HACIA UNA NUEVA T. C. DE LA SOCIEDAD (3 ): A PARTIR DE LAS FORMAS CONTENIDAS EN UNA FORMA MAYOR /Una maniobra en ángulo (4d) de Jordi Maqueda y su ombra

Badajoz - Nov 2021 /  Foto: jordi maqueda
 


 

 Teoría de la sociedad:

a partir de las formas contenidas en una forma mayor

 

Una maniobra en ángulo (4d) de Jorge Maqueda y su sombra

 

«Trascendencia desde dentro, trascendencia hacia el más acá» es el título de uno de los trabajos de Habermars (1d) que Manuel Jiménez Redondo (1d) luego Traduce, en su libro Jürgen Habermas Textos y contextos, aportando una (su) introducción, que nosotros: mi Sombra Y yo (1d) + (1d) = (2d) tomamos para desarrollar sobre su forma, 1d (Habermars) +1d (M. J.  Redondo) la forma de este razonamiento (proyectado/ visible) en una misma y única forma (4d): otra forma de pensar, y proyectar lo antes pensado. A partir de Max Horkheimer: sobre la historia del desenvolvimiento de su obra Sobre la frase de Horkheimer: «Es inútil pretender salvar un sentido incondicionado sin Dios» Excurso: trascendencia desde dentro, trascendencia hacia el más acá. Y que Consiste en respuestas a preguntas y objeciones de un grupo de teólogos, estos tratan de uno u otro modo de hacer reversibles las posiciones del hegelianismo de izquierdas respecto a la religión Recurriendo a temas de Habermas y de la izquierda hegeliana en general, y donde Habermas se atiene a ellas, a la vez que las reformula, y nosotros las vamos a determinar y volver a contestar e igualmente ha Habermars.

 

EXCURSO: TRASCENDENCIA DESDE DENTRO,

TRASCENDENCIA HACIA EL MÁS ACÁ

(A partir de la Réplica de Habermars a las ponencias de un congreso organizado en 1988 por la Facultad de Teología de la Universidad de Chicago)

 

Una observación preliminar de tipo personal puede facilitar la entrada en una difícil discusión. A objeciones por parte de mis colegas filósofos o sociólogos he respondido siempre (mi epílogo a Erkenntnis und Interesse, Francfort, 1973, así como mis réplicas en I. B. Thompson y D. Held (eds.), Habermas - Critical Debates, Londres, 1982; R. I. Bernstein (ed.), Habermas and Modernity, Cambridge, 1985; A. Honneth y J. Joas (eds.), Kommunikatives Handeln, Francfort, 1986);también en esta ocasión me someto con gusto a la crítica de Fred R. Dallmayr y de Robert Wuthnow. Pero a la discusión con teólogos me había sustraído siempre hasta ahora: y también me hubiera gustado seguir guardando silencio. Como silencio de la perplejidad estaría incluso justificado; pues con la discusión teológica no estoy realmente familiarizado y me muevo a disgusto en parajes que no me resultan suficientemente conocidos. Por otra parte, tanto en Alemania como en Estados Unidos, los teólogos vienen implicándome desde hace decenios en su discusión. Se vienen refiriendo en general a la tradición de la teoría crítica (H. G. Geyer, H. N. Janowski y A. Schmidt, Theologie und Soziologie, Stuttgart, 1970; R. J. Siebert, The Critical Theory of Religion. The Frankfurt School, Berlín, Nueva York, Amsterdam, 1985. ), y también han reaccionado a mis escritos.( Cfr. el impresionante informe bibliográfico de E. Ahrens en id. (ed.), Habermas und die Theologie, Düsseldorf, 1989, pp. 9-38.).En esta situación el silencio sería una falsa forma de comunicación. Cuando a uno se le dirigen preguntas y, sin embargo, la respuesta de uno es el silencio, uno parece envolverse en un aura de indeterminada y difusa superioridad y ordenar e imponer silencio. Heidegger es un buen ejemplo de ello. A causa de este carácter autoritario, Sartre calificó con toda razón el silencio de «reaccionario». Empezaré dice Habermarsasegurándome de algunas premisas, bajo las que teólogos y filósofos discuten hoy entre sí en la medida en que comparten una apreciación autocrítica de la modernidad (I). Después intentaré entender el estatus y la pretensión de verdad de los discursos teológicos (II). Finalmente, entraré en las objeciones más importantes que se me han hecho por parte de los teólogos (III) para acabar posicionándome también respecto a la crítica de los no teólogos (IV)

  

I.1

 

Desde una cierta distancia es más fácil hablar unos sobre otros, que unos con otros. Para el sociólogo es más fácil explicar las tradiciones religiosas y el papel que esas tradiciones desempeñan, desde la perspectiva del observador, que acercarse a ellas en actitud realizativa. En palabras de Habermas: En el paradigma del entendimiento intersubjetivo lo fundamental es la actitud realizativa de los participantes y una actitud hipotético-reflexiva frente a las tradiciones (acción comunicativa) de la teoría de la acción comunicativa (Habermas) se trata en primer lugar de un concepto de racionalidad comunicativa, que Habermars desarrolla con el suficiente escepticismo, pero que es capaz de hacer frente a las reducciones cognitivo-instrumentales que se hacen de la razón; y en segundo lugar, de un concepto de sociedad articulado en dos niveles, que asocia los paradigmas de mundo de la vida y sistema, y no sólo de forma retórica, abordando finalmente, una teoría de la modernidad que explica el tipo de patologías sociales que hoy se tornan cada vez más visibles, mediante la hipótesis de que los ámbitos de acción comunicativamente estructurados quedan sometidos a los imperativos de sistemas de acción organizados formalmente, en la sociedad y que se han vuelto, por la misma sociedad, autónomos por sí mismos. «Matadlo, o algún día pensará»: pues es la divisa de los hombres. (06/11/2010)(1/21a) que no cantan “imagine”, sino que caminan, habitan y piensan… (Por la experiencia inmediata, que las formas objeto de conocimiento proyectan a partir de sí mismasEpicuro) y substrayéndose a toda tentación de idealismo subjetivo: y de no-ser, (en acto- de ser) hacia → lo que debe ser considerado, en su forma y por las formas que y como, las define y las contiene.

 

De modo que para el sociólogo, asumir la actitud de un participante virtual en el discurso religioso sólo tiene para él, mientras no se salga de su oficio, el sentido metodológico de un paso hermenéutico intermedio. Una situación distinta es la del filósofo, por lo menos la del filósofo que ha estudiado en las universidades alemanas familiarizándose con Fichte, Schelling y Hegel (hace bien Habermars en recordamos a Hegel) y [ (d+=4d) “recordemos nosotros el optimismo iluminista de Hegel en Tubinga, y también con la herencia marxista (iluminista) de este último (y que, añado, deriva a bandas de un neo-socialismo y liberalismo o neoliberalismo, ambos sometidos a la agenda iluminista por imperativo (de poder) del sistema o sistemas de acción formalmente organizados, e independientes, dentro de la sociedad (neo-iluminista) occidental, a pesar de la ignorancia (esta sociedad) de no saberse, ella misma, iluminista, y sometida por misma la razón iluminista que los deslumbra: ¡bien venidos a la (forma) de la realidad! :A la sociedad ¡del miedo!,( miedo al pecado y al deber) que es la sociedad del bienestar, bienestar del que hace todo lo que le mandan dentro del campo de concentración o prisión delimitada en una forma que no ve: pero lo contiene: si no, prueben ir hacia el borde de la forma: hacia su sombra, sin el cinturón de seguridad, en su auto, a 20km por hora, circulando en el coche del trabajo a tu casa, pero…  hablando por teléfono con una madre enferma, que  acaba de llamar porque se encuentra mal; o vayan con su hija al zoo un lunes a las 11 de la mañana, ¡ahí va! la niña debe, estar en el colegio y uno debe estar trabajando; pero, la sociedad “es buena” así pues: lleva a tu hija a las once un lunes al zoo, y vuelvan martes al trabajo y al cole, con la verdad y sin miedoA menudo al (ser - que piensa), el pensamiento ajeno le es tan lejano e inasible, como lo es "la razón" del otro (ser: que-no-piensa), y no reconoce, o no puede reconocer, que es prisionero de una razón ajena (patológica) y sedentaria:  todavía temerosa de dios, y que solo sirve al deber de una moral por el poder impuesto, a partir de aquella religión desnudada de su sustancia y piedad religiosa del teólogo protestante, luego reconducido filosofo alemán protestante (pensamiento dominante en occidente), y su moral de la que somos forma del mismo instrumento (por la sociedad y la política) que nos limita y condiciona, cuando dicho núcleo permanece reservado al filósofo, ello bajo la cáscara de la tentación que deriva hacia un idealismo subjetivo (ajeno a la realidad de la naturaleza y de las cosas que son en esta) y, por tanto, a una comprensión esotérica de las cosas, donde para el profano sigue siendo válida su religión, por ejemplo en España (la católica) o aquel de pensamiento (ateo) y, sin embargo,  ambos sujetos y arrinconados en su vida y quehaceres cotidianos, por el pensamiento y moral protestante, sucumbiendo un día sí, otro también, a este pensamiento y forma que los somete, del propio miedo a buscarse y reconocerse prisionero de un pensamiento ajeno: el pueblo queda al cabo abandonado por sus sacerdotes convertidos en filósofos, pero sometido a estos (y a su pensamiento) por sus mismos  dirigentes, hasta nuestros tiempos. Recuerdo, que Una falacia dentro de otra en política es "una verdad". Luego, imponer esa verdad sostenida en otra falacia que está, dentro de otra, es "una infamia"(08/11/2010)(1/30a)

 

I.2

Desde esta perspectiva queda excluida de antemano la posibilidad de una actitud, o, posición casual y no concreta del sujeto-ahí frente a las tradiciones judías y cristianas (entenderlas de aquel su contexto) y, sobre todo, frente a la fecundidad especulativa de la mística judía y protestante de principios del mundo moderno, transmitida a través del pietismo suabo:  und nach demselben auch ein heiliges leben führt / Y tras ello además llevan una vida santa (d+=4d) que tuvo su origen en las ideas del pastor J. Spener (1635-1705); y se caracterizó por oponer a la frialdad derivada de la idea de la justificación por la fe,—Afirmamos, por tanto, que el hombre es justificado por la fe con independencia de las obras de la ley - Romanos 3,28 una religión del corazón, ciertamente, y un sentimiento más sincero y emocional, que ( asombrosamente) hoy adopta la iglesia católica desde su base: (doctrina de la justificación: que implica ese aspecto del perdón de los pecados pero también la elevación, santificación y renovación del hombre (Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amo mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama” —Lucas 7:47). Sobre las causas de la justificación afirma que la gloria de Dios y de Jesucristo, así como la vida eterna, son su causa final.) Pero llevado de una forma, a la otra forma→ peca mucho y cree más (de Lutero →y justificado por la fe) que se apoya en la plena confianza en un Dios misericordioso que, siempre/siempre, nos salva (Sola fide en español: por la fe sola o sólo por la fe), de un Bengel o de un Oetinger (Bengel:  clérigo pietista luterano; y Oetinger: filosofía y teología Tubinga (1722-1728), ordenado pastor hacia 1738 y ejerció en Walddorf, ambos como precursores del idealismo alemán; aunque no sé, si pecar en el deber; puede ser aun peor ( en dicha forma) y causa de condena social y nos despidan del trabajo, por irnos al zoo con nuestra hija, y no cumplir con el deber, de individuo racional y dependiente en su forma / de la forma  en que le digan qué debe hacer, o qué no debe hacer (aquello) en su vida, con su hija; incluso disponerle el día y (la forma) que el separado, debe, obligatoriamente ver y recoger, o no debe / no puede ir a ver, ni recoger de ninguna forma a su hija) y todavía: no ver la sombra, que por nuestra forma nos atrapa, en ella limitados a ser...como se debe. hundida en la tiniebla habita confines profundos, haciendo presa del que en la tristeza desorientado y, fatigado de racionalismo, luego tan vaga explicación encuentra, a un resultado que dado, no-es...  a la praxis mundana”.(18/12/2012)(1/36a)

 Al igual que con el concepto de Absoluto, el idealismo quiso dar cobro al Dios de la creación y del amor gracioso, así también con la reconstrucción lógica del proceso del mundo quiso dar teoréticamente (modo en que se analizan las grandes cuestiones generales, por sus últimas causas acerca de la estructura de la realidad y el conocimiento humano / dirigido al conocimiento racional (por la razón iluminista) y no a la acción ni a la práctica que deviene en un saber venido de la experiencia) el alcance a los rastros históricos de la historia de la salvación. El Dios del idealismo griego era sólo un Dios soberano de un mundo de ideas, un Dios que está ya hecho, que no debe hacer nada más que "permanecer siempre lo que es, independientemente, de lo que pase en la realidad" (Laberthonnière, 1904: 24). «Yo soy el que soy» (Ex 3, 14). Dios es el ser: absoluto, en sí y por sí; no depende de ningún otro y que lo conoce todo en sí mismo y sólo en sí mismo (Encyclopaedia Herder), por supuesto, refieren el Dios, (o ser, en tanto se entiende a partir de la religión, por los sacerdotes y pastores) no sabemos si estos entendieron al ser, alguna vez, o lo pensaron así: ser y forma, que contiene las otras formas, si siquiera si lo buscaron, a partir luego de pensarlo. Luego el idealismo kantiano: Kant, afirma que Dios conoce todo a priori (pero él no conoce a dios sino por los periódicos) que tiene un intelecto intuitivo y puro  (a decir de los periódicos); luego el sistema crítico enseña que este aspecto de la divinidad y la forma de la propia divinidad no es cognoscible por nosotros, (evidentemente, pero sobre todo si no dejamos de leer el periódico) y buscamos conocer de alguna manera, o al menos intentar, aquello: de lo que habla el periódico, dios,  en alguna forma, o lado de su forma, aunque sea a partir de la sombra, bien reconocida desde el lado de la propia forma de Kant: y que  el mismo no reconoce, pero que a priori dios conoce y reconoce de sí mismo (su forma dada) y dentro de sí mismo (de su forma) aquella que contiene: la propia forma sombra de Kant) en la forma contenida de dios.  [(d+=4d) (Kant que cree en dios, pero como cree en Berlín: una sombra y una forma (desconocida y ajena) alejada de su forma, para quien Berlín aunque existía, tampoco era cognoscible, solo de sus ideas sobre Berlín, o por lo que un berlinés, o el periódico (si existía) le contase de aquella, imaginando Berlín, sobre la imagen de su propia ciudad: lo único que conocía, mas no se atrevió a conocer.

Para la religión, lo absoluto es Dios; en Fichte, es el “Yo”; en la filosofía de Hegel, aparece como lo absoluto la razón universal (el espíritu absoluto); en Schopenhauer, es la voluntad; en Bergson, la intuición / o sombra: aquella forma (d1) en sí: (ser), que orienta a su espejo inverso (o forma) del sujeto (d1) / siendo (2d) juntas: las dos dimensiones (luz y sombra) del sujeto: que es la parte (forma visible) de otra sombra que Kant no ve, ni creo que casi nadie: la sombra del ser que les acomoda en su forma, dentro de la (forma) de este, cuando ( aquellos razonables paisanos) no ven ni miran (el lado) de la forma del árbol que les da sombra , pero de merienda en el campo están protegidos en sus formas, del sol, (en ese ancho de sombra) y bajo esta están todos (su ser y su sombra) inscritos, bajo la sombra ( en ángulo 90ª< ) de la forma del árbol, inscrita (su forma del árbol) a la forma de la tierra,  que corta en ángulo 90ª< (junto a otras formas y sus sombras – inscritas- en la forma de  tierra): todos ahora como una misma y única forma (de la tierra, que los contiene en su forma) inscrita, a su vez en otra sombra mayor: de otro forma, que contiene y define a otras formas visibles (planetas)a través de su sombra (de su ancho de sombra de la forma del sol, que los contiene a todos– sus formas a partir del ángulo 90ª< -, y que los define dentro de su forma, en su propia la forma, en aquella constituida a partir de todas las formas contenidas en ella.]   

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