(1) DESDE (SER UNO HACIA→ LO QUE NO- ES ―O LO QUE ES NADA DE UN TEXTO― A PARTIR UNA NUEVA INTERPRETACIÓN DE LA REALIDAD Y LA VISION: DE LA VISTA Y LO AUSENTE DEL TEXTO , PRESENTE DE UNA SOMBRA DEL TEXTO / jorge maqueda merchán/ jordi maqueda ( Aceuchal - Badajoz (España)


(SER UNO HACIA
LO QUE NO-ES DE UNA FORMA CONCRETA FUERA DEL TEXTO ―PERO ES DE UN TEXTO― A PARTIR UNA NUEVA INTERPRETACIÓN DE LA REALIDAD Y LA VISION: DE LA VISTA Y  LO AUSENTE , PRESENTE  DE UNA SOMBRA (i forma)DEL TEXTO
Jorre Maqueda Merchán
Jordi Maqueda
Aceuchal - 06207 /Badajoz -España

La humanidad se encuentra viviendo acontecimientos y descubrimientos que comienzan a poner en cuestión nuestra visión más tradicional de la realidad y de nuestro conocimiento de esta, dirigiéndonos hacia→ una nueva interpretación de la visión y la realidad.

I

Hay cuestiones que siempre han desconcertado a algunas de las mentes que definimos o reconocemos más instruidas, en relación una nueva teoría de la visión, derivada de las experiencias (y de empezarnos a asomar→ a la realidad). observada esta circunstancia, y necesidad en mayor medida, cuando de lo que se trata es de→ ser uno mismo de la propia experiencia de la realidad y así poder entenderla desde las propias sensaciones que se nos revelan de esta, como aquella realidad material y propia que percibimos de las formas (de las cosas concretas a la vista y otros sentidos) y lo que de estas cosas sentimos a través de los estos: lo sentidos y de las experiencias de ser o estar-ahí frente a las cosas concretas. (El propio Heisenberg (1901–1976) —físico conocido sobre todo por formular el principio de incertidumbre— para quien todo aquello que observamos no es la naturaleza en sí, ya nos advirtió de una naturaleza expuesta a nuestros ojos (y mediada), cuestionándose la comprensión de la realidad en sí misma, tal y como la percibimos (i entendemos: de una comprensión mediada ( pues entre la cosa concreta observada i uno-observando existe igualmente un espacio en medio)

No se trata, por tanto, de aceptar, una vez más y de la misma forma de antes un cambio de paradigma→ que no cambia nunca como vemos y comprobamos de las explicaciones (absurdas) de los fenómenos  pretendidamente observados por los científicos que los entienden subjetivamente ( luego no entendiendo que estos fenómenos observados le son mostrados del medio / y lo que esto supone o representa) , sino de cambiar de manera radical nuestra forma de pensar lo revelado de una observación consciente de algo, a través del medio entre ese algo concreto i una cosa y el observador (i cada uno en lo individual de la exploración del medio y las formas concreta, e igualmente condicionado de su observación desde aquellas mismas fuerzas, que nosotros reconocemos de otra manera, igual→ interaccionando nosotros con ellas), luego i alzándonos así sobre las murallas de un paradigma que nos rige (absurdo cuanto menos al comprobar cómo le damos un nombre (a algo, que no conocemos→ ni tampoco lo reconocemos de un estado o forma de la materia→ de otra manera) derivado de un proceso (agresivo e inducido que no entendemos bien→ tampoco sus consecuencias directas, como indirectas) pero al que los estadounidenses llaman am241. Luego explicándonos (antes→ de entender) esos mismos científicos que (el isótopo "creado" 241am) fue aislado en el Laboratorio de Metalurgia de la Universidad de Chicago (Met Lab) donde (se nos cuenta, que el equipo mientras investigaba las reacciones del plutonio como aplicación (añadimos nosotros→ como aplicación para la bomba atómica) luego "tuvo la ἰδέα"→ idea, que es materia de puro conocimiento, sin intervención de los sentidos o voluntad propia de la persona /y que proviene de εῖδος (eîdos) que alude a la esencia o naturaleza de la cosa, a aquello que la cosa es verdaderamente / de crear el isótopo 241Am / y todo esto a partir de  ellos los EEUU bombardear con neutrones al 239Pu, en un reactor nuclear→ creándose el 240Pu, y luego pasando a 241Pu, pero… después cambiando este 241Pu, a 241Am por desintegración beta (y del medio después) y esto explicado como si ellos supiesen qué, o por qué ocurre (o cuales son las razones fundamentales i primeras de→ la desintegración después de los 14 años, y como sabiendo estos→  los científicos i de antemano, lo que iba a pasar) pero que ellos nos explican del propio entendimiento de las ultimas causas de aquello ocurrido que no comprenden (todavía→ am241/95) de sus causa primeras ¿por que ahí?  ¡Ten valor de servirte de tu propio entendimiento! He aquí el lema de la Ilustración (Kant) por medio del cual luego y razonadamente, de forma irracional→ en fórmulas matemáticas nos explicaran algo, como si supiesen y pusiesen ellos los 2(n,γ) juntándolos en ese concreto (239/94Pu / y de manera como dando a entender “que saben” lo que hacen, a la vez que ignorando lo que ya estaba ocurriendo y cambiando, moviéndose 241/94Pu (hacia→ 241/95am) con una relación de ramificación de menos de 7,4 × 10 −1 por desintegración beta: y explicado a los demás de la siguiente manera:

 [(239/94Pu + 2(n,γse transformó   239+1/94Pu luego en 239+2/94Pu  es decir: 241/94Pu]  


Después


Es decir: am 7 (241/95→ moviéndose ahora [hacia   (TI 207/81)→ (Si 34/14)]. 

No igual, lo mismo, inversamente (seven (Si 34) of (Nine (TI 207) desde  241/95 am 



Dicho de otra forma y como si (los otros→ ellos mismos): no entendieran….a Magnus y Erin Hansen, dos exobiólogos obsesionados por el estudio de los Borg, ambos fueron los primeros en estudiar de cerca aquellos (seres parecidos a humanos (que podemos reconocer igual y por todo el mundo hoy, de las personas que siguen fielmente sus rutinas diarias, repetidas una y otra vez (siguiendo unas directivas impuestas por otro, sin tener ni P. idea del sentido de lo que realmente hacen ni de sus propias vidas, ni luego de lo que dicen o nombran (de sentir la experiencia como propia individual), llegado el punto en el que (de manera inversa,  no negativa) una conciencia, que se pueda reconocer de ellos (en sus formas antes) no necesariamente reflejándose / es decir→ no necesariamente siendo como ellos les tenga que rescatar de si mismos o mostrarles,  de forma que puedan entender (es decir: por medio de una serie juvenil) lo mismo que ellos creen entender, pero no entienden ni de su propia física a partir, de una inversión→ de paridad) no igual a cambio en el signo matemático de la coordenada espacial, pero que en un espacio de tres dimensiones (igual de otra manera sobre un plano 3d, también puede referirse al cambio simultáneo en el signo invirtiendo las tres coordenadas espaciales (reflexión respecto a un punto P:(xyz)↦(−x−y−z) representado de este modo abstractamente / pero entendida mejor de la experiencia de quiralidad a partir de un fenómeno físico, en el que una inversión de paridad transforma un fenómeno en su imagen especular y reflejada, igual→ una persona concreta que se refleja casi idéntica de un espejo y en el que aparece (ahí real, la imagen en la que se refleja, en aquello, insisto→ igualmente real "es" esa imagen que reacciona a los movimientos, pero no nacido de mujer es→ una imagen especular o reflejo) invertido-a (e imagen de forma plana frente a nosotros) en dirección perpendicular del reflejo de la superficie del espejo (o... e otra manera y para que mejor entendamos lo mismo, no igual y de otra manera moviéndose en lo que vemos igual como reflejo especular y forma de una persona (proyectada desde fuera⟲adentro/luego hacia→ en la pantalla de un televisor moviéndose (de la forma que es reflejo i aparentemente independiente, y de la que uno harrison ford puede reflejarse de esa imagen (igual, y de su persona / luego otra → ʎ reconocida como Seven of Nine→ hija de Magnus y Erín Hansen,

La imagen especular de un objeto o figura bidimensional es la imagen virtual formada por la reflexión en un espejo plano (de un cuerpo, que percibimos de la luz a través del medio entre espejo→ el reflejo i la figura o forma); es del mismo tamaño que el objeto original, pero diferente, a menos que el objeto o figura tenga simetría de reflexión (también conocida como «simetría P»
En física, una transformación de paridad (también llamada inversión de paridad) es el cambio en el signo de una coordenada espacial. En tres dimensiones, también puede referirse al cambio simultáneo en el signo de las tres coordenadas espaciales (una reflexión respecto a un punto):

 

También puede ser pensada como una prueba de la quiralidad de un fenómeno físico, en el que una inversión de paridad transforma un fenómeno en su imagen especular. 

La paridad (P), o inversión espacial, es el reflejo en el origen del espacio de coordenadas de un sistema de partículas; i.e., las tres dimensiones espaciales x, y, y z se convierten en −x, −y, y −z, respectivamente. La inversión temporal (T) es la operación matemática que reemplaza la expresión del tiempo por su negativo en las fórmulas o ecuaciones de modo tal que describan un evento en el cual todos los movimientos son revertidos. La fórmula o ecuación resultante que permanece sin modificaciones tras esta operación se dice que es invariante bajo inversión temporal, lo cual implica que las mismas leyes de la física se aplican en ambas situaciones, que el segundo evento es indistinguible del original. Una película de dos bolas de billar que colisionan, por ejemplo, puede ser pasada hacia adelante o hacia atrás sin ninguna pista sobre cuál es la secuencia original en que ocurrieron los hechos.

Todas las interacciones fundamentales de las partículas elementales, con la excepción de la interacción débil, son simétricas bajo paridad. Como establece el experimento de Wu, llevado a cabo por la científica chino-americana Chien-Shiung Wu, la interacción débil es quiral y por ende proporciona una manera de estudiar la quiralidad en física. En su experimento, Wu aprovechó del rol de control que ejercen las interacciones débiles en el decaimiento radiactivo de isótopos atómicos para establecer la quiralidad de la fuerza débil.
El experimento de Wu fue un experimento de física nuclear que se llevó a cabo en 1956 por la física estadounidense nacida en China Chien-Shiung Wu en colaboración con el Grupo de Baja Temperatura de la Instituto Nacional de Estándares.​ El propósito del experimento era establecer si se conservaba o no la paridad (conservación-P), la cual fue anteriormente establecida por las interacciones electromagnéticas y las fuertes, y también se aplicaba a interacciones débiles. Si la conservación-P era cierta, una versión especular del mundo (donde la izquierda está a la derecha y la derecha a la izquierda) se comportaría como la imagen especular del mundo actual. Si la conservación-P se violaba, entonces sería posible distinguir entre una variación reflejada del mundo y la imagen especular del mundo actual.
El experimento estableció que la conservación de paridad era violada (violación-P) por la interacción débil causada por la emisión o absorción de bosonesEl efecto más conocido de esta emisión es la desintegración beta, que es una forma de radiactividad.

A partir de bombardear con neutrones al 239Pu, en un reactor nuclear→ creándose el 240Pu,y luego pasando a 241Pu,


Pero Después Cambiando e241Pu, a 241Am por la emisión o desintegración beta
(y del medio después)


Este resultado no era el esperado por la comunidad de física, que anteriormente había considerado la paridad como una cantidad conservada. Tsung-Dao Lee y Chen-Ning Yang, los físicos teóricos que originaron la idea de la no-conservación de la paridad y propusieron el experimento, recibieron el Premio Nobel de Física en 1957 por este resultado.

Luego esto mostrado, sólo es una pequeña sección de esa nueva realidad que incorpora de las formas antes ya reconocidas i-de las cosas-ahí, añadiendo-se al conjunto de formas que podemos reconocer ( de la desintegración beta / otra forma e imagen especular reflejada i distinguible del medio i en el medio / en mi experiencia) de la imagen luego i-de una manera concreta mostrándose en el medio→  medio i forma (entre las otras formas igual que vemos i no vemos), pero es apta para ser reconocida de la ciencia / de una interpretación al límite de nuestra propia forma / desde el borde y limitando igual con todas las demás desde el medio / Y lo mismo de otra manera limitando de nuestro entendimiento racional (cuando se revela ahí, del  medio igual (lo que antes i-de un deseo de crear una cosa luego "es"→ otra cosa, además) que creímos por nosotros descubrir (sin entender que hay cosas que pueden ser revelada a uno de si mismas→  hacia uno que observa) pero que luego registra (apropiándose de aquello que por si mismo ya "es" /  lo que no sabemos explicar de antes cómo fue / o su razón-ahí /-de ser hacia nosotros, eso que es (I-del medio igual)→ ya no igual pensado de uno / i por tanto no de la misma forma de antes→ ser de nosotros ( eso de uno i del medio igual) Y (d) una necesidad concreta y moviéndose luego moviéndonos en ∫‣(d)(ʎ) cuando percibimos luz en ∫‣ (d) (y⟿calor) (ʎ⤎⤏ información) de una materia (concreta y en evolución ʎ nunca antes en relación (las microondas) ʎ ahora incorporadas a las nuevas tecnologías formando parte del horizonte (y mismo horizonte que el nuestro) es decir→ de nuestro horizonte, igual y ahora común  aquellas entidades-no-reconocidas antes fuera y luego dentro hacia→ ser de nuevas formas (o entidades reconocibles) (d→ en el horizonte natural (sentido) en algunos de nosotros de ese concreto zumbido ʎ parecido de cigarras que varía cambiando en ∫‣(d) ʎ en ángulos de inclinación / percepción, en tanto→ ellas se reflejan en ∫unción (d) ʎ→ (x)→(forma propia por verificar ʎ todavía ausentes (d) en un área y volumen concreto pero perceptible de unos colores en el medio yentreʎ en relación (hacia→ ser-reconocidas en ∫ ‣ (d)  ʎ lo mismo de otra manera en el medio y calor (ahora) d (el horizonte→ ʎ un nuevo horizonte compartido y que aparece (asomándonos hacia→ en camino a→dónde (ellas) se encuentran y reconocen (de ellas igual una parte) desenvolviéndose ahora de otra manera ʎ (d) no igual, ʎ como antes las percibíamos (no entendiendo que son o que (eran→ solo ondas reflejadas luego proyectadas del usuario y definidas de un ancho de banda, es decir: información en ancho (d) microondas (hacia→ y, pero entre lo cual somos (percibidos y reconocidos), como igualmente otros seres (que son–ahí→ de ʎ pero no participan todavía en ∫‣ (d) ʎ (hacia→ y reconociéndolas de esa otra forma (del mismo modo que no reconocen (matemática y razonablemente) que [9 (es)] y, por tanto→ no-es 9 igual y lo mismo que 3( elevado a 2) de la misma forma y manera (sino) (de que otra manera (9 es → no lo mismo, igual, que 3 multiplicado por tres) y por tanto no-es lo mismo /ni igual, ni de la misma forma 9 que 3 multiplicado por tres) y, por tanto, no-es ni son solo microondas cuando son de una manera concreta en el medio, y no los mismo de otra manera (entre) y del horizonte dado a nosotros ( en el medio) lo que entendemos de lo que no percibimos (en el→ espacio (igual natural (de otra forma concreta y compartido de todos los cuerpos) además, no de la misma forma dentro→ ellas  de uno i relacionándose igual con los otros, pero (solo i en apariencia→ ocupadas de la misma “información” de los otros).

Parecerá extraño encontrar una nueva Ciencia Prospectiva con la necesidad de explorar observando ʎ (d) sentir-las→ sensaciones nuevas i de movernos (hacia→ entender el momento (d→ un instante) luego una determinada i concreta materia (y forma de algo→ aquello concreto i microondas en movimiento y giro que evoluciona (hacia→ múltiples sentidos i de las formas que son (una ʎ la misma y desde otra perspectiva o dimensión (perceptible a la nuestra y proyectada), como no menos extraño resulta al sujeto común→ la hoja sensible y enorme de una Marquesa en la ladera de un volcán en el Salvador (de una sola forma son en conjunto muchas y otras de lo mismo i formas iguales (entre muchas más formas distintas (casi no reconociendo de las formas visibles la marquesa del jardín de mi madre, igual (d ota manera la misma forma de fuera en la selva en un tiesto y consciente lo mismo, igual de todo en derredor… Y lo mismo las páginas de este blog-son→ independientes, pero igual conscientes (d- desde la forma mayor o Blogger que la proyecta de una información primaria i bits, luego en una forma 8 imagen de una pagina que todos podemos ver i del medio igual en una pantalla sde ordenador ) de los ojos que miran la imagen y también creen y piensan… (no de la misma forma de viajar (hacia→ ʎ entender que uno→ y antes de uno ya "es→cribe" (ʎ del medio lo mismo (d) volcanes→ cristales y rocas, sin todavía reconocer (igual) cruzando el océano y la mar― en todo lugar aquello→ lo mismo, de otra manera no igual (y de muchas formas a lo largo del tiempo→ como aquel ciervo (de pie) sobre, y del lado de un arbusto asomando y que me encontré (sorprendiéndome, en aquella curva del Pirineo occidental (bajando Fontalba 1993 / sin haber llegado nunca, a la forma más alta (el Puigmal) tras de mi / y reconociendo siempre (de mi corazón aquello y roca, igual, otra forma todavía mas grande desde i por encima i de todos (proyectada por delante y limite de uno, que podemos reconocer (de otra forma) la misma forma reconocida de antes, en ∫ ‣ (d) ʎ desde atrás en el tempo en el medio por la propias experiencia de uno, antes de y (ahora) en el medio.

Luego la razón de estos textos es entender a medida que se expone el cambio (hacia→ formas de materia en evolución (desde que emerge con volumen y patrón de giro→ a una presión y temperatura en ángulo perpendicular (desde→ una forma a⟲fuera\(hacia→ dentro) /de nuevo fuera  (en→ el medio-i de un a imagen otro sobre la superficie / de un limite o frontera (hacia→ ser-una forma concreta y en su propio camino reflejándose de otras forma y  materia (formas-ahí→ antes igual y de la misma forma como ella, de otra manera (ahora-ahí→ con la que va entrando en contacto (reflejándose del borde y límite de la forma, como si de la piel una gota de agua abriéndose paso se tratase, proyectándose (hacia→ ser (a partir del suelo e incrustada de la corteza terrestre en unas condiciones particulares→ Plutones: esperando al tiempo y ser en una forma reflejada) como, igualmente→ de otra manera y forma en el medio y disperso sobre el horizonte dado― en la superficie en el que se desenvuelven otras y todas formas que observamos (y de las que no vemos pero que reconoce (uno→ junto a ellas) en el medio entre y límite o frontera (hacia (El―Aparecer) o Encuentro (de otra forma, lo mismo (vida e imagen) reconstruyéndose de pedacitos de ella aquí y allá. Luego (hacia→ otro lugar, no de la misma manera (lo mismo→ sino de otra forma igual (llevando consigo esa no-forma necesaria: para ser (en) aquello que habitamos donde se empieza uno a reconocer y reconstruir de si (en dos formas: firmes y de cara→ a aquella otra forma que podemos reconocer proyectada de su sombra (en el suelo) mirando desde el borde del cráter de un volcán: en la que podemos reflejarnos, igual, en la forma de ella mirando la imagen que proyecta (la sombra) y que reconocemos parte y en ángulo de esta (esa lava que vemos y ahora podemos reconocer (es) proyectada desde abajo y que le da su forma primera al volcán (sobre la corteza de la tierra) y habla al hombre→ del hombre sobre el hombre, y lo que pensaban aquellos del revés y hacia arriba→ que solo podía suceder una vez (ahora desde abajo→ y de la manera más bella, cuando pase entenderás, de lo que no quisiste reflejarte de cara Y porqué los españoles bautizaban a los volcanes que por todo el mundo se reconocen, con nombres de santos y santas ( en castellano), pero… en canarias todos, y solo allí, llevan nombre de mujer (que empezando por (T) es (no lo mismo, pero igual→ (La) d ala T, de Terremoto (entendido de otros, donde, ya, unos pocos volcanes de formas semi ocultas podemos, algunos de nosotros reconocer→ volcanes apenas proyectados y visibles de sus formas cada cual bien definido dentro cada uno de su propia forma (super definido)

Por tanto, este (es) un texto (y los que siguen), para quien esté dispuesto a asomarse a sus propios límites, y no para quienes temen la pérdida de certezas, y hacerlo alzándose entre lo perceptible y lo invisible que no vemos, ni comprendemos→ espíritu de la materia que (del horizonte reconocemos→ luego del aparente y razonable desconcierto) lo que hace necesaria una reestructuración de eso que llamamos realidad y sociedad; sin embargo, el obstáculo no parece ser la realidad o la sociedad en sí misma. Por lo tanto, el mayor logro al que puede aspirar uno (es→ abrir las puertas más allá de los propios límites (reconociéndose→ materia como huella) y de la experiencia aparición (e imagen de una sombra y forma que lo proyecto, de nuevo hacia→ la isla donde se baten metales con fuego y no puede desaparecer→ lo que fue de una manera estrella) y de Nuevo se Forja Otra Vez

§ 3. VARIACIONES SOBRE LA REALIDAD (1) LA VISTA

(17/03/2024) 

§ 3.1. En la filosofía griega había un predominio de la vista sobre los otros sentidos: otorgando (a la vis-ta) una importancia mayor que al resto. La contemplación, de hecho es lo que aquellos primeros (filósofos) griegos mejor hacían /luego especialmente para los pitagóricos, (su vis) el silencio: actitud de centrarse (hêsychia) de alguien que se queda en casa haciendo su propio trabajo y no se entromete oficialmente en los asuntos de los demás) qué pretendía, dice: que de inicio una revelación (o aletheia)

Pero de observar contemplativamente la naturaleza, en la quietud (hêsychia) y silencio de la mente→ pronto se pasó a otra cosa / un problema / que persiste: (otros lo llaman pensar /y otros, no dejar de dar voces y ver luces de aquí allá); esto es, aquella voz que rompe el silencio y quietud (en movimiento aparente: llamando la atención) cuando estamos observando en silencio, por ejemplo: una flor, y que no deja que la naturaleza misma (de la propia de la flor) se exprese hacia nosotros (revelándose) de la propia observación, saltando “aquella voz ” como luz de un lado a otro (que mostramos a los demás), cuando de inmediato irrumpe para explicarnos ella por si misma todo (incluso aquella flor, que por cierto no vio jamás /sino en apariencia reflejada), y lo hace: aunque a medias y muy mal; pero (explicación) que nosotros aceptamos sin más, de ese modo cerrando así todo camino a la luz natural de las cosas hacia nosotros: de la flor / y abriendo entonces el camino que nos trae la razón. (Observen) que no pocas veces llegamos a pensar (yo lo hago), que más parece que no seamos nosotros quienes usamos el lenguaje, sino que éste nos dirija a nosotros: partiendo de que todo aquello que observamos (de inmediato) se explica en nuestra mente, por el lenguaje y representaciones (antes incluso de llegar nosotros frente al objeto) e incluso, a veces, antes de cuestionarnos si buscar un significado al ente (objeto), encontramos, que de inmediato (y por el pensamiento) estamos armando la frase (solo con las palabras /y sin necesidad de acercarnos mas y observar con detenimiento aquello, ya nos define ( la razón) a aquel ¿lo pensaron así alguna vez? Pues esto...¡es un verdadero problema! Pues de alguna manera nos hemos desprendido de la realidad, apenas quedándonos con un reflejo de esta (su apariencia /de otro que la miro por nosotros) (esto sería como al ver el reflejo de la flor sin observarla en el camino paseando de lejos) y pretender conocerla, conocer algo: personas o plantas, solo de aquel instante (y de su reflejo/ lo más una imagen vaga que se refleja, como una sombra en la pared posterior de nuestra conciencia

Precisamente el mito de la caverna entiendo que nos revela igualmente ese momento, donde empezamos a encontrar unas primeras referencias a la sombras (sombras de la razón), pues resulta claro (al menos para mí) ya antes de entrar a caverna alguna, que dentro de la caverna no se va a ofrecer imagen real alguna, de la realidad (referida esta al exterior /quizá se cuenten algunas historias de personas al calor y la luz del fuego). Pero tampoco, y aunque miremos hacia dentro, donde se proyectan aquellas sombras (que aparentemente son de personas / vivas) no conocemos ni reconocemos de ellas a persona alguna concreta. Igualmente, en la caverna, a la luz del fuego nos pueden hablar y contar la historia de una chica que recogía lavanda en el campo (todos tienen – tenemos- ya esa imagen en la mente). Pero, en realidad, nadie de los que escuchan la historia en la caverna se ha acercado a ella; y al recapacitar sobre lo escuchado entienden que desconocen el color de sus ojos (nadie de eso les ha hablado en el relato); y que se convierten en dos sombras ahora en el rostro; pero de nuevo recapacitan, pues igualmente, desconocen el sonido de su voz, y el olor mismo de la lavanda, que son dos nuevas sombras más ahora en el aire, que empiezan a enturbiar nuestro idílico cuadro.

He aquí por qué los presentes nos esforzaremos, en aproximarte a la Verdad, aun antes de que llegasen, para ti, las advertencias de la experiencia. Cuando Carlos I asumió como premisa de su reinado «ir más allá» (Plus Ultra) de los límites establecidos (envió a los españoles) (Plus Ultra Fue utilizado por primera vez en 1516 por Carlos I, rey de España y joven duque de Borgoña, que empleó Plus oultre “en francés” como su lema personal. Según los estudios de Earl Rosenthal, el lema proviene de la influencia del médico y consejero personal del futuro emperador Carlos V, el humanista milanés Luigi Marliano4​ (1464-1521). Este aconsejó al en 1516, cuando alcanzó su mayoría de edad y fue proclamado gran maestro de la Orden del Toisón de Oro, poner bajo su oficina el lema. Pero En España, el francés original fue traducido al latín en un arco de celebración de la entrada de Carlos en Burgos, debido a la hostilidad que los españoles tenían hacia los consejeros y ministros borgoñones francófonos del emperador (que no era de la madre nacido i renuncio de la suya para obedecer a la otra i de todos los españoles la Reina! y Sofía! (Sabiduría en griego)


§ 3. VARIACIONES SOBRE LA REALIDAD (2) LA VISIÓN Y SU SOMBRA
desde "una disposición intelectual ante la vida".

 (17/03/2024)

§ 3.2. Los atributos con los que concebimos las cosas no muestran la naturaleza primordial de estas: aquello que la vista trae al hombre no son más que proyecciones de lo que observa. La realidad oculta no existe, sino aquello que pueda ser visto en apariencia. Acercarse demasiado implica no ver, pues ver significa alzarse esperando que del otro lado muestre aquello su naturaleza. Conocer, tampoco es mantener el velo de lo conocido, sino empezar a deshacernos de todo aquello que creemos conocer. Luego, conocer más allá equivale a quitar todos los velos; si bien, encontramos que resulta imposible por completo conocer; concluyendo que el desvelamiento parece no suceder, pues al desvelar algo lo velamos (sin querer) de nuevo: propiciando solo un cambio de velo. Una constante revelación que resultará siempre incompleta, si no dejamos de ser y somos igualmente lo que miramos y vemos. Cuando el hombre busca la verdad no la encuentra en sí mismo, sino a través de sí mismo: la apertura hacia la cosa no puede sustentarse en la suposición que en la cosa (de su apariencia) radica toda su verdad, sino en la interacción que permite esa nueva manera de entenderla, pues ver es distorsionar lo (aparente) observado, donde mirar no se reduce a los límites del intelecto: forma de concebir, o modo de nosotros entenderlo. Mirar requiere entonces de predisposición para ver más allá de lo aparente que se aparece y presenta, pues cuando con la vista afirmamos “esto es real”, será tan real como nosotros podamos entenderlo: así, cuando creemos sujetar la realidad, seremos igualmente necios por creerlo. La relación que nos une con lo otro es tanto su reflejo (el reflejo) de aquel, como nuestra luz (visión) reflejada en aquello: y solo es posible trascenderlo en tanto a qué, y cómo somos y nos miramos (proyectándonos) nosotros en ello. La realidad requerirá, pues, de ambos para ser resuelta: pues la mirada es ese camino que no elude las sombras ―por las que podremos guiarnos y descubrir entre ellas la luz― pues al reconocer en ellas nuestras propias tinieblas, podemos salir a estas (transcendiéndolas), no por la razón que distingue, como por el corazón que confunde. Allá donde estemos y miremos, siempre hay algo que vaga invisible, en exilio y sin reposo: “nuestro ojo sabe que mientras vea algo (claro), no es eso lo que busca: debe trascender (lo aparente)... pues solo cuando el ojo está en la tiniebla entiende que ha llegado al Sol” (Cusano). Si el hombre no cerrara alguna vez soberanamente los ojos, acabaría por no ver aquello que es importante que sea mirado” (René Char)… El velo nunca está en la realidad, sino en ojo...

§ 3.3. luego «Interpretamos mal el mundo, es cierto: pero el mundo no nos engaña». A la sombra de ese aparente desconcierto, parecería obvia y necesaria una reestructuración de eso que llamamos realidad; sin embargo, el gran obstáculo no parece ser la realidad misma, sino la representación y/o interpretación que tenemos o hacemos de esta al hablar o escribir de algo o aquello (sin referir del texto i de aquello los referido señalando del texto alguna cosa, i alguna cosa sabemos que siempre es decir al menos  una cosa concreta referida del texto escribimos, algo o aquello.. Por lo tanto, el mayor logro al que puede aspirar la razón humana es a abrirnos las puertas y mostrarnos más allá de sus límites (ese lugar) que poder habitar, donde se encuentran las claves para entender la realidad: “Un laberinto, una luz y el caos… y más caos todavía, y luego teorías infinitas: acordes imprecisos, danzando una ceremonia imperfecta, y luego… “Nada”. Sombras maniobrando, y la vida como si fuese un breve destello. Andamos colgados de un hilo de luz, despejando sombras y nubes oscuras; atravesamos tinieblas en nuestro interior solo por la verdad, pero al salir de aquellos silencios, cada uno ve una realidad (la suya)… y solos, frente a la luz, pensamos ¿Es posible? Tal vez; pero... ¿entendimos? Tal vez, pero…”

§ 3.4. Lo cierto es, que en algún momento de nuestra existencia, y si tenemos suerte, es posible que nos encontremos en ese callejón sin salida, Entiéndase, ese preciso lugar, donde (en apariencia) no hay escapatoria a una verdad que nos deja vacíos y sin opción, para superar la terrible situación, ni más alternativa que escoger: escuchando el palpitar de nuestro corazón que por alguna extraña razón, todavía nos alienta. Llegados a este punto y si consigues despertar aquello relegado, que nos han hecho olvidar con el paso del tiempo, empezarás a descubrir dentro de ti lo que siempre estuvo, pero nunca pudiste encontrar: cierra entonces tus oídos y los ojos a la luz / y siente tu corazón hasta ver nacer en él una antorcha / esa luz que ilumine el poderoso vacío, que antes no podías contemplar, estableciéndose la frontera entre lo decible e indecible de una teofanía en la que el corazón como antorcha indaga en lo invisible, pero igualmente atisba lo transitorio (que del destello) le resulta prodigioso e inaudito, distinguiéndolo como faro en la noche. La más mínima parte de la materia (que podamos observar) contiene un rayo de luz que podemos nosotros seguir, alumbrándonos el camino hacia lo que no vemos ni comprendemos: al espíritu de la materia (que la proyecta / imagen, y materia como huella) / Aparición, donde “lo transitorio se hace símbolo (de nuestra empresa), cuando ilumina el camino del ser: a la infinitud, de lo finito (que vemos). “Todos los hombres llevan a sus espaldas una sombra, en el corazón la antorcha y en los ojos su luz”.

§ 1. VARIACIONES SOBRE LA REALIDAD (3) LA APARIENCIA

[Tengo un maestro, este me repite a veces las cosas, muchas veces diría, pero siempre desde aunque lo mismo, visto de forma o ángulo distinto, complementando más que repitiendo, de lo mismo / complementemos pues] Hoy diríamos, entendiendo por apariencia, cuando se trata o habla de realidades veladas a nuestros sentidos (…) pero que son sólo comprensibles a la razón: a nuestra inteligencia, por medio de (números, signos, sintagmas, etc.) que nos proporcionan, una explicación de las apariencias cotidianas. Esta capacidad explicativa da mayor relevancia a la realidad, frente a las "simples" apariencias de aquella. La Apariencia, por lo tanto, se considera clásicamente un conocimiento incompleto y superficial de la realidad, cuando no obnubilado (debido a la limitada percepción de los sentidos primarios: vista oído, olfato, gusto y tacto) ―en contraposición a una realidad, verdadera y más profunda: esencia de todas las cosas, pero (nos dicen) solo accesible al sentido de la razón. Así, el término Apariencia alude inevitablemente a aquello que (no tanto oculta / del todo) sino que más bien oculta en sí-tras de sí, a los sentidos: su esencia, de la cosa (su ser). En otras palabras, y como trivialmente se suele decir: la luz es un muro que no nos deja ver el sol. La apariencia es, por tanto, lo que se muestra-manifiesta-evidencia a los sentidos primarios, pero no la naturaleza real y verdadera de las cosas (su ser), la cual estaría oculta/velada tras la apariencia dada a los sentidos: sentidos, que no fueron otorgados, o evolucionaron, para comprender esencia alguna, de las cosas cotidianas, sino más para distinguir lo útil de lo inútil, lo peligroso de lo que no lo era, lo comestible de lo que no se podía comer, y primariamente (en tanto a importancia) discernir, entre lo que ayudaba a sobrevivir, de lo que nos podía quitar la vida; y es hoy, por aquellos mismos sentidos limitados todavía, a su primaria utilidad, sumada luego la razón, que nos adentramos (o intentamos adentrarnos) en las cosas, pretendiendo de ellas “una esencia”; sin dar por hecho que en torno a lo conocido: la apariencia, ya dada por las cosas a nosotros, ―desde el primer momento y a través de lo proyectado ― nos pueda llevar a la realidad (o esencia) de esta (de su ser / el que la proyecta→ hacia→) igualmente como realidad y esencia de aquel ser que proyecta, lo proyectado: la apariencia, ésta, en sí y por sí, ente, pero igualmente real y, por tanto ser, aunque no lo mismo que el ser, y por tanto; otra cosa: lo otro, que no-es lo mismo que (el ser)

Pero ¿Y por qué otra cosa? la apariencia, al sentido de la vista, no es sino luz (que no vemos, pero Leemos: la mente le instantáneamente), luz es “algo” y algo más/ es información emitida por un cuerpo (en nuestro caso el sol), luego reflejada por otro [cuerpo/cosa /ente] hacia una mente ( la nuestra) consciente que (la lee primero, y nos la proyecta “algo “de manera interna inmediatamente después (de esa información → reflejada del objeto y que la propia mente nos nuestra), para que podamos reconocer (o nuestra conciencia pueda reconocer), de tal manera que pueda comprender y reconocer, de Aquello que está mirando. Así, cuando miramos un cuerpo (cosa/ente) ―no emisor de luz/radiación― preguntémonos (pues hay un proceso)... ¿qué vemos? ¿Vemos realmente ese cuerpo?, o lo que estamos viendo realmente es solo la luz (por ciento: una luz que no vemos) pero que aquel cuerpo nos refleja, a nuestros ojos (que obtienen la información de esta, de esa misma luz reflejada y recogida del objeto) proyectándonos, y proyectando nosotros el fenómeno (de los reflejos /los colores / las formas) por la mente (que siempre es consciente de algo) de una forma presente ante sí, cualquiera, que deberá reconocer/ para poderla luego proyectar así mismo, y a los demás .

"Una conclusión fundamental de la nueva física reconoce que el observador crea la realidad”. Como observadores, estamos involucrados personalmente con la creación de nuestra propia realidad, y Los físicos se ven obligados a admitir que el universo es una construcción "mental" (yo añadiría que en continua formación / revelación). El físico pionero Sir James Jeans escribió: "La corriente del conocimiento se encamina hacia una realidad no mecánica; el universo comienza a parecerse más a un gran pensamiento que a una gran máquina, por lo que la mente ya no parece ser aquel intruso accidental en el reino de la materia, debiendo celebrarla como creadora de reino de la materia en el que nos desenvolvemos. Acepte esa indiscutible conclusión.

Pero ―y vuelvo a lo de siempre―cabría entonces preguntarse… ¿Qué ocurre con la luz?, esa misma luz que no vemos /pero leemos (nuestra mente lee su información, de la cosa reflejada) (para luego dar la forma/ a la cosa / ente / ser) que la proyecta o nos lo refleja / en nuestros ojos cuando miramos); (es la luz información, o canal); pues (esa luz) se ve alterada (por la cosa que lo refleja, a la conciencia que observa) pero, no es la cosa que lo refleja... del mismo modo, que tampoco es esa luz o reflejo, la cosa (emisora) que la emitió en primera instancia: la luz (o radiación) emitida por un cuerpo emisor (una estrella / el sol): la cosa que lo emite (la estrella), aunque nos da información de la cosa que lo emite, no es la cosa que lo emite; y más profundamente, lo entendemos cuando hablamos del fotón, que tampoco es el electrón / o aquello que lo emite, sino un (producto o proyección) emanación, por radiación, a partir de ese electrón que reacciona dando como producto de la reacción el fotón, que luego alcanzamos no a ver/sino percibir (de la información), pero nunca se, ni se ve o percibe el electrón/emisor, que quedo en su sitio, solo percibimos el fotón ―(que es otra cosa (información / o canal) y distinto del electrón, y producto de una reacción)― lo que nos llega, emanada por aquel electrón, viajando hasta impactar en nosotros y nuestros los sentidos; o quizá ¿es la luz proyectada desde del sol/ todavía parte sol? Entiéndame: ¿estamos dentro del sol? De esa manera que no podemos entender; pero, que aparentemente nos sitúa fuera de este, del mismo modo que entendemos que la atmósfera es igualmente parte de la tierra.

EL problema de la apariencia, desde Parménides, ha remitido siempre al problema de la realidad, tanto que las relaciones entre ambas (apariencia y realidad) se resumen básicamente en dos propuestas: de un lado, están para los que la apariencia oculta la verdadera realidad; y de otro, aquellos para los que la apariencia es la realidad misma y manifestación de esta y, por tanto: la realidad misma; si bien, encuentro interesante, en el sentido de lo anterior (las propuestas) las palabras de Husserl, cuando refiere los fenómenos y la apariencia, presentándonos tres casos distinguibles y singulares siendo, el primero: donde la apariencia podría manifestar la verdad del objeto (y los fenomenólogos están de acuerdo); el segundo: donde la apariencia podría ocultar la verdad del objeto (no el objeto); y por ultimo y doy mayor razón, tal y como yo lo entiendo en estos textos, el tercero: donde la apariencia se muestra, como un indicador del camino que se debe seguir para llegar al objeto, lo que me lleva de nuevo a la segunda, donde la apariencia podría ocultar la verdad (el ser) del objeto (pero no el objeto) y así: la apariencia revela un objeto (existente), pero no el ser (o esencia en su totalidad) del objeto, y de aquí podamos entender, de alguna manera la razón para los fenomenólogos, en tanto que: la apariencia es la verdad del objeto, si bien y a este respecto, del párrafo anterior se adivina mi posición. En Kant, la apariencia está en completa contraposición de la “cosa en sí” si bien él no ve en ella engaños o ilusiones. Y por último, hay un escrito, no muy conocido, libro redactado por Mariano Ibérico, allá por los años 50 La aparición; ensayos sobre el ser y el aparecer, donde se menciona, que el ser es en sí, no obstante aparece a una consciencia, y ésta lo “refleja” en tanto que apariencia, haciendo de esta forma una síntesis del ser y la apariencia. De donde, no literalmente tal se lee, pero se puede profundizar en ello, y obteniendo algunas ideas al respecto,

§ 2. VARIACIONES SOBRE LA REALIDAD (1)

La comprensión de la realidad es una característica que se ha atribuido generalmente a una sabiduría, que no implica dominar ingentes cantidades de información, sino comprender la verdadera naturaleza de las cosas. María Zambrano en El hombre y lo divino escribe que la realidad es “una irradiación de la vida que emana de un fondo de misterio”. Dimensión sagrada de lo vivo que hace temblar: ambigüedad; terror y delicia. Sin embargo, las personas percibimos el mundo exterior como una suma de entidades diferenciadas y autónomas a las que atribuimos características que creemos que poseen intrínsecamente. Luego crecemos aprendiendo que las cosas son malas o buenas, deseables o indeseables etc., estos son nuestros desafíos ante la falta de esperanza del dualismo occidental, con el que es preciso terminar; siendo un excelente camino para empezar: Leibniz (Ortega y Heidegger en los años 30, dicen que hay que volver a él).

[Leibniz afirmaba que el pensamiento humano (el razonamiento) se encuentra inevitablemente mediado por los signos (el lenguaje). Y Ciertamente Leibniz algo nos quería decir con “inevitablemente mediado” (intermediado): pues por el lenguaje (que sería “aquel rollo escrito por delante y por detrás”) las personas nos explicamos de inmediato (a nosotros mismos ―entiéndase: la razón le dice (y explica) a la conciencia, (también a la del otro que lee) lo que tiene que ver y como lo tiene que entender― aquellas realidades (cosas, sensaciones e impresiones) de la realidad; esto sería, solo de lo escrito por delante (y de la apariencia: e interpretando, lo que queda igualmente sepultado (de aquellas palabras) en ella)― pero, a lo que el instinto accedería frente aquello aproximándose de otra manera, esto es: a lo que, de lo escrito por delante (y de lo sepultado de las mismas palabras), queda también luego escrito por detrás (pero que no podemos leer / pues necesita sernos revelado) pero que podemos entender (inmediata y simultáneamente), cuando no solo de las palabras y también por los ojos nos miramos (reflejados el uno en el otro) reconociéndonos de aquella parte en la que somos iguales (viendo de cada uno de nosotros qué guarda su corazón). El auténtico conocimiento― decía Jung, C. G― consiste en un “instinto”, en una “participación mística” con los demás. Por tanto, hoy (el razonamiento / exento del instinto y la experiencia del reflejo de la visión) nos limita, amputando las sensaciones primeras que nos llevan por aquel instinto primero (y más elevado) a entender de lo que por delante quedo escrito del rollo (exponiéndole este ―nuestro instinto más elevado― a la conciencia), luego lo “resultante” y escrito también del otro lado. En este mismo sentido, aunque no de la misma forma, Leibniz considera que no tenemos acceso a las cosas sino por medio de las ideas, y no tenemos acceso a las ideas sino por medio de los signos (del lenguaje y por el razonamiento). De modo que sólo contamos con el signo: algunos de ellos falsos, y algunos que son verdaderos (pero a los que solo acedemos a lo escrito por delante / errando al buscar (interpretando) de lo sepultado). Distinguir unos de otros, para Leibniz constituye la clave y problemática para alcanzar (a lo más) un conocimiento “ciego”. Pues el conocimiento adecuado (según Leibniz) es aquel que culmina el análisis del concepto arribando a sus elementos primitivos, y por tanto más simples (no compuestos). Por este medio, el conocimiento adecuado brinda la definición real de una (noción), la cual consiste en la enumeración de las ideas primitivas que la componen. Sin embargo Leibniz, que en este escrito se mantiene cauto respecto de la posibilidad humana de alcanzar tal grado de conocimiento, luego la rechazará, al considerar que la culminación del análisis de una noción compleja excede a las facultades limitadas del hombre. Finalmente, el conocimiento habrá de ser o ciego o intuitivo. El conocimiento intuitivo supone captar inmediata y simultáneamente la totalidad de la estructura conceptual de una noción. En tanto seres racionales y finitos, sólo somos capaces de alcanzar este conocimiento cuando las nociones son simples (a partir de aquello que reconocemos, por ejemplo cuando de una flor tenemos ya la noción, aunque nos parezca muy simple: de que esa flor (tan hermosa, llamativa y diferente a todo lo que hay a su alrededor), pertenece y es (a la misma planta) siendo igualmente (la flor) otra parte ―aunque aparentemente, y a la vista muy distinta / y a lo que habremos llegado de la propia observación― de aquella misma planta, que de un extremo la proyecta. Sin embargo, Leibniz dudará respecto de la posibilidad humana de captar nociones simplísimas4. Mientras que afirmará que sólo tenemos un conocimiento ciego e inadecuado de los conceptos compuestos. Dicho conocimiento ciego, también denominado Simbólico o supositivo, es aquel que opera con signos en reemplazo de las ideas de las cosas; esto ocurre cuando no es posible concebir intuitivamente todos los componentes conceptuales de una noción. En Meditaciones, Leibniz explica: Por lo general y especialmente en un análisis de mayor extensión, no vemos, sin embargo, la naturaleza total de la cosa de un modo simultáneo sino que empleamos signos en lugar de las cosas cuya explicación, al meditar, solemos omitir por razón de economía, sabiendo o creyendo que la poseemos. Así al pensar el polígono de mil lados iguales no siempre reparo en la naturaleza de lado, ni en la de igualdad, ni en la de millar (o sea del cubo de diez) sino que empleo en mi espíritu esas palabras (cuyo sentido se presenta a la mente por lo menos de un modo oscuro e imperfecto) en lugar de las ideas que tengo de ellas pues recuerdo poseer su significado aunque por el momento juzgo que es innecesario explicarlo. Suelo llamar a este pensamiento ciego o también simbólico: se lo utiliza no sólo en el álgebra sino también en la aritmética, y casi en todo6.]

Con la secularización, la misma naturaleza también quedó desencantada, pero aunque la sociedad moderna se haya esforzado en apartar de sí lo sagrado, dioses, mitos y símbolos siguen morando en las simas profundas de la razón "Porque aunque los credos se arremolinan en el polvo, la fe falla y los hombres olvidan, estos viejos dioses del miedo y la lujuria aún se aferran a la vida"— R. Graves, accediendo estos, a lugares que la racionalidad positivista e instrumental no alcanza. Hacia esos límites o profundidades, se han dirigido pensadores, entre ellos Jung, que intentó ver el camino que introduciéndole en el mundo a través de la vida, le llevara más allá del mundo. Es por todo ello que hoy, en el límite de la razón, se observa un retorno al corazón, pues intuimos que el mundo no es solo lo que vemos, sino también lo que intuimos y que a veces parece podemos sentir, como algo ahí: vivo, que no vemos.

La realidad, sin embargo, puede darse perfectamente en la vida de un hombre, afirmaba María Zambrano. Exigiéndosele, no obstante, a cambio algo que habrá de ponerle aparte y distingue de todos los demás seres vivientes: se le exige “despertar”. Despertar a la realidad y al tiempo. Si bien, y para despertar a la realidad, primero hay que volver de un viaje de erudición y destierro, un viaje tan lejos como el ánimo pueda alcanzar; (camino -que está, por cierto, fuera del transitar de los hombres; te llevarán las muy atentas yeguas tirando del carro. Unas doncellas empero el camino te irán mostrando), pues sentirse exiliado de la vida y el mundo, es evidenciar el tiempo como nuestro ángel (Schiller), para así lograr todavía lo más difícil: despertar antes a la verdad, y de ese modo volver a aprender a mirar las cosas, con aquellos ojos con que las mirarían los muertos si pudieran regresar (Pirandello). Llegados a este punto, nos vemos casi obligados a reflexionar de unos límites que no terminamos de entender y menos podemos precisar. Sin embargo, es en plena conciencia de ello cuando comenzamos acceder a un grado de conocimiento más elevando, poniendo la razón al servicio de otra cosa que no es ella misma. No es la derrota de la razón, sino el triunfo de esta por encima de esta / Es un morir, sin morir, para volver a re-nacer

Superación por tanto, no habrá de querer decir un desprecio que expulsa a una disciplina del horizonte de la «cultura». Luego en la medida que pensamos esta nueva forma de hacer filosofía (útil al conocimiento): metafísica, es artefacto de la Filosofía para la ciencia, tratando de repensarse en ese espacio que le queda, bien diferenciado para la metafísica, en tanto abarca aquellos aspectos de la realidad existente, que son inaccesibles a la investigación empírica, pero que pueden ser identificados por esa nueva metafísica, mediante aquella forma de pensar (el espacio/ la forma del ser) y que entiende: del ente la imagen proyectada, parte del ser (de aquello que la proyecta), a partir de una sombra, que reconocemos que está / es a partir del lado de (imagen)→ pero que no vemos (la forma del espacio por ejemplo) y que entendemos está definida a partir del lado de la forma de los objetos mismos, que se encuentran contenidos en la misma forma del espacio, que les da su forma a aquellos.

Lo que nos lleva a pensar en un límite, a partir del lado de la forma misma de la imagen / por lo tanto desde ese límite o frontera “entre lado de la imagen” y “lado de la sombra” que nos invita → a movernos hacia esta frontera →en un acto de ser, recorriendo/caminando (reconociendo/habitando) ese lado de la sombra y de la imagen (donde estaríamos habitando ya el borde o perímetro ) que determina / es, un lado de la forma de la sombra, lo que nos permite pensar desde de aquella experiencia inmediata sensible (a veces fugaz e indeterminada a la razón) en la existencia de una forma ahí, y pensar en ella de una forma, luego abstracta (geométrica) que aunque no representa el factum de la experiencia inmediata, nos permite, de esta manera abstracta, poder determinar/representar y recorrer el área (contorno total de la forma de la sombra) de una manera geométrica (lo que me propongo intentar de desarrollar) no tan seguro como los estuvo en su momento el riguroso Piero della Francesca al afirmar: «io intendo di dimostrare cosi essere e doVersifare»

De este modo la Metafísica, incluso siendo superada, por la nueva metafísica del ser →en acto de ser, no desaparece. Sino que regresa transformada en un nuevo saber o artefacto- herramienta (en la medida que se piensa desde de la referencia, no de una idea, sino desde una experiencia sensible / →en acto de ser→ moviéndonos hacia al límite/borde, o frontera del ente / imagen) y que nos permite de aquella distinción que sigue en vigor entre ente y ser / no la distinción entre ente y ser, sino que dominara ahora como eje de todo pensamiento al permitir una distinción clara entre el ente como parte visible/ y proyectada del ser de la vista  i ser ( del medio i la luz reflejo de una forma del otro). Luego, ahora entendemos que la manifestación del ente, y sólo del ente tomado este como objeto (definido) de estudio, pierde la exclusividad que ha tenido hasta ahora en su pretensión de ser módulo y medida al pensamiento y las ciencias. El ocaso de la verdad del ente quiere entonces decir: la verdad de ser (la cosa igual de lo otro i el medio) , mostrándose del ente del lado: en la forma total de lo que es aquello i de medio en el medio)r. De ahí que cualquier cálculo, o pretensión de verdad que no tome en cuenta la sombra (forma de lo que es ) antes del objeto en medio i del  reflejo  igual→ una forma distinguible no será verdad en la propiedad, ni de un cálculo lo exacto.

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