DE LOS LÍMITES DE LA CONCIENCIA
I
Lo Extraño
es, observar
lo que no-es arriba de una forma
pero es→ de la noción de alguna cosa abajo y observada del medio y de uno luego
eso ( lo→ indefinible y extraño que-es y no-es a los sentido de una forma) pero
que existe de uno y de alguna manera es de lo mismo de uno→ lo que no-es ni
existe de forma concreta a la conciencia (sino desde la noción→ que
necesariamente es la noción de alguna cosa y de uno (noción de una cosa
concreta) Y después el absurdo es→ quien
quiere saber (de lo mismo indefinible del otro) pretendiendo después definir de
modo preciso (lo del otro e indefinible) lo que ya es de (un nombre que es→ de
la noción antes de alguna cosa) y que luego y del nombre significa (de alguna
cosa después→ una cosa propia del otro Lo→
indefinible y, esto es→ aquello que
no-es de una forma o de unos límites dados (aquello mismo (extraño e
indeterminado→ no de una forma y de
ninguna manera definible antes de alguna cosa del medio en la observación, lo
que no-es de una forma concreta / pero es ahora de un nombre / lo indefinible / (lo) ápeiron… y que luego y de un texto de otro aparece (lo mismo) y
de uno antes de un nombre (Lo indefinible)
y explicado del otro→ aquello mismo; que
por naturaleza y ausente de la forma permanece (sin experiencia) y es (de
la noción de alguna cosa): lo indefinible de un nombre que significa lo
mismo; e indefinible-es→ lo
indefinible y aquello después y una cosa ( del nombre de uno antes) cuando
hablamos de lo inabarcable manifiesto a
la conciencia y pensado desde la propia conciencia de uno (eso) que desde
su propia naturaleza limitada antes es→ de lo limitado y del medio observando
aquello desde sus sentidos ordinarios: lo→ que no puede abordarse de una forma
completa y que pueda ser después explicada de ninguna manera( de ahí su nombre
que significa→ lo indefinible) que no puede ser recorrido ni conocido por
completo desde de la experiencia propia y ( eso ← pero, que luego otro pretende y de alguna manera (absurda)
nos explica (lo mismo y de un nombre ante y que alguna cosa ya significa:
alguna cosa)
Luego
es obvio lo extraño y admirable de una observación del medio; y no lo mismo y
absurdo cuando otro pretende explicar lo
"inabarcable" de una forma e indefinible→ definido después en
términos de conjuntos. Pero más obvio es aún la contradicción de concebir uno lo (infinito) de una forma desde un
entorno limitado y concreto en la cotidianidad circunscrita marcada de vallas,
cercos y fronteras, teniendo que irnos a comer a casa entre muros— entendiendo
primero. Y donde quiero llegar con
todo esto:
Pues es muy sencillo (Ni siquiera: Nada surge
de Nada); entonces: y por muy elevadas
que parezcan “nuestras abstracciones” luego de alguna manera representadas, y en
apariencia más allá de la realidad de alguna cosa, son→ desde luego y surgiendo
precisamente de alguna cosa (de un pensamiento, voz, experiencia o imagen
reflejada) de una persona antes consciente del medio que la concibe de alguna
cosa concreta, y después: son otras personas que de lo mismo (sin experiencia de
lo mismo) hablando de ellas y sin conocerlas de su propia experiencia nos las
explican…
Esa aproximación al
pensamiento de uno y de alguna cosa… y después extraviado de la ciencia y el
progreso moderno, que ignora explorar los propios orígenes de sus ideas antes y
de (alguna cosa pues→ transformada luego en algo y nada generalmente aceptado) nos
lleva a tener que cuestionarnos (o cuestióname) la viabilidad—incluso la
coherencia—de una sociedad que valida de forma manifiesta aquellas cuestiones
absurdas y a las personas que las piensan / personas que andan pensando en nada
y de nada explicandonos después diciendo de “algo” y que parecen luego saber de todo más rozando
lo cómico al pretender “definir lo indefinible” y afirmar haberlo hecho, de una
presentación abstracta desde los propios marcos de referencia y que son por
naturaleza y de todas nuestras experiencias circunscritos y limitados de un
medio que condiciona y nos condicionan de todas las formas de expresión y
pensamiento, siendo todos estos pensamientos y sus formas expresadas de todos nosotros,
y de alguna manera la expresión manifiesta y limitada contenida de una forma del
mismo medio ( del que somos nosotros→ contenido).
Del Porque descarto dar sentido de alguna cosa a la
palabra infinito, y de manera formal (como eso→ que refiere
“algo” y aceptado por todos de un significante lo mismo de una sociedad, que
naturalmente lo expresa hablando y explicandonos luego de nada, y de “algo” pretendiendo
que de alguna manera sea real / lo mencionamos, por el supuesto, que daremos a entender de nosotros mismos→ de eso que
es mejor llamar lo- indefinible (por indeterminado de una forma) en relación a aquello
mismo antes de una observación (de otra persona y de una palabra y nombre de
alguna cosa antes→ ápeiron) que refiere
de aquello que no-es→ definible de ninguna forma (concreta) lo que se refiere
de alguna cosa que desconocemos por completo de una forma a la conciencia; y, por
tanto, igualmente, desconocemos de alguna forma sus límites del medio, pero,
que podemos entender, de alguna forma no lo mismo: el fuego, por ejemplo), que siendo
ilimitado en sus formas propias y de múltiples maneras expresadas en La llama / es→ eso ( la llama) lo que de
alguna manera en el instante, y de una forma y materia es, y del reflejo entendemos
una imagen) concreta del instante presente de uno, que la observa (y de lo que
podemos hablar después con propiedad y en conciencia de aquello ( el fuego), y
(lo mismo de otra forma es La Nube del Aire en el Cielo → una cosa manifiesta
de una forma (en aire indefinible de una forma y una cosa, que de nuestra
propia experiencia es→ de una manera la manifestación en una forma no definida,
que no-es de una forma concreta, pero que podemos entender del cielo (de la
atmosfera (en La nube del cielo) lo mismo y concreto de alguna forma, no de la
misma manera ni de la misma forma igual y manifiesta que→ la llama es la manifestación
concreta del fuego, de un medio concreto y común a todos.
Del
infinito, etimológicamente hablando: "infinito" es del latín "infinitus", que Se compone de los elementos ("in"→
prefijo negativo que indica ausencia) y ("finitus" finitus→
finalizado). In: Es un prefijo negativo
que indica ausencia o negación (esto es cuando hablamos de lo que no-es→ una cosa “o de una cosa ”Sin (Ser→ finalizado) y no de una forma sus partes [ἄπειρον ←infinidad (griego clásico)] o [अनंत ←infinidad (Ananta)] o [Heḥ (también conocido como o Jehu (personificación
egipcia de un espacio eterno, que personifica→ lo eterno Pero entendamos
esto→ y en el sentido eterno de las
cosas (el agua representa aquello eterno el infinidad (que entendemos de las moléculas
nosotros y antes de una infinidad de gotas→ lo eterno) que ha sido y serán (siempre→
que existan, y necesariamente exista una
conciencia que las reconozca de esa manera (como reconocemos nosotros del agua
(e infinidad de gotas O moléculas → en los mares← e infinidad, de lo mismo y moléculas
y gotas de agua en el aire→ de los cielos). Y en este sentido, y no en otro podemos
reflejarnos de aquello antes y de la noción (de agua→ (que es una cosa, de alguna
manera manifestándose en las nubes, que en su esencia de otra manera no igual
(es el fuego manifiesto en la llama) y de alguna forma (sin ser→ de una forma definida
y concreta en los mares y cielos → de infinidad de gotas.
Del
infinito como abstracción
se concibe “algo” que entendemos solo de la idea abstracta (o abstracción por
medio de unos números después y de un símbolo, que: no-es de una forma del
medio y real (ni o manifiesta de alguna cosa), ni son los números que refieran…
y→ de ninguna cosa pues, ni tampoco noción (o cantidad de alguna cosa) que
podamos entender (después considerando del medio en sus límites (y de alguna
manera de una forma→ lo indefinible manifiesto de alguna manera y podamos entendernos partiendo de ello, y al menos dos personas
puedan ser hablando de la misma experiencia y de alguna cosa (en conciencia) y concreta,
que de uno el otro pueda concebir de lo mismo en relación a aquello de lo que
hablan que–es→ de su reflejo y conciencia de antes y en la memoria (de alguna
cosa siempre al menos y hablando de una cosa y concreta de su experiencia).
Luego
y lo que (se) pretende del infinito desde la atracción y de una idea, o lo pretende alguno es, que pueda de ser
(después y alguna cosa de un discurso o de un texto…) cuando no-es, ni puede
ser ninguna cosa, sino “algo” de la idea que no refiere cosa o refiere→ nada
concreto (pues no-es de alguna cosa, y por tanto no puede ser entendido de
ninguna manera de ninguna forma de ninguna cosa y solo de la, que no podemos
entender (del medio) el uno del otro de ninguna cosa luego hablando de “algo”
como “el infinito” y “algo” en la abstracción de uno, que después me lo tiene
además que explicar, pretendiendo que asiente a una comprensión propia (de
aquello teórico y pensamiento de otro y, no propio, extraviado no de una forma
concreta (que tampoco es en conciencia propia de alguna cosa) ni semejante a
alguna cosa y real que sea→ de alguna manera aquello de lo que de alguna cosa o
al menos y de una cosa podamos concebir lo mismo en general, de otra cosa y
concreta que reconocemos propia y que podamos entender dos persona hablando de
lo mismo / lo que, por tanto, no puede ser lo mismo del otro y definido a nadie después “algo” que no es de
ninguna manera alguna cosa (que se entienda de una cosa), ni tampoco por tanto
de un texto ni de un contexto donde
refiérase de alguna cosa o cosas reales hablando o tratando de alguna forma y de
un nombre→ una cosa real (en lugar y tiempo) concreta.
Del Infinito: atribuido erróneamente en su origen a Anaximandro de Mileto, este introdujo lo→ indefinible al pensamiento común y ―no dijo nada de infinito: que es→ de otra palabra― no lo que se refiere antes→ aquello que-es del Ápeiron (del griego ἄπειρον, ápeiron, formado por la (a) privativa y el término πέρας, o límite: ausencia / Lo sin límite→ Indefinible (ápeiron
1. Según las fuentes de Teofrasto (Simplicio, Fís. 24, 13-25;
Hipólito, Ref. I, 6, 2; y Ps. Plutarco, Strom. 2) y los testimonios de Aecio
(I, 3, 3) y D. Laercio (II, 1) el ápeiron es el contenido del a1rch'. Ahora
bien, concebido como contenido del arjé, se está definiendo positivamente al
ápeiron ( de una cosa y un nombre). Y, sin embargo, la idea de ápeiron es una
idea crítica-negativa, que no puede ser definida positivamente. Esta negación
está contenida ya en su significado etimológico. El término ápeiron está
compuesto de la partícula privativa a1 y del término péraV (límite, borde). Etimológicamente
ápeiron significa Lo sin límites.
Luego Anaximandro, llamó arkhé-o (ἀρχή) a→ lo de uή (i-del
pensamiento (en el medio) siendo el primero, en dar- el nombre de « arkhé (ἀρχή)
a lo que-es de otra la palabra del Ápeiron (ἄπειρον) eso lo de uno y de su de pensamiento
moviéndose (ἄ - πειρον ←sin-experiencia) de alguna cosa de nadie antes de él (aquello
mismo indefinido y del medio que no-es→ una cosa “o de una cosa ”Sin (Ser→ finalizado) y no
de una forma [ἄπειρον ←infinidad (griego clásico)] o [अनंत ←infinidad (Ananta)] y lo que es de Ser
de otro antes abajo: Anaximandro) y de lo mismo que después-es inicio de su
“teoría”, y da pie→ a Ser abajo) antes y del pensamiento primero (a
otros) moviéndose de lo mismo desde el principio ( y de Anaximandro lo mismo y
principio de la naturaleza o arkhé (ἀρχή), desde entender de un espacio el (ápeiron,
ἄπειρον) y así poder pensar antes lo ilimitado de ese espacio ( que es alguna cosa y proponiendo de lo mismo a otros
(que puedan ser en la misma experiencia y de uή
el otro y así entender-lo) de indefinido y eterno, de eso que-es (a su parecer)
origen y sustancia primordial→ indefinida de todas las cosas que son en él en
su evolución…
Luego de Simplicio: (Anaximandro
llamó a la arkhé o "arjé" (ἀρχή en griego) y elemento de las cosas
existentes «lo ilimitado», siendo el primero en atribuir este nombre a la
arkhé. Dice que no es ni agua ni ninguno de los así llamados elementos, sino
una sustancia diferente que es ilimitada, de la cual nacen todos los cielos y
los mundos que hay en ellos. Las cosas perecen en aquellas de las que han
recibido su ser, como es debido; pues mutuamente se dan justa retribución por
su injusticia según el decreto [o quizás «ordenamiento»] del tiempo -así se
expresa él en términos un tanto poéticos.
Es claro que cuando él
observó cómo los cuatro elementos se cambian los unos en los otros, no creyó
que fuese razonable pensar que uno de ellos subyace en los restantes, sino que
postuló algo aparte. Además, él no explica la génesis mediante una alteración
cualitativa del elemento, sino mediante una separación de los contrarios,
originada por el movimiento eterno». ―Simplicio, Física,
24,13, DK, A9 y B I) / es decir→ Simplicio refiere aquello de Anaximandro, lo que entiende de sí lo mismo y de
una sustancia primordial→ indefinida… hablando de una forma y de alguna cosa que
no-es a la conciencia (del otro (ἄ - πειρον) ←aquello, sin experiencia, o de
nadie haber sido de lo mismo, en conciencia, antes de él),
En el libro de física de
Aristóteles, la palabra
griega utilizada es "ápeiron" (ἄπειρον). Palabra que significa "lo
que significa en griego" y refiere de alguna cosa del medio que no tiene
unos límites observables / luego indefinible. Aristóteles analiza después la
idea de ápeiron" (ἄπειρον) en su libro III de la Física, donde distingue
entre ápeiron" (ἄπειρον) por adición y división→ que implica comprender
cómo la idea de “lo indefinible” se puede manifestar no de una forma, en la
manera propia de uno, en sumas interminables y divisiones que nunca terminan; y
entre ápeiron en acto→ siendo uή-o
(i-del pensamiento (ἀ-bajo del medio) de la observación de alguna cosa) y en potencia→
otro de lo mismo ”Sin (Ser→ de alguna cosa). Luego añade→ puesto que la "physikḗ"
(Φυσική) de la naturaleza estudia las dimensiones, el movimiento y el tiempo, y
cada uno de éstos es por necesidad de un (ἄπειρον) o finito", convendrá
que quien se ocupe de la "Physis" (Φύσις), que se traduce como
"naturaleza" investigue si “lo que no tiene unos límites observables”
y si… es o no es; y, si es, qué es.
Un signo de que la
investigación sobre el Ápeiron (ἄπειρον)
pertenece a la Physis" (Φύσις) 1 está en el hecho de que todos aquellos
que parecen haberse ocupado dignamente de esta parte de la Physis" (Φύσις (que
significa "naturaleza" o "estudio de la naturaleza") han
hablado sobre el Ápeiron (ἄπειρον) y todos lo han entendido como un principio de
las cosas. (1-En
el libro de física de Aristóteles, la filosofía se define con la palabra griega
"physis" o "estudio de la naturaleza".
Aristóteles usaba esta palabra para referirse a la investigación de los
fenómenos naturales, incluyendo sus causas y principios. Y encontramos del el
título griego antiguo, τὰ φυσικά, de su libro de física significa "los
[escritos] sobre la naturaleza" o "filosofía natural")
Podemos considerar que aquello “lo que no
tiene unos límites observables” (indefinido) e indefinible (y que se muestra de
una infinidad (no inabarcable) no algo accidental de la naturaleza, sino alguna
cosa natural que está en las cosas sensibles que luego alguna cosa son→ lo que
para los pitagóricos, que refieren lo que está fuera del cielo, no puede ser lo
mismo… / Pues no hay nada fuera del cielo / ni tampoco las Ideas son, es decir→
no pueden ser de (más allá del cielo / o de lo que es, y manifiestas de alguna
cosa, ya que éstas ideas no están o son en ningún lugar; y, en cuanto al ápeiron,
afirma platón, que está tanto en las cosas sensibles como en las Ideas y, esto
es→ (pues que habiendo sido→ de la experiencia primero Anaximandro, luego son
otros después (de lo mismo) no de la misma manera y…. (De su idea).
Luego de la idea del ápeiron, este no se concibe como un concepto
(moderno) en todo su rigor, sino como aquello por lo que, a partir de algo
concreto, se le da un nombre a lo indefinido; es decir, no se trata de un
concepto abstracto o de una entidad metafísica definida, sino de una designación
que intenta abarcar la cualidad de ser→ sin límites ni determinaciones
precisas, haciendo alusión a una realidad primordial que, en su inagotable
indeterminación, resulta la base de lo específico.
Aristóteles, al enfrentarse a la idea (de ápeiron) la rechaza entendida de este modo (como idea). No rechaza la idea (en sí) en su totalidad, sino que critica la separación de las ideas de la materia, como propone Platón. Aristóteles considera que las ideas son de las cosas mismas, no separadas de las cosas, y que el conocimiento comienza con la experiencia sensible, no con la contemplación de un mundo de ideas separadas. Luego para él un concepto auténtico debe poseer claridad, una forma concreta y una operatividad que permita categorizar y analizar la realidad de manera sistemática o general, lo que implica que la mera posibilidad de asignar un nombre a esa indeterminación no alcanza para constituir un verdadero concepto; en la crítica aristotélica, el ápeiron queda reducido a la condición de una mera posibilidad teórica en el plano de la idea, ya que no ofrece las características formales que se requieren para sustentar una explicación científica o filosófica robusta sobre el origen y la organización del cosmos. Así, lo que en Anaximandro funciona como una herramienta poética para englobar el misterio de lo infinito y lo indeterminado, para Aristóteles se torna insuficiente y casi vacuo, puesto que la designación del ápeiron, al carecer de límites observables y de una estructura conceptual definida, se convierte en un mero epifenómeno lingüístico que no puede servir de base sólida para la explicación de los fenómenos naturales; de esta manera, Aristóteles no reconoce en el ápeiron una entidad real sino solo la posibilidad teórica de una idea, al remarcar que todo concepto legítimo debe estar cimentado en la experiencia y en criterios de concreción que hagan posible su aplicación a la realidad sensible. Este rechazo no busca entonces negar la importancia de lo indefinido como potencial generador de lo específico, sino más bien señalar que la mera invención de un nombre, por sí sola, sin acompañarse del rigor que exige una fundamentación conceptual, resulta insuficiente para dilucidar el entramado complejo de las causas y los principios del ser; en definitiva, lo que se reconoce en Anaximandro es una forma de señalar lo inabarcable, un recordatorio del carácter ilimitado de la realidad, pero que, al no constituir un verdadero concepto, es desestimado por Aristóteles en su empeño por construir un entramado conceptual basado en la sustancia, la forma y la finalidad, donde cada término tiene su lugar y una definición operativa que permita penetrar en el conocimiento sistemático de la naturaleza, lo cual evidencia la distinción fundamental entre la mera evocación poética de lo ilimitado y la necesidad, en la filosofía, de conceptos precisos y operativos que faciliten una comprensión ordenada y coherente del universo.
Para Platón hay dos ἄπειρον… uno
Grande y de alguna manera perceptible y lo infra o por debajo. Luego Todos los
que estudian la naturaleza ponen como sujeto del ἄπειρον una naturaleza (de
alguna cosa) que es distinta de los llamados «elementos», como el agua o el
aire o alguna cosa del medio. Pero ninguno de los que ponen un número finito de
elementos piensa que éstos (como el agua o el aire o algo del medio mismo) sean
indefinibles / esto es→ lo indefinible como constituyente de las cosas que son
a la conciencia de una forma). Luego (Anaxágoras (postula que el universo está compuesto por
una cantidad incontable de partículas llamadas "homeómeros" y (Demócrito
y su maestro postulan de la existencia de átomos, partículas indivisibles y
fundamentales. Ambos afirman que ápeiron
(ἄπειρον) es un continuo de aquello por contacto continuo (partículas, que aunque incontables, no están
separadas por espacios vacíos y se encuentran en contacto continuo, formando un
todo indivisible.
Más allá de Anaxágoras o
Demócrito, está claro que
de la investigación sobre el ápeiron y que concierne a los físicos naturales: todos
tienen buenas razones para proponer este ( ápeiron) como "principio" o
como base fundamental de alguna cosa, al observar de lo manifiesto del medio que nada puede
existir de nada y en vano (entendiendo de la relación entre todas las cosas: un
todo) que puede tener otro sentido primero que no sea desde “aquello
indefinible” principio ( y base fundamental) de todo lo que es de alguna manera
alguna cosa; pues toda cosa o es o principio o proviene i es, consecuencia de
un principio y, sin embargo del ápeiron no hay principio obvio, o que se manifieste
de alguna manera de un límite (entendiendo alguna forma más allá) Luego en
cuanto a principio es, lo que parece que no tiene principio, y es ( de alguna
manera principio de las otras cosas que son, y a todas las abarca y gobierna (como afirman cuantos no admiten otras causas
además. Y de la creencia del ápeiron (y aceptar ―uno― algo que no es a su
conciencia como verdadero y sin necesidad de verlo o comprobarlo directamente,
después puede y está relacionado con ideas, y dar sentido propio a lo que no
podemos ni hemos verificado con certeza absoluta de la propia observación) lo que
proviene entonces y principalmente de un conocimiento no limitado, sino impropio,
y de otro debido a no moverse uno del otro y de lo mismo a observar de lo
ilimitado lo finito (y de un horizonte dado a los sentidos) lo mismo no
definible y finito a la conciencia de alguna manera en una forma, que encuentra
su límite de la propia conciencia en lo que no es de una forma a esta que pueda
reconocer. Luego de esto es suponer… Y
más allá de lo que es - es suponer de lo
que no-es a los sentidos y de nada algo, que hace que la dificultad sea despues
común a todos, acerca de lo mismo: porque al no encontrar nunca término en
nuestro pensamiento, se piensa de más e incluso puede pensarse indefinidamente,
que no sólo el número es sin fin, sino también las dimensiones de algo, como en
matemáticas a veces y de (lo que no es de ninguna manera de una forma), y de lo que está fuera del cielo (y este sería el argumento de (algunos) de que siempre es
posible concebir un plus y las existencia de algo más (tanto en números como
figuras y en el tamaño del orden de las cosas; y por tanto también, que lo que
está fuera del cielo (o Kosmos) según hipótesis pitagóricas),
Pero ¿por qué habría algo en
ninguna parte más bien y en lugar de que en lo indefinido todavía, pueda
existir otra cosa o más cosas de lo mismo? Es decir, por qué
no puede existir→ de lo evidente y más de lo mismo, que no sería lo mismo igual
de la misma manera e indefinido. Luego no de lo mismo de la misma manera es postular
que hay más Kosmos (hipótesis atomista) al ser de la potencia de alguna cosa de
lo que es y está del cielo (cuando se piensa, y razonablemente, que puede
existir también un cuerpo indefinido de número indefinido de mundos y formas reales
más allá de lo perceptible a los sentidos; y en física de partículas hoy encontramos porque alguna cosa más puede
existir en alguna parte del vacío en fluctuación más bien que ninguna parte, y se debe a los fenómenos cuánticos, que hacen
que las partículas que son y no son aparezcan y desaparezcan constantemente, y
lo mismo es, de alguna manera en la presencia de campos gravitacionales o
electromagnéticos, luego incluso en el aparente vacío a los sentido, las
partículas son i es la radiación, que puede o no y ser o no ser interactuando o
de intercambio con otros objetos. De ahí el pensamiento, de antes, de que
si hay masa al alguna parte (Ónkos→
sinónimo de átomo LIII, 25, 40 Aristóteles física) tiene que haberla en todas
partes. Y lo mismo acontece del pensamiento de un vacío y lugar indefinido (esto
es→ que si existe un espacio ausente de una forma obvia que lo defina o
indefinido, tendrá que haber también un cuerpo o forma indefinida, porque en
las cosas eternas no hay ninguna diferencia entre poder ser y ser lo mismo
moviéndonos del (Argumento atribuido a Arquitas: de que si más allá del
Universo hay un vacío no definido, éste tendría la posibilidad de contener un
cuerpo indefinido (ausente a la conciencia) y como de lo que siempre es no hay
diferencia entre posibilidad y realidad, este tendrá que existir, siendo de
alguna manera un cuerpo no definido de alguna forma, ausente a la conciencia. Pero
de la teoría después (y de una idea) solo plantea dificultades; porque si
suponemos y suponemos que existe como que no existe se siguen muchas
consecuencias imposibles. Además, si existe, ¿de qué modo existe? Ahora, el
principal problema que ha de examinar un físico es si puede ser y existir (entendiéndolo
desde alguna cosa) o de una noción de alguna cosa que sea indefinida y exista.
Así pues, tenemos que determinar, ante todo, y de los distintos sentidos el
término «ápeiron» (y una vez más, de acuerdo con el método dialéctico se
distinguen significados del término en cuestión. si bien, entendamos, que no se trata
de determinar desde una definición moderna de “concepto” (como una abstracción
mental separada), pues el “λόγος” actúa de la palabra formal y funcionalmente
(como verdad de uno, acerca de alguna cosa real que existe de su propia
conciencia en su experiencia): y es, por tanto, el vehículo de la explicación
de alguna cosa en experiencia concreta de esta, y medio por el cual se expresa o
manifiesta o se hace evidente de una verdad manifiesta de uno la cualidad,
característica o esencia que define alguna cosa que ha sido (y verdad por tanto
propia: su explicación de alguna cosa (que no es opinión) Y, por tanto, el
logos es vehículo que traduce una idea, una propiedad o una esencia (que pueden
ser indeterminados) y de alguna cosa
perceptible o no. Por ejemplo, si pensamos lo que es un objeto, este se
expresa a través de las propiedades observables del objeto mismo, y en ese
sentido, se pueden interpretar sus funciones como las de un “concepto” en el
entramado explicativo aristotélico; luego dicho entramado explicativo
solo se entienden en la idea de que para entender alguna cosa hay que
considerar cuatro causas: la causa material (de qué está hecho), la causa
formal (la forma o esencia), la causa eficiente (cómo surge) y la causa final
(su propósito y sentido). Además, Aristóteles distingue entre potencialidad y
actualidad.., y explicar cómo… lo posible se convierte en real, ofreciendo una
visión holística de la realidad.
Potencialidad (δύναμις,
"dýnamis") es la
capacidad que algo tiene de ser luego siendo otra cosa, es decir, ser es de la
posibilidad (de cambio) que aún no se ha manifestado de no moverse (a su
actualidad) y tampoco por tanto, del verbo "ser" (es→ no moverse y ser
de (lo) impersonal (indefinido de uno), no
ligado a tiempo específico ni determinado (de un sujeto), que no-es de un
nombre ni significa→ de ninguna cosa señalando-la, sino que se expresa de una
posibilidad de existencia la manifiesta de la realidad sin ataduras temporales
ni concretas. Luego (es→ una forma "Symploké"
desde la interacción y el conflicto que
existe de los propios elementos diversos para formar una totalidad (de ente
particular), que no-se expresa y se expresa en la existencia de ―uno puntual del
instante de alguna cosa / de otra no concreta o indefinida de uno→ que no está restringida a una entidad específica
o forma (y en general) de una cosa no concreta. Después Actualidad (ἐντελέχεια, "entelecheia") es el estado en
el que el ser, deja de ser reflejo de algo o cualquier cosa y se establece de una
cosa, alcanzando plenamente la forma de
esa cosa y propósito, es decir, cuando ha pasado de ser una posibilidad luego siendo
de algo concreto y de un nombre en lugar y tiempo concreto de uno que ha dado una
forma a lo mismo no de la misma manera siendo en lugar y de un tiempo concreto)
y de la potencialidad actualizado en alguna cosa Luego… es
imposible que lo (indefinido) y ser → sea manifiesto (de una forma)
Aunque quizás se pueda que plantear esto de una investigación en
términos más generales, a saber, de lo no concreto o de nada si el indefinido
es posible en las entidades matemáticas Pero, entiéndase, lo que no puede ser,
cuando aquí estamos examinando cosas sensibles sobre las que recae nuestro
estudio, y entonces de otra forma solo podemos preguntamos, si hay o puede
haber de una idea de alguna cosa sin fin en tamaño y posible, de una extensión
sin límite. Luego en su obra de Física y Acerca del Cielo, Aristóteles
argumenta que en el mundo natural todo cuerpo tiene una magnitud finita y
determinada, y que lo físico debe poder existir dentro de un espacio definido y
ser mensurable (y lo mismo deberíamos entender de la parte del todo, luego de la
noción de alguna cosa y observable, que no es una cosa de una forma concreta mensurable
en su conjunto dado a los sentidos pero es desde esa noción lo que parece ser
de alguna cosa y es de algunas y diversas cosas (de muchas formas que son y no
son en su totalidad contables a la misma vez). Pues un cuerpo que fuese indefinidamente
grande por aumento, significa que podría seguir creciendo sin restricciones,
lo cual Aristóteles rechaza defendiendo la estructura ordenada del cosmos. Para
él, el indefinido absoluto (y de nada en absoluto hablando) en el ámbito físico
no tiene cabida, porque todo lo que existe tiene una forma de un límite es. Por
eso distingue entre lo potencialmente indefinido, de aquello que puede
continuar aumentando indefinidamente (como los números en matemáticas) pero que niega en el mundo
físico, y lo realmente indefinido (que-es de la noción desde alguna cosa, donde
existen otras cosas y referencias que conocemos (y de lo que nos reconocemos
del reflejo en los colores de la luz) siendo de la experiencia de lo mismo
que-es y no-es después dada a sentidos ordinarios de una forma).
Luego esta distinción entre lo potencialmente indefinido y lo realmente
indefinido permite evitar contradicciones al distinguir de dos maneras poder
ser de una y física natural manteniendo la idea dentro de un Kosmos (u orden de
unas formas) sin aceptar cuerpos supuestos de un tamaño sin fin. Porque si la
definición de cuerpo es «lo que está de una superficie en una forma de unos límites»
nosotros lo reconocemos igual en la forma un espacio que no-es de una forma perceptible
lo que-es del lado o del límite de las formas bariónica o cuerpos observables que
son manifiestas de él / es decir→ somos (conscientes) de lo es→ no
de una forma definida que puede ser reconocida moviéndose uno de una forma definida
que-es y se proyectada de la luz en lo indefinible a los sentidos… Pues una forma puede no-ser y no verse o no percibirse
y ser a la vez (al observador), de una parte y separado del total entendido desde
una noción y al pensamiento… de alguna cosa que es, en apariencia, ninguna cosa
concreta, pero que podemos comprender (de alguna manera y de alguna cosa concreta del medio i-del
horizonte común (siendo alguna cosa de una forma) de la misma forma que
no-es (de ninguna forma pero es (y del texto lo mismo→ de uno mismo lo que-es (aquello que llamamos indefinible, pues no
está definido de unos contornos o de una forma perceptible a los sentidos) en
toda su magnitud presente a la conciencia que lo observa i por tanto es ( lo
que no-es→ de una forma observable (la totalidad del espacio y los cuerpos que
éste contiene y observamos no en su
totalidad de lo que podemos hablar ( de una cosa que de alguna manera conocemos
y no conocemos por completo)… lo que tiempo después (es→ materia de otros y
preocupación en forma de ser→ de la abstracción (del significante del nombre
que define del significado (ausencia de aquello (ausente de un forma) que
puede ser después de la idea de otro y conceptualizado y solo pensamiento (lo de otro antes de una observación→ “aquello” que es
i no-es de un total o cuerpo completo concreto de una forma / pero puede
ser→ luego de alguna manera (materia de abstracción / y del juicio de otros
(que la conciben→ de manera imaginal) …de la forma (que no-es
del medio-ahí / de alguna cosa/ es decir→ concebido de la forma de nada concreto, ni tampoco propio..
pues
Anaximandro es primero que abordar la realidad desde una
perspectiva o idea de alguna cosa, alejándose de explicaciones basadas en
elementos físicos concretos y determinante. Su concepto central, el ápeiron
(ἄπειρον), se refiere a lo indeterminado, infinito o ilimitado, lo que implica
de una noción de existencia ( de una forma que no-es) restringida de una forma
específica.
A diferencia de otros filósofos milesios como Tales, que
postulaban un principio material concreto. Tales es El primer fisco en abordar el concepto de
espacio y forma desde una perspectiva racional y se le considera el iniciador
de la física occidental porque intentó explicar el universo sin recurrir a
mitos, proponiendo que el agua era el principio fundamental de todas las cosas.
Aunque su enfoque no era estrictamente sobre el espacio como idea de alguna
cosa indefinible), sí introdujo la idea de que el mundo tenía una estructura
racional y podía ser comprendido mediante principios naturales. Más adelante, Anaximandro,
su discípulo, desarrolló la noción del ápeiron, un principio indefinido e
ilimitado que podría interpretarse como una primera aproximación a la idea de
un espacio sin forma fija. Su pensamiento marcó una evolución hacia una visión
más abstracta de la realidad. Anaximandro propuso que el origen de todas las
cosas no podía ser un elemento definido, sino algo más fundamental y sin
límites. En este sentido, Anaximandro se aleja de la idea de un espacio de
formas fijas sugiriendo que (el Kosmos o totalidad ordenada y perceptible)
surge de una realidad (o forma indefinible o indeterminada) que da lugar a la
diversidad de formas que conocemos.
Después de Anaximandro, Mileto, Jonia; c. 610 a. C.-c. 546 a.
C.) Varios filósofos abordaron conceptos similares al ápeiron de la noción de
un principio indefinido o infinito.
Anaxímenes de Mileto: c. 588-524 a.C., su discípulo, propuso
que el aire era el principio fundamental de todas las cosas, aunque su visión
era más concreta que la de Anaximandro.
Demócrito de Abdera (c. 460-370 a.C.) es conocido por su
teoría atomista, que sostiene que el universo está compuesto por átomos
indivisibles. En su concepción del espacio, el vacío es fundamental porque
permite el movimiento de los átomos, lo que da lugar a la diversidad de formas
y estructuras en el mundo. A diferencia de Parménides, que negaba el vacío y el
cambio, Demócrito defendía que el movimiento y la transformación son reales y
posibles gracias a la existencia del vacío. Su visión materialista del cosmos
influyó en la ciencia y la filosofía posteriores, sentando las bases para el
desarrollo de la física y la teoría atómica.
Heráclito de Éfeso: c. 540-475 a.C. introdujo la idea del
cambio constante (panta rhei, "todo fluye"), lo que implica una
realidad en transformación sin formas fijas.
Parménides de Elea nació entre 530 a.C. y 515 a ocupa su lugar fundamental en la historia del
pensamiento especialmente en la tradición occidental de la filosofía actual. Su
pensamiento representa una ruptura con la visión de la naturaleza o físicos
naturales, como Anaximandro y Anaxímenes, quien entendía Kosmos en términos
de cambio y transformación.
En su obra Sobre la naturaleza, Parménides (desde que no está en
contacto con los milesios o jonios y físicos naturales, ni es de la misma experiencia
propia del medio y de aquellos de una escuela o tradición ni de una razón
manifiesta acerca del porqué de su pensamiento)
Escuela de Mileto:
·
Tales de
Mileto es considerado el
iniciador del pensamiento racional en Grecia.
·
Se le asocia
tradicionalmente con Anaximandro, quien sería su discípulo o
sucesor y, a su vez, desarrolló el concepto del ápeiron.
·
Luego, Anaxímenes
es visto como el continuador de esta línea, enfocándose en el aire como
principio esencial.
Tradición Atomista:
·
Leucipo es considerado el iniciador de la teoría atomista,
aunque la información sobre él es escasa y en ocasiones le es difícil
establecer relaciones formales de maestro y discípulo.
·
Demócrito es quien desarrolla esta doctrina de forma más
sistemática y, en muchos relatos, se le asocia a Leucipo como el continuador o
perfeccionador del atomismo.
Parménides introduce la
idea de que el ser que-es único, eterno e inmutable, rechazando (la noción
de alguna cosa de ese espacio indefinido (que no observa, ni toma en
consideración para su pensamiento, de la naturaleza) y que, sin embargo→ nos
permite a todos entender, de esta observación misma de otra manera y natural
la multiplicidad de cuerpos (igual que el cambio de observación de distintas
parte o forma de los mismo de lo mismo (en los cuerpos móviles del espacio indefinido
de una forma) y Sencillamente Parménides
(es→ una forma que existe y de los propios elementos diversos pues para formar
una totalidad (de ente particular o ser ), que no-se expresa y se expresa en la
existencia de ―uno en el instante de y alguna manera alguna cosa ( lo mismo
desde un texto) /de lo no concreto o indefinida de uno mismo y no de una forma es→ el ser… que no es restringida a una entidad
específica o forma (y en general siendo de alguna manera ) lo mismo indefinible
e inmutable no concretó. Y de lo que nos debemos mover para entender-lo de ser
Sin embargo, en la idea de Parménides el movimiento y la
transformación o cambio (por ejemplo de los planetas) son ilusiones, ya que el
ser es inmutable (consideraremos esto en esencia) si, y entonces no puede dejar
de ser (lo que es o son los cuerpo físicos en esencia). Esta postura lo coloca
en oposición en la manera de ser (del cambio) pero es en esencia de lo mismo
inmutable e indefinido, de otra forma expuesto y alguna una cosa que ni-es lo mismo
y es lo mismo de otra manera aquello postulado por los que defienden el, cambio
constante
Luego influencia es enorme (esto será de una discusión de este
texto al final) ya que su visión del ser o lo que es→ propuesta de alguna cosa lo
absoluto y sin cambio impactó profundamente en Platón y Aristóteles quienes
intentaron reconciliar su pensamiento con la realidad del mundo sensible (no de
la misma manera que la filosofía occidental mucho después y como la conocemos, pues
habla de un ser (el ser y de una cosa pues pero indefinible) de la forma en la
apariencia, lo imperecedero inmutable y divinidad por tanto) de esta manera Parménides
marca el inicio de la metafísica (y de esto la necesidad de entender aquello
que no conocen de si mismo ni han experimentado jamás) es decir de lo que es más
allá de la física y la observación y solo del pensamiento de algunas personas (
la filosofía )como nuevas disciplina lo filosófico que establece una base para
la reflexión sobre la existencia y la realidad, sin ser (que no es de uno mismo
moviéndose de esta realidad)
Platón: c. 428-347 a.C., con su teoría de las Ideas, planteó que
las formas perfectas existen (entendemos que de alguna manera) en un mundo “perceptible”
/y pueden ser) a la vez que el mundo sensible no las muestra como tales en su
forma real y es solo un reflejo imperfecto lo que vemos (como reflejo de la
luz que-es lo que obstruye y a la vez posibilita a la conciencia (el
entendimiento) de alguna forma que la refleja).
Aristóteles: c. 384-322 a.C. criticó la idea de lo indefinido
absoluto (desde la idea), pero desarrolló de la noción la potencia y el acto,
que también trata la transformación de lo indeterminado en algo definido.
Luego este entendimiento básico y necesidad real i propia (lo
mismo de todos) es luego de reconocer, que las cuestiones o preguntas y respuestas
después tan apremiantes son, como apremiante es (saber de entender que lo que
sabemos moviéndonos de nosotros mismos es saber de conocer y en concreto de las
cosas, luego propias, que pueden ser incluso la mismas cosas de otros antes,
pero que no conocen (de la misma manera de nosotros los otros / que luego nos
las explican). Como por ejemplo cuando escuchando a algunos opinar de algo y
hablando de nada concreto y propio: observábamos la ausencia primera del que-es
antes que él y-es de alguna cosa, y luego de la ausencia del sentido común que
no-es cuando es imposible que aquello pretendidamente ausente que-es tratado -de
alguna forma indefinido→ se estudie o
nombre de ninguna cosa real en la forma de nada en absoluto→ “el infinito”) que
traducido (de otros Ápeiron) luego no es lo mismo y de otra palabra y de un
nombre “el infinito→ y significante con
significado de alguna idea de "algo" (no de una cosa) "sin fin”,
y que no es concepto (en general) de ninguna cosa antes de la que y por tanto: no
podemos hablar de ello como de alguna cosa y reconocible de una forma en el
medio común.
El "nombre del
infinito" (en referencia al símbolo ∞) no es de alguna cosa en sí
mismo del medio común ( de las que dos personas se puedan reconocer en
conciencia de lo mismo) pues refiere a un símbolo matemático, que de esa forma (∞)
no-es a la imagen mental que nos refiere
una palabra que habla u señala de alguna cosa En el caso “del símbolo del
infinito”, el significante es la forma de la lemniscata, y el significado es→
la idea de "infinito", "de (algo) que comprendemos de una idea
de algo (que no existe de una forma real del medio y sin límite→ el infinito, que jamás es posible entender circunscrito y
en la explicación de alguna cosa concreta) pues del pensamiento o la idea de
algo es de uno y sin fin…. De algo que se nos refiere que en consecuencia es
después→ nada.
Mientras Ápeiron refiere (en su origen, y de uno el nombre de un
significado) que de su observación es→ aquello del medio común de una inmensidad
indefinible (a la razón) y por tanto le da un nombre diferente a todo después→ ἄπειρον)
cuyos sinónimos lo mismo (de un espacio y desierto) no se le pueden poner o entender
tampoco de unos límites dados (que no son del mismo significante), es decir, lo
que no se puede definirse de ninguna manera de una forma, pero concretándolo alguien
después (circunscrito o explicado de alguna manera) lo significado en la
palabra que no-es, un forma definida del medio y reconocible en su totalidad a primera
vista de los sentidos, pero que entendemos que es→ indefinible, como el desierto
y espacio de alguna cosa a partir de aquello mismo que podemos ver (de su
partes y propias formas de este) que observamos que-son-ahí del medio que es)
En la filosofía de Anaximandro, el Ápeiron (lo ilimitado o
indeterminado de una forma es- el elemento de donde surgen todas las formas que
podemos apreciar) y es el principio de todo, de donde surge a la vista un
"cosmos" ("orden") representado en la naturaleza y en
constante cambio, y es-cuando Anaximandro busca el principio fundamental que lo
explica y de alguna cosa que no-es necesita de un nombre para explicar-lo que
nos quiere decir de alguna manera de la forma indefinible (y que de otra manera
no podríamos entender).
Los presocráticos, interesados en la "physis" (o estudio
de la naturaleza), exploraron el origen y composición del cosmos, buscando el
"arjé" o principio primario y elemento de todas las formas del
cosmos. Y es el Ápeiron todo de alguna manera (de una misma esencia) en la
forma de un significado que entendemos solo desde la idea (y no de una forma total
reconocible del medio) lo que deseamos transmitir mediante el lenguaje y de un nombre que no refiere (en concreto de
una forma manifiesta en su totalidad y perceptible a los sentidos, lo que-es
después del nombre referido alguna cosa ahí (que observamos real mas no de una
forma concreta finita a los sentidos de sus contornos)→ innominado pues de antes
y difícilmente nombrable después un significante la forma que no es perceptible→ de esa sustancia universal que-es pero
no-es de una forma definible de unos contornos apreciables y manifiestos a los
sentidos, pero que percibimos de alguna manera i es lo que no-es ni agua,
ni tierra, ni aire, ni fuego, pero está (no de forma apreciable manifiesta de
su perímetro→ lo que da origen a todas las demás circunscritas dentro de ella (y se entiende) de "to Ápeiron" lo que
refiere de alguna cosa no definida naturalmente a los sentidos de su perímetro
y forma, luego indeterminado aquello que-es (pero→ entendible en la manera que
no-es de una forma de unos límites obvios i-es “lo indeterminado" de esa manera
(luego comprensible solo desde la infinidad de formas que son circunscritas de
ella, estas que observamos del medio y las que son más allá del horizonte, entendiendo
de otra manera aquellas mismas que antes son después de otra manera siendo no
igual de la misma forma, luego y de otra manera de lo mismo→ indefinido - que–es
del principio (o esencia) de todas en las cosas que son / de eso (que-es) en lo
mismo atributo como límite en las mismas cosas que son de él /y- son de después
de otra manera lo mismo),
Y de otra
manera de lo mismo no igual Aristóteles habla de “aquello” lo indefinido sólo como
Potencia” (esto es→ de la idea de aquello mismo y no lo mismo pues) Y lo que
entendemos nosotros de aquello (indefinido en la potencia y de alguna cosa
antes ápeiron luego (es→ aquello de una idea después) lo que no-es hablar ya de
alguna cosa y de un nombre (esto otro de la idea no de un nombre (Ápeiron que-es→
un nombre que refiere de alguna cosa indefinida una cosa que no es de una forma→
y de un nombre (indefinido del significado)… luego entonces, y entendamos bien esto→ se nos refiere de
alguna cosa de antes (y lo indefinido) ahora solo en la potencia (lo
indefinido) que no-es de la noción de alguna cosa después… y solo de una idea→
algo… “Lo indefinido pues y solo en potencia” (que no-es aquello (del nombre Ápeiron)
sino que estamos hablando de (alguna manera de algo (y solo en la potencia (no
en la potencia de ser→ como cuando estamos hablado de alguna cosa que
entendemos de la noción real de lo que es→ de alguna manera alguna cosa concreta
luego del nombre una cosa (lo que podamos entender de ese nombre indefinido.
Luego indefinido
solo y, por tanto, no lo mismo (que el ápeiron) y solo en la Potencia “algo” (de
una idea) “que de alguna cosa que no no-es” pues estamos solo hablando de lo
indefinido en la potencia (de algo) que no-es de ninguna cosa, alguna cosa ni
de un nombre que refiere alguna cosa) y, por tanto, hablamos de lo otro, y de
una idea solo e indefinido (lo que no puede después de una cosa ser) y en la
mente de uno solo en la potencia e “indefinido” que se entiende y solo (de esa
manera en La potencia sin posibilidad de ser→ solo en la potencia y (algo→ y hablar de
“algo” no-es hablar de alguna cosa después, que nos refiera de una cosa y de un
nombre lo concreto.
Entonces de “algo”→ “indefinido” estamos, no estamos de alguna cosa hablando (ni moviéndose
(de uno) mas allá del pensamiento de aquello (solo en lo indefinido “algo en la
potencia→ que nunca llega” (a-ser→ de alguna cosa) pues no puede (desde no-ser→
de alguna cosa moviéndose y solo algo pues→ siendo después de ninguna manera alguna
cosa (es decir no puede-ser→ solo y de la potencia (algo) después
siendo (ni puede por tanto antes de ser→ desde luego de una cosa después y real
del medio en el horizonte). Luego y de la potencia e indefinido “algo” lo mismo (no puede tampoco ser concepto de ninguna cosa en general) pero puede crecer indefinido del pensamiento y
prolongandose en ausencia de propios límites establecidos
“algo” / que de ninguna manera después
puede ser de alguna cosa concreta; es decir→ no siendo o siendo de nada concreto de una forma concreta
en ausencia de sus propios límites que lo concreta y- esto es→
El Infinito (manifiesto y de un nombre (que no es concepto de nada y refiere
nada concreto) pero que en muchos contextos filosóficos o científicos y cotidianos
se concibe luego hablado todos del→ infinito (y en concreto alguno postulando
de nada) no en el entendimiento y saber que estamos y hablamos de algo no concreto
que de alguna manera nos dirige a nada (y hablando de nada después son) creyendo
pero (no desde la propia experiencia de nada)sino a partir de otros que hablan de lo mismo de
antes, que no-es lo mismo después y un significante “de algo” (infinito) en la
certeza impropia de que “algo infinito” que nos explican de alguna manera es→
lo que no tiene naturaleza ni límites que definan la forma (infinita de nada) que
luego explican (y ahora se reirán (o deberían hacerlo de haber entendido→ y entender
que nada es, aquello antes y luego (algo indefinible solo del pensamiento) que
no puede entenderse de ninguna manera ni
de una forma concreta, ni del entorno delimitarse de un perímetro ausente de límites
que lo definen de alguna manera la forma real de alguna cosa, de la que no
podamos mover → luego hablando de una cosa-ahí concreta en lugar y tiempo.
Entonces bien puede (algo) y de la potencia no-ser→ y ser (luego…
ser o no ser (es de la posibilidad de uno) y de la potencia en la abstracción de
otro después, y moviéndose solo del pensamiento en lo infinito” mental y representación
de nada que-es lo mismo y eso→ sin fin, que nunca se llega a conocer de una
forma, en un proceso continuo y siempre abierto a razones egoístas y
utilitarias infinitas (de alguien).
Luego podemos hablar de nada o del infinito siempre entendiendo,
que no existe ninguna cosa y nadie que alcance de ninguna manera una forma
concreta o real de algo solo del pensamiento de lo que no-es después manifiesto
y del medio en una forma concreta que se pueda reconocer lo mismo de otro/ sino
que hablamos solo y de la potencia de ser de la posibilidad de alguno, y de
alguien, que siempre se encuentra del devenir en la posibilidad de ser del
infinito y más allá, rebuznando en la nada (y lo mismo del ser→ en cuanto a
verbo no definido de un hombre no moviéndose de alguna cosa y de un nombre en
lugar y tiempo concreto; y manifiesto (ese hombre) de la incapacidad de sí
mismo de parar de pensar, y continuar siempre y de lo mismo sin un fin
determinado o hacia nada concreto.
Así, el infinito queda expresado como potencia de nada y no-ser (de
la potencia de uno mismo) e “ir siempre y del pensamiento” de otro sin moverse del
medio de nada ni hacía ninguna cosa concreta /o ensimismado en lo que no tiene
fin, que nunca llega ni se concreta de un ente o totalidad acabada de alguna
cosa y del medio referida. Como Por ejemplo, cuando contamos con números
naturales, y no decimos de que, podemos "seguir contando" en ausencia
de límites→ indefinidamente; esa secuencia más allá es, solo del pensamiento solo
del que la propone que nos infinita en cuanto a posibilidad a ser→ de su
capacidad (absurda) de seguir contando porque sin sentido lógico ni límite
puede gastar ese tiempo en nada.
Luego (cantor establece del infinito (y a manera de abstracción propia,
lo de uno mismo representado) que “el conjunto potencia de cualquier conjunto (sin
expresar o reparar del conjunto concreto ni de qué cosas nos habla→ es (de
ninguna cosa concreta) siempre mayor que el conjunto original (igualmente de nada
concreto). Y esto significa al sentido de uno que entiende del tiempo y de las
cosas que son y valen en la vida la pena, que existen infinitos modos de ser
(de nada, además incluso pudiendo ser premiado por una sociedad de personas, que
en su mayoría trabaja más horas que el reloj y sudan sangre todos los días
encadenados durante toda su vida perpetuada en el (trabajar→ indefinido es (del
contrato) que puede ser en diferentes tamaños lo mismo e infinito trabajar a
todas horas, aspirando luego cada cual a tener su propio conjunto (de nada)
pudiendo ser mayor todavía en la potencia y ampliando de la posibilidad más (de
lo mismo y nada ) hasta el infinito y… esto, si, que vale un Nobel.
Ciertamente Cantor revolucionó con su talento algo (de manera abstracta
y matemáticamente) y del infinito demostró (no a mi) entiéndase
esto, sino a sí mismo lo que otros igual luego (valoran y reconocen→ que dentro de la esfera de las matemáticas
(es→ nada de una forma (un espacio a ser de la posibilidad detrás del telón) y
que es posible desde una obra que aparezca algo y trabajar en nada de una forma
indefinida y de nada luego pretender definir lo indefinible desde la idea y potencia
de nada concreto y del pensamiento (no propio -ser→ de lo de otro (de un nombre
antes luego en la mano (lo de un nombre antes que además lo significa de un
sentido (indefinido) hacía donde uno moverse fuera y del medio / más después
es, del otro no moviéndose de nada y→ hacia nada concreto solo de la
abstracción, de la que uno Ciertamente puede-ser→ moviéndose de la posibilidad sin
fin en la potencia de la idea de otro que no-es lo de uno mismo luego (siendo→ de
lo impersonal en lo no concreto de sí mismo y de ninguna una cosa lo que pasa a ser→ indefinido que
no-es de uno definido tampoco del verbo y "ser" en castellano de tercera
persona singular uno (es) y no (es, uno de su propio nombre (en lugar y tiempo)
ni de las propias formas que después no refiere y son) de números→ expresiones de
cantidad luego de nada concreto y…. visto desde fuera
Entiendo, que Para Cantor, lo mismo que para otros matemáticos el infinito (de una palabra es→ algo que puede tomar de otra persona (no de alguna cosa) y después explicar-lo indefinible que es significado del mismo sentido del nombre, para que si sea de la noción de alguna cosa del medio en un espacio (lo mismo de la idea) siempre y del estudio de otros moverse de lo mismo) y hasta aquí creo que se llega a entender, lo que no podemos alterar de su sentido de un significado de un palabra “calcetines, tampoco y n i siquiera matemáticamente convirtiéndolo en otra cosa y pedales después… y sólo se puede entender de no-ser de alguna cosa y luego pretender “ser” de algo / y desde el infinitivo del verbo ser, un sujeto en el presente (en un instante que se extiende sin fin de lo mismo de algo indefinible que no es de ninguna cosa propia en la conciencia) luego de esto y de algo y de cualquier cosa indefinible es→ objetivando, formalizando y estudiarlo como “algo” bien definido matemáticamente (lo que no es) propio de un "ser" español lo que describir la existencia―y le recuerdo al lector accidental que seguimos hablando y de nada concreto― y que ser en general define el concepto de lo que es impersonal no de un nombre propio y en lugar y tiempo no concretó todavía/ que decíamos de estudiar-lo :-) como un concepto bien definido de una forma concreta pues antes luego el concepto de alguna cosa, pero que no es, y no como una mera idea vaga y, pienso que esto es lo mejor→ definir diferentes tipos y de infinitos (numerable, no numerable etc..), y utilizar el infinito en cálculos y análisis, así como en límites de sucesiones o integrales “impropias”… el pensamiento de Cantor encarna esa dualidad absurda: por un lado, el término “infinito” que deriva del griego “Ápeiron”, originalmente como algo primordial, indefinible y que no se aprehendió a través de los sentidos, sino como una especie de “cosa” inabarcable que entendemos de otra manera y no de una forma concreta. Sin embargo, al traducir y reinterpretar “Ápeiron” en otros idiomas resulta de otra palabra “infinito” que transforman el Ápeiron en algo distinto (que ahora nos quieren explicar /de lo que nadie nunca vio) pues ya no se trata de ese indefinido primordial que entendemos de observar la profundidad del espacio, sino de una entidad conceptual y de uno que, de manera absurda pretende delimitar-se de lo mismo al clasificar y explicar en términos que responden a nuestras limitaciones lingüísticas y cognitivas. Así, se origina una paradoja en la que intentamos hablar de la esencia de las cosas —lo que era, en su pureza, el indeterminado “Ápeiron”— pero terminamos construyendo de uno el concepto de “infinito” ( en general de algo indefinible) y que, en lugar de acercarse a lo que es aquello, se aleja de ello por tratar de imponerle contornos o delimitar en lo preciso lo que por naturaleza carece de ellos, mientras del otro lado su obra revela poder ordenar y clasificar lo infinito, evidencia de lo absurdo de tratar de hacer preciso lo que por naturaleza es indeterminado de una forma e indefinible . Así, su legado se convierte en una metáfora del esfuerzo humano por comprender lo que en esencia se resiste a ser explorado y reducido a simples ecuaciones o conceptos recordándonos que, a veces, nuestras abstracciones pueden ser tan lejanas de lo natural como absurdo es un infinito matemático explicado de alguna forma de conjuntos y números en un mundo donde el pan la docena de huevos y el pollo entero siguen siendo la medida (donde si se va la luz (y sin utilizar ceros) uno puede comer y vivir toda la semana incluso más feliz, y saber contar ignorando de las matemáticas lo absurdo.
Pero entendamos ―y lo mismo de Cantor esto→ él (al ser de la potencia
solo en posibilidad y ser) de la propuesta desde el origen y en ausencia de
límites o frontera, en ningún momento o caso puede de ser de la posibilidad
después siendo lo concreto de alguna cosa de una forma dada de sus límites o
bordes/ es decir→ de la posibilidad de ser (y punto) no puede después presentarse
aquello que-es de la hipérbola―pues sino hablaremos de lo completo o conjunto cerrado―
y siendo pues de una forma en límites de alguna cosa concreta o conjunto
cerrado) Luego si hablamos de potencial o potencia en la posibilidad (de ser→ (entendamos: lo que no-es siendo) sino en devenir continuo abstracción
proyectada de uno (lo que no acontece más allá en ninguna cosa o ente consumado)
que bien puede ser referido de esa curva (o hipérbola lo mismo es aquél
pensamiento extraviado ) que no cae junto (alguna cosa concreta). Y he
tomado la interpretación de Apolonio de Perga de su conocido tratado (Sobre las secciones
cónicas), donde podemos extrapolar una
metáfora a la esfera del pensamiento "Abstracto" que refiere a algo
que existe solo en la mente, e intangible que no tiene forma física concreta..
En su obra, Apolonio estudia figuras geométricas como la hipérbola (del
pensamiento abstracto) cuyas ramas se extienden de forma inacabada. Una de las
características notables de la hipérbola es la existencia de rectas
asintóticas: líneas, bordes fronteras que,
a pesar de ser el límite al que la hipérbola se aproxima indefinidamente→ en el
infinito, nunca llegan a intersectarla siendo la distancia entre el pensamiento
abstracto no concreto, y alguna cosa concreta, siempre constante.
Luego vamos ahora (entendiendo
porque no podemos hablar de abstracción o
infinito al hablar del (oculto de una forma: lo
indefinible) o sobre las
sefirot cuyos antecedentes pueden encontrarse luego de la
especulación donde se refiere (alguna cosa de la reflexión y la
conjetura, a menudo siendo aquello sin una base empírica sólida los mismo del misticismo
en torno a la visión del profeta Ezequiel que del texto se afirma que vio un
carro o calesa flamante en el cielo (o Merkavah) con cuatro criaturas
con formas animales y humanas (luego ángeles) y sobre el cual yacía
una "semejanza (o imagen) con la apariencia de un hombre".
Los místicos, a diferencia de los teólogos puros, buscan de alguna
forma con la cual relacionarse (de identificarse) pretendiendo de buscar experimentar
íntimamente aquello que consideran su divinidad. La Merkavah pues (como
objeto del pensamiento especulativo es la representación aquello / y manifiesto…
lo que realmente no-es (sino de la forma→ de uno lo proyectado de él (de una
manera), que se convierte después en un proceso e intento de otros en general y
de ascensión a esa dimensión divina anhelada / luego de especulación general lo
que no puede ser de la misma forma la misma manera/ lo que es de la propia reflexión
(de uno- luego otro) y que entendemos cuando observamos de otra manera lo mismo
sobre la misma forma meditada y conocida con el nombre de Shi'ur Komah,
o "la medida de la altura", que no de la misma manera es un texto
místico del Midrash que introduce la noción del cuerpo de Dios, el cual se
describe detalladamente y, donde (El
rabino Ismael le dijo esto al rabino Aqiba. Me dijo: «Quien conoce esta medida
de nuestro Creador y la alabanza del Santo, bendito sea, quién está oculto a las criaturas, tiene la certeza de
ser hijo del mundo venidero. Heredará el mundo venidero, y en este mundo
disfrutará de los bienes del otro mundo, y vivirá largamente en él…»)
Luego Según Scholem, la cábala de otra manera de lo mismo se centra
en la idea del "dios viviente” que se manifiesta a sí mismo en los actos y
―por tanto manifiesto de las formas― de la Creación, y en la Revelación que-es por
medio de la conciencia de uno) y Redención" ← está escrito). Redención 3s decir emancipación luego (de eso él← מֹשה
→ sujeto pues de uno (y Transportador por tanto ←נוֹשֵׂא (o Merkavà) (en la
visión de Ezequiel 1:4-28, uŋ→ "carro de Dios" o "Merkavá ←מרכבה”)
que refiere una (calesa ←מרכבה, o cuerpo de del sujeto→ מרכב ה) como presencia
y gloria “del Dios oculto” y proyectado יְחֶזְקֵאל ←d`el). Difiriendo de las corrientes
ortodoxas monoteístas que mantienen que Dios no puede considerarse- como un ser viviente pues sería limitado→ y de una forma, siendo este indefinido (e infinito)
afirman algunos. Luego infinito entendamos
es ―de un
pensamiento que no es de alguna cosa y es entre dios mismo y uno― esa
distancia siempre constante de algo que nunca llega no siendo-ahi (creo que hasta aquí entendimos por donde
vamos y una pica es (en Flandes).
Luego los místicos, los cabalistas idean una aquello donde se
concilia y es aquí donde irrumpe la noción de las sefirot, las cuales son
producto de "una mística" en torno a la forma en que se revela
la Deidad. Después intentando resolver
la aparente contradicción entre un dios viviente y un deus absconditus (Ein
Sof) "Ein Sof es el aspecto impersonal del dios oculto→ escribe Scholem― o del verbo (ser→ lo
mismo (es) impersonal lo oculto que no-es de un lugar o tiempo concreto".
Luego retomando algunas de las nociones especulativas del misticismo de la Merkavah que evoca un vehículo (o
forma-s) [que son para moverse→ de alguna cosa en lugar y tiempo concreto] en
este caso de las esferas de la manifestación divina en las que Dios emerge ahora
de un espacio que es i no-es antes, de un lugar de una forma reconocible (en el
tiempo). Luego (eso de él y de un espacio) que ya no se trataba de una visión
de la Deidad sino de entender los símbolos y de la palabra que-es por la que se
manifiesta i es→ el aspecto impreciso de una forma de dios oculto) que luego es
de esa forma de uno y concebible solo al pensamiento (mas no de una forma concreta
del medio". Luego es aquello de una persona y de eso el (no una persona) lo que toma este aspecto indefinido y lo guía "en el proceso de
Creación y Revelación" por ejemplo de un texto.
Ahora con el mazo dando. Hablamos siempre de lo concreto en la medida que podemos y entendemos aquí, luego en concreto por qué hablamos de dios y de un límite asintomático (no lo hacemos sin ninguna razón, sobre todo de dios luego y vaya por delante→ «No a cualquiera, escuchadme bien, no a cualquiera le corresponde hablar de Dios. No es esta una cosa que se adquiere a bajo precio y competa a los que se arrastran por la tierra (a los que no se han liberado aún de las pasiones y preocupaciones terrenas)... Añadiré algo más: no se puede hablar de Dios siempre, ni con todos, ni bajo cualquier aspecto; se puede hacer en ciertas ocasiones, con ciertas personas y en cierta medida» (S. Gregorio); pues habla de negar a dios quien no conoce ni sabe de dios, y todavía anda por el fango, mas «tocar al ser puro tal vez no sea lícito siquiera para el que no es puro». (Platón, Fedón, 67 b) «Porque tocar la pureza sin ser puro puede resultar peligroso, como lo son los rayos del sol para los ojos enfermos». (S. Gregorio).
Esta entrada o experiencia surge de la lectura de unas propuestas de Carlos blanco, en la que se hace, o nos hace unas preguntas, proponiendo cuestiones de lo más interesantes e inspiradoras y relacionadas “el ser y la grandeza de dios” y que me he molestado en contestar o, contestarme a mí mismo, más allá de solo leer, y como ejercicio o proyección de la mente, como él mismo Carlos entiendo que propone y sugiere, planteándonos la idea (publicada y pública pues) de que la concepción de Dios es subjetiva, y depende de la mente humana (iluminada). Para él, Dios puede ser visto como el concepto límite de la mente, el punto más allá del cual no podemos llegar a comprender con nuestro conocimiento actual. En lugar de una entidad divina personal, Blanco propone una idea de Dios como una fuerza cósmica, un principio ordenador de la realidad, Blanco considera que Dios es lo que la mente humana puede llegar a comprender como lo último, lo infinito, que no tiene límites.
Luego uno y primero, bajo la premisa de la existencia más allá de la mente humana antes de un dios y no solo de la idea de este→ dios después (moviéndome de esta idea de dios dejándome guiar (de su sombra). Se cuestiona aquí, en esta primera entrada, sobre la grandeza de Dios y si es todo (entendemos todo lo que existe del cosmos (la concepción de un universo ordenado y armonioso) puede ser aún más de lo que es, en tanto ese todo es: el universo, que se extiende de lo observado de uno a cada segundo que pasa recorriendo las formas de este.
Y « hay ser; pero nada, no la hay» (Parménides de Elea). Desde el comienzo del pensar la idea del Ser la filosofía), o Dios la teología, este ha sido uno de los temas sino el problema principal de la filosofía. Desde esta cuestión así formulada « hay ser; pero no-es o es lo ausente de una forma» luego no de nada, sino de lo ausente de una forma y oculto a los sentidos de una forma que reconozcamos afirmamos que el Ser, es. Pero hay una pregunta que se nos hace o propone, una duda que surge en algunos pensadores en tanto al ser (a dios) sobre si ¿es totalmente ahora mismo todo lo que es? entiéndase, de otra manera: si este ya es todo lo que es, o puede todavía ser más de lo que es... y la respuesta que propongo y desarrollo brevemente, es que es i es, todo más allá de cualquier especulación, en tanto, aquello que se afirma, sobre la base de que el se sigue desarrollando en su formas que son de lo que no es de una forma; encontrando precisamente de lo indefinido que refieren, es en última instancia de la misma materia y de una energía original que dio luz al universo que se desarrolla, extendiendo ese espacio (de la propia conciencia de uno que es lo mismo de alguna manera una forma de él) luego Dios o el Ser es ( entendido de la unidad (de todas las forma en él y de lo mismo) ahora mismo todo y está en todo, como lo estuvo antes y estará después. Más aún, para los estados de energía donde el tiempo lineal no existe (sino digamos que de forma circular… si el ser es i es igualmente ahora ― “su palmo llena el mundo entero (olam, también universo). Como está escrito (Isaías 40:12): « ¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y con su palmo midió los cielos?» - Shi'ur Komah ― y de un perímetro dentro y lo mismo que antes lo abarca “todo” (lo mismo que entendemos nosotros por pasado, presente y futuro /antes o después) La medida del cuerpo divino: Lo INDEFINIBLE (finito de alguna froma y nada de una forma manifiesto a la vez.
II
Protágoras, afirma que el hombre es la medida de todas las cosas (cuando estas son de él (pensadas (asi lo entenderemos mejor); de manera que tales cosas como me parecen, tales cosas son para mí; y que tales cosas como te parecen á ti, tales son para ti; o, más bien, y pensemos aqui y ahora, de alguna froma que no-es manifiesta de una froma-ahi, pensando nosotros en las cosas que son y preguntémonos (de una cosa que no-es ahi manifiesta y es nada todavia de uno) si Protágoras dice verdad, si es la verdad misma la proposición de que tales como parecen las cosas, tales son pensadas de lo que no-es ahi de una froma y, si ¿es posible que unos hombres sean sabios, y los otros insensatos? Luego, si todas las cosas que son de una froma cada una, ¿entendemos- ahora?, que no puede ser de una sola froma entendido para todos de la misma manera á la vez y siempre de una sola froma; y que si cada objeto o cosa no-es sino propiamente lo que le parece á cada uno , no cabe la menor duda de que los seres tienen en sí mismos una esencia fija y estable; pues no existen con relación á nosotros, no dependen de nosotros, no varían á placer de nuestra manera de ver, sino que existen en sí mismos y son (es lo que es / cada uno) y según la esencia que les es natural, luego de alguna manera siendo lo mimso que de noisotros puede ser pensado y de alguna froma (eso: del pesamiento despues / lo de cada uno y en ralcion a alguna cosam conocida ( antes: lo de un nombre de otro) del que nosotros nos moveremos a entender de alguna cosa propia despiues. Recordemos que Tema y problema de la Filosofía antes era, “el ser” y su razón (misma de ser) y aun cuando se los trajera o llevara (dichos problemas) a distancias y a latitudes las más lejanas y extrañas, nunca, con todo, rebasaban de los contornos de (esa forma que no-es y es: el ser mismo finito (que de alguna manera-es (lo de uno antes que reconoce de otro) con el que siempre nos tropezamos y en contacto (si bien, después se le pensará, y de unomismo→ más como emanación (ausente / no de la misma forma que el propio pensamiento: y en decadencia / lo que fuera como creación (alguna cosa originado por del ser (después) y fundado en él.
Las exigencias metodológicas han concentrado por fuerza la
atención de esta Filosofía en lo finito, planteándose así con nuevo relieve la oposición
entre finito e infinito.
Establecido como punto de partida original el "fenómeno"
analizado hasta sus últimos detalles, e interpretado y valorado luego en orden
a la comprensión del ser, que, en su constitución misma, se pregunta por el
ser, esta nueva Filosofía, al menos en su primera fase, ha dado con el ser
finito y sólo con él (Heidegger).
El Dasein o “ser-ahí que pregunta por el ser" está profundamente ligada a la obra Ser y tiempo, donde Heidegger plantea que el ser-ahí (consciente pues) el Dasein, es el único ente que se interroga sobre su propia existencia y sobre el significado del ser. Esta capacidad de cuestionamiento es lo que lo distingue de otros seres y lo coloca en una relación especial con la realidad.
Cuando ha utilizado medios intuitivos, místicos, míticos o
poéticos para trascender los contornos de la interioridad, se ha encontrado
circundado con lo ilimitado, bien sea en la plenitud del ser, bien sea en la
nada absoluta. Por ello ha resultado en la mayoría de los casos ineludible el
planeamiento de lo infinito y de lo finito. Pero, hayase encontrado un camino
hacia la trascendencia o no, el análisis existencial de lo finito ha dado como
resultado un límite constitucional, que, en definitiva, se resuelve en la nada:
con esto ha comenzado un movimiento dialéctico cuya síntesis terminal es de
signo negativo, la nada misma.
Para concretar la marcha de nuestro pensamiento, sin por eso
cerrar ni coartar la libertad de su proceso, recordemos aquí la explicación que
del ser finito dio Campanella: Compositio entis et nonentis (Univ. ph. II, 6).
Esperamos poder aclarar esta concepción haciendo saltar lo grave del error en
ella implícito.
Limitándonos a los alcances de la filosofía moderna, recordemos en
sus comienzos al Cardenal Nicolás de Cusa. Llevado de un intento noble y
profundamente filosófico, el de hallar unidad y concordancia entre tantos
elementos contrapuestos, abrió, para lograrlas, un camino, el de lanzar las
contraposiciones hasta su máximo límite, para en el infinito salvarlas
identificándolas.
Las matemáticas comenzaron en él, a ser para en adelante el punto
de referencia de las concepciones metafísicas. Así llegó a su concepción de
Dios como omnium complicationem etiam contradictoriorum ( Doct. Ign, I, 22), o
también como coincidentia contrariorum, oppositorum y aun de los
contradictorios (De coniect., II, 2)
Nicolás de Cusa resuelve la contraposición del finito y del
infinito en favor del infinito, iniciando con ello una tendencia, que luego ha
de encontrar en Giordano Bruno su enunciación, la del panteísmo. Giordano es,
en la apreciación de Dilthey, el primer eslabón de la cadena de pensadores
panteístas que con Spinoza, Shaftesbury, Robinet, Diderot, Deschamps, Buffon,
Hemsterhuvs, Herder, Goethe y Schelling llega hasta nuestros días (WW. II,
297). Podemos seguir todavía los últimos vestigios, más que de la fórmula
panteísta, de sus internas orientaciones en algunas modalidades del vitalismo
moderno.
Los puntos culminantes de este movimiento se alcanzaron en Spinoza
con su substancia infinita única, en Hegel con su idea absoluta como último y
supremo estadio absoluto de la evolución dialéctica; y en Nietzsche con su
superhombre como anhelo terminal del eterno retorno.
En nuestros días la contraposición que implica la existencia de lo
finito ha sido resuelta en sentido totalmente antitético. Como Campanella,
también Sartre ha encontrado dentro de lo finito, y es nueva su fórmula, la
nada, porque el no-ser es de una presencia perpetua en nosotros y fuera de
nosotros, pues la nada habita el ser (UÉtre et le Néant, pág. 47).
En estas nuevas maneras filosóficas es Heidegger quien comienza a
resolver la contraposición ser-no ser, que sumados constituyen la expresión del
ser finito, en favor del no-ser. La angustia de Heidegger nos pone en contacto
no ya con una nada relativa o un no-ser parcial, cual serían los posibles, sino
con la nada misma como anulación de todo ser. En la angustia percibimos esa
nada absoluta de que emerge el ser y en la que por fin ha de sumergirse éste.
Uno de los intentos más audaces de Heidegger consiste justamente en su esfuerzo
por dar una realidad a la nada. Háyalo conseguido o no, haya luego anulado o no
sus resultados, es interesante registrar aquí el conato de nuestro mundo
filosófico por absolutizar y realizar la nada como explicación última del ser.
Sartre llega a un punto en que el ser tiene que habérselas con sus posibles. La
realidad humana tiene que hacer una elección entre ellos para así hacerse su
propia esencia: es punto básico para Sartre el que la existencia de la realidad
humana preceda a su esencia. Quien decide y hace la elección de lo que el
hombre ha de ser es la libertad, la cual por ello cobra en Sartre una función
creadora: ella es la que hace el ser del ser. La libertad pone el mundo, de la
libertad sale el proyecto fundamental del en-soi-poursoi que se idealiza en
Dios como término final del deseo de ser, y la libertad hace al hombre mismo.
Ahora bien, la libertad es nada. Y como la libertad, así la conciencia es nada,
y el pour-soi es nada. Sobre Heidegger, Sartre avanza dando a la nada una
función, llamémosla, eficiente cuando propiamente es aniquiladora. Significa
más la nada de Sartre que la de Heidegger, porque la de aquél tiene un sentido
positivo, aunque absurdo, en la explicación del ser. Pero cuando Sartre intenta
la síntesis de la realidad humana en un en-soipour-soi es cuando a la vez
aparece la interna absurdidad de su filosofía: siempre será difícil fijar la
prevalencia entre el en-soi y el poursoi y la razón de ello reside, en
definitiva, en que Sartre, tan feliz en el análisis disociativo, es desgraciado
y fracasa en el momento de la síntesis constructiva. Su néant también invade y
corrompe la entraña de su filosofía misma haciéndola absurda. Sin llegar a resolver
nada, no ha hecho más que suscitar problemas de sentido antiguo aunque en
dirección invertida. Actas del Primer Congreso Nacional de Filosofía, Mendoza,
Argentina, marzo-abril 1949, tomo 2Lo FINITO Y LA NADA 795 Pero la absurdidad
no implica censura ninguna para la Filosofía de Sartre, antes le es necesaria
como inherente a sus propios resultados. Como en la filosofía del ser, al ser
corresponde el orden de la verdad, en la filosofía de la nada, a la nada
corresponde el orden de lo absurdo: es absurdo el nacer, es absurdo el morir,
es absurdo el conato existencial, el en-soi-pour-soi, es absurdo Dios, es
absurda la libertad y es absurdo el ser. Al ser corresponde el orden del bien,
que, en el orden humano se transforma en el bien moral; a la nada corresponde
el amoralismo absoluto proporcionado a su fundamento que es una libertad sin
límites, forzada porque ha sido arrojada a existir sin su propia elección,
libre sin deliberación, convertida en una espontaneidad irresponsable de la
vida: uno de los problemas más difíciles del sartrismo es el de la libertad que
es tal sin serlo, con el anejo —aún no escrito— de lo moral. En fin, al ser
corresponde una estética de lo bello; a la nada, en ese orden, corresponde, por
emplear ima palabra consagrada, lo nauseabundo. Tal es el extremo contrapuesto
al panontologismo en que se ha resuelto la composición enunciada por Campanella
como constitutiva del finito. La historia es ha encargado de desarrollar hasta
el límite la interna tensión de una síntesis dificilísima. Señalamos en ella
desde el principio un grave error. Lo extremado de las dos soluciones que
acabamos de trazar esquemáticamente es su comprobación, porque en ella aparece
que la interna tensión nunca fué superada: la de Campanella es una constitución
del finito disociada en un dualismo, que el filósofo ha tratado de reducir a la
unidad y lo ha logrado, pero sólo suprimiendo uno de los elementos y extremando
el otro hasta el infinito: panontologismo, nihilismo. Precisamente en la
disociación no superada, y en el fondo, insuperable, de dos elementos
heterogéneos está el error. Lo positivo y lo negativo, el ser y el no ser, el
ser y su límite, siendo de sentido contrario se eliminan y no pueden llegar a
una síntesis orgánica. Todo radica en un extrinsecismo peligroso. La síntesis
de que resultara el ser finito habría de realizarse entre un ser que fuese puro
ser sin contener en sí nada de limitación intrínseca —pues en caso contrario el
conato de síntesis sería baldío— y por otra parte, una limitación que fuera pura
limitación —porque, a su vez, en caso contrario envolvería también realizada la
síntesis que se trata de obtener. A ese puro ser se le habría de adicionar la
pura limitación. La adición no Actas del Primer Congreso Nacional de Filosofía,
Mendoza, Argentina, marzo-abril 1949, tomo 2796 JESÚS ITUBBIOZ puede menos de
ser extrínseca por ambas partes, por ser ambas intrínsecamente exentas del todo
del elemento contrapuesto por sintetizar. De una síntesis así se pretende
obtener el ser finito, cuando en verdad se logra un ser de orden infinito,
siquiera como tendencia, yuxtapuesto a una pura limitación, o si se quiere
envuelto y rodeado por ella, pues la manera de la adición, si ha de continuar
siendo extrínseca, es indiferente. Tal extrinsecismo supone por su parte un
fondo de concepción mecanicista, residuo quizás del fisicismo dualista del
aristoteUsmo, mal superado en gran parte de la Filosofía tradicional. De ésta,
una parte, no la menos importante, ha cedido a la psicología mecanicista y
naturalista de sus orígenes peripatéticos, señalando también como proceso
limitador de lo infinito una composición física con lo limitativo. Las
expresiones sartrianas parecerían superar tal extrinsecismo, cuando nos hablan
de la nada asentada en medio del ser. Una vez más se trata de una manera de
extrínseca adición: esa nada habita en el ser, pero, como lo ha dicho ya un
crítico, esa nada se asienta en el ser como un orificio abierto en él. Es en
parte la concepción contrapuesta a la de Heidegger. En éste es la nada la que como
atmósfera envuelve a la totalidad del ser; en Sartre es la nada la que en cada
realidad humana está envuelta por el ser. Para nuestro caso tan extrínseca es
la nada al ser en uno como en otro, diversificándose tan sólo en la manera de
la adición. La verdadera razón del ser finito la hemos de buscar en la
verdadera concepción de la analogía. El ser finito en cuanto ser y en cuanto
finito es todo él ser y nada más que ser; y en cuanto ser y en cuanto finito es
todo él imperfecto, finito y limitado. No es una mezcla de ser y de no-ser. Ni
tan siquiera una abstracción metafísica podrá permitirse una dicotomización de
lo entitativo y de lo limitativo, porque se desintegraría el ser finito en un
puro infinito y en un puro límite o la nada. El ser mismo del finito en su
razón misma de ser es un ser depotenciado y rebajado, deficiente y contingente;
y no necesita, ni siquiera en el orden metafísico, de elemento ninguno ulterior
de orden limitativo, porque en su original descendencia aparece en sus mismas
entrañas limitado y finito. No queremos ceñimos demasiado a nuestra fórmula de
la analogía cuando tratamos de verificar la finitud del ser finito.
Cuando se ahonda hasta el límite, entonces las diversificaciones
sistemáticas se confunden en la armonía de la verdad hallada: formulemos esa
intrínseca limitación en una expresión analógica, o llamémosla participación,
comunión. Todo es lo mismo. En esas profundidades últimas aparece la sublime
coherencia del pensamiento cristiano: que en la mente antigua de San Agustín,
en la medieval de Santo Tomás, en la moderna de Suárez, en la contemporánea de
un Blondel, de un Gabriel Marcel o de un LaveUe, va revistiéndose de diversas
fórmulas para siempre decir lo mismo
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