SOBRE LO HUMANO Y LO DIVINO
SINO ES AMOR, NO ES DIOS
Hoy tengo a dios y a mi madre, mañana solo tendré a dios: nada más necesito, pues dios es todo amor y con su amor me colma; y en tierras lejanas, selvas o desiertos a la sombra volcanes y en las noches estrelladas, mientras otros hablaban de frío, fieras y soledad, yo dormía mirando la “luz” de estrellas y luceros, reflejo de la mirada presencia de dios, que todas las noches y desde que tengo memoria me acompañan y cubren con su amor.
Hablar sobre
dios es quizá el asunto más grande del que podamos hablar y el más hermoso,
pero a la vez es un asunto muy serio, Pues debe ser el más responsable, honesto
y bello de todos los discursos. “Hay tres cosas que son permanentes: la
confianza en Dios, la seguridad de que él cumplirá sus promesas, y el amor. De
estas tres cosas, la más importante es el amor” /“Si no tengo amor, de nada me
sirve hablar todos los idiomas del mundo, y hasta el idioma de los ángeles. Si
no tengo amor, soy como un pedazo de metal ruidoso; ¡soy como una campana
desafinada! / De nada me sirve que mi confianza en Dios me haga mover montañas.
(Corintios 13). Pero no siempre es así,
y no siempre se habla de amor, cuando nos refirieren a dios, o la voluntad de
dios, hablándonos mas de juicios y castigos, cuando, si esto es cierto, que
seremos juzgados y examinados, habremos de serlo igualmente en el amor, como
nos refiere San Juan de la Cruz: “A la tarde te examinarán en el amor” y “En el
ocaso de nuestra vida seremos juzgados en el amor”. Pues “Hay tres cosas que
son permanentes: la confianza en Dios, la seguridad de que él cumplirá sus
promesas, y el amor. De estas tres cosas, la más importante: es el amor”.
(Corintios 13).
Desierto del Sáhara ( Amaneciendo 1 de enero de 2019) |
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