5- EL CONCEPTO SINGULAR DE VERDAD EN DIOS // Sobre lo Humano y la Divino (5) / Jordi Maqueda / Aceuchal - Badajoz, 9 de Enero de 2023

EL CONCEPTO SINGULAR DE VERDAD EN DIOS / Jordi Maqueda / Aceuchal - Badajoz, 9 de Febrero de 2023

Palabras clave:
  Dios; Religion; Signos; señales, Espiritu; Conocimiento; Reflexiones; Teorías; Filosofía;


SOBRE LO HUMANO Y LO DIVINO 

EL CONCEPTO SINGULAR DE VERDAD EN DIOS 

Hay una verdad absoluta, y otra verdad en relación a nuestros saberes y entendimiento. Nosotros, cuando hablamos de verdad, lo hacemos refiriéndonos siempre en singular a una verdad: la verdad, pero esa verdad —o realidad—bajo un prisma imperfecto y humano puede mostrarse como muchas verdades, del mismo modo que cuando una luz blanca y pura incide sobre un  prisma, observamos surgir de esta todo un arcoíris de colores  y tonos de estos: del mismo modo al iluminar dios con su verdad a las personas, surge de estos un arcoíris de verdades grandes y pequeñas  o verdades a medias, no dejando de ser por ello verdad aquello se muestra y revela a uno, pero igualmente, lo es que se muestra y revela a otro; pues la verdad está siempre bajo la subordinación de los sentidos propios y la capacidad de entendimiento, en tanto a cultura y por tanto del modo de acceso, completo o parcial de “la persona” a “la verdad” y su dilucidación posterior por medio del juicio y la prudencia, fruto meditando en el amor de su corazón: receptáculo de la iluminación divina.

Pero al referirnos a Dios —o preguntar por dios—, a nadie escapa que entramos en aquella categoría de preguntas que carecen de solución firme. Aun así, comprobamos que sabemos, o al menos creemos saber mucho sobre Dios por los colores de este, que casa uno de nosotros vemos, o no vemos, pues incluso parece a veces, que los que más saben de Él son aquellos que no lo conocen ni estudian, pero continuamente están hablando de Él, o de que no existe, pero igualmente hablando de Él; y es por ello que encontramos cantidad de comentarios, notas y libros que afirman verdades sobre dos. Pero bastará un reflejo limpio de dios, para que de inmediato entendamos que todas esas montañas de miles y millones de libros, como aquel conocimiento que pretendíamos: no son nada, cuando siquiera vagamente atisbamos la idea de lo que pueda ser “la verdad absoluta de Dios” tan solo al alcance de sus Ángeles, y ni de los profetas. Sin embargo, no tener acceso a la verdad absoluta de Dios, para nada priva de su realidad: de percibirlo, en la medida que se nos muestra y que luego uno sea capaz de reconocerlo, y reconocerlo “en su creación”: pues dios es la luz y en la luz, pero es más que la luz, como es más que todas sus partes juntas: que aún no se veía pero ya existía, hasta que por la misma luz reveló al mundo su verdad, en las cosas y también por el entendimiento, pues si algo existe sabemos que es verdad, y si no la vemos pero sentimos, entendemos también verdad, que hay ser en esta, en todo y todas las cosas, que vemos y no vemos pero sentimos ocultas. Luego la verdad de dios hallaremos en todas estas cosas ocultas o no, pues dios nos muestra en ellas su verdad, mas tanto de si propiciemos que Él nos muestre, luego nosotros hallaremos de verdad, y su verdad, en ellas.

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