Tabaquismo ¿Por qué no se deja de vender tabaco?


No he visto en años una mejor oportunidad para dejar de fumar. “Si lo dejan de vender, se deja de comprar: punto, así de simple”. Siete días jodidos, por todo el resto de tu vida sin humo en los pulmones y 150- euros más al mes en tu bolsillo (1500- al año para irte de vacaciones). Además, si lo prohíben y te pillan yendo a por tabaco 600 euros de multa: se quitaron las ganas de fumar para toda la vida. Pero -y esto es la repanocha- uno no puede salir a correr y, sin embargo, puede ir a por tabaco, y darse un paseíto ida y vuelta al estanco… que me lo expliquen. 

Ayer, yo que no puedo tener la cabeza en un solo sitio o, pensando en una única cosa, le daba la vuelta a la pregunta ¿por qué no cierran los estancos? No es un artículo de primera necesidad, creo. Desde un punto de vista de “bien o artículo de primera necesidad” se asume que son los bienes necesarios, que se corresponden con aquellos sin los cuales “no es posible vivir” o llevar a cabo una determinada actividad (alimentos, gasolina, gas, luz) Pero ¿el tabaco bien de primera necesidad? El tabaco, según el Ministerio de Sanidad de todos los países del mundo es “la principal causa de enfermedad, discapacidad y muerte en el mundo (primera causa de muerte en el mundo, por encima de cualquier otra causa) Cada año mueren más de 5 millones de personas en el mundo por culpa del tabaquismo y si no se toman medidas adecuadas en el año 2030 serian 10 millones de muertes; 7 millones de ellas en países pobres. Se estima que la mitad de los fumadores muere de una enfermedad relacionada al consumo de tabaco y que viven en promedio 10-15 años menos que los no fumadores”. 

Me lo parece a mí solo: 15 años menos, pues parece el anti-pensiones ideal para un sistema como el nuestro, y ahorrarle dinero al estado. Pues lo voy a decir así como lo pienso: no se prohíbe porque genera pingües beneficios al estado, en una cantidad que no imagináis: y si la imagináis, que sepáis que es todavía mayor que eso. Tanto, que se pueden permitir tratamientos para todas las patologías derivadas del tabaco en ciudadanos a lo largo de sus vidas (más cortas que la de otros) y aún así siguen ganando dinero. Ganando dinero, a expensas de la salud de sus ciudadanos, que gentilmente ahorran quince años de pensiones al estado, 15 años o todos los años, si tienes mala suerte, y como mi padre recién jubilado mueres a los 65 años justo jubilado y muerto por cáncer derivado del tabaquismo. 

Estamos en guerra contra el coronavirus, y con el tabaco también… o eso nos dicen, Pero parece que hay guerras que interesa ganar y otras no, así se simple. Como podemos estar en guerra contra el coronavirus y no dejarte ni salir a la calle y estar en guerra contra el tabaquismo y que te dejen los estancos abiertos estando en cuarentena. Eso es lo que no entiendo: cuando ambas matan a mucha gente… y me explicaré… el consumo de tabaco causó entre los españoles, mayores de 34 años un total de 56.122 muertes en 2016, otros tantos en 2017, 2018 y 2019 más 200.000 en 4 años, de las cuales un 55 por ciento fueron por cáncer de pulmón y enfermedades respiratorias (como el coronavirus), datos éstos según estimaciones del Grupo de Trabajo sobre Tabaquismo de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE). Entonces, si el tabaco mata, y mata, también es una guerra, que de momento asesina más que el coronavirus, más lento y más doloroso (créanme). Está prohibido fumar prácticamente en todos los sitios públicos, menos en la calle o en tu propia casa, porque el tabaco mata. Pero si mata, y lo dicen los médicos: todos los médicos, y el estado hace lo que le dicen los médicos ¿por qué me lo vende el estado ¿Por qué no se quita de la circulación? ¿Por qué no se prohíbe vender tabaco? igual que se prohíben otras drogas, o cosas malas para la salud o ¿aquí no hay guerra? porque está matando gente, todos los días (lo dicen sus propios estudios del ministerio de sanidad): pero vale… supongamos que fumo: me estoy matando yo sólo, entonces: si puedo matarme yo, solito fumando, ¿por qué no puedo salir a la calle a morirme de coronavirus? Ah!, porque en ese caso “soy yo el que si me infecto, luego, infecto y puedo matar a los demás” pero, entonces ¿porque me vende el estado tabaco? Porque, en ese caso, me está matando el estado, mi propio gobierno.. Ah!!, ―que debería dejarlo― claro!!, y por eso quitáis la publicidad de la televisión, lo prohibís en todos los sitios públicos pero tenéis, estratégicamente colocados puntos de venta en: estancos, bares, quioscos, a cada 200m, en cada ciudad, pueblo y estación de este país… para facilitármelo. Pues, por mucho que lo intento… si lo pienso y razono detenidamente “No lo entiendo”. Ni lo entiendo, ni me creo nada, No sé por qué, pero cada vez que un gobierno dice que va a la guerra, lo primero que hace es convencer a la población, de que eso es lo mejor, aunque siempre subyace algún interés, esperemos que en esta guerra contra el coronavirus las ideas estén más claras, y no salgamos columpiados.

Y esta es solo una de las muchas paradojas que podemos encontrar en nuestra sociedad, en este país en concreto: que te vendan en un establecimiento del gobierno productos cancerígenos como la nicotina, Ácido cianhídrico, Formaldehido, Plomo, Arsénico, Amoniaco, Elementos radiactivos, como el uranio, Benceno, Monóxido de carbono, Nitrosaminas, Hidrocarburos aromáticos poli-cíclicos etc... y que luego sanidad, quite algo del súper porque lleva aceite de palma o letras chinas, y después, esa misma sanidad deja en la estantería del al lado sartenes con teflón, con elementos químico-tóxicos que calentaremos, y nos comeremos con toda seguridad: Las que no llevan teflón (no toxicas) son carísimas, por ejemplo: (Sartenes de inducción 32 cm - SKK. Desde 111,20) € en El Corte ingles, donde vamos todos a hacer la compra el finde. Así que a comer caca y respirar caca cancerígena fabricada por el hombre, pero luego viene un virus y es la guerra. Entonces en África, Centroamérica y Asia, con el dengue, zika, chikunguña, Malaria y ahora el corona, eso que es: el apocalipsis zombi. A mí nadie me prohibió ir a Centroamérica, y no hay vacuna para ninguna de las cinco.

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