Sobre la cuestión de la “vida tras la muerte” y, lo absurdo de ésta.

Preguntarse acerca de la vida tras la muerte puede suscitar una cuestión interesante, para algunos; mas luego de un vago análisis, parece una pregunta absurda. Y el por qué de lo absurdo, reside en la certeza de que lo único cierto es "que hay vida antes de la muerte". Por lo tanto, cuestionarse o preocuparse por la existencia de algo en lo que ya se está, es absurdo. Quienes se cuestionan de tal modo el problema, no entienden que aquello a lo que llaman muerte es algo intrínsecamente relacionado a la vida: hay que estar vivo para poder morir. Luego, replanteada la cuestión y, entendida como un ser o no ser, estar o no ahí, en el mundo, hemos de entender que aquel lugar al que vamos después de morir, de dejar de ser en esta vida es,  el mismo que en el que ya estábamos antes de estar vivos. Por lo tanto y así entendido, raya lo absurdo preocuparse por aquello a lo que el mismo día en que nacimos ya habíamos vencido. Además, ¿qué sentido tendría ir más lejos, teniendo que soportar el peso de la eternidad? Lo cierto es, que este drama sólo lo experimentan y sufren aquellos que han disociado existencia y tiempo, y no entendiendo la razón de la primera, su propia existencia, se encuentran ahora abrumados por el segundo, sintiendo el avance del tiempo como el avance hacia el fin. Resumiendo, la vida es un solo un principio (de algo), y no origen (de todas las cosas) por lo tanto, la muerte no es el fin: es solo el fin, de un principio.


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