Según algunas tradiciones, el último gran presocrático: “Empédocles de Agrigento”, se mató arrojándose al Etna con 60 años cumplidos, cuando gozaba de la plena devoción de sus seguidores, y después de hacerse acompañar por algunos de ellos en un paseo por las laderas del volcán Etna (Sicilia). Lo cierto es que su realidad está envuelta en trazos de leyenda que lo hacen aparecer cuando no un mago, profeta revelador de verdades ocultas y misterios escondidos. Quizá es apropiado recordar de Empédocles (su pensamiento) influido de las antiguas tradiciones mistéricas griegas. Aunque lo cierto es que desapareció para no retornar (dice la historia, quizá exiliado), forjándose entonces varias versiones en torno a su desaparición, la más conocida de todas, aquella según la cual se habría arrojado al volcán Etna. Lo que luego daría paso a (creer→ de algunos) que existía algo fuera de lo terrenal, y que el curso de las cosas humanas puede alterarse para un hombre, “y de esta forma sus discípulos/ que ya estarían ocupados husmeando algún gran misterio,/ desarrollando alguna profunda metafísica/ se encontraron, de repente, consternados, con la sandalia del maestro entre las manos;/ una sandalia de cuero, palpable, usada, terrena”― (Brecht). Apareciendo aquella sandalia (como legada) a aquellos que cuando no ven (ni saben), de inmediato empiezan a creer (de todo lo que les dicen y empiezan a pensar cosas raras). Tales eran entonces las habladurías, y (es) todavía→ opinion, lo que dicen de las cosas que saben y dicen conocer (aquellos→ que no se movieron a conocerlas hacia→ y estando frente aquello, de lo que luego dicen saber (y algunos incluso explican)
Borde del crater activo del volcán Telica ( Los Maribios / Leon- Nicaragua 2019) |
Si buscamos Empédocles en los textos de historia de la filosofía, encontramos
que nos informan de algunos datos biográficos, como su nacimiento, en Acragas (Agrigento) en Sicilia, en una familia ilustre, en fecha difícil de precisar que
podría ser el 484 ac., así como de su actividad en la facción democrática de su
ciudad, que finalmente le llevará al exilio, Peloponeso, donde fallecerá hacia el 424 ac.
En cuanto a su obra, destacan sus ideas sobre el ser y lo permanente, como una
conciliación de las tesis de Parménides; y como tema principal, su teoría de la composición del universo
basada en cuatro elementos, aire, tierra, fuego y agua, y cómo dos fuerzas, la
del amor y la del odio, que son responsables de asociar y disociar estos
elementos en un ciclo sin fin /consideraba a la luz como un fluido que emanaba de los ojos del observador que actuaba al modo de unos tentáculos, asemejando el sentido de la vista al sentido del tacto y, según su visión, solamente los hombres que logren purificarse podrán escapar del ciclo de las reencarnaciones, y volver a vivir en el mundo de los dioses, entendiendo de sus palabras una referencia de su
adhesión a la teoría de la transmigración de las almas, luego criticada por Aristóteles y Teofrasto. Empédocles, Partidario de la democracia, fue orador y médico que sepamos. Luego se cuenta que lo seguían “los que requerían vaticinios y aquellos atravesados por desgracias, ya en lo que respecta a una enfermedad o a la herida de un arma” Los filósofos presocráticos II, traducciones por Néstor Luis Cordero, Francisco José Olivieri, Ernesto La Croce, y Conrado Eggers Lan (Ernesto La Croce es responsable del capítulo dedicado a Empédocles), Editorial Gredos, Madrid, 1985, p. 139.También sabemos, al menos así escribió Diogenes Laercio, que “se vestía de púrpura y ceñía diadema de oro” y, además “llevaba sandalias de bronce y la corona délfica.
Tenía el pelo largo; esclavos lo acompañaban y él siempre severo y sin mudar
de semblante. Así se paseaba, y los ciudadanos que encontraba a su paso
creyeron eso señal de cierta realeza”.(
Pero “Tal vez" confundimos cuando llamamos filósofo al físico (y hombre de ciencia griego) observador de la naturaleza, según la tradición jonia, aún y cuando el eleatismo (de Parménides) ha declarado aparente (→ la opinión referente al mundo y las cosas) y engañoso aquel conocimiento sensible que le concierne (que hoy llamamos ciencia), mas no desviándose de la investigación el naturalista (referido de Empédocles en concreto) y, que sin dejar de tener en cuenta las conclusiones del eleatismo, no le implica aceptarlas a quien (como él) continua según la tradición (a partir de la experiencia natural) iniciada por los jonios (advirtiendo ya del eleatismo aceptado sin cuestionar y modelo para resolver problemas→ cierto desconcierto)―"¿Pero por qué me ocupo de estas cosas, como si realizase una gran empresa, puesto que me hallo por encimas de los hombres mortales en todo desgraciados?" (palabras del mismo Empédocles→ Los filósofos presocráticos II, (Ernesto La Croce es responsable del capítulo dedicado a Empédocles), Editorial Gredos, Madrid, 1985, p. 285―.
De los jonios (Mileto) sabemos que presentaban una visión de la naturaleza en términos de entidades metodológicamente observables, inteligibles (y reconocibles) por sí mismas, con lo que puede considerarse a la suya: aquella investigación física de las cosas que son (frente a nosotros) y en las que nos reflejamos de ellas (como de ellas ―en otra forma y manera→ nosotros, dentro de un mismo horizonte dado a los sentidos (sentidos por las que las percibimos y nos reflejamos de aquellas cosas (iguales a nosotros de muchas maneras y nosotros a ellas→ en el mismos lugar y tiempo, de otra manera (siendo). Por este motivo Aristóteles se refirió a ellos como los «físicos», dado que buscaban la explicación de las cosas únicamente según principios naturalistas.
Pero referido de las tradiciones y leyendas que arrastra Empédocles, sepamos: que no todos los hombres, sino casi ninguno→ ninguno de los que yo conozco suben con sandalias o chancletas a un volcán activo (Ayer ni Hoy) para situarse en el borde (al que primero hay que llegar (moverse hacia→ aproximándose) y soportando lo incierto del cráter, recordemos→ de un volcán activo (luego permaneciendo impasible sobre el borde (y, todo ello, sin una buena razón, aparente de los propios textos de Empédocles para hacerlo; es decir ¿por qué estar sobre el volcán? Por tanto, las palabras referidas a "ese hombre embriagado de Dios que purificó el alma desprendiéndose de su cuerpo decadente” ― define más a Hölderlin en su drama ― No poniendo de manifiesto el abismo que separa a los dioses de los hombres / sino el abismo que separa→ a los hombres (sus ideas, expectativas y fantasías) de "la verdad" (y realidad) de las cosas. Revelando no ya el abismo que separa a los dioses de los hombres, sino a estos mismos hombres (crédulos) de la verdad de las cosas (relatadas, nombradas o explicadas) por quienes son ajenos a esas mismas cosas y la experiencia de esas mismas cosas: como lo que son), e igualmente referido cuando nombran volcanes activos (o a quienes anduvieron sobre ellos) como si conociesen los volcanes activos→ al menos uno en concreto) y del mismo modo que dicen conocer y hablan después ("como sabiendo" de todas y de cualquier otra cosa, a priori→ sin conocerla (ni reconocerla (de sí frente a la cosa) ni reflejándose de ella, sino como el más ajeno a ella, a saber: de su no-ser en acto→ experiencia de la cosa y, hacia→ nosotros luego de ellos expuesta, por la palabra, sin conocer de propia mano nada de ella, pues (sólo→ y por la razón, de la mano de su imaginación, en representación conoce), pero a los demás luego nos explican... "y que entiendo " asemeja más a deseos que pasaron sin cumplirse; ni merecer una noche de placer, o una mañana luminosa" (Cavafis). Poniendo de manifiesto con ello, no solo su ingenuidad→ sino la de aquellos quienes creen (lo que otros, de uno, les cuentan e hicieron creer). Pero igualmente, poniendo de manifiesto el desconocimiento (en este caso de los volcanes) de los que “piensan o fantasean creyendo, todavía ,"que al cráter de cualquier volcán activo (lleno de escoria volcánica se llega→ al borde mismo (a asomarse) como aquel que da un paseo (recordemos→ sobre un terreno inestable y peligroso (repleto de galerías subterráneas, rocas sueltas y gases mortales).
Pero cuánto más aún de complicado son los últimos cientos de metros al cráter activo→ moviéndonos, y donde menos aún contemplo, que alguien pueda progresar en sandalias o chancletas... Por cierto, si los ascensos son difíciles, los descensos en volcanes de altura activos, puede ser caóticos (de espaldas al cráter y a lo que pueda caer, donde la pierna se hunde en la ceniza y tefra hasta casi a la altura las rodillas, desplazando coin ello rocas de diferentes tamaños junto a nosotros, descendiendo; y donde hay que clavar el tacón, a cada paso, para estabilizar la pierna que se hunde y desplaza esas piedras (que si son de suficiente tamaño: caen rodando hacia delante). Y de todo ello, este texto: Cuando quien de las propias experiencias rememora de su pasado (antes), buscando no solo el deleite que produce el volverlo a contar, y entonces se lo proporciona a otro, para que como propio entienda… lo que únicamente el miserable desdeña, (…)
Iniciando Izalco hacia el borde del crater |
Cerro Negro Nicaragua ( lado curvo desde el borde del crater) |
Lo único cierto al permanecer esta leyenda alimentada por ilustrados y románticos de antes y ahora, hasta nuestros días (es que ninguno de ellos→ ilustrado, o romántico (alemán, o no) se había acercado jamás "conscientemente" a un volcán como para reconocerlo (ni siquiera estando él, paseando, y esté (el volcán) bajo sus propios pies (Región Volcánica de Eifel que vio nacer Friedrich Hölderlin en Lauffen am Neckar), o de sus señales (por las musas) cuando hablaba de Empédocles (no reconociéndose (de su palabras y conciencia) proyectada (hacia→ quien se pueda reconocer de él (fuera) paseando sobre el cráter de (un volcán (activo) y (bajos sus pies en Renania Westfalia),y que es en el mismo lugar, donde tiempo atrás se asentarse su pueblo (tribus del norte asentadas en lo que se conocerá como Germania, y concretamente en (Renania Norte-Westfalia Y Renania-Palatinado) y (precisamente sobre un gran volcán o caldera) que tampoco reconocieron (ni aún asentados sobre sus cenizas). El Olvido. Olvido de donde venimos; es decir: de lo que somos. Pero esto, no es solo cosa de los Alemanes ilustrados o no (no reconocer moviéndonos de nuestra experiencia a→ entender / en lugar de creer, los que nos dicen otros que es→ aquello y suelo que pisamos (como ocurre, sin mas lejos de mi casa → en Extremadura)
El origen de la palabra gneis proviene del alemán “kneiss”, y hace referencia a una roca que se caracteriza por un alto grado de metamorfismo y que típicamente presenta un bandeado en el que se distinguen capas de minerales más oscuros de otras más claras. El tamaño de los cristales es visible a simple vista y es habitual la presencia de vistosos granates, como se puede observar en esta muestra. Su formación se da cuando una roca es sometida a grandes presiones y/o temperaturas, dando lugar a una recristalización de los minerales que la componen, aumentando el tamaño de los cristales. Durante este proceso la mayoría de estos cristales se reorientan, se alinean y se segregan por afinidad química, dando lugar al bandeado claro oscuro habitual de la roca. Según el tipo de roca que original se distinguen dos tipos de gneis: Ortogneis si proviene de una roca ígnea (como un granito), y paragneis si se originó a partir de una roca sedimentaria (como una pizarra). El gneis se usa en construcción por sus cualidades mecánicas y en decoración y colecciones por su atractivo visual. Esta muestra proviene de Aceuchal, Badajoz, y fue donada por TECMINSA, S. L.(Universidad de Almería))
De la Gneises biotíticos-moscovíticos de grano fino. (49) : Al S y SE de Aceuchal se ha reconocido un conjunto monótono de gneises grisáceos con intercalaciones de cuarcitas negras, anfibolitas y mármoles. Este tramo no aflora en el tercio este de la Hoja y provisionalmente se considera como el techo de la sucesión de gneises y anfibolitas Observables y afloradas, aunque en el sector de Aceuchal contacta con todos los puntos mecánicamente con anfibolitas o gneises característicos de la sucesión de un cuerpo o BLOQUE SOLIDO DESCENDIDO. Estos gneises son muy micáceos con biotita y moscovita, su textura es granolepidoblástica con cuarzo, plagioclasa y micas como principales componentes. En origen podría tratarse de materiales vulcanoclásticos de pequeña granulometría. El ortogneis formado por una deformación seguida de una cristalización en el granito de Aceuchal encaja en estos materiales. (IGME)
De Las rocas volcanoclásticas (o piroclásticas) /Ambientes y procesos. En el caso de una actividad volcánica de forma explosiva el magma enfriado se fragmenta y se expulsa y reparte en forma de material suelto. Este material expulsado, fragmentado y distribuido por el viento, no compactado se denomina tefra, independientemente de la composición o del tamaño de los granos. Los diferentes fragmentos, sueltos o compactados, son llamados piroclastos. Acerca de la Textura de rocas piroclásticas⟶ piroclastos: Las rocas volcanoclásticas son aquellas con textura clástica causada por procesos volcánicos. Las erupciones volcánicas explosivas por ejemplo producen volúmenes grandes de material detrítico (de detritus) volcanoclástico. La palabra "clasto" significa trozo o partícula y principalmente se usa en la sedimentología entonces en conjunto de rocas sedimentarias.
Bloques se llama a los clastos angulares producidos por la fragmentación de rocas sólidas. Las bombas originan de pedazos de magma (normalmente de composición básica o intermedia) expulsados, transportados por el viento y modelados mediante su solidificación en el aire resultando en cuerpos aerodinámicos. Adicionalmente a la clasificación según su tamaño se pueden distinguir los fragmentos volcánicos con base en su composición:
c) Lítico, es decir de fragmentos de rocas poligranulares (de "litos” = roca)
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