O LA ESTRUCTURA ATEMPORAL DEL INSTANTE (ATRAPADO del plano) I-DE UN TEXTO / A PARTIR DE VER i𐤀 (fuera i ser de algo) LUEGO DE UNAS FORMAS (I-de las palabras)
O LA ESTRUCTURA ATEMPORAL DEL INSTANTE (ATRAPADO del plano) I-DE UN TEXTO / A PARTIR DE VER i𐤀 (fuera i ser de algo) LUEGO DE UNAS FORMAS (I-de las palabras)
Pero ¿Por qué cree Habermas que puede esa razón instrumentalizadora cambiar, ahora? Habermas cree, como Marcuse, que la ciencia puede ser un 'instrumento de liberación' pero, no parece saber, ni decir cómo, en tanto no les dice o da a los científicos nada, y solo cree que la ciencia, como antes otros creían en dios y espera de ella que algo cambie (pero no recapacita, y lo sabe, que la ciencia está igualmente instrumentalizada, y da forma acelerando el mismo proceso de instrumentalización: no aportando ninguna herramienta de la que puedan partir, empezar (a repensar) los científicos, los filósofos o los artistas, y con herramienta quiero decir: Merkavah, un nombre, si, y un carro, para algunos poco más que un barquita con su vela donde subirse, y que permita transitar lo desconocido: esa sombra, hacia la que partir y recorrer (con la herramienta) que nos permita habitar la frontera, hacia ese un horizonte (más oscuro)que descubrir.
Horkheimer y Theodor W. Adorno no hablan de consenso: hablan de definir, definir en una forma entendible y reconocible) aquello que parece que está mal y nos angustia en la sociedad, desde la oscuridad. Nos hablan de una sombra de la razón que limita el pensamiento de los hombres (igual a esa nada o vació que advierten los científicos y les limita el horizonte) y que se mueve como el más inquietante inquilino que revolotea y limita por todas partes nuestro ser y forma, en la tierra. Ellos sabían bien de lo que hablaban (Horkheimer y Theodor W. Adorno) / y debemos entender que hablan de una realidad, no de una idea, a priori, de la realidad, Horkheimer y Theodor W. Adorno la señalan, y Foucault la recorre a partir un lado bien visible, una forma (de esta sombra), que se proyecta desde la ilustración hasta hoy. Foucault La habita, no la imagina (y lo hace definiendo de esta una forma y realidad concreta/ clinificación de la sociedad: la prisión, y su forma, reconocible) dentro de la forma mayor que habitamos (es un gran paso ya) sabemos de lo que hablamos y la interpreta. Luego Habermas la describe a partir de describir a Foucault, pero Habermas no recoge el guante: no puede, no se adentra, tampoco en su propia sombra (primer paso y necesario: para que el ojo izquierdo pueda mostrar lo que del derecho debe entender): Habermas ahí se detiene, justo en el borde de la sombra al observar de esta sus mayores terrores (es excusable) pero no lo siguiente (argumentar por un consenso ahora la felicidad, a partir de una discusión inexistente: a razón de que unos y otros nos pongamos, imaginariamente, a hablar.
Demasiado empinada la pirámide (o sombra de algunos), pero quien en esta vida pretenda (ser- ahí) , se las verá con su sombra, elevándose sobre esta, igualmente enorme donde (a priori) todas la posibilidades son dramáticas: La aniquilación. Habermars se retira y le da la espalda a su sombra, entonces aparece la forma de la razón (en el desierto): convertida en la peor sombra de todas y de la que no quieres salir. La razón es el paraíso que les queda a temerosos de la verdad, son aquellos mismo que afirman: no necesito recorrer, ni mucho menos conocer, aquello que puedo imaginar, a priori (de mis temores: que tornaré conceptos) que luego puedo explicar.
Son lo que queda, los perezosos/ cuando uno no es capaz de reconocerse a sí mismo, ni lo que es ni donde esta, mucho menos a donde pertenece o su razón de ser. Conclusión: en su razón Habermars sigue al conejillo del reloj, también por la madriguera: a esa sombra vestida de blanco (llamada razón) e interpreta la oscuridad en fantasía. Luego Habermars sale de la madriguera y nos habla de una verdad y conocimiento, y de oscuridad → pero no del conejillo, pues («Sobre nosotros mismos callamos», esa idea de que lo importante en un filósofo es su obra científica y no su vida- dice Kant). Otros le siguen (la razón lo sabe, todos prefieren seguir al conejillo blanco que se mira el reloj a todas horas, y a veces se le para) Pero no ven que siguen a su propia sombra, hacia la sombra, siguiendo el camino del conejillo de Habermars.
Habermars nos ha descubierto, para todos nosotros, no solo el poder del miedo (a través de su miedo: frenándolo a ser y conocerse a sí mismo, y lo sabe), sino también el poder de la razón (y la ha reconocido) como medio para controlar ese miedo ( y el miedo de los demás) controlar a las personas por su miedo, en su caso para su bien y provecho, y por la razón, escondiendo la sombra de la razón, (no nos hablará ya de nuestra sombra, sino de nuestros miedos y como superarlos) una literatura muy de moda desde hace siglos: Habermas nos hablará del terrible problema que tenemos y sufrimos (que nos asusta a todos: y hablara de la sociedad que nos instrumentaliza, y eso lo sabía de cierto Hockenheimer (judío): que ha visto esa sombra (oscuridad) a lo largo de la historia y la entiende, de su propia sombra, hacia aquella (eterna) forma que distingue (pero no la habita), y que Habermas (protestante – no entiende) no entiende de su sombra otra sombra ni forma, y mucho menos que se habita. Pero Habermas escribe entonces un libro: que es la llave y solución del problema social actual que Habermas nos describe por la razón, pero de la que (claramente). Podemos ver su sombra (de esa razón) desde el borde mismo, de la forma de la razón (iluminista), en ángulo 90º> (4d) explicado por una polilla, que andaba por antes por aquí perdida a en el salón de mi casa dando vueltas y chocando con todo lo que encontraba que reflejase algo de luz. Si no sale fuera de la casa, es evidente que moriría, lo he visto antes… se había posado en mi lámpara (por fuera) le ofrezco mi mano, está cansada, y se ha posado, casi ni lo creo. Solo tengo que ir al cuarto de baño abrir la puerta y será libre, libre de depredadores en la noche. Entro al baño, corriendo, doy la luz del baño abro la puerta del patio, y de repente la polilla se va al fluorescente del techo (no vio las plantas ni los árboles del patio porque era de noche: solo vio oscuridad, allí fuera y ninguna luz) y ya no viene, es imposible llevo minutos, y ni me hace caso, ya no se aparta del fluorescente, de la luz: blanca y artificial. Lo cierto es que no sabía lo que me decía la polilla hasta que me puse a escribir esto.
El pensamiento de Habermas posee el mismo alto grado de originalidad, que de inutilidad práctica, pero ello no le impide apoyarse en la obra de quienes le precedieron, para demoler precisamente su trabajo, se diría: que la misma sombra de la razón (iluminista) había entrado en la escuela de Frankfurt, disolviendo su apariencia y estableciéndose sutilmente sobre quien se creía elevar a hombros de gigantes (pero era incapaz de subir la empinada pirámide de su propia sombra), y que a falta ya de aquellos (fundadores): aquella razón podrá establecer su propia forma (y cerco) por el pensamiento idealista, haciendo una crítica de su propia crítica. Y estableciendo que la teoría discursiva afirma que la razón (que la tradición filosófica) ha concebido ante todo como razón moral y como razón política puede ser reformulada con una racionalidad práctico-comunicativa que está incorporada en los procesos de diálogo y en los procedimientos argumentativos: lo que termina finalmente en un diálogo imaginario en confrontación crítica con los grandes espíritus de la tradición». Habermas había mirado a la sombra, pero solo vio su propia sombra, elevada a pensador de la nada y la razón, proyectada de su imaginación luego en un diálogo imaginario, que irremediablemente nos conduce y entronca (inscribe) igualmente a la forma de la razón, oculta en la forma de su sombra: nuestra propia sombra… la nada. La escuela de Frankfurt se ha convertido sutilmente en otra más, de nuestras instituciones (o formas contenidas en la forma de la razón: iluminista) actuales que no nos elevan (a ser sino siervos), y desde las que nos deslumbra, atrae e impide (por su deslumbrante luz) que podemos a ver los muros que la contiene y sobre todo su sombra, que nos advierte (de la forma existente) de aquella otra forma y sombra, que nos contiene a todos en los límites de la razón, e impide elevarnos (ser) ."El juicio categórico es típico de la sociedad pre-burguesa: así son las cosas, el hombre no puede cambiar nada. Las formas hipotética y disyuntiva de juicio tienen su lugar propio especialmente en el mundo burgués: bajo ciertas circunstancias se puede producir este efecto, las cosas son o bien así o de otro modo. La teoría crítica declara: las cosas no tienen que ser necesariamente así, los hombres pueden transformar el ser, ahora están dadas las condiciones para ello". (Max Horkheimer) ―Teoría tradicional y teoría crítica). Estaban las condiciones para transformarnos y transformar nuestra idea del ser, pero también lo estaban para que todo siguiese igual. Y siguió igual.
A Roma llegaron los barbaros, y a la escuela de Frankfurt llego Habermars. Pero todavía a mi me cuesta conciliar el espíritu de Habermars al de sus, maestros, y no alego ninguna razón, no la necesito, sencillamente Habermars me da la razón, cuando el más joven de los discípulos de Horkheimer, Adorno y Marcuse declara que ya no comparte la actitud pesimista y desilusionada de sus maestros frente a la posibilidad de liberación que entraña la razón para las sociedades modernas (pero creo, Sr. Habermars que fue precisamente la razón, la que nos condujo a las sociedad moderna, a la terrible situación en la que estamos). De modo que soplando venia desde el Paraíso, Habermars cuando en la tempestad de su propia sombra la razón lo enreda: también entre sus alas lleva la sombra (que todos arrastramos). La sombra de su Razón lo empuja, inconteniblemente, hacia el futuro: a enfrentarlo solo, pero es un futuro al cual Habermars vuelve la espalda, volviéndose hacia dentro de la madriguera de la que apenas asomó la punta de la nariz de su la cabeza, mientras el cúmulo de las ruinas de pasado y presente ante su puerta sigue amontonándose hasta el cielo, pero no hará nada desde la madriguera Para frenar la catástrofe que reconoce de la existencia: sien embargo, escribe un libro sobre como de basura y escombros esta fuera, y de cómo organizarnos y reciclar los escombros y la basura que de fuera vayan cayendo. (De nuevo, la sociedad del miedo) Lo que llamamos progreso es justamente esta tempestad, que no está fuera, de la madriguera, sino dentro. Quizá no sea justificable, pero al menos: él se estrelló, viendo la forma de la sombra a la que enfrentó y que lo derrotó. Otros ni eso.
II
La escuela de Frankfurt no se creó por el miedo a la posibilidad, sino por la evidencia de la realidad manifiesta del deliro de la industrialización, derivada en la peor guerra y momento de la existencia e historia del hombre, y derivada, precisamente de su ilustración, o de la razón de la ilustración (alemana). La experiencia entonces de brutalidad humana obligó a plantearse a algunos filósofos, a pensar (de la guerra y el exterminio) en aquella sombra las proyectaba, no exactamente como hicieron, o como hacen otros filósofos actualmente: plantearse nuevas preguntas sobre lo posible imaginario, sino a plantearse una verdadera respuesta a lo manifiesto de esa sombra: la guerra y la barbarie, que estaba aconteciendo: pero, los filósofos no respondieron en una solución a esta crueldad: tampoco luego en otros conflictos, uno tras otro hasta la fecha. Pero no todo puede ser tan terrible, es cierto que no tenemos respuesta a la crueldad manifiesta de las personas o su barbarie, pero, al menos sabemos, que hay centauros en algún lugar más allá del un límite donde habitan los limitanei 1999, y que este límite tiene una lógica 1991(que describe lógicamente el límite, aun no descrito, y que cuando se describe, solo al final aparece el sujeto (imaginario) que lo describe. También ahora sabemos que en occidente estamos casados 1992; que el espíritu tiene una edad 1994, y que hay un diccionario para entenderlo 1996, o que existe algo llamado la imaginación sonora, que las sirenas cantan 2007, o que hay otra orilla de la belleza 2005, (todos ellos trabajos de una obra sistemática del filósofo Eugenio trías) que vivió en su tiempo todas estas guerras, pero que como tantos otros llamados a sí mismos filósofos —eso pone en un papel, que le dio “un amigo”— no pueden ni siquiera responder a la realidad en la que viven, y solo hablan de cosas de conejos, para otros conejos dentro de la madriguera. Pues están maniatados en la forma de su razón, que proyecta su misma sombra, proyectada por una sombra mayor: que siempre anda (dibujándonos un reloj) para que no miremos a otro lado, y estemos siempre pendientes de la hora.
Pero volvamos a aquellos que en su huida olvidaron su reloj, lo olvidaron, empeñaron o perdieron, o quizá exista algún o incluso que nunca use reloj; y pensaron: en esa sombra. La Escuela de Frankfurt era un grupo de pensadores o investigadores: Theodor Adorno, Walter Benjamín, Max Horkheimer, Herbert Marcuse; luego: Jurgen Habewrmas, Oskar Negt o Herman Schweppenhaüser, Erich Fromm, Albrecht Wellmer, Axel Honneth e incluso Paulo Freire, entre otros, que se encontraban inmersos en la tradición de la teoría marxista y quienes se comprometieron, desde dentro de una “teoría crítica” a desarrollar y defender la forma auténtica y sus ideas, dentro de lo que sería El Instituto de Investigación Social, de la Universidad de Frankfurt en 1924 donde iniciaron estos estudios, y que pretenden hacer reflexión crítica sobre las sociedades industrializadas
Precisamente en octubre de 1930 M. Horkheimer asumiría la dirección del Instituto de Investigación Social, fundado en 1923 gracias al mecenazgo de F. Weil, interesado este último, en crear un centro de investigación social, de alineación marxista, y vinculado a la universidad (de Frankfurt) pero, independiente de la académica, en virtud de la autosuficiencia económica (algo que difícilmente encontraríamos hoy día). Esto ya nos dice algo, a lo que queremos mirar: acerca de la independencia de este modo de pensar, no académico, y que piensa las cosas, que de verdad son: entenderlas lo primero; y no las que pudieran ser o imaginar. Por tanto, desde el principio, las personas vinculadas al Instituto, y con el propósito de eliminar cualquier traba política a la libre producción teórica y no comprometer a la institución académica, habían de renunciar —al menos sus figuras principales— a cualquier compromiso político de carácter público (igual que Gabilondo : Profesor de Filosofía autónoma Madrid y ministro de educación) el también renuncio (después) ( luego, cosas estas de la razón, el mismo gobierno que pone un ministro filosofo de educación quiere suspende la filosofía de los institutos, y me pregunto: sirve o no sirve la filosofía a alguien o ¿para algo? (contrapunto) Además, además quiero decir: de para ser ministro y que te echen.
Volviendo a Horkheimer: A partir de este momento, en 1930, con la “jefatura” académica de M. Horkheimer y la dirección administrativa de F. Pollock, el Instituto para la Investigación Social se convierte en la Escuela de Frankfurt y su núcleo doctrinal en la denominada pocos años después, por su director, “Teoría Crítica”. Sin embargo, del discurso inaugural de en la academia el 24 Ene. 1931, cuando M. Horkheimer toma posesión de la dirección del Instituto, vemos se produce un giro interpretativo fundamental para entender los primeros textos de la Escuela, definiendo que Las fuentes teóricas de la Crítica no se buscarán en Marx, ni en el Marxismo: buscándose en Hegel, ni tampoco la orientación básica será la teoría económica, sino la filosofía social.
Bajo la dirección de M. Horkheimer el Instituto de Investigación Social se convierte en “escuela” es una afirmación que puede ser apoyada desde los planteamientos al uso de la sociología en esta cuestión: la existencia de un patrón de integración social, cultural y de género en la captación de los miembros (media y alta burguesía, “condición judía” y sexo masculino), de relaciones institucionales y de una red de apoyo mutuo, y de una “doctrina” —en este caso sería más adecuado hablar de un proyecto de investigación compartido— (pero yo lo pero llamare también doctrina) aceptada en sus aspectos generales. Todos estos elementos permiten que se pueda hablar con propiedad de “Escuela de Frankfurt” (Wiggershaus 10). Sin embargo, el desarrollo de esta Escuela desde 1930 a 1950 no deja de presentar aspectos vidriosos en lo que respecta a su unidad “doctrinal”. La existencia, por un lado, dentro de la Escuela de un “núcleo duro” —formado principalmente por M. Horkheimer, F. Pollock, T.W. Adorno, H. Marcuse, L. Löwenthal y E. Fromm en los años treinta— ni siquiera exento de fricciones relevantes entre sus componentes, y otros investigadores que ocupan una posición periférica dentro del Instituto y que entran en pugna teórica respecto a cuestiones relevantes —por ejemplo, la polémica en torno a la naturaleza del nacional-socialismo alimentada por el enfrentamiento de las interpretaciones encontradas de F. Pollock y F. Neumann— con dicho núcleo, hasta el punto de que se ha hablado de la “otra” Escuela de Frankfurt (Colom González 50-65); y, por otro, la manifiesta discontinuidad entre el proyecto inicial de elaborar una filosofía social en los años treinta y la posterior radicalización de la Teoría Crítica en los años cuarenta del siglo pasado llevada a cabo por M. Horkheimer y T.W. Adorno (a la que ya me he referido anteriormente) consistente en mostrar la dialéctica de la Ilustración que ha regido el proceso histórico de Occidente, y cuya consecuencia directa, a su ver, es la barbarie imperante en su tiempo, lo que prácticamente obliga a poner en cuestión la idea de una continuidad sin fisuras y cambios de perspectiva relevantes en el desarrollo de la Teoría Crítica durante esas dos décadas. (TEORÍA CRÍTICA (1930-1950): DE LA FILOSOFÍA SOCIAL A LA INTERPRETACIÓN GENEALÓGICA DE LA MODERNIDAD. La escuela, de de carácter interdisciplinario, abarcaba estudios y temas que iban desde aspectos sociales y económicos hasta los culturales. Con ella, se pone en crisis el concepto de “razón” (entendido éste concepto, en aquel hecho de percibir —y de aceptar dentro de sí— ideas eternas que sirvieran al hombre como metas, y llamado desde hacía mucho tiempo, razón) así como la teoría tradicional, dando paso a la denominada como “teoría crítica” que es una crítica a esta razón ( que yo llamo segunda; o (razón segunda), que se verá sobrepasada por forma de la sombra de su misma: la irracionalidad. Y que no solo es sombra, sino la sombra que proyecta la imagen de todos nosotros y de nuestra peor naturaleza, sedentarizada y enfermiza: incapaces, como conejillos sometidos, de enfrentarnos a esta irracionalidad, cada vez más brutal y corrupta y desbocada, y que al no encontrar un límite en si misma que la contenga, nos define a todos.
El núcleo de la teoría crítica de la escuela de Fráncfort era la discusión crítico-ideológica de las condiciones sociales e históricas en las que ocurre la construcción de toda teoría y la (así mediada) crítica de esas condiciones sociales. La denominación teoría crítica se remonta al título del ensayo programático Teoría tradicional y teoría crítica (Traditionelle und kritische Theorie) de Max Horkheimer del año 1937. Se considera la obra principal de esta escuela la colección de ensayos Dialéctica de la ilustración o Dialéctica del Iluminismo (Dialektik der Aufklärung), compilada y editada conjuntamente por Horkheimer y Theodor W. Adorno entre 1944 y 1947.
Precisamente es entre 1944 y 1947 sufre un cambio en esa misma Teoría Crítica: cuando las principales obras de Theodor W. Adorno y Max Horkheimer no se van a ocupar y preocupar ya exclusivamente de la elaboración de una filosofía social de raíces, a través del origen de sus ideas y valores, sino que pretenden “delatar” mostrando cómo éstas ideas y valores que luego se imponen: emergen, igualmente, como producto de relaciones de fuerza. En La Dialéctica de la Ilustración (DI), Horkheimer y Adorno sostienen que el hombre moderno, dejándose guiar por las falsas promesas de la Ilustración —llegar a la madurez y dominar la naturaleza mediante la técnica con fines deseados— se ve superado y llevado a una aparente irracionalidad, donde parecería que ya no es el señor del mundo, sino más bien su siervo. Por lo tanto, La Dialéctica de la Ilustración no sólo es, como se ha dicho, el monumento a una crisis; es más todavía, es también un canto desesperado ante la bancarrota de la civilización occidental y, sobre todo, de una interpretación de la Modernidad, que la somete a la característica mirada del proceder genealógico, que pone en perspectiva el presente, remontándose al origen del que procede: una “Genealogía De La Modernidad”. Por último, se advierte —al referir Aquellas Relaciones de fuerza—, que tanto Horkheimer como Adorno sostienen (al igual que Anna Arendt) y tratan de mostrarnos, advirtiéndonos de ellas, y analizándolas como fenómeno irracional, este circunscrito no sólo a los totalitarismos políticos del pasado, sino como un proceso civilizatorio o, deberíamos decir incivilizatorio, más amplio, profundo y más presente de lo que todos imaginamos, en el sentido de que muchas de las actitudes irracionales de los totalitarismo pasados, hubiesen podido subsistir de diversos modos, moderando y disolviendo su apariencia en la locura cotidiana de la cultura de masas, habiéndose establecido sutilmente en algunas de nuestras instituciones actuales.
La palabra Catástrofe resuena en la Isla bonita, al compás de los rugidos del volcán. Los agricultores, impotentes, están desolados al ver cómo la lava devora viñedos, plantaciones de aguacates y plataneras: y, es que según el Dr. En geografía Wladimiro Rodríguez: toda una autoridad en el campo de la agricultura Canaria: “Nos encontraríamos frente al volcán “más agresivo que ha sufrido Canarias en los últimos quinientos años, sólo comparable al de Timanfaya (Lanzarote) pero, en este caso mucho más destructivo”, sentencia Wladimiro, que vive en La Palma ya su tercera crisis volcánica: "A la de San Juan, en 1949, le sucedió la del Teneguía en 1971, que apenas provocó daños, un espectáculo para los palmeros que no afectó a zonas pobladas como ocurre durante estos aciagos Días". Porque no todo se lo está llevando la lava: La ceniza volcánica empeora aún más el panorama, ya desolador, al caer sobre las plantas asfixiándolas sin piedad. Ni los ‘retoños’ de las plataneras, capaces de aguantar sin agua durante meses -germen de las próximas cosechas-, se salvan del apetito destructor del volcán. La realidad es, que Un atronador bramido salido de las entrañas de la tierra está borrando desde el pasado domingo, y para siempre, una buena parte del mapa de la Isla Bonita, y la esperanza de sus isleños, impotentes ante la potencia - acto - manifiesto de el volcán de la isla.
Sin Razones fundamentales por las que escribir igual un blog o sencillamente y sin razón igual por las que hacerlo solo i escribir Luego y sin ninguna razón hacerlo apartado sin razón alguna de las redes sociales no buscando de la razón condición alguna / sino de la propia satisfacción encontrar-nos sin buscar-nos i-de nuestros propios esfuerzos hacia otros de nosotros lo mismo i-de la experiencia (del horizonte) llegar sin ninguna razón para ello a ser→ iguales […] «y don Quijote a gran priesa, tropezando aquí y cayendo allí, comenzó a correr tras la vacada, diciendo a voces:- ¡Deteneos y esperad, canalla malandrina, que un solo caballero os espera, el cual no tiene condición ni es de parecer de los que dicen que al enemigo que huye, hacerle la puente de plata!» (Miguel de Cervantes Saavedra, Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha. Barcelona: Instituto Cervantes-Crítica, 1615=1998, II 58, p. 1106).Luego no se trata de escribir de algo i nada decir: de las mismas palabras (Lo mismo antes de otro) y no-ser→ de uno mismo su experiencia el caballero sin razón del texto / dirigiéndose a→ nadie (en concreto i lo mismo a todos del infinitivo pensar en algo i cagar-se uno de la Forma átona i sin acento de él / es decir→ cagar-se después exonerando el vientre muchas veces (pero sin hacerlo de la idea que le cuelga (de antes y sin dejarla caer en alguien es decir en nadie pensando y encima (Nada es) i (es→ lo mismo que cagar-sé quinientas páginas de un texto donde no hay sujeto)
DE LA TRAGEDIA Uno(LLEGAR A SER→ I-DE UNAMUNO)
![]() |
Cerro Negro Nicaragua 2019 |
1 - LA INTELIGENCIA
2 - HUERFANOS
3 - SOMOS EL RESULTADO DEL CAOS
4 - LIBRES, AUNQUE NOS CUESTE LA VIDA
5 - UNA MORAL SUBORDINADA
6 - EL ESTADO CONTRA EL INDIVIDUO
Todavía nos preguntamos ¿Qué es La gravedad?; pero nadie se pregunta ¿Qué es el amor? Tampoco nadie entiende necesario explicar (explicarse) qué es el amor, pero entendemos necesario que nos expliquen, o explicarnos qué es la gravedad. En todo caso deberíamos de lo propio y conocido ―es decir: del amor/algo que nos es intrínseco a todos― poder entender lo otro (la gravedad o, dicho de otra manera: la atracción ( parece de uno al otro i sin ninguna razón propia) de los cuerpos ( nos dicen en el vacio) i por tanto en libertad. Luego a partir de lo dicho qué responderemos (ahora) a la pregunta ¿Por qué cae la manzana al suelo? i aparece después o parece ¿atrapada en un cuerpo mayor? Bien, pensemos pues en el amor y en la liberta por separado Y pensemos ahora en la libertad del amor) que es algo que reconocemos i somo en el más allá incluso a veces de ser correspondidos (libertad de amor i de amar más allá de una respuesta al por que del amor) Luego pensemos (al verla caer/ que, por cierto, casi nadie la ve caer) que la manzana no cae (y es una presunción subjetiva del que observa y no-es un agricultor que la recoge), y que por tanto, se lo explica así mismo de esa manera, por medio de la razón), de modo que después lo puede explicar a los demás (y que, por tanto, la manzana es, digamos recibida de aquello donde ésta quiere ir (estar del manzano antes) → (al suelo /i en el suelo) en ese lugar concreto del suelo. Entonces ¿Qué es lo que ha ocurrido? ¿ que ha ocurrido exactamente cuando la manzana impactó sobre la cabeza de Sir Isaac Newton (1643-1727)?
Bien (objetivamente) lo que habría sucedido (y de alguna manera sucede) es que la manzana se suelta del manzano (como acto, y voluntad de su propio ser (de la manzana i lo mismo del manzano de la que fue para ser ), es decir: de aquello (Ser- para ( la tierra otra vez) que la proyecta (a la manzana, del manzano en el árbol (como igualmente proyecta el lugar que la recoge / donde va (en este caso Sir Isaac Newton) pero igualmente, proyecta todo lo demás existente y múltiple (por arriba i por abajo para volver a donde tiene a su tiempo que estar.. i de su madre / i antes de la tierra misma luego con ella el hijo. De tal modo entendemos que la manzana recorre un espacio (como lo recorre una hija de antes y yendo al yendo al altar i del padre ), no atraída (forzada) a ir hacia a nada, sino (como propia voluntad, y/o voluntad del ser que la proyecta del árbol) yendo (recorriendo de la necesidad de)→ moviéndose →hacia → su destino (antes volviendo con su madre).
Entendiendo de todo esto la voluntad de (el Ser); es decir, de (aquello), que en su conjunto proyecta→ todo lo que reconocemos que no-es (el Ser, en sí mismo; sino todo lo otro proyectado de sí mismo (del ser) como lo otro y múltiple de muchas formas que se relacionan, pero que no-es lo mismo (el Ser), sino lo otro y múltiple (que no-es) el Ser, en sí mismo. Entendiéndose, de todo ello voluntad /y voluntad de (El ser /proyectada en cada uno) de que todo aquello (diverso y múltiple) que no es lo mismo (que el ser), se reconozca (ser), como parte múltiple (que no-es lo mismo→(aquello), sino parte de lo mismo, en su forma múltiple (y la necesidad de los unos (de Newton) hacia los otros (la manzana /el manzano), y viceversa). luego entenderemos la necesidad de comer la manzana (de Newton) y de esta (la manzana) proporcionada por el manzano de ser comida (llegamos al sexo oral), de un lado (tenemos el placer de alimentarse Newton a través de la jugosa manzana), y del otro lado encontramos los motivos reproductivos del manzano (que nos proporciona el placer , de comer la jugosa manzana), para que depositemos la pepita (con...) digamos lo necesario para que nazca otro manzanito. Bien habríamos entonces explicado la gravedad como amor y voluntad, y propósito del ser, de que nos reconozcamos los unos a los otros por medio del amor (voluntad y necesidad de unos hacia los otros) entre todos los seres.
Newton propuso entonces que... la gravedad, era el efecto por el cual dos objetos son atraídos entre sí, es una fuerza universal, y donde a partir de la Ley propuesta por Johannes Kepler, era el Sol la estrella que con su gravedad mantenía a los planetas del Sistema Solar en sus órbitas. Pero cambiemos del texto, la palabra gravedad por amor, a ver qué ocurre: "Newton propuso entonces que.... el amor, era el efecto por el cual dos objetos son atraídos entre sí, es una fuerza universal, y donde a partir de la Ley propuesta por Johannes Kepler, era el Sol la estrella que con su amor mantenía a los planetas del Sistema Solar en órbita.
Pero de otro lado (de la gravedad) la ciencia hoy nos dice → que no es una fuerza / al menos, eso nos dice la relatividad general, aunque la percibamos como tal; pero "curva el espacio", nos dicen los científicos, entiéndase: pues que la gravedad le da una forma al espacio, o bien deforma el espacio. Con las interpretaciones adecuadas las consecuencias de esto, igualmente podría decirse (interpretarse) que es espacio no es, sino como la gravedad decide que aquel sea, siendo la gravedad un elemento que determina la forma del espacio, y no es espacio el que se determina así mismo y determina la forma de todo lo que en él hay.
Bien, y preguntamos entonces a los científicos ¿por qué?, quiero decir: ¿por qué la gravedad le da forma, y curva el espacio? ¿qué propósito de curvarlo? ¿cual es la razón de hacerlo?, pues en la naturaleza (y esto lo entendemos todos) todo lo-que-es tiene un propósito de ser (que si bien no lo podemos explicar, lo entendemos todos→ como por ejemplo por qué me gusta esa chavala (de ojos revueltos), o le dedicó los años más importantes de mi vida a mi madre (a cuidarla) cuando la razón me dice podría estar en indonesia: subiendo volcanes como Batur, Merapi, Tambora, Soputan, etc...). Sí, ya sé, que parecen preguntas de niños, supongo que por eso mismo no están en la universidad: para no incomodar, con preguntas como estas. Pero, acaso (seguro) me responderán los científicos que: "la gravedad curva el espacio Porque lo dijo Einstein; ¡la masa dobla el espacio! Bien, pues ya tenemos una respuesta (científica y razonada). No era tan difícil. Luego, y vuelvo a preguntar, igualmente, ahora a los físicos, a ver si estos me lo explican: ¿por qué se dobla exactamente en el espacio? ¿Preguntamos a los físicos? Bien, La respuesta es que (y así leo) nadie lo sabe a ciencia cierta. Todos dicen y te refieren lo que le pasa al espacio donde hay un cuerpo (que este se curva, al parecer como mi edredón cuando me siento encima) y además te lo explican, incluso con ecuaciones,y "eso es lo único que podemos decir al respecto al día de hoy - añaden, y repiten de nuevo los físicos). Pero nadie sabe la razón de qué, eso sea así: quiero decir: el por qué, es así. Luego más parece ( a mi parecer) que el espacio se curva (o lo curvamos) para poder explicar (algo), que no entendemos, pero tenemos que curvar espacio, para poder explicar (ese algo), que luego vamos a explicar a partir de haber curvado el espacio (aunque sin saber la razón de ello / de curvarse o de curvarlo), acaso solo fuese para poder (entender/explicar: algo) a partir de una pregunta (idea) que nos hicimos, sobre aquello que (bien y en profundidad) no conocemos, como es el espacio.
Pero, y hablando con propiedad: por qué me dices que algo es de una manera sino no lo ves así (de tus propias impresiones, y con tus propios ojos al observar el espacio: si es que lo hiciste alguna vez, quiero decir no mirar, sino fijarte en el / más allá incluso de los cuerpos que hay en él); y luego menos aún entiendes/ ni puede explicar, su razón o por qué (ocurre así, lo que explicas de esa manera y no de otra manera. Si, (No lo negaré) y parece que entiendes las explicaciones dadas (de las ecuaciones /es decir de una abstracción), o, al menos, parece que entiendes como (estas) las ecuaciones lo explican; pero, del mismo modo luego no me sabes explicar ¿por qué eso es así necesariamente? (su propósito / más allá de que así te sirve o conviene como físico). Pero, igualmente, al afirmar lo que dices (de tu explicación de las ecuaciones) lo que me dices (a mí y a todos) es que el espacio es así ( a partir de las ecuaciones) de una manera y no de otra manera; es decir: me explicas /al aceptarlo de dicha forma, que el espacio no-es de otra manera/ pero que luego es, justo, de otra forma como yo lo veo cuando miro (de mis propios ojos) precisamente, de otra manera. Se acusa pues (aquí) la falta de mayéutica en este parto: cuando la ciencia da a luz antes la explicación, de algo (que no reconoce, de sus propios ojos), (aquello) que no sabe (lo que es /ni como es), sino por (la explicación anterior), de aquello que (no reconoce) pero puede ver, luego buscando fuera (lo que antes no encontró, de sí mismo y de a otra manera, dentro de si). Supongo que por esto, y no por otra cosa, no hay filósofos (auténticos / tampoco si queda alguno) al lado de científicos (no los quieren), a fin que los unos evalúen (el sentido) de sus deducciones; aludiendo los últimos, lo innecesario de los primeros, (pero) explicando igualmente después los (científicos), las cosas que (no-son), como harían los primeros (aunque por medio de números y fórmulas, en lugar de letras y palabras). Es decir, existe una ciencia (absurda / que se explica y se entiende sólo a sí misma) y que es (salvando la corta distancia) como aquella filosofía (metafísica) que se quiere justificar a sí misma de sus propias y (Subjetivamente) necesarias explicaciones (que se explican y se entienden solo a sí, y de sí mismas), pues no (pueden hacerlo de otra manera) de lo obvio y real; es decir: explicarse de los resultados (al ser inexistentes / en lo práctico en la realidad / como acción, movimiento →hacia) de sus no-acciones, o deducciones.
Pero ¿es esto posible? Explicar (de alguna manera / lo que no se entiende) pero que es, y es obvio ya (como lo es el espacio) para todos los demás de una manera obvia. Y que luego de ello podamos entender (nosotros) y afirmar que la ciencia no entiende (de ninguna manera lo obvio), sino explicándoselo a sí misma (a su manera). Luego afirmando (nosotros de su explicación) ausencia de entendimiento, de aquello, pues (precisamente) necesita (y razón de lo absurdo) de tener que ser (a su manera) explicado (lo obvio) para hacerlo, ademas: incomprensible a todos los demás. Pues bien: La geometría tridimensional (como ejercicio de abstracción / al igual que las ecuaciones) nos permite razonar nuestro entorno espacial, pudiéndonos manejar y trabajar con los objetos que nos encontramos de la realidad, y que podemos representar, ya sean como rectas, planos, esferas o poliedros. Sin embargo, preguntémonos ¿es nuestro mundo, la realidad que percibimos realmente un espacio geométrico tridimensional? (sé que es una pregunta absurda, precisamente, por ello ahora nos dimos cuenta de algo, y por tanto, ahora, podemos seguir, conscientes de ello).
Los cubistas, entre ellos Picasso, desarrollaron lo que entendemos como la cuarta dimensión espacial, tratando de imaginar un espacio de cuatro dimensiones representado en tan solo dos (un cuadro, y no en tres). El físico teórico Michio Kaku lo explica de esta manera “En lugar de un solo punto de vista, los cuadros de Picasso muestran perspectivas múltiples, como si hubieran sido pintados por alguien de (en) la cuarta dimensión, capaz de ver todas las perspectivas simultáneamente”. Einstein determina al tiempo y espacio (espacio/tiempo) como un espacio temporal en sus ecuaciones, donde todos los eventos físicos del universo tenían lugar. Pero entendamos esto: con el lenguaje artístico (o expresión artística) como ocurre con el lenguaje normal, no puede trazarse una línea divisoria entre el campo de lo sensible y el campo de lo inteligible (expresado), de forma tal que ambos (lo que vemos y asumimos, y luego de lo que de alguna manera nos explicamos) quedan como esferas aisladas entre sí, correspondiendo a cada una de ellas una especie propia e independiente de «realidad» / de modo, que el cubismo (en el arte), la geometría de otro lado, o las matemáticas de otro, serían tales expresiones (propias e independientes, unas de las otras, e independientes de la realidad).
El espacio-tiempo es un modelo matemático que combina el espacio y el tiempo en un único continuo como dos conceptos inseparablemente relacionados. En este continuo espacio-temporal se representan todos los sucesos físicos del Universo, de acuerdo con la teoría de la relatividad y otras teorías físicas. Pero Incluso Marcel Duchamp apunta más claro todavía ( si cave) en su “desnudo bajando por una escalera”. Sin embargo, este tipo de abstracciones y figuras geométricas teóricas son invisibles en la vida real para nosotros (pues forman parte de una abstracción de la razón: hacia un espacio que ellas mismas, las abstracciones no reconocen), pero donde podemos ver su proyección en la geometría del espacio-tiempo y la Teoría de la relatividad, en su sombra proyectada sobre un plano curvo: no euclídeo, de la misma forma que vemos la sombra bidimensional que deja un cubo de tres dimensiones sobre un papel. Luego la teoría, por tanto, no resuelve la realidad (real), sino que, en este caso: curva la realidad hacia ella, explicándola y explicándose por medios de sus ecuaciones, como un pintor define y explica su realidad en los cuadros.
Así de la realidad expuesta, entenderíamos de la relatividad general poco menos que la gravedad no tiene un sentido propio de ser a los cuerpos, más allá de generar no como una fuerza, pero del mismo modo como haría una fuerza, una atracción de los cuerpos que ¿están separados? (nos dicen los científicos) Y, además ¿En el espacio vacío? (nos dicen igualmente los científicos) y añadiendo, luego (y por si fuese ya poco, de las necesidades de quien pretende poderlo explicar), que esto sucede: a través de una deformación del espacio. Y cuidado, porque (ahora) el espacio se deforma: como mi manta (yo la deformo a necesidad) cuando la tengo que encajar en el cajón del armario: para que todo me quepa. Pero el espacio (y creo que hasta aquí ya entendimos suficiente de necesidades, que no lo son) no es un lugar vacío donde hay cuerpos separados, sino una forma (que es) donde están todos los cuerpos proyectados, perfectamente delimitados en su forma (del borde de ese espacio) y unidos entre sí ―(de ese mismo espacio)―no por una fuerza (sino por la información derivada en el ancho de la sombra (de la forma del espacio) y que delimita (a partir de la información) luego la forma de los cuerpos (proyectados), y por ende de todos los cuerpos existentes (proyectados de la forma, sombra, del espacio, como lo otro que vemos (en otra forma y múltiple) en dicho espacio, formando parte de aquella forma mayor (aquello) que los contiene a todos (el espacio).
Luego podríamos nosotros explicar ahora, de la curvatura del espacio, que esta es, el borde curvo percibido, del perímetro total de la forma (o cuerpo) proyectada/o en el espacio, por la sombra (del mismo espacio) es decir<: proyectada de un punto, en una forma que reconocemos, por aquello que no vemos, o no reconocemos con la vista), pero que define y por tanto entendemos→ (de la información, que recibimos de la luz del cuerpo proyectado; es decir: del perímetro de la forma de lo proyectado → a partir del lado curvo de la forma de la sombra (lado), y proyectado (hacia → nosotros) en ángulo de 45º desde un punto en el espacio curvo, punto que es una esfera "con forma/volumen" perpendicular a la visión del observador; siendo aquella (el lado) visible de la forma, de la sombra, proyectada en un punto en el espacio, y perpendicular en el horizonte al observador: y que a su vez, es el lado (observado) de un plano (proyectado de un punto en el espacio 3d) proyectado de una esfera (que si reconocemos cuando ahora al cielo miramos), a partir de un triángulo (curvo) procedente de un punto de dicha esfera. Por tanto, la gravedad, en este sentido no sería sino la densidad de la información que define en su borde una forma, en relación (amor) hacia otras formas adyacentes (que reconoce) inscritas dentro de una forma mayor (que las contiene a todas), y articuladas sobre sí mismas en el campo (o espacio) de microondas (4D).
luego cualquier concepción o representación abstracta y subjetiva del espacio (en el arte, las matemáticas, física, o por medio de la geometría, u otra manera como vengo yo haciendo) conlleva, una determinada carga personal (en tanto es a una idea formada del todo, o no del todo) del mundo exterior que exhibe y propone. Pero esto supone un importante problema, cuando de un lado (en mi caso/ esta representación, pero igualmente en todas) reduce los fenómenos naturales observados y de mi experiencia en el medio (a unas reglas simples: matemáticas, geométricas, exactas o no, pero no por exactas reales → en tanto a la experiencia, del otro; en todo caso son ciertas y representativas de mi percepción y luego la explicación de estas. Pero tengan presente, en este caso y en todos (que la experiencia real es única y de la persona) luego toda representación abstracta, geométrica, matemática o un libro, es dependiente siempre y solo la muestra una idea muy concreta y definida de uno (en este caso la mía) hacia otros, respecto a algo producto de la abstracción y de ningún modo un factum de la experiencia inmediata que yo adquiero o tengo de la observación metódica particular y asistida por la consciencia y la sombra, sino siendo aquella propuesta una idea concreta subjetiva y representada del espacio que yo reconozco (de una manera, y a partir de la voluntad y el amor, pero que no tiene que ser igual a la de otro), además, dicha representación o representaciones del espacio, hacen al espacio dependiente del hombre, del individuo (del que habla o escucha), en la medida en que las reglas se fundamentan en las condiciones psicofisiológicas de la impresión de este (capacidad visual e interpretativa del espacio) en la medida en que todo su modo de actuar estará determinado por aquella posición desde un “punto de vista” siempre subjetivo, propio y elegido a voluntad, y no muestra el espacio como es, sino como él lo ve (o lo quiere ver) pero que puede explicar, y por tanto ver y entender por la razón , todos los demás,como dispongo aquí abajo:
Podemos, ciertamente, percibir tres dimensiones de la realidad (alto, ancho y largo) pero preguntémonos ¿existe, además una cuarta dimensión también con sus correspondientes objetos geométricos? y en ese caso, ¿es la mente humana capaz de imaginar dicha dimensión e imaginar los objetos en esta? / Bien (antes de responder) tomemos la realidad no a partir del supuesto (de una realidad además, es decir (otra realidad) no percibida de los sentidos, y hagámoslo, en esta ocasión a partir de la captura de un instante de la realidad percibida y que reconocemos existente, es decir (una foto nos sirve) como la captura del instante (presente) e inmóvil (en un plano), del que entendemos que no: no parece no haber ahí ninguna otra realidad, más que la representada de la imagen (en un instante capaz de atrapar la realidad total en un plano).
Pero una pregunta surge, obligada, cuando igualmente habiendo tomado la realidad a partir de la captura de un instante cualquiera de la realidad, de lo inmóvil (presente del mismo instante capturado), igualmente ahí, reconocemos presente lo móvil (en un mismo plano-captura) (ver imágenes de abajo) al ver de aquella imagen de un sujeto aparentemente borroso, y que parece capturar (de dicho sujeto) un instante mayor (como suma de instantes más cortos) donde se hace patente el movimiento, que llevado a la magnitud apropiada entiendo como [alteralidad del ser (que es (y) → (no-es) ahí] luego extrapolado al sujeto en movimiento, presumiendo lo que es la suma de instantes (menores) atrapados en el sujeto de aquel plano o instante mayor). Entendamos: aquello que atrapamos en la imagen es la imagen de algo/ alguien → moviéndose → hacia (ser) en alguna forma y lugar; luego atrapado de una imagen en un plano-captura, y que podemos representar (de dicha imagen (plano-captura) dicho instante.
Luego contemplemos al individuo (en algún instante) como lo que ((no-es /el ser)) - (pero que-es /en una forma y lugar) y (luego contemplemosle (del ancho de aquel instante en el que se encuentra) igualmente a este como potencia→ que no-es (hacia) → como voluntad de ser . Luego para que pase de (potencia (hacia) acto) (el individuo) tiene necesidad de moverse (moviéndose) pasando de (potencia/ en acto → a ser (en movimiento) → pasando del ser (que es (y) → (no-es) ahí, sino en acto, (ahora) hacia → ser (ahora) en otro lugar /y forma). Resumiendo: "lo (que no-es) es movimiento existencial (necesidad de ser), es ―y tomo estas palabras de Edith Stein― un brotar de actualidad continuo y perpetuo". El ente que es temporal [que es (y) → (no-es) ahí ] no posee su ser (ya definido), sino que le es dado (a definirse) cada vez, a cada acto, de ser→ hacia→ poder ser (como voluntad , y voluntad de aquello (del ser) que lo proyecta, proyectado como lo otro, que no-es el ser; sino lo otro y múltiple / proyectado del ser)"