Elon Musk habla del 'Dios del caos' y muestra su miedo a que un asteroide impacte contra la Tierra


El controvertido magnate sudafricano Elon Musk, fundador de Tesla, volvió a sembrar la polémica (agost. 2019) con sus comentarios en las redes sociales y lo ha hecho al manifestar su preocupación por la falta de defensa de la Tierra ante el posible impacto de un asteroide contra el planeta. 

En su perfil de Twitter, Musk se ha referido al asteroide conocido como el 'Dios del caos', que podría provocar una catástrofe mundial dentro de una década al chocar contra la Tierra, según ha anunciado la NASA. Aunque el empresario ha dicho no estar preocupado por este cuerpo celeste en concreto, sí ha mostrado su desasosiego por la falta de protección del Globo en este sentido. En referencia al asteroide Apofis, se refirió a su apodo 'Dios del caos' escribió: escribiendo "¡Gran nombre! Yo no me preocuparía por este (asteroide), en algún momento una gran roca una gran roca terminara por  golpear a la Tierra y no tenemos defensa". Con 340 metros de ancho, este cuerpo celeste pasará a tan solo 31.000 kilómetros de la superficie del planeta y podría provocar un impacto 15.000 veces superior al de la bomba de Hisoshima.  A pesar de que algunos internautas, YouTubers y de mas, ya han comenzado a expresar su intranquilidad, y hacer caja en relación a un hipotético fin del mundo, la NASA ha asegurado que el asteroide no causará daños a la Tierra y la probabilidad de que se produzca una colisión es de 1 entre 100.000. 

"Una gran oportunidad para la ciencia" 

El 'Dios del caos', también conocido como asteroide 99942 Apophis, fue descubierto en 2004 por los astrónomos del Kitt Peak National Observatory y será el primero en poder ser contemplado a simple vista desde la Tierra. Además, aunque la noticia ha desatado la preocupación de la ciudadanía, los expertos consideran la cercanía del asteroide "una gran oportunidad para la ciencia" Desde que fue descubierto, los científicos lo han analizado en profundidad y han creado simulaciones de los efectos de un hipotético colapso en la Tierra, que ocurriría a una velocidad de 19 kilómetros por segundo.