Superación de la metafísica
La Metafísica, o la metafísica del ser
como artefacto o herramienta hacia el ser
SUPERACIÓN DE
LA METAFÍSICA
Hoy la metafísica estudia la estructura, componentes y principios
fundamentales de la realidad que
son inaccesibles a la investigación empírica, pero no estudia otra realidad (la
realidad es la misma); una la realidad que
está contenida en un espacio físico reconocible a partir de la experiencia. Entonces,
y exactamente ¿que estudia la metafísica?
Muchos de los problemas
que hoy pertenecen a las ciencias naturales, eran estudiados antes por la metafísica
como filosofía natural. Hoy la ciencia impera en
las ramas del conocimiento, buscando del ente mismo haciendo de este objeto de
escudriñamiento de la realidad y fundamentación, en cada caso del modo de ser
de las cosas, de cada cosa. En las ciencias se lleva a cabo un acercamiento
radical a lo esencial de toda cosa u objeto, buscando de la propia materia los
fundamentos de esta. La ciencia se distingue al conceder a la cosa misma
(material /a la imagen y la forma perceptible a los sentidos y la razón), de
manera fundamental y exclusiva, la última palabra en tanto a su ser (total),
como lo ente (comprensible) sujeto de experiencia empírica: dentro de las capacidades cognitivas del hombre (a la razón).
Esta manera del interrogar, de determinar y de fundamentar se lleva a cabo por
una sumisión de lo ente, por el ente mismo a la razón (como ente el hombre que
interroga al ente), para que revele lo que hay en él; si bien esta misma
servidumbre de la investigación "que analiza con rigurosa objetivación en un intento alcanzar la verdad", propicia todavía un espacio diferenciado
a la metafísica (afirman algunos filósofos). Esto es: en el estudio de aquellos aspectos
de la realidad inaccesibles, cuando hoy pretenden ser medidos o puestos bajo la
observación empírica de
la lupa del científico; pero que son y llevan a cosas distintas de las que en
principio nos lleva la ciencia por su camino, aunque (recordemos)
igualmente pertenecientes a la realidad que experimentamos todos. Lo que
nos devuelve a la pregunta que antes formule arriba ¿Qué estudia exactamente la metafísica? ¿Cuáles son las cosas que “son” y llevan a cosas distintas de las
que en principio nos lleva la ciencia por su camino?
Esto dará lugar en el siglo XX a una lectura heideggeriana de la metafísica occidental, y supondrá la necesidad de repensar la cuestión del ser (ser del ente) desde el origen mismo de los pensadores presocráticos. De otro lado, las ciencias no definen la materia, la vida o la consciencia en sí / su razón de ser; y solo la metafísica (entiende la lectura heideggeriana) puede suministrar estas definiciones básicas. De este modo se debería concluir aquel debate sobre el objeto de estudio de la metafísica, y sobre si sus enunciados tienen propiedades epistemológicas. Pero entonces ¿Qué significa «superación de la Metafísica»? La palabra «Metafísica» está pensada ya de la condición de ente, entendida en cuanto acaecer propio todavía oculto (entiéndase oculto: a la propia razón metafísica que lo enuncia) pero sobresaliente ( afirma Heidegger), a saber: de aquel olvido del ser que siempre ha estado ahí ( y por tanto igualmente a la vista), pero limitado a la razón (que lo enuncia), en tanto esta (razón) se limita a aquello percibido de los sentidos, cuya forma o imagen observable (medible a los instrumentos) apenas denota una idea completa, de la forma del ser que la proyecta (desde su sombra). Entendido esto, concebimos la superación de la metafísica, como la superación de la forma percibida, hacia la forma no percibida del ser (de lo ente observado) y ser como su sombra / sombra, a partir del lado de la forma de lo ente, que lo proyecta o proyecta al ente. .
anexo /
Superación por tanto, no habrá de querer decir un
desprecio que expulsa a una disciplina del horizonte de la «cultura». Luego en
la medida que pensamos esta nueva forma de hacer filosofía (útil al
conocimiento): metafísica, es artefacto de la Filosofía para la ciencia,
tratando de repensarse en ese espacio que le queda, bien diferenciado para la
metafísica, en tanto abarca aquellos aspectos de la realidad existente, que son
inaccesibles a la investigación empírica, pero que pueden ser identificados por
esa nueva metafísica, mediante aquella forma de pensar (el espacio/ la forma
del ser) y que entiende: del
ente la imagen proyectada, parte del ser (de aquello que la proyecta), a partir
de una sombra, que reconocemos que está / es a partir del lado de (imagen)→
pero que no vemos (la forma del espacio por ejemplo) y que entendemos está
definida a partir del lado de la forma de los objetos mismos, que se encuentran
contenidos en la misma forma del espacio, que les da su forma a aquellos.
Lo que nos lleva a pensar en un límite, a partir del
lado de la forma misma de la imagen / por lo tanto desde ese límite o frontera “entre lado de la
imagen” y “lado de la sombra” que nos invita → a
movernos hacia esta frontera →en un acto de ser, recorriendo/caminando
(reconociendo/habitando) ese lado de la sombra y de la imagen (donde estaríamos
habitando ya el borde o
perímetro ) que
determina / es, un lado de la forma de la sombra, lo que nos permite
pensar desde de aquella experiencia inmediata sensible (a
veces fugaz e indeterminada a la razón) en la existencia de una
forma ahí, y pensar en ella de una forma, luego abstracta (geométrica) que
aunque no representa el factum de la experiencia inmediata, nos
permite, de esta manera abstracta, poder determinar/representar y recorrer el
área (contorno total de la forma de la sombra) de una manera geométrica (lo que
me propongo intentar de desarrollar) no tan seguro como los estuvo en su
momento el riguroso Piero della Francesca al afirmar: «io
intendo di dimostrare cosi essere e doVersifare»
De este modo la Metafísica, incluso siendo
superada, por la nueva metafísica del ser →en acto de ser, no desaparece. Sino
que regresa transformada en un nuevo saber o artefacto- herramienta (en
la medida que se piensa desde de la referencia, no de una idea,
sino desde una experiencia sensible / →en acto de ser→
moviéndonos hacia al límite/borde, o frontera del ente / imagen) y que nos
permite de aquella distinción que sigue en vigor entre ente y ser / no la
distinción entre ente y ser, sino que dominara ahora como eje de todo
pensamiento al permitir una distinción clara entre el ente como parte visible/ y
proyectada del ser en la sombra). Luego, ahora entendemos que la manifestación
del ente, y sólo del ente tomado este como objeto (definido) de estudio, pierde
la exclusividad que ha tenido hasta ahora en su pretensión de ser módulo y
medida al pensamiento y las ciencias. El ocaso de la verdad del ente quiere
entonces decir: la verdad del ser, mostrándose del ente en su sombra: la forma
total del ser. De ahí que cualquier cálculo, o pretensión de verdad que no tome
en cuenta la sombra (ser) del antes objeto (forma visible) no será verdad en la
propiedad, ni de un cálculo lo exacto.
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