"El mundo debe cambiar, y debe hacerlo ya".


Ayer me hacía eco de una noticia importante, muy importante, publicada en el 24 Marzo, 2020 (MIT Technology Review) (por Gideon Lichfield | traducido por Ana Milutinovic) el 24 de este mes. En ella refería que nada volverá a la normalidad después de unas semanas, ni siquiera de unos meses. De hecho, admitía, que Algunas cosas nunca volverán a ser como antes. La noticia venia después de un estudio del Imperial College de Londres (Reino Unido) donde propusieron una forma de actuación: imponer medidas de alejamiento social más extremas cada vez que los ingresos en las unidades de cuidados intensivos (UCI) empiezan a aumentar, y suavizarlas al reducirse la cantidad de las personas ingresadas. Lo cierto es que son numerosos los equipos de investigadores luchan contra el tiempo tanto para encontrar soluciones a esta situación de estancamiento de la economía, como para poner a punto, de una vez por todas, una vacuna, mientras los sistemas sanitarios se colapsan y el coronavirus sigue avanzando y cobrándose nuevas víctimas cada día. Mientras tanto los los responsables políticos consuelan a sus ciudadanos confinados, diciéndoles que "Es algo temporal y juntos, lo venceremos" “Pasará”  Sí, ¿Pero cuándo? ¿Y cuándo podremos retomar nuestras vidas con normalidad? Y es José Manuel Nieves, encargado del departamento de ciencia del diario ABC, quien sin pelos en la legua, responde de esta manera, a eso que todos queremos saber.

…..”La respuesta no es fácil, y depende de una complicada serie de factores que, además, varían de una a otra región del planeta. El consenso de los científicos, sin embargo, parece unánime: incluso si el número de contagios empezara a disminuir en el transcurso de las próximas semanas, o meses, estaríamos aún muy lejos del final. Y el coronavirus tardará mucho tiempo en desaparecer, posiblemente años.

La actual política de confinamiento es, sin duda, muy efectiva a la hora de frenar la curva de contagios, pero eso no implica que el virus vaya a desaparecer. La actual estrategia de cerrar amplios sectores de la sociedad no resulta sostenible a largo plazo, ya que causaría daños irreparables tanto en la sociedad como en la economía. Pero levantar las restricciones que frenan el avance del virus supondría un coste inasumible en vidas humanas.

Ante esta situación, los países necesitan con urgencia una estrategia de salida que les permita romper este círculo vicioso y seguir adelante. Un plan que permita volver a la normalidad sin que ello suponga el sacrificio de miles de ciudadanos. Y eso constituye un enorme desafío, tanto científico como social.

Según un informe publicado recientemente por la BBC, existen tres formas posibles de salir de este desastre, aunque ninguna de ellas es la panacea. Son éstas: vacunación, que un número suficiente de personas desarrollen inmunidad, o cambiar para siempre el modo en que se comporta la sociedad.

Vacunas: más de un año de espera

Según los números, si se pudiera vacunar por lo menos a un 60% de la población, el coronavirus dejaría extenderse como lo hace ahora. Pero hace solo unos días que las primeras personas recibieron vacunas experimentales en Estados Unidos y China, y eso (por lo menos en el caso de EE.UU.) solo después de que se permitiera a los investigadores saltarse el paso obligatorio de probar primero con animales.
Aún así, y aunque la investigación avanza a una velocidad que no tiene precedentes, no existen aún garantías de que esas vacunas vayan a ser exitosas. Y si todo sale bien, las primeras unidades de esas vacunas aún tardarán entre 12 y 18 meses en empezar a ser distribuidas. Demasiado tiempo como para mantener los actuales niveles de restricción.

Inmunidad natural: por lo menos dos años

Según explica el informe de la BBC, la estrategia a corto plazo del confinamiento no erradica el virus, ya que tiene como objetivo reducir en lo posible el número de casos para evitar el colapso de los sistemas sanitarios. Una vez que se llegue al tan esperado "pico de infección" y la curva de contagios se vuelva descendente, se podría permitir que algunas de las medidas restrictivas se levantaran durante algún tiempo, dando un respiro a la sociedad hasta que las infecciones volvieran a aumentar e hicieran necesaria otra tanda de restricciones.

Esta situación, repetida una y otra vez, podría llevar a que cada vez más ciudadanos se volvieran inmunes lo que, con el tiempo, permitiría volver a poner en marcha a una parte cada vez mayor de la sociedad. Pero ningún experto cree que el número necesario de personas inmunes pueda llegar a ser el suficiente hasta dentro de, por lo menos, dos años. Y queda abierta, además, la cuestión de cuánto tiempo podría durar esa inmunidad. Otros coronavirus ya nos han enseñado que las respuestas inmunes frente a ellos son muy débiles, lo que lleva a que una misma persona pueda contagiarse varias veces a lo largo de su vida.

Cambiar el comportamiento de la sociedad

La tercera opción para recuperar una cierta normalidad sería llevar a cabo cambios permanentes en nuestro comportamiento, tanto individual como colectivo, lo que nos permitiría mantener siempre bajas las tasas de transmisión. Hacerlo podría significar mantener "sine die" algunas de las medidas actuales, estando siempre pendientes de la aparición de nuevos brotes para, cada vez que sea necesario, volver a endurecer las medidas.

También el desarrollo de medicamentos capaces de tratar con éxito una infección por Covid-19 podría ayudar a las tres posibles estrategias, evitando o limitando la transmisión entre personas.

A largo plazo, pues, la mejor forma de salir de esta situación es esperar a la vacuna. Los científicos están tratando de acelerar su desarrollo lo más posible. Mientras, no quedará más remedio que cambiar el modo en que vivimos y nos relacionamos.
 El mundo debe cambiar, y debe hacerlo ya".
 
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LA VANGUARDIA: Investigación contra reloj para la vacuna, que no llegará hasta el 2021


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Alex Galán Trasona / De Kyrgyzstan a España, pasando por Madrid. (Reflexiones de un aventurero que sigue mirando mapas: ahora del coronavirus) – Opinión



Alex, con su grupo en Kyrgyzstan,poco antes de regresar a España, llegar a Madrid,y encontrarse con el país patas arriba

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 Lo que se tambalea ahora son los pilares del capitalismo. Ese sistema donde la libertad individual para generar riqueza y acumular éxitos está por encima del bien común./… /Ahora, en un momento crítico, llamamos al estado para que mire por todos nosotros. Ahora que vienen mal dadas miramos al gobierno pidiendo que ponga hospitales privados y hoteles al servicio de todos, que intervenga la economía y tome medidos... ¿Pero eso no era algo malo de comunistas, socialistas y demás listos? Este virus demuestra UNA VEZ MÁS que el capitalismo funciona muy bien cuando te va bien a ti, pero cuando te va mal... intervenir ya no suena tan feo.../


NO...ESTE VIRUS NO AFECTA TANTO A LA SALUD.

Cuando hace unas semanas volvíamos de Kyrgyzstan, nada más pisar el aeropuerto de Madrid empecé a pensar en lo fácil que es crear paranoia en las personas, en cómo España estaba cayendo en un pánico ridículo. "Mata más gente la gripe normal joder!

Veníamos de un aislamiento total de 12 días sin cobertura ni noticias, en una burbuja de naturaleza limpia y pura con comunidades nómadas en las que el bicho no llegó ni llegará, porque allí se sana o se muere en silencio.

Me entró la risa al ver en Madrid tanta mascarilla y tanta escenita de miedo escandaloso a los tosidos. Estos conspiranoicos... Claro, por entonces sólo había 100 muertos y en los hospitales había camas de sobra.

Esos 12 días de atravesar la estepa a caballo se cambiaron por los 15 que llevamos encerrados en casa. Menudo giro de guión. ¿Y AHORA QUÉ HACEMOS??? Ahora, como en cada viaje, lo que hago es mirar el mapa y ver que direcciones nos indica el virus este.

El virus no afecta a la salud, afecta al sistema.

 Han muerto miles de personas, están sufriendo miles de familias y eso es tan evidente que no hace falta que venga yo a explicar lo dramático que es. Se sabe de sobra. Sin embargo el virus ataca más al sistema que a la propia salud, el virus pone en riesgo nuestro sistema de vida conocido, o al menos, nos advierte de que es más frágil de lo que muchos pensaban.
Lo que se tambalea ahora son los pilares del capitalismo. Ese sistema donde la libertad individual para generar riqueza y acumular éxitos está por encima del bien común.
Ahora, en un momento crítico, llamamos al estado para que mire por todos nosotros. Ahora que vienen mal dadas miramos al gobierno pidiendo que ponga hospitales privados y hoteles al servicio de todos, que intervenga la economía y tome medidos... ¿Pero eso no era algo malo de comunistas, socialistas y demás listos? Este virus demuestra UNA VEZ MÁS que el capitalismo funciona muy bien cuando te va bien a ti, pero cuando te va mal... intervenir ya no suena tan feo.
Y sin embargo aunque el sistema no se va a hundir por esta pandemia, sí que está situación nos indica que todos deberíamos ser buscarnos un plan b en el que no dependamos tanto de él. Porque de un día para otro te puedes ver encerrado entre cuatro paredes viendo como la economía se desploma...y tú sin verlo venir.
¿Y si un día te despiertas y no puedes salir de tu casa? Ya pasó.
¿Y si despiertas y el aire ahí afuera está jodido? Ya pasó.
¿Y si la economía se para y tu curro queda colgando? Ya pasó.
¿Os imagináis que en China vuelve a empeorar el tema, o el virus muta, o la reclusión se alarga y la cosa se pone fea? Todo puede pasar y entonces, ¿qué hace el sistema para salvarte? El capitalismo no va a estar para arroparte y el estado tampoco tiene manta para tantos. Quizá entonces miraremos a las zonas rurales como ya miramos algunos y nos daremos cuenta de que esos pueblerinos nos dan cien vueltas y que con tanto avance nos hemos olvidado de las cosas más básicas.
Ya no sabemos cultivar nuestros alimentos, conseguir comida, arreglar una cabaña o manejar animales...es más, diría que desde que se nos olvidó hacer fuego nos hemos vuelvo un poco más gilipollas con cada nuevo avance.
Y eso es lo que nos dice el coronavirus en estos días de reclusión: que hemos puesto toda nuestra suerte en manos de un sistema que puede romper a la mínima y que cuando lo haga no va a recoger los restos. Algunos ya se dieron cuenta cuando recogían cadáveres se pateras a la deriva a las que se les prohibía desembarcar.
Hoy, con tantas horas libres deberíamos darnos cuenta todos de que el sistema es una completa fantasía que mola mientras mola...hasta que deja de molar. Y entonces te das cuenta de que el pastor, el agricultor o el granjero podrían seguir con su sistema más o menos intacto mientras el capitalismo se derrumba, y nosotros nos quedaríamos confinados o buscándonos la vida entre los restos de un sistema que parecía invulnerable.
Cuando viajas y convives con comunidades indígenas y los ves en plena autosuficiencia en la naturaleza te dices "estos si que saben". Pero al fin y al cabo estás viajando gracias al capitalismo y es solo eso, un viaje. Luego vuelves a casa y las comodidades son tan guapas que dices "ay que bien estoy aquí".
Hasta que un día vuelves y las comodidades del sistema ves que están dejando a la gente aislada y con el curro y la salud en peligro.
Ahí te das cuenta de que hemos tragado hasta atrás.
(Alex Galán Trasona 30/03/2020)

Dengue (2019-2020) La otra Epidemia: golpea América latina y zonas de Asia



En verano de 2019 realice un viaje a Centroamérica. Entonces la región padecía uno de los peores brotes de dengue de los últimos años. Entre finales de agosto y septiembre de 2019 y mientras recorría los Volcanes Centroamericanos que van desde Guatemala, hasta Nicaragua, pasando por el Salvador y Honduras la que era mi ruta de Norte a Sur se iban conociendo nuevos datos al respecto del dengue, sobre el área donde yo me encontraba, y al menos 240.000 personas hasta ese momento se habían infectado, y más de 211 personas habían muerto, aquella situación y experiencia, me hizo consciente de la situación que se da en muchos países, donde las Epidemias no dejan de ser constantes... viajar te hace conocer la realidad del mundo, de todo el mundo,  fuera de la burbuja en la que nos mantienen a algunos -pero eso lo trato luego) - sigo..
   

Ahora es el momento... "hacia un nuevo paradigma".

Jean-Michel Basquiat (1960–1988) Drogadicto y Genio

Testigos de la debilidad del antiguo paradigma -ahora de rodillas por un microbio que paraliza la sociedad y aniquila a sus ciudadanos, ya sobrepasados por todo-, cabe abordar la posibilidad de uno nuevo: mejor que el anterior. Sin embargo, con más de 500 millones de personas en sus hogares en todo el mundo, sin otra obligación que esperar a que todo pase… de todas las recomendaciones que nos dan los gobernantes estos días, para estar en casa (desde esconder notas, hacer deporte, cocinar, estar con los niños, salir al balcón a aplaudir etc.) ninguno de ellos, nos dice que pensemos. Que pensemos en cómo abordar la idea de mejorar el mundo; o, que en lugar de seguir conectándonos en Youtube, Skipe, ordenadores, tablets y dilapidar el tiempo -más allá de entretenernos- utilicemos todos los recursos a nuestro alcance: ordenadores, redes y sistemas –pero sobre todo nuestra inteligencia- al igual que para hacer mascarillas, en esta ocasión, para desarrollar semilleros de ideas, ideas con las que mejorar nuestro mundo y la sociedad a la que pertenecemos…dando soluciones, no inmediatas, pero si proyectos, donde llegado el momento de dar viabilidad a un nuevo plan social, se tenga en cuenta la opinión de las personas en todo su conjunto, y no vayamos a un nuevo mundo, prefabricado, a la altura y necesidades del capital, en lugar del de las personas. Jamás se construyó algo, sin haber tenido antes una idea de aquello que se iba a construir. Y, si el día de mañana empiezan las obras, y no se nos consultó nada: ya sabéis de quién fue la idea, y, por lo tanto: aunque posiblemente cambie el mundo, para vosotros (nosotros y nuestros hijos) no va a mejorar nada. De nosotros depende, pero si queremos cambiar el mundo tendremos que empezar por nosotros. Primero, tendremos que cambiar nosotros. (Aquí lo dejo de momento) y no estaría mal. Ya puestos a escuchar algunas ideas, solo por escuchar: digo yo.

Por cierto, se me olvidaba. La pintura no está ahí, en la cabecera, para hacer bonito y tiene una razón. En mi último viaje a mi ciudad (Barcelona) con mi pareja, y antes de regresar a Extremadura, tuve conocimiento de un evento importante, al menos para mí. Aquel verano se me dio la oportunidad, única, de poder ver 100 obras de Basquiat (juntas): una retrospectiva en Bilbao (Guggenheim) que exploraba algunos de los temas más importantes de la obra del autor, superdotado y prolífico, que abrió nuevos caminos en el arte contemporáneo.. La retrospectiva tenía como título sugerente ((Jean-Michel Basquiat: “Ahora es el momento”)). Y ciertamente, ese era el preciso momento, jamás volverían juntarse cien cuadros del autor en ningún otro lugar del mundo. Y lo mismo ocurre ahora, jamás nos volveremos a juntar tantísimos millones de personas en nuestras casas, con la misma necesidad, sin la presión del trabajo pero con la posibilidad de aportar ideas y dar un empujón que ayude a mejorar nuestro mundo: “Ahora, también es el momento: "El momento preciso"... Posiblemente, no vuelva a haber otro.

Y tú, ¿dónde estabas el día que cambio el mundo?


Me hice eco esta mañana de una noticia inquietante, no por menos esperada, pero ciertamente preocupante. La publicaba MIT Technology Review, en español, que es la edición en castellano de MIT Technology Review, una revista publicada por Technology Review Inc., compañía independiente de medios de comunicación propiedad del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). La noticia era clara en su tirulo: Aceptémoslo, el estilo de vida que conocíamos no va a volver nunca, invitándonos a aceptar esta realidad distopica, y el hecho de que vamos a tener que vivir, más de lo que ninguno de nosotros esperaba, en un estado de Pandemia permanente. Y aunque todos deseamos volver a la normalidad lo antes posible, parece que la mayoría de nosotros todavía, no ha aceptado que nada volverá a la normalidad después de unas semanas, ni siquiera de unos meses. Lo cierto, es que algunas cosas nunca volverán a ser como antes.

Y mientras tanto, cada país deberá "aplanar su curva" de contagios, mediante el distanciamiento social que ya estamos sufriendo. Intentado así, que la pandemia avance a un ritmo más lento, hasta lograr la inmunidad de grupo (suponiendo que la inmunidad dure años, algo que aún no sabemos) o hasta que se descubra una vacuna (algo que no pasará como pronto hasta 2021, si es que llega). Pero el problema no se acaba aquí. Mientras haya una sola persona en el mundo con el virus, los brotes pueden y seguirán ocurriendo sin controles estrictos para contenerlos. 

Pero esto ya lo sabemos. Lo que no sabemos es que en un reciente informe del Imperial College de Londres (Reino Unido) los investigadores propusieron una forma de actuación: imponer medidas de alejamiento social más extremas cada vez que los ingresos en las unidades de cuidados intensivos (UCI) empiezan a aumentar, y suavizarlas al reducirse la cantidad de las personas ingresadas. Y (agárrense) Según este modelo, los investigadores concluyen que el alejamiento social y el cierre de escuelas deberían producirse aproximadamente dos tercios del tiempo, es decir, dos meses sí y uno no, hasta que haya una vacuna disponible, algo que no se espera, como mínimo hasta dentro de 18 meses. 18 meses Mínimo… (Encerrados 2 meses, y un mes para trabajar y estudiar: quienes estudien o trabajen) y así durante 18 meses.  De lo que resulta, ciertamente, que “el mundo no va a cambiar: ya ha cambiado, y lo ha hecho ante nuestros ojos. aunque todavía seguimos sin creerlo, menos aún aceptarlo”. Esperamos volver a una normalidad que ya no formara parte de nuestras vidas sino de los libros de historia y por la que quizá un día los nietos nos pregunten: y tú abuelo ¿dónde estabas el día que cambió el mundo?

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(MIT Technology Review) Vivir en una pandemia permanente. Aceptémoslo, el estilo de vida que conocíamos no va a volver nunca

La “solidaridad” de Europa se tambalea ante una crisis, que deja al descubierto muchos fantasmas del pasado


La crisis del coronavirus ha puesto en cuestión esa solidaridad europea tan proclamada por los eurófilos. Y Alemania tendrá que reflexionar en unos días que es lo que más le interesa, como líder – cuestionado en estos momentos- de la vieja Europa

 La crisis del coronavirus ha relegado a todos los demás asuntos al margen, en lo personal, en lo social y en lo político. Convirtiéndose en una crisis verdaderamente universal para todos nosotros. Afrontamos todos un verdadero reto, en un escenario de aislamiento muy peligroso de final desconocido. Pese a ello, la” política” nunca para, aunque en Europa precisamente la política no está ofreciendo su mejor cara ni respuesta, y la crisis del ha puesto muy en cuestión esa solidaridad europea tan proclamada por los eurófilos. Más, después de escuchar ayer al Ministro holandés, criticando la gestión de ayudas a España y cuestionando cómo podía ser que estuviésemos en estas condiciones: palabras inaceptables, que sumadas a la Negativa de Berlín, que sigue sin creer en los eurobonos, confiando, en el mecanismo de rescate y en las medidas del BCE tiene para apoyar a países europeos en situaciones difíciles.  Mecanismos éstos, de otro lado, donde de ir por  cuenta propia a pedir un rescate seria carísimo para los países con economías más desfavorecidas y un mayor endeudamiento como Italia, Grecia, España, Portugal etc.

 Pero Alemania tiene que reflexionar, y tiene que hacerlo en estas dos semanas que le quedan, antes de la nueva reunión de ministros de la CE, pues su negativa y el fracaso de una ayuda conjunta a países como España e Italia podría sacar de sus agujeros a la extrema derecha (también en Alemania) reclamando un espacio, hasta ahora inexistente en la realidad social, pero que de llevar a la ciudadanía al desencanto y la frustración podría tener su nicho para medrar, lo que consecuentemente posibilitaría en otros países Europeos ese repunte de nacionalismo tan temido, que daría al traste con una comunidad europea de la que muchos ya dudan, pero en la que Alemania, por lo que le conviene, todavía creé… esperemos que crea de verdad, porque de lo contrario nos hundimos todos en la más absoluta miseria. Adiós. (J. Maqueda)

Los “POLITICOS: FUNCIONARIOS DE LOS BANCOS” y políticas sociales de los estados bajo la supervisión de éstos.


“El poder del dinero se aprovecha de la Nación en tiempo de paz y conspira contra ella en tiempo de adversidad. Es más despótico que la monarquía, más insolente que la autocracia, más egoísta que la burocracia. Veo en el futuro cercano una crisis que me inquieta, y me hace temblar por la seguridad de nuestro país. Las corporaciones han sido entronizadas y una era de corrupción va a seguir, y el poder del dinero del país se esforzará por prolongar su reinado trabajando sobre los prejuicios de la gente, hasta que la riqueza se quede en unas pocas manos y la República sea destruida.” (Lincoln)

Basándome en el hecho, comprobado, de que la deuda del estado: de todos los estados prácticamente supera a su propio Producto Interior Bruto, y se encuentran endeudados con los bancos (centrales). Doy por hecho, que los propietarios de un país no son sus ciudadanos, sino los bancos, (al igual que tú no eres propietario de tu casa, sino el banco que te dejo el dinero) ¿es así o no? Y por lo tanto, los políticos legislan no en interés de los ciudadanos que los votaron, sino de sus jefes y propietarios: los bancos centrales (que también tienes sus dueños). No es necesario por lo tanto, entrar en teorías absurdas, ni otras chorradas, para saber quién manda y ordena la política económica de un país endeudado, y como prueba, solo hay comprobar de donde sale el dinero solicitado por un estado para sus presupuestos cada año, y el que tenemos en nuestras manos. Y es así, que cuando ha habido crisis, los estados, Nuestro estado también, lo han sacrificado todo por devolver el dinero la banca (rescate lo llamaron): congelación de pensiones 8 años, recortes en sueldos, Sanidad, educción  y todo aquello que más necesitábamos las personas comunes, en favor de la banca. Eso hicieron nuestros políticos. Y que sepáis que lo habría hecho cualquiera de derechas o izquierda de haber estado en el gobierno en ese momento, y había que hacerlo: o sino sencillamente te quitan el país (no literalmente, sino se notaria), como te quitan tu casa cuando no pagas. Así de simple. Si quieres más dinero... paga. Y la culpa es de todos nosotros, por aceptar un sistema que nos estruja, a todos. Que nos lo quita todo. Comúlganos y nos sentimos bien así porque pensamos que los que gobiernan, de un lado u otro, están de nuestro lado por ser de derechas o de izquierdas, y es un error: están del lado del que manda. Y ahora, como estáis viendo, esos mismos fondos y bancos están soltando pasta en cantidades industriales, que luego tendremos que devolver como tú cuando le pides mas a la “Mastercard”. Más endeudados todavía, pero no por no ser previsivos, NO, pues para un país endeudado es imposible ahorrar. Como sería imposible que tú ahorrases si tienes ya tres créditos y te es imposible llegar a final de mes y… entonces: pides un cuarto crédito. Y este es el sistema de usura internacional que manejan los grandes bancos y corporaciones con el estandarte del capitalismo que mantienen aplastadas desde hace décadas las economías de tantos países , y por supuesto: EL NUESTRO TAMBIEN. Y esto hay que cambiarlo o terminaremos, y este caso es grave, como Los EE.UU: a expensas de su Reserva Federal (que es privada, la que le deja todo el dinero y condiciona (mediante “lobbys”) toda su política y políticos, excluyendo a gran parte de su población y llevándolos a la pobreza: sin derecho a nada:  Así nos veremos nosotros algún día de seguir este camino… un saludo.

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Cuarenta días... ni uno mas.

Tabaquismo ¿Por qué no se deja de vender tabaco?


No he visto en años una mejor oportunidad para dejar de fumar. “Si lo dejan de vender, se deja de comprar: punto, así de simple”. Siete días jodidos, por todo el resto de tu vida sin humo en los pulmones y 150- euros más al mes en tu bolsillo (1500- al año para irte de vacaciones). Además, si lo prohíben y te pillan yendo a por tabaco 600 euros de multa: se quitaron las ganas de fumar para toda la vida. Pero -y esto es la repanocha- uno no puede salir a correr y, sin embargo, puede ir a por tabaco, y darse un paseíto ida y vuelta al estanco… que me lo expliquen. 

Ayer, yo que no puedo tener la cabeza en un solo sitio o, pensando en una única cosa, le daba la vuelta a la pregunta ¿por qué no cierran los estancos? No es un artículo de primera necesidad, creo. Desde un punto de vista de “bien o artículo de primera necesidad” se asume que son los bienes necesarios, que se corresponden con aquellos sin los cuales “no es posible vivir” o llevar a cabo una determinada actividad (alimentos, gasolina, gas, luz) Pero ¿el tabaco bien de primera necesidad? El tabaco, según el Ministerio de Sanidad de todos los países del mundo es “la principal causa de enfermedad, discapacidad y muerte en el mundo (primera causa de muerte en el mundo, por encima de cualquier otra causa) Cada año mueren más de 5 millones de personas en el mundo por culpa del tabaquismo y si no se toman medidas adecuadas en el año 2030 serian 10 millones de muertes; 7 millones de ellas en países pobres. Se estima que la mitad de los fumadores muere de una enfermedad relacionada al consumo de tabaco y que viven en promedio 10-15 años menos que los no fumadores”. 

Me lo parece a mí solo: 15 años menos, pues parece el anti-pensiones ideal para un sistema como el nuestro, y ahorrarle dinero al estado. Pues lo voy a decir así como lo pienso: no se prohíbe porque genera pingües beneficios al estado, en una cantidad que no imagináis: y si la imagináis, que sepáis que es todavía mayor que eso. Tanto, que se pueden permitir tratamientos para todas las patologías derivadas del tabaco en ciudadanos a lo largo de sus vidas (más cortas que la de otros) y aún así siguen ganando dinero. Ganando dinero, a expensas de la salud de sus ciudadanos, que gentilmente ahorran quince años de pensiones al estado, 15 años o todos los años, si tienes mala suerte, y como mi padre recién jubilado mueres a los 65 años justo jubilado y muerto por cáncer derivado del tabaquismo. 

Estamos en guerra contra el coronavirus, y con el tabaco también… o eso nos dicen, Pero parece que hay guerras que interesa ganar y otras no, así se simple. Como podemos estar en guerra contra el coronavirus y no dejarte ni salir a la calle y estar en guerra contra el tabaquismo y que te dejen los estancos abiertos estando en cuarentena. Eso es lo que no entiendo: cuando ambas matan a mucha gente… y me explicaré… el consumo de tabaco causó entre los españoles, mayores de 34 años un total de 56.122 muertes en 2016, otros tantos en 2017, 2018 y 2019 más 200.000 en 4 años, de las cuales un 55 por ciento fueron por cáncer de pulmón y enfermedades respiratorias (como el coronavirus), datos éstos según estimaciones del Grupo de Trabajo sobre Tabaquismo de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE). Entonces, si el tabaco mata, y mata, también es una guerra, que de momento asesina más que el coronavirus, más lento y más doloroso (créanme). Está prohibido fumar prácticamente en todos los sitios públicos, menos en la calle o en tu propia casa, porque el tabaco mata. Pero si mata, y lo dicen los médicos: todos los médicos, y el estado hace lo que le dicen los médicos ¿por qué me lo vende el estado ¿Por qué no se quita de la circulación? ¿Por qué no se prohíbe vender tabaco? igual que se prohíben otras drogas, o cosas malas para la salud o ¿aquí no hay guerra? porque está matando gente, todos los días (lo dicen sus propios estudios del ministerio de sanidad): pero vale… supongamos que fumo: me estoy matando yo sólo, entonces: si puedo matarme yo, solito fumando, ¿por qué no puedo salir a la calle a morirme de coronavirus? Ah!, porque en ese caso “soy yo el que si me infecto, luego, infecto y puedo matar a los demás” pero, entonces ¿porque me vende el estado tabaco? Porque, en ese caso, me está matando el estado, mi propio gobierno.. Ah!!, ―que debería dejarlo― claro!!, y por eso quitáis la publicidad de la televisión, lo prohibís en todos los sitios públicos pero tenéis, estratégicamente colocados puntos de venta en: estancos, bares, quioscos, a cada 200m, en cada ciudad, pueblo y estación de este país… para facilitármelo. Pues, por mucho que lo intento… si lo pienso y razono detenidamente “No lo entiendo”. Ni lo entiendo, ni me creo nada, No sé por qué, pero cada vez que un gobierno dice que va a la guerra, lo primero que hace es convencer a la población, de que eso es lo mejor, aunque siempre subyace algún interés, esperemos que en esta guerra contra el coronavirus las ideas estén más claras, y no salgamos columpiados.

Y esta es solo una de las muchas paradojas que podemos encontrar en nuestra sociedad, en este país en concreto: que te vendan en un establecimiento del gobierno productos cancerígenos como la nicotina, Ácido cianhídrico, Formaldehido, Plomo, Arsénico, Amoniaco, Elementos radiactivos, como el uranio, Benceno, Monóxido de carbono, Nitrosaminas, Hidrocarburos aromáticos poli-cíclicos etc... y que luego sanidad, quite algo del súper porque lleva aceite de palma o letras chinas, y después, esa misma sanidad deja en la estantería del al lado sartenes con teflón, con elementos químico-tóxicos que calentaremos, y nos comeremos con toda seguridad: Las que no llevan teflón (no toxicas) son carísimas, por ejemplo: (Sartenes de inducción 32 cm - SKK. Desde 111,20) € en El Corte ingles, donde vamos todos a hacer la compra el finde. Así que a comer caca y respirar caca cancerígena fabricada por el hombre, pero luego viene un virus y es la guerra. Entonces en África, Centroamérica y Asia, con el dengue, zika, chikunguña, Malaria y ahora el corona, eso que es: el apocalipsis zombi. A mí nadie me prohibió ir a Centroamérica, y no hay vacuna para ninguna de las cinco.

Cuando la fauna silvestre ocupó nuestras ciudades y pueblos


La naturaleza no deja de sorprender, y en medio de todo esto, ante la perplejidad que resulta de vernos encerrados, empujados a permanecer en nuestras casas ―y recordemos: con una guerra contra un bichito de por medio― parece como si esa misma naturaleza hubiese dado un paso adelante, y estar ahora abriéndose paso; y mientras estamos recluidos, los animales han comenzado a tomar el espacio que, hasta el momento, parecía ser sólo nuestro

En muchos países estos días hay personas que ven y graban vida silvestre, animales que antes rara vez se cercaban a la ciudad o los pueblos. Hace varios días, en china los ciervos y otros animales de un Parque Natural abandonaban éste y tomaban distintas localizaciones de una ciudad cercana en busca de alimentos, incluso entraron en el metro. En  Italia se han podido ver jabalís corriendo por distintas ciudades, y delfines llegando a los puertos como el de Cagliari, e incluso patos sobre la Fontana Di Trevi. En Venecia, sin la contaminación de los barcos, se vieron de nuevo un delfines en el canal, por primera vez en casi 60 años. (De momento no los Multan) Y en España, en Ventanueva, un Oso Pardo se paseo durante la noche de ayer por sus calles. En este pequeño pueblo, perteneciente al concejo de Cangas del Narcea, los vecinos pudieron ver desde sus ventanas como este enorme oso se apoderó de las calles por unos minutos, aprovechando la noche y ausencia de personas en calle ((VER VIDEO)). Los Jabalíes andan por las calles de Barcelona, ((VER VIDEO)) y un enorme Lobo se paseó ayer por Fornelos de los Montes ((VER VIDEO)): un pueblo de Galicia.

En definitiva, mientras el ser humano se resguarda del virus, la naturaleza ha comenzado a recuperar lo que es suyo. Y algunos se preguntan ¿Cómo sería un mundo sin humanos? Por suerte, no es éste el caso, o eso creo. Pero no estaría de más pensar en ello. Pues vivimos en este planeta, pero no somos sus dueños: lo compartimos. Y, estaría bien escuchar a la naturaleza aunque fuese por una vez, pues nos está hablando (y la tenemos que escuchar). Ignorar seria un error, y combatir la naturaleza sería una guerra perdida, sólo nos queda aliarnos con ella. No sea que la ésta entre en guerra con nosotros.


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Los medios en tiempos de pandemia ¡Estamos en Guerra!


Ayer, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez enfrentaba, de nuevo, una comparecencia en los medios públicos para rendir cuentas sobre el estado de la grave crisis del coronavirus que asola medio mundo. Nos venía a explicar, exponiendo, la situación actual (grave) y, así aportar algo de serenidad, sosiego y tranquilidad a la Sociedad Española en su conjunto, ciertamente, preocupada por cómo evolucionan los acontecimientos, o eso pensaba yo. "Estamos en guerra nos dijo, a poco de empezar y recalcó en alguna ocasión más a lo largo de su discurso por si faltaba alguien, terminarlo de acojonary apoyamos un Plan Marshall para la reconstrucción"― dijo también. Pues sí, así me acojoné hasta yo. “Estamos en guerra y destruidos”, aunque nadie pego un disparo, ni vio caer una bomba.

Pero no es la primera vez que estamos en una guerra, de estas, sin bombas (cada una a su manera claro). Y me pregunto: guerra ¿qué guerra? pero ¿contra qué? La verdad, no lo tengo claro, o al menos no tengo claro que estemos en guerra. Está muriendo gente por el coronavirus: desde febrero, Vale; y, por la gripe: desde Noviembre (3 veces más -niños y mayores-  pero eso es normal y no es guerra) vale. Hay que hacer algo, y hay que hacerlo urgentemente, rápido, vale. Está bien, voy a dar “guerra” como buena, porque el “coronavirus” mata a la gente. Pero, señor presidente, la palabra guerra no tranquiliza a nadie. La situación es grave, y lo será más, pero hablar de “guerra y reconstrucción”… el alarmismo, no trae sosiego. Si queremos que la gente este en casa, porque es lo que hay que hacer, hay que convencerla de que eso es lo mejor y no asustarla y, sino: para eso están las fuerzas del orden. El miedo trae lo que hemos visto hasta ahora, desabastecimiento, carreras al hospital, carreras al súper, tensión (mala cosa el miedo) si pasamos luego al Pánico. Y hay personas susceptibles, enfermas: del corazón, tensión, etc. o, sencillamente muy mayores, a las que sólo escuchar ciertas palabras y luego ver algunas noticias en la tv, ya las pone en riesgo mucho antes de que llegue el CoronaVirus (y las cadenas de televisión generalistas se lo tendrían que hacer mirar: una familia con sus hijos y mayores no se puede levantar por la mañana, poner la tele, y desayunarse 300 muertos en España y 800 en Italia a las 9 de la mañana y luego comer y cenar, con más de lo mismo). La información, hoy día, por suerte, quien la quiere cruda la encuentra, tenemos internet, pero la tele es familiar, la vemos todos: niños y mayores incluidos.. ahora hasta el sálvame con el coronavirus (que no es un espectáculo). Con  lo que quiero decir que, aunque la situación no es igual de alarmante en todas las ciudades, el miedoya si lo es” como consecuencia del alarmismo en general, pero sobre todo, y en buena parte por culpa de en los medios. Y este coronavirus, cierto, se va a llevar a muchos por delante, que enfermaran; pero, también a algunos que no enfermarán del virus, porque ya estaban enfermos y no salían ni de sus casas: y a esos se los llevará (de una manera u otra) el miedo. 

Lo que ha de venir…



LOS DATOS: Sábado 21/03/2020;  otro día más, ya el 6º desde que se decreto el estado de alarma y  confinamiento. En casa no salimos, yo no salgo más que a comprar lo necesario, a poder ser no todos los días. Las cosas no mejoran, y en general siguen empeorando: el ejército se ha desplegado en prácticamente todas las ciudades y algunos pueblos apoyando a las fuerzas del orden, también en tareas de desinfección y construcción de hospitales improvisados de campaña, a la espera de lo que ha de venir: un pico de infecciones y enfermos, para el que no está preparado nuestra sanidad.

Por tercer día consecutivo, las buenas noticias sólo llegan desde China, donde de nuevo no se han registrado contagios de coronavirus entre la población, aunque las autoridades han confirmado 41 casos importados. En Italia hubo más de 4000 infectados y 627 muertos solo en el día de ayer, además, de 14 médicos muertos en total por el coronavirus, lo que es muy preocupante. En España, el último balance del Ministerio de Sanidad, muestra que hay 21.828 contagiados (entre ellos 157 miembros de Policía y Guardia Civil), de los que 1.141 están ingresados en la UCI, 1.117 han muerto y 1.585 recibieron el alta. Sin embargo esta mañana El País actualizados los datos muestra a la 13.00h  una alarmante cantidad de CONTAGIADOS: 24.926, ((3000 más que esta mañana)) y 1.331 FALLECIDOS ((200 más sólo en las últimas horas)).  En Madrid no dan abasto en los hospitales, y se reclutan hoteles y preparan espacios paras recoger infectados y confinarlos, en lo que se espera, sea una alarmante subida de éstos en los próximos días

Algunos médicos ya alertan, otros lo llevan haciendo desde hace días que Madrid es como “Wuhan” y tendrían que cerrarlo en un “Estado de Sitio”. De otro lado, y asombrosamente, ayer viernes se volvieron a ver caravanas en las autopistas madrileñas de gente en coche queriendo saltarse la cuarentena y salir de la ciudad para ir al campo o a la playa (segundas viviendas). Es en Madrid, con diferencia, donde el virus está golpeando con mayor fuerza: están faltos de equipos, sobre todo “respiradores” y una parte del personal está infectado causando baja, por lo que algunos médicos jubilados, en la reserva y otros de último año de Universidad han sido llamados para ayudar. En algunas residencias de mayores los muertos se cuentan por decenas. Y se está dando el caso, ALARMANTE, de tener que decidir entre diferentes enfermos, quien vive y quien muere: así de simple, así de duro. Ética lo llaman, pero de esto hablaré más adelante en otro post.

En general, la ciudadanía está respetando el confinamiento, aunque faltos de información detallada: no se nos dice mucho en tanto a los muertos (datos y estadísticas) sólo sabemos que está muriendo mucha gente; no obstante alertan que el virus no solo afecta matando a los mayores, sino también a personas más jóvenes, el virus puede causar meningitis y miocarditis en personas más jóvenes: (como le ocurrió al médico chino de poco más de treinta años. Algunas voces ya comunican, como he dicho anteriormente, que debido a la falta de equipos de respiración artificial asistida, en Madrid, “se está teniendo que retirar respiradores de los ancianos, para ponérselos a personas más jóvenes; si es cierto, el gobierno tendrá que dar muchas explicaciones cuando pase todo esto: “entre unos y otros han dejado a la Sanidad Pública y a la población expuesta” sobre todo a la más vulnerable, a nuestros mayores ―Intolerable. Pero lo peor aún está por llegar, nos avisan, y muchos siguen sin atender y hacer caso a advertencias e instrucciones, incluso yendo a los hospitales con síntomas y algunos, y otros saltando o intentando saltarse la cuarentena. Ahora sabemos que el virus es resistente al aire y puede permanecer activo en muchas superficies como madera, plásticos, papel, monedas, etc. Si bien nada es todavía concluyente, y lo único cierto es, que cualquier persona asintomática infectada, si sale de su casa, puede extender el virus por días haciendo casi imposible la contención. En Italia ya no saben qué hacer, incluso en las zonas de cuarentena y confinamiento el virus se sigue extendiendo: hay miedo. Y es que parece que nadie había tenido en cuenta el “factor de carga” (lo explicaré mas adelante) de un virus que pasa tan desapercibido;  e igual que está ocurriendo en España, donde  si seguimos la proyección italiana para los próximos días (mismo tipo de población por rango de edad que en España) la semana que viene puede ser horroroso. Y en relación a esto, a cuando alcanzaremos el pico de infectados y la totalidad de estos, después de nueve informes publicados sobre la predicción de cuándo se producirá el pico máximo del coronavirus en España y cuantos contagios se reportarán, el Instituto de Matemática Interdisciplinar de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) ha extraído este viernes dos conclusiones:
(1)  « con un escenario tan cambiante como el actual -el estudio- debe hacerse día a día». De esa forma, el informe fechado este viernes 20/03 vaticina que “el pico del coronavirus en España se alcanzará entre el 15 y el 27 de abril”.
(2)  «el aumento de casos ha sido menor y estamos volviendo a una situación en la que se retrasa el pico, pero se reduce el número de casos esperados, que podrían superar, no obstante, los dos millones».

Si este estudio está en lo cierto y parece que sí, pues llevan tiempo prediciendo muy bien los casos reportados  por el Ministerio de Sanidad. Lo que se nos viene encima es alarmante, por no decir otra cosa peor. Pero no se trata de preocupar más a las personas Lo único cierto es que el debate en torno a la Sanidad Pública en este país va a quedar abierto. Se han hecho muchas cosas y todas muy mal, ya lo venían advirtiendo los sanitarios y médicos de la Seguridad Social desde hace mucho tiempo. Pero es ahora cuando están quedando expuestas y al descubierto las innumerables deficiencias de ésta nuestra Sanidad Pública, que es la de todos nosotros, (la misma que se quería cargar Aznar) y la única capaz de contener lo que se nos viene encima.

Y finalizo, dedicando “Un fuerte abrazo a todos los Sanitarios y Médicos”. Mi apoyo y mi respeto a esas voces anónimas y valientes que en primera línea de este desastre, no sólo cuidan de nosotros, sino que además nos informan y mantienen al días de la realidad de lo que esta ocurriendo.


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Confinamiento por Coronavirus ― 18 de Marzo de 2020 ― Aceuchal, Badajoz (España)


El Coronavirus de Wuhan: también llamado en EEUU “virus-chino” o “viruchungo” como dicen los Málageños. lo que son las cosas, Bill Gates ya lo aviso en 2015 pero casi nadie le hizo caso y asi nos vemos hoy. Pues si, llevamos 5 días de confinamiento y parecen ya 5 años, recluidos, aburridos como ostras en nuestras casas, yo tirado en la cama o el sofá (eso no cambia ni con virus ni sin virus), saliendo a la calle únicamente a lo imprescindible: a comprar croasanes y a la ventana para aplaudir y tocar la cacerola. Lo cierto es, que ni el peor de los casos, muchos podían esperar el escenario actual de Alarma y Pandemia mundial en el que se están desarrollando los acontecimientosencerrados a cal y canto con sus mujeres o maridos, hijos, y en algunos casos también con los abuelos, padres, madres, perros, gatos… y material de alpinismo. Ni  tampoco, como consecuencia de todo ello, la situación de angustia en la que nos estamos viendo inmersos (algunos hombres) aprendiendo a poner la lavadora, fregar los platos o explicando a nuestros hijos que no tenemos ni puta idea de ecuaciones matemáticas.

Hace tan solo unas semanas algunos miraban, sorprendidos ―como si no fuese con ellos e igual que el gobierno― con los ojos redondos como aceitunas y con una cervecita en la mano, las medidas que se tomaban con la población en Wuhan (China) al principio de todo esto del “CoronaVirus” a nuestro entender estrambóticas: cazando la policía a los ciudadanos despistados con cazamariposas, persiguiéndoles con drones que hablaban chino y te mandaban a casa, y obligados a permanecer en ellas con sus mujeres pequeñitas y feas encerrados, emparedados, por las fuerzas de orden público, hasta el punto de llegar a morir algunos. Lo que sería eso (yo por suerte estoy soltero). Pero pronto, estábamos comprobando, no sin asombro que el escenario de acontecimientos cambiaba, dejando de ser un problema local en China, trasladándose, primero a Corea, e inmediatamente después a Italia, para finalmente llegar a España: “afectando a la semana santa, las salitas a las playitas y las fallas”: ahí se nos vino el mundo encima. Luego siguieron otros muchos países en Europa, y poco después el resto del mundo, pasando a ser un problema Mundial: el problema que hoy nos ocupa y preocupa verdaderamente a todos: pensando y sin saber de cierto si habrá papel papel del culo para todos; sin embargo, para mí y algunos amigos míos, todo esto era comenzar a revivir una pesadilla que se repetía, de nuevo. 

No, no es la primera vez que ocurre ni aquí en España, ni en la historia reciente que un virus muta infectando a personas. En 2003 como recordareis yo no lo recuerdo, pero ocurrió se declaró la primera epidemia de SARS en china de “neumonía atípica” que apareció en la provincia de Guachoong, Guanyong, Guanpong o como coño se diga, en noviembre de 2002, una enfermedad nueva y desconocida hasta entonces: un síndrome “chungo” agudo respiratorio y severo o (SARS) al que ya podemos llamar (SARS-CoV-1) o “chungo” sencillamente para entendernos. Luego de aquella primera epidemia “chunga” del siglo XXI, se pusieron unas nuevas bases para planes de vigilancia de enfermedades infecciosas que, ciertamente, funcionó, al menos durante los siguientes brotes de gripe “chunga” aviar H5N1 (de nuevo en Asia) y más tarde la pandemia de gripe también  “chunga” H1N1 de 2009 a 2010. Y de algún modo todo esto surgió efecto, al menos en oriente,  cuando la OMS de nuevo tuvo conocimiento de un nuevo virus más “chungo” todavía, al que se identifico y contuvo, llamado (MERS-CoV) o Síndrome respiratorio “chungo” de Oriente Medio De nuevo un coronavirus, mas “chungo” que el otro, identificado por primera vez en el 2012 en Arabia Saudita, ―virus zoonótico, que se transmitía de los camellos a las personas, y afecta a aquellos que están en contacto directo o indirecto con ellos― y causante de enfermedad respiratoria aguda grave que provoca fiebre, diarrea, tos, neumonía, dificultad respiratoria, afectación renal y una alta mortalidad, próxima al 30%. Pero, no me quiero enrollar aquí con datos y cosas que ya sabéis todos a estas alturas... aunque, lo que seguro  desconocéis es que en Extremadura, en un pueblo llamado "Aceuchal" ocurrió algo parecido a, o, al menos empezó como todo esto que está sucediendo ahora. Sé, que sería una historia algo larga de contar, pero como no tengo otra cosa que hacer os la contaré, mientras pasamos estos 
días extraños. Espero poder llegar al final, y que no me detengan de nuevo por ello. Les veo pronto.

 © Jorge Maqueda Merchán (texto)
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