FRENTE AL LÍMITE DE LA RAZÓN 1

 

 

FRENTE AL LÍMITE DE LA RAZÓN 1


Perceptible de estos textos es el conflicto permanente y surgido entre lo racional y espiritual —toda verdad pasa por tres fases: primero es ridiculizada; segundo se le opone violentamente, tercero es aceptada como autoevidente — A, Schopenhauer— que en mi caso, se resuelve en explicar, en la medida que entiendo y puedo hacerlo entender a otras personas, sobre aquello que es dado al límite de la razón, entendiéndose como una experiencia del límite.

Lo que se pretende aquí es complejo con este texto es complejo, y para ello tomaré un texto es un texto que fue escrito de modo inesperado, y habla de cosas: pensamientos venidos a la cabeza de aquella persona que escribe en un momento dado, y que por tanto habla también de esta persona y de su vida (la mía) en aquel momento (), pero que a su vez no habla solo de una vida, sino de la vida de todos: representada ahora en este texto escrito entre 2003/2006, y que como la vida, primero nos parece correcto, pero que luego es a la vez, ya entre líneas, indefinido, sin un sentido concreto sobre aquello expuesto, y que ha de ser resuelto en lo concreto (revelado): explicado de manera racional sobre algo que aún el texto no define, y así darle no solo su sentido completo al texto, sino dotarlo de autenticidad en tanto aquello determinado sobre lo que nos dirige o advierte: y así ser testigos, no solo de la verdad del texto, sino de la verdad mayor e implícita, que el propio texto sepultaba. Ser testigos de la verdad.

Pero solo podemos entender en el sentido de revelación, y ser testigos de la verdad de un texto (como de la propia vida) cuando primero nos reconocemos ignorantes / o aprendices: y entendemos algo ahí, en el texto (o en la vida) ausente y, por tanto que debe ser revelado para poder ser entendido y comprendido por quien lo “lee”. Por lo tanto, quien se sabe ignorante: aquel “lector” y aprendiz que soy yo mismo, le puede reclamar al autor del texto (a su subconsciente) aquello que entiende, que no ha sido concretado del texto, pero que él vislumbra (pues el texto en sí mismo es una señal que atendemos, al reconocer, como aprendices, nuestra propia ignorancia: personificada, en un simple texto que escrito, luego a cuyo fondo, tan hermoso, no sabemos darle un significado “concreto” de verdad. De ahí, que al lector se le exija elevarse sobre la razón y lo razonable: sobre un límite frontera que nos ha sido dado (impuesto), cuando se pretende entender un tipo de experiencias: que se entrelazan sobre presente y pasado, como una tormenta que lo eleva y revuelve todo, depositando luego sobre el papel momentos (que no habían sido vividos —no son concretos— pero que han sido anticipados negro →sobre blanco y en tiempo, llamando, a ser resueltos.

En este sentido, entiendo (por aquella su misma naturaleza extraña) un texto o unos textos inspirados (por el subconsciente o en entre 2001 y 2013 sobre todo, y algunos en 2020, durante la pandemia) y dados a revelación (entiéndase: que solo el subconsciente, como autor, podía ofrecerme: o revelar, dándome luego y dentro de un alcance holístico: su sentido concreto), por medio de lo que habrá de ser la “experiencia consciente” (llamémoslo viaje) encontrando ahí: de la experiencia consciente —que nos habrá sido propuesta del subconsciente → al consciente—aquel sentido velado a la razón, donde lo racional será predicado de aquello irracional 1, en tanto no obedece a razón: como facultad del pensamiento, pero que contra dicha racionalidad será resuelto de la propia experiencia, manifestando ahí, en su resolución igualmente un límite velado o frontera impuesto y dado a la razón, que podemos superar, con la ayuda del mismo subconsciente: entiéndase: por medio de aquella «experiencia no-racional cuyo centro (voluntad) principal la entendemos (que está) fuera de la identidad: del yo» y en un diálogo consciente,

Pero, por qué, reclamar al autor (en este caso al subconsciente). Bien, si buscamos la verdad del sentido del texto, no podemos entrar en una hermenéutica sobre el propio texto, por la misma razón, absurda, del que lee y pretende la razón (verdad profunda) del que lo escribe (mi subconsciente), mas cuando el sentido de un texto: ya está en el texto, y si este es de una manera, es que debe ser así, independientemente sí lleva o no otra cosa implícita, en el mismo texto o a partir del texto. De ahí que la revelación del texto solo pueda ser, en su caso, revelado en su sentido más amplio por aquel que lo inspiró / escribió. De otro modo, lo que resultara implícito de un texto es generalmente el desconocimiento mismo por aquel que escribe, sobre lo concreto de lo que habla: el origen de la vida, el universo, sin determinar, concretamente nada de ambos, y entregado a especulación que es dada en una fórmula o teoría que surge extraña, pero que (el racionalista) no reconoce extraña, ni él se reconoce o sabe ignorante: a si mismo sobre aquello, y de este modo evite cualquier diálogo consciente consigo mismo, aún más difícil de explicar, a sus colegas, que sus teorías, derivando esto en la trampa (ego/racionalismo) y aquella teoría primera… en un discurso hermenéutico del que su sombra, a la que no reconoce, ni quiere reconocer, no le puede ayudar, y no concretando de su explicación, muchas veces nada.
                      ( leer texto primero:  ACERCA DE UNA NUEVA TEORÍA DE LA VISIÓN)

Segunda lectura o revelación del texto primero de 2006

Hay cuestiones que por alguna razón y desde siempre han atraído desconcertado las mentes más instruidas. Si bien, tal desconcierto no habrá de ser mayor al debate que genera postular de esas mismas cuestiones, algunas de sus posibles soluciones. Y se observa esta circunstancia, en mayor medida, cuando de lo que se trata es de la realidad; entendida, esta como aquella realidad material que percibimos a través de los sentidos. El propio Heisenberg (1901–1976) —físico conocido sobre todo por formular el principio de incertidumbre— para quien todo aquello que observamos no es la naturaleza en sí, sino la naturaleza expuesta a nuestros ojos, ya se cuestionó la existencia de la realidad en sí misma tal y como la percibimos. Niels Böhr (1885–1962) el físico que realizó algunas de las mayores y más importantes contribuciones a la comprensión de la estructura del átomo y de la mecánica cuántica, en su momento, también fomentaría el debate, afirmando: "Todo aquello que nos parece un mundo estable, tangible y visible no es más que una ilusión": a decir de aquello que oculta o enmascara la realidad. Y, si bien, es cierto que tal afirmación a muchos desconcierta, existe otra que, profundamente entendida, aún más nos inquieta, a saber: del ensayo de una nueva teoría de la visión. Así llamó George Berkeley (1685-1753) filósofo, y natural de Irlanda, a su primera obra publicada apenas con 24 años de edad. Berkeley, desarrollaba en esta la tesis por la cual, se entendía la negación de una realidad externa y objetiva al ser humano, estando aquella sugerida al hombre por las propias sensaciones que se derivan directamente de la persona que se encuentra observando el objeto en cuestión. Del mismo modo, Berkeley, afirmaba que el tamaño, volumen y situación de los objetos no se podían ver de un modo directo, sino que todo ellos eran interpretaciones del significado de los colores (la luz) los cuales son en realidad lo único que realmente podemos ver, afirmando: "La coincidencia de las sensaciones táctiles con las visuales carece de toda justificación, pues aquellas y estas sensaciones, también llamadas impresiones, son simplemente signos de los cuales consta el metódico y codificado lenguaje de la naturaleza, dirigido por Dios a los sentidos y la inteligencia de los hombres". Luego y ya más avanzado el ensayo, Berkeley describe este lenguaje metódico y creado por Dios, afirmando, que tendría por objeto instruir y guiar al hombre, a la hora de regular sus actos en la tierra con fin de que obtuviese todo aquello que le fuese necesario para la vida en ella. Si bien —a mi modo de entender— aceptar esta interpretación contiene una segunda lectura, implícita, que nos llevaría a cuestionar si este magnífico lenguaje codificado habría podido ser creado por Dios, no solo con el objeto de que el hombre obtuviese todo aquello que le fuese necesario para la vida en la tierra, sino también, con el propósito de mantenerlo alejado de todo aquello que sobre esta, y sutilmente velado a nuestros sentidos y a la razón, pudiese fatalmente destruirlo. Pues, es de sobra y por todos conocido que existen en la naturaleza innumerables amenazas, además, de aquellos peligros que percibimos o podemos intuir: así por el color de la rana venenosa de la fresa: rana dardo venenosa (Nicaragua); o el coralillo centroamericano: serpiente de coral (El Salvador) ambas especies, por sus mismos colores, alertan hombre de su amenaza para la vida / como el olor nos puede alertar, en zonas volcánicas del (SO2) dióxido de azufre o del (H2S) ácido sulfhídrico y que son detectables en muy baja cantidad. Pero igualmente el instinto (aquel olvidado que habita o llamamos el subconsciente y al que pocos escuchan) nos puede orientar y hasta salvar la vida si lo atendemos: Así, mientras ascendía confiado el volcán San Miguel en El Salvador (sep. 2019) ya por encima de los cafetales (11h. am) a la vez que superamos unos troncos caídos en la espesura laberíntica de una floresta invadida, y los reflejos de luz filtrados entre las hojas comenzaban a recrear una selva polícroma de colores y formas... un fuerte olor a flores dulces (imposibles) vino a desbordarme los sentidos. Luis, mi amigo y guía, al preguntarle se extrañó pues nada percibía. Aquel olor quedó entonces grabado, dando marco a aquel momento mágico, que como la imagen de un cuadro hermoso guardará la memoria en la mente (aun no podía entender que mi subconsciente se estaba manifestando y diciéndome, algo, que luego me explicaría), como que hubiese gases que no se podían detectar a los sentidos, y quizá dados en muy baja cantidad, o incluso algo mas… terrible; pero aun así era agradable el olor, y seguí el ascenso al cráter, pues el volcán estaba muy tranquilo desde hacía tiempo… 2013, no detectándose apenas sismicidad. Sin embargo, apenas dos semanas después, san Miguel desgasificaba (San Salvador, 2 oct 2011 (Sputnik).- La desgasificación y emisión de cenizas en el volcán salvadoreño de San Miguel son un recordatorio de que está activo y en consecuencia se debe permanecer alerta y seguir su monitoreo, dijo a Sputnik el vulcanólogo Eduardo Gutiérrez, a propósito de los eventos registrados este miércoles. "Ahorita no podemos hablar de erupción, de facto, fue una emisión de cenizas que nos recuerdan que se trata del volcán más activo de El Salvador"). El volcán de San Miguel, una caldera activa y de cono abierto (estromboliano: explosivo), y no registraba alteraciones en sus indicadores de temperatura, vibración y desgasificación desde el 12 de enero de aquel año. La desgasificación, de un lado, no es relevante para los que viven cerca en los alrededores, pero es mortal si estas sobre el volcán, próximo o en el mismo cráter, como es siempre mi caso. Por ello, y sirva mi experiencia: debemos entender que normalmente somos plenamente conscientes de los algunos peligros: manifiestos a la razón (las ranas rojas son un peligro de muerte y no nos acercamos a tocarlas; los coralillos son un peligro de muerte y nos alejamos de ellas corriendo; un volcán activo, es siempre es siempre peligro de muerte.. y nosotros nos acercamos, lo tocamos, pisamos con nuestros pies y lo ascendemos, incluso a veces vivimos cerca o tenemos nuestras vidas y negocios cerca, y algunos sobre estos), y es precisamente en este punto y no habiendo escuchando a la razón, que fui advertido por el instinto/subconsciente de aquellos peligros de los que no somos plenamente conscientes, pues unos están velados a los sentidos y otros velados por la misma razón (cuando esta, por el deseo, nos empuja) o al menos lo están: aquellos peligros velados, hasta que ya es demasiado tarde... tan tarde como aquel momento, día, hora y minuto exacto la erupción,. Y es precisamente llegados a este punto y momento: tarde y sobrepasado el límite dado —y habiendo ignorando al instinto—que regresan surgidas del averno a tomar desquite aquellas fuerzas terribles y distintas a las que se suponían, y que acompañadas de unas veces de dolor y sufrimiento, lo son otras de un bárbaro y profundo sentimiento de devastación. pendiente de terminar (campos flegreos y el salvador- ilopango) sobre aquellas fuerzas terribles, la razón ignora. 

pero este es solo un ejemplo, dirán que vago algunos, en mi caso de tantos, pues nos solo se trata de textos, sino de la propia experiencia..de la vida, dirigida en una dirección, dirigida, sin reconocerlo, hasta que nos es resuelto y revelada, nuestra condición. 

1 - (R. OTTO /1917 Das Heilige)):

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