Dice F.J. Turner: “El elemento más importante de la frontera americana es el hecho de que al contrario de los muros en Europava por el límite de las tierras abiertas a la expansión. La frontera es la línea de americanización más rápida y efectiva. La tierra virgen domina al colono”. Pero Trias no sembrará maíz aquí (pues no visitará siquiera la frontera, mientras la semilla de su lucidez, se diluye en tierra no fértil (en el asfalto de la ciudad y entre los muros de las academias), cuando mientras exploraba todas las posibles implicaciones que supone el concepto del límite o frontera, vio natural (y necesario  para él,  que no salía /lo mismo que Kant, de su propia esfera racional) la integración del componente onírico y simbólico (la tierra de los sueños) a su filosofía.  Por qué iba a hablar, moviéndose, a la frontera real, pudiendo imaginarla — a partir de las propias reminiscencias— e integrarla después a su sistema filosófico, determinado no por la experiencia del límite precisamente, sino por una idea del límite, a partir de ( los sueños ) y sin tener que salir de su casa.

Trias advierte de la vieja frontera un límite (y posibilidad) en el sentido que Heidegger la advierte como nada, mientras Kant o Wittgenstein la entienden en su carácter restrictivo y puramente negativo, como el muro ( de la moral) que separa lo que se puede pensar y decir, de lo impensable e indecible (moralmente). Luego este muro habla al subconsciente y habla de contención, y habla de exclusión, y también de la moral y de lo que esta expulsa fuera / luego, “inversamente, nos remite a lo que queda dentro, y atrapado, entre sus muros” (Foucault). Unos muros interiores desde donde no se advierte frontera alguna (sino un muro), de forma concreta y definida, y con un límite dado de su perímetro, por medio de aquellas: todas formas que contiene dentro ese muro.

No obstante, Trías, teniendo conocimiento de la frontera dada a explorarse, la desea (el deseo es otra forma de la razón) fijando la atención sobre ese límite  (ahora razón  razón del  deseo) de la frontera. En la ontología topológica de Trías, se dice que el límite viene definido por tres «cercos»: el «cerco del aparecer», donde se entiende la existencia presente en la que se engloba la realidad física y natural (aquel orbe donde está recluida la sociedad y el pensamiento racional y la moral); luego el «cerco hermético» (el orbe cerrado) que es el arcano, lo misterioso, donde muchas tradiciones sitúan lo divino, lo santo, lo sagrado, el lugar de la memoria (olvidada) de los eternamente muertos, y donde se encierra la memoria de la humanidad. leo....“Lo más curioso dentro el desarrollo americano no ha representado meramente un adelanto a lo largo de una línea única, sino un retorno a condiciones primitivas en una línea fronteriza continuamente en movimiento”—Frederick Jackson Turner- 1893); finalmente, Trías nos habla de un espacio entre ambos o «cerco fronterizo», un lugar entre dos lugares, entre el aparecer y lo hermético: tres cercos, tres muros, pero ningún lugar definido que podamos localizar.

De este modo se inicia La aventura filosófica de Trias donde intentará, mediante diversas singladuras (“marítimas” nos dice la Pompeu Fabra), asegurar el acceso “metodológico”, metódico, a ese ser del límite. (Supongo que el autor de estas hermosas palabras no navegó jamás aguas adentro, ni vio tormentas tropicales y huracanes, luego solo vio el mapa dibujado, habitado por dragones y sirenas en la mar… Luego se nos habla de “método” en el sistema propuesto de trias (el mismo método, que descartes rechaza para lo no físico  material, como por ejemplo: los sueños. “La Modernidad se caracteriza por haber establecido el método, el camino, como esencia del pensamiento cierto y verdadero, claro y evidente". Luego Trías quiere asumir este mismo carácter permitiendo diseñar una travesía (método) que permita al lector que prosiga las diversas singladuras hasta llegar a la tierra firme e ignota del 'ser del límite'. (Universidad Pompeu Fabra ― en su reseña). Pero, y quiero hacer notar esto, se nos habla de una travesía diseñada (para el lector), pero no se habla de viaje alguno y propio (del hombre que nos quiere mostrar el camino) hacia el límite. Como igualmente no nos habla ni muestra el trasiego y las penurias; sino solo del límite, ya allí, en un cerrar los ojos y estar: totalmente fuera de la realidad, de las cosas, de la vida y de las personas (de la realidad) el límite como meta-realidad, dentro de la mente (constructo) huyendo de toda realidad: de la verdadera realidad de la frontera real, y escondido entre los límites de su propia razón.

Pero volviendo al método, tan propio del paradigma actual aquí mencionado, este ha creado un abismo entre ciencia/método) y metafísica, pero recordemos de nuevo las palabras de Descartes: “el método científico determinista se cuide de la materia”, pues este no tiene medios ni gusta de reconocer lo que está fuera de lo materialNo hablamos de ciencia, lo sé, pero podemos hablar entonces de “método” en su sentido propio como se hace en la reseña, cuando no hablamos de ciencia. Entendamos: la razón sólo forma su estructura por la vía de la expulsión de elementos heterogéneos –Nietzsche ― y no mediante ellos...

luego incluso los evangelios, que hablan de Jesús y de lo que dice Jesús, (más o menos entienda cada unos o lo que nos dicen que dice jesús) lo que si nos dicen los evangelios es por donde anda y que hace Jesús, en tiempo y lugar concreto, algo que entendemos todos, (e incluso podemos repetir- método) más allá que (creamos o entendamos ) las propias palabras, puestas de otros en su boca, leemos nosotros sus pasos, hacia donde, por donde y como (de qué manera) se dirige, pudiendo reflejarse uno de la forma. Y así lo hacen millones de personas durante hace ya más de 2000 años, (imposible hacerlo que lo que refiere Trias) Método pues… my friend.

A partir de la locura,  y de forma semejante a Trias, Foucault pretende (en algún momento de su estudio lo imposible) situando la locura en la serie de aquellas experiencias límites donde su argumento, en busca de algún sentido, se ve, de forma harto ambivalente, enfrentado a lo heterogéneo, que podemos asociar a lo incognoscible: sean sueños o locura. (Foucault), a semejanza de trías, declara programáticamente que “quiere escribir la historia de los límites... por los cuales una cultura rechaza algo que será para ella lo exterior”. (M. Focault - Histoire de la folie a Vage classique, París 1972) y que podemos asociar, con aquel cuadro de los contrarios de Pitágoras: de lo izquierdo, lo oscuro. “Habría que prestar un oído atento al ronroneo del mundo y tratar de percibir las muchas imágenes que nunca han llegado a encontrar su poso en la poesía, los muchos fantasmas que nunca han llegado a cobrar los colores del estado de vigilia» Focault (1972) (Del prefacio a la primera edición, loe. cií., 13).

Sin embargo, Foucault, y en esto se distingue profundamente de Trías, se percata de inmediato de la paradoja que comporta la tentativa de captar la verdad del caos consciente) donde «en ese su rebullir antes que cualquier erudición se proponga aprehenderla, La percepción que trata de aprehender estas palabras en su estado indómito, pertenece necesariamente a un mundo que ya se ha apoderado de ellas», cuanto más imposible todavía, sería atrapar el caos inconsciente (del vértigo de los propios sueños). Pero el vértigo (real) es aquello (real) que experimentamos al asomarnos al vacío (a un abismo/ real) desde el borde; “vértigo” es, por tanto, la impresión de dicha experiencia real (al contemplar una caída posible, desde el borde de la forma, de la que nos asomamos, por ejemplo, al caminar o mirar (asomándonos) al fondo del cráter de un volcán.

Por tanto, cuando nos hablan de vértigo en filosofía, en tanto refiere asomarse al límite, la impresión que esto le supone ( al que relata) no es vértigo (él no está en el borde de ningún abismo: está en su casa y sentado y escribiendo (como yo ahora), y la única conciencia que tiene del verdadero abismo (muchas veces posible) quien  escribe sobre aquel) es la que yo le pueda dar al asomarme a uno: y mostrárselo (AQUI). pero jamás podrá entender que es tener conciencia del abismo (ni jamás podrá entenderme a mí, lo que siento frente al abismo, lo que transmite la visión del mismo), ni en mil vidas posibles (sabrá de qué hablo aunque se le muestre en 1000 fotos  cuando le hablo de la experiencia de este, si él→ no coge su mochila y se pone en camino, y luego frente al mismo (tomando conciencia de él). La cuestión del vértigo en un texto se llega a interpretar en este caso(pues se tiene que interpretar al estar, o utilizar la palabra fuera de su contexto y significado real / cierto es que los filósofos-filólogos saben del significado de la palabra (mejor que nadie), pero cierto es experimentan la forma del significante (menos que nadie: nada) en tanto nos refiere la palabra (que ellos utilizan sin conocer de ella: verdad).

Así, al referir abismo, entiendo de Trias que es algo del orden de la confesión, y lo entiendo mejor así, o así al menos puedo entenderlo (reflejandome) cuando refiere asomarse a ese terror que le supone la realidad a quien ( a veces no la soporta) encerrado-se tras (de un muro) y del otro lado la realidad. Una realidad pero... donde podemos asomarnos cada día (reaccionando a esta, y en todas las cosas redimiéndonos al asomarnos en ellas a nosotros, del reflejo  (reaccionado de todos los estímulos aire, calor, belleza, luz) luego revelando lo más profundo, y a veces oscuro (miedos y deseos) de uno mismo: entienda esto quien quiera entender (o entiéndase como se quiera cuando no vemos a trias asomarse al abismo, pero lo refiere (literalmente) desconociendo la forma y percepciones, sensaciones reales que desprende sobre la conciencia aquello a lo que se refiere). Luego y este sentido, entendido (hay-ahí) también revelación personal por parte del subconsciente (al consciente) que está diciendo algo a quien refiere (vértigo) mostrando el camino hacia donde se debe otro asomar (para poder superarlo) y recorrerlo como posibilidad real asomándose (al abismo cuando uno "cree" erróneamente entender que no encaja, más allá en del mundo de su propia realidad) como aquel miedo frente a la realidad, de tener afrontar (la caída) caer, y tener que levantarse (en medio y a la vista de todos) y verse reconocerse ahí (desnudo): uno, como realmente es y expuesto frente a los demás (esto entendemos de un texto escrito del derecho y del revés, revelado d(él) caos (lo que entendemos de lo que no se dice, y  sepultado por las propias palabras).

Tanto al definir Razón fronteriza, como Sujeto del Inconsciente, ambas son formas de definir a aquel sujeto que habita dentro (del cerco) y (prisionero) de los límites del paradigma presente por razón (fronteriza) que entendemos (razón) dentro paradigma (y o persona que razona dentro del cerco (preso de la razón) pero observa (percibiendo de lo propio e instintivo) sintiendo un límite o frontera real a este, y que desde ese momento el alma le anima a superar (como una planta que crecerá buscando alzándose hacia la luz, sobre los muros del patio cerrado) encontrando luego de la luz el sol, y entendiendo de la luz, sólo entonces y donde vivimos, la  Sombra que no vemos / referida (través de los símbolos, y formas oníricas, o ideas abstractas como (la nada) algo que en realidad (uno solo cree observar/ de lo que intuye o quizá oyó hablar: como límite o frontera que luego imagino), pero al que jamás se asomó, yendo fuera de esos límites sociales en los que habita su racionalidad (y a veces, habitando la propia angustia que deviene, de reconocerse engañador- engañado, sabiendo que en realidad: no saliste del propio cerco (siendo preso de la razón, que sin salir de tu casa te acompaña siempre lejos de donde deberías estar. "Lugares nuevos no hallarás, ni hallarás otros mares. La ciudad irá tras de ti. En tus calles pasearás, las mismas, y en los mismos barrios envejecerás, se te verá en estas casas acabarte. Y siempre llegarás a esta ciudad. Para otra parte -no esperes- no hay barco ya, ni senda para ti. Lo mismo que tu vida la perdiste aquí, en esta esquina, la perdiste en todos los lugares" (Cavafis). 

De este modo, el sujeto fronterizo (necesario de la idea del límite) vivirá más la pasión del enigma propuesto (en una tierra de centauros y habitantes imaginarios), que la posibilidad de poder experimentar la experiencia (real) propia del límite y la auténtica  frontera. Pero a trias No le preocupa o desvelamiento del ser por sí mismo (su aletheia) de la propia experiencia real, a lo que a todas luces ha renunciado (en realidad) y nos dirige más bien (hacia el  misterio de su palabras) pero no lo dice, aunque lo vemos  de sus palabras, y en lo personal, por el acto en su renuncia a ser / aquello proyectado de la forma y que no vemos. De modo, que el sujeto fronterizo (en trias) es el avatar que piensa la idea de la experiencia del límite, pero no experimenta el límite real (viviendo más  la ficción) en la que otros como él, puedan perfectamente reflejarse y proyectarse, de el, reflejados, hacia otros (en conciencia de su palabras)  o como CentaurosPero aún así, vemos que el filósofo tiene todavía un verdadero problema (pues no todos creen y menos aún en centauros) y Trías (el filósofo) deberá sostener su credibilidad del lado empático, en aquel sentimiento que proyecta solo un verdadero autor  (hacia los que le conocen / sostenido por la credibilidad que habrá de suscitar, el  aventurero al que esperamos y que viene a narrarnos, de propia voz y experiencias (lo que, por aventurero, de él se espera) de lo dicho, en lo narrado (la realidad en la que podamos reflejarnos). 

En otras palabras, la filosofía ha requerido siempre de la fe que la gente le tiene (al autor), por su competencia (credibilidad) como filósofo  (y portador de una verdad), más que como  individuo  (pues como individuos normales: nos resulta imposible por nosotros mismos experimentar aquello que narra trias ni siquiera en sueños (referido a Centauros y Limitantes)  pues no habitó  caminos por donde nosotros poder transitar y que podamos reconocer reflejandonos nosotros (de aquello frente a nosotros) luego de él... Pero....

              ...."siempre, siempre hay alguien..... / en mi caso algún buen amigo que está más flipado que uno mismo, y que te puede llevar de viaje y te pueda mostrar... esa "realidad" de unos sueños que ya no esperabas,  en este caso a Sevilla, y con la que vas a flipar". (Abajo)  entrando al Mangafest Sevilla 2021 

Mangafest (Sevilla diciembre 2021)

Por supuesto ahora toca hablar de Hegel, quien refería la necesidad de hacer un camino formativo para poder hacerse con alguna forma de autoconciencia (de la realidad), pero Hegel estaba igualmente convencido que al final: "detrás del telón no había nada". De ahí, que la filosofía hoy no va a la frontera y tampoco al teatro, ni siquiera asiste a la realidad (y no sabemos, tampoco e cierto, si ve series de televisión). Pues no  hay nada para ella fuera (del texto) que propone de su idea del límite; cuándo además, dicha idea la puede hacer real por el deseo de la razón, dado luego en una representación de, por ejemplo, La Frontera Azul,  una serie japonesa de título Suikoden (水滸伝, (Los márgenes del agua)  a su vez adaptación de una novela china comúnmente atribuida a Shi Nai'an y Luo Guanzhong.Y en cuyo prólogo de la historia reza "Un viejo proverbio chino dice: No desprecies a la culebra por no tener cuernos, quizá se reencarne en dragón; también un hombre puede ser todo un ejército"..

Precisamente, esta línea de experiencia (en la que no cree hoy la filosofía) a la que renuncia o cree que pudiera ser nula, pues  "detrás del telón no había nada", luego en función de su misma razón y sus propios dictados y sistemas, estos y aquellos le impiden iniciar, sobre el sueño del límite: un despertar al límite y moverse → en acto→ de ir frente al cerco que le abre una puerta a entrar, a través de la redención, por medio de un reconocimiento de sí y consigo mismo (un salir al mundo real y apartarse (de lo mundano) → moviéndose (hacia habitar la frontera que la filosofía siempre rechaza:  cuando le supone salir del mundo académico, de las aulas, de la aprobación de la sociedad, del reconocimiento: esta no acepta la experiencia del límite o de la frontera, por lo que supone de extenso y riguroso camino, como el de todo viajero de frontera que se adentra en ella, solo, pueda suponer. 


Así, la propuesta de una filosofía del límite, ha quedado como otro sistema inútil a la sociedad real, que propicia el diálogo (absurdo) únicamente de la filosofía con la filosofía pero: integrando aquel sistema hoy imprescindible (del compra primero mi libro (para que coman mis hijos) para que tal diálogo sea efectivo. Sin embargo: hay un conocimiento verdadero, que se entrega sin más, ni beneficios, pues es parte siempre un conocimiento incompleto y parcial, solo visto de un lado (subjetivo de la forma que lo expone y lo refleja: y dependiente luego de quien habrá de reconocerse en ello, como gota de agua frente al espejo, para poderlo entender.


luego la filosofía del límite o no, no está pensada para mostrar a nadie una realidad, sino que la encontramos como sistema de representaciones no basadas en la experiencia, sino en el deseo de la experiencia, y en la necesidad de establecer representaciones, de algún modo y en algún sentido, siempre hacia otros buscando esa recompensa. Todo ello, consecuencia de una racionalidad de medios y fines/ que reduce la existencia de aquel (que produce) a una actividad útil para sí, de  recompensas y reconocimiento sobre aquello producido

En este sentido la propuesta del límite, parece estar pensada como sistema o estructura, dirigido a una usabilidad filosofía inerte (e inútil), más allá de serlo (inútil igualmente) a la misma filosofía, pero no a la recompensa intelectual; entiéndase (tontuna) o pérdida de tiempo: si cree en centauros y limitaneis, y muy distinto (a ir a pasar un buen rato, de fiesta con los amigos,  a un festival de la fantasía de verdad ( sin engaños). 

EL AMIGO

Y AQUÍ EL RESTO DE FOTOS

Aquí, el resto de fotos donde muchos se podrán reconocer (valientes de transitar este límite, y proyectarse hacia nosotros de aquella su forma en ese límite en el que se adentran, para luego nosotros no necesitar imaginar una forma, que ya nos muestran  (concreta de ellos mismos) de su misma y propia  realidad.

































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