DESINFORMACIÓN Y BREXIT: el gobierno crea un comité que vigilará la veracidad de los contenidos de los medios y redes

El gobierno crea un comité que vigilará la veracidad de los contenidos de los medios y actuará contra la desinformación a través del Ministerio de la Presidencia que dirige Carmen Calvo, impulsando un plan para actuar contra la desinformación y «la difusión deliberada a gran escala y sistemática de mensajes falsos» sobre todo en redes y medios, y que «persigue, esta información, influir en la sociedad con fines interesados y espurios» y, que así de pronto, escuchando algunos comentarios de personas, la sensación a su interpretación hace que se respire opresión, pues entienden se restringen las libertades, llamando incluso al gobierno dictadura socialista o cosas parecidas, como si el partido socialista fuese o representase lo que dice su nombre “Socialismo” y al ganar las elecciones, nuestro sistema de gobierno hubiese pasado a ser un Sistema o dictadura Socialista, donde se nos quiera imponer lo que debemos pensar, o mejor dicho decir o escribir, que tampoco es (Aunque nos lo quieran algunos hacer ver) y entonces a razón de qué este comité. Sin embargo, para elaborar el proyecto, se toma como punto de partida el Plan de Acción contra la Desinformación del Consejo Europeo de 2018 (por lo tanto, no es una idea local, sino más una idea del parlamento europeo) que reclama una acción coordinada de los estados miembros para atajar la desinformación. Así, el Ejecutivo crea un Sistema Nacional para la prevención, la detección, la alerta, el seguimiento y respuesta a este fenómeno. Pero, por qué se crea este plan, y por qué el gobierno quiere actuar contra la desinformación.

No sé si recordáis, creo que sí, cuando 23 de junio de 2016 se celebró en el Reino Unido y en Gibraltar un referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea. En la consulta, una mayoría de votantes decidió que el Reino Unido debía retirarse de la UE. Y es que la pertenencia británica en la Unión Europea había sido un asunto controvertido desde que el país se integró en la Comunidad Económica Europea en 1973, con debates recurrentes sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea (llamado comúnmente "Brexit"). Desde entonces, desde la llamada a referéndum, el Brexit, como todo proceso político contemporáneo, aprovechó el poder del Internet para desarrollarse; sin embargo, en este caso en particular, las redes sociales y demás plataformas digitales, más que sentar bases de un debate constructivo y fomentar la discusión sobre los puntos determinantes, fueron utilizadas para minar el proceso de desinformación. Las fake news y la manipulación se convirtieron desde el principio de la campaña en herramientas utilizadas por ambos bandos políticos y tanto separatistas como europeístas hicieron uso de estas armas mediáticas, convirtiendo la discusión sobre un sobre un asunto tan determinante, como lo es la separación de la Unión Europea, en un pantano de falacias y difamación. 

Uno de los puntos claves para entender la relación entre la desinformación y el brexit se esconde en el origen del proceso separatista. Aunque el euroescepticismo británico tiene raíces históricas, la crisis del 2008 fue, sin duda alguna, el detonante que permitió que en 2016 más del 51% de los británicos optaran por la opción “leave”; sin embargo, si hoy se volviese a hacer el referéndum, las encuestas afirman que Reino Unido permanecería en la UE ¿Como es esto posible? Para entenderlo, mejor es referir el documental The Great Hack (2019), realizado por Karim Amer y Jehane Noujaim, en el que se explica cómo sectores del separatismo británico tramo una estrategia de manipulación, utilizando los servicios de la consultora política, Cambridge Analytica, con el fin de conducir a través de acérrimas campañas mediáticas en redes, la decisión de millones de votantes. Así, el brexit, que desde un principio estaba erigido sobre un terreno pantanoso de argumentos cuestionables, terminó de sumergirse en el pantano de las fake news en el que parecía valer todo menos apelar a la razón. Cuando luego son analizados en profundidad, ambos bandos que conforman el debate en torno al brexit, contaron con argumentos razonables dignos de ser tomados en consideración; pero, la desesperada carrera por ganar, negó a los ciudadanos la posibilidad de un debate que estuviera a la altura de su importancia y dio paso a una discusión sin contexto, ni profundización, apelando no a la razón , sino a las emociones de los votantes y aprovechando las redes sociales para masificar su mensaje y así terminar de influir en aquellos que no estaban del todo decididos. Hoy en día el brexit ha iniciado una nueva etapa y el Reino Unido parece finalmente retomar un camino propio donde el proceso se ve más incierto que nunca. Y uno se preguntará, qué es esto de Cambridge Analítica: cualquiera puede contratar una empresa de publicidad si quiere, o asesoramiento: todos lo hacen. 

Román Ramírez es uno de los profesionales más reputados de nuestro país en el ámbito de la seguridad informática. Es lo que entenderíamos por un hacker 'bueno'. Fundador de RootedCON, forma parte del Comité de Expertos Independientes de la Estrategia de Ciberseguridad Nacional 2019, y que colabora con el cuerpo N de Policía en la persecución de delitos digitales. Escuchar o leer a Román Ramírez ayuda en buena parte, a desenredar y entender la trama que se esconde tras el escándalo de Facebook que, según explica, entre otros, tiene enlaces también con Vox, así se evidencia tras la investigación por la fuga de datos de Cambridge Analytica que comenzó en marzo de 2018. Esta consultora política especializada en el análisis de datos, con sede en Reino Unido, había sido contratada, además, de para la campaña del Brexit, igualmente para la campaña de Donald Trump en las últimas Elecciones presidenciales del EEUU. La firma, que tuvo que cerrar poco después por el escándalo, utilizó información privada obtenida de los usuarios de la red social Facebook a través de una aplicación y vendió después, violando la política de privacidad de Facebook sin que la compañía fundada por Mark Zuckerberg se percatase de ello. 

Cambridge Analytica tiene conexiones con Palantir Technologies, una compañía estadounidense de software, con sede en Palo Alto, especializada en análisis 'Big Data'. Sus clientes eran, en origen, agencias federales de la Comunidad de Inteligencia de los Estados Unidos. Palantir es propiedad de Peter Thiel, el multimillonario cofundador de PayPal que, a su vez, uno de los inversores de referencia en Facebook cuando ésta dio su salto a Wall Street. Thiel fue uno de los primeros empresarios de Silicon Valley en posicionarse abiertamente a favor de Donald Trump. Tirando del hilo, Palantir tiene conexión con todos los movimientos del Brexit en Reino Unido y con los que apoyaron la campaña de Trump", explica Ramírez. No en vano The Guardian ha llegado a describir a esta firma como un gigante tecnológico de operaciones especiales "que ejerce tanto poder en la vida real como Google". "Thiel está también muy relacionado con Steve Bannon, director de campaña de Trump en las pasadas elecciones en EEUU -con el que rompió relación tras el escándalo del Rusiagate- e ideólogo de la extrema derecha y de los supremacistas. Bannon ha asesorado a Jair Bolsonaro en Brasil, a Matteo Salvini en Italia y a Vox en España(es un hecho). "Son movimientos que buscan la oposición al status quo" y no es que yo esté de acuerdo con todo en la vida política y como se desarrolla) además, existe esta manipulación en ambos lados del espectro político, puesto que la antigua Internacional Comunista también genera su propio movimiento desestabilizador, si (también es un hecho) se manipula a un lado y otro; y al manipulado se le fanatiza, se convierte en un intransigente, un extremista, manipulado, una marioneta que piensa a favor no de él o sus propios intereses, sino de unos intereses creados a partir de emociones, que llevan al odio, y no a la razón. El modo o la forma de hacerlo no es difícil cuando las redes sociales son un pozo de datos enorme, hay muchos problemas de privacidad y quien sabe sistematizar y pescar en esa información, controla la opinión" y por tanto a la persona. El escándalo en torno a la red social Facebook, destapó cómo desde Cambridge Analytica hacían un análisis de personalidad siguiendo la metodología 'bif five' (los mismos datos y procesos que usaba Facebook para por medio de nuestras aficiones o gustos mostrarnos publicidad, engancharnos o incitarnos a comprar) empleaban ellos esos datos para dejar a los usuarios noticias, noticias que según su perfil sabían que iban a encenderles para que influyesen sobre estos, y en sus amigos y conocidos y, de este modo generar intención de voto. Algo que personalmente parece especialmente peligroso. Y 2020 está siendo en este sentido especialmente incendiario; temas como la pandemia global o países con situaciones sociales y políticas especialmente tensas o complejas (incluyo al nuestro en este último sentido) son regados con la gasolina de las fake news, polarizando aún más la opinión. Por lo tanto, entiendo lo que se pretende hacer ( la pena es que se haya llegado a esto por la ineptitud de tantos) y que no parece pretender privar a nadie de su opinión, que es legítima y expresable en cualquier ámbito de nuestra sociedad, sino perseguir y detener lo que a tantos nos cabrea cuando leemos post “radicales” de un lado y otro, de la derecha mas agria y la izquierda más radical, que aluden medios “sospechosos”, que no son opinión pero llevan a ella, encendiendo y pretendiendo encender a otros; post que ni siquiera tienen un fundamento real en su origen sino: encender. 

Jordi Maqueda Merchan 2020

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