EL PRETENDIDO ÁMBITO ACTUAL DE LA NADA (03) /LA RELIGIÓN, EL SER Y LA NADA ¿Qué finalidad tiene la religión para nosotros?

 

LA RELIGIÓN o LA NADA

¿Qué finalidad tiene la religión para nosotros?


Esta es una era que debemos alumbrar cada uno con nuestra luz, y no ensombrecer con nuestras miserias, pues la deberemos salvaguardarla del fuego de nuestras propias llamas.

¿Qué es la religión?, explico a mí entender que es la religión, de manera que me la puedo explicar, a partir de su encaje con todo lo demás (las demás formas de las que somos conscientes: de todas, y todas en un solo “ente”, forma o ser, que las proyecta.

Nos preguntamos ¿qué es la religión?, y por supuesto, digo religión cuando de lo que quiero decir es, la idea que esta propone de dios, no por como lo propone, sino por lo que nos propone, siendo el medio que conocemos primero (al ser/ tenemos conocimiento del ser), en tanto nos habla (de él: sobre un lado proyectado de este) mostrándolo en una idea (proyectada de las personas: como dios, entendido este, como una sombra, la propia sombra, proyectada por las personas, y en la que ellos se reflejan, en tanto a su entendimiento de ser, mas luego y al ir madurando cada uno tomará la que será su senda, recorriendo de su sombra (proyectada de la idea de dios) ese espacio de sombra que lo separa del ser.

Bien, refiero pues religión cuando de lo que quiero decir es, un la forma en que al ser se refleja en (la religión), a partir de otra forma que lo proyecta hacia el ser (las personas) que lo proyectan, en una idea proyectada en dios, que es una sombra del ser proyectada (en un plano: nuestro plano) en la que luego nosotros nos proyectamos (nos reflejamos), y por tanto,  es igualmente nuestra sombra, proyectada hacia el ser, de una nuestra forma (en un punto) donde nos reflejamos, luego en una forma (que nos define, en tanto nos define a nosotros del entendimiento y comprensión de este (del ser): en el medio, hacia los demás y nosotros mismos). Luego: “A nuestra imagen i semejanza”: entiéndase (tal y como lo entendemos, se proyecta a nosotros), cuando nos proyectamos hacia el ser a partir de su sombra, reflejándonos en ella, y por tanto, reflejados en nuestra propia sombra hacia el ser de (nuestros temores y miedos , o representaciones / de dios)…, eso es, precisamente, lo que nos proyecta su sombra, la sombra del ser / nuestra propia sombra, proyectada de la idea de dios… (Sombra, del ser que la proyecta (la persona) y a partir de su sombra, que proyecta del ser (de su idea y temores) y donde luego ser refleja). Un ser que no entendemos bien, pero que todos tenemos muy presente y proyectamos cada uno a nuestra manera, en lo que aquello nos representa este dios a unos y a otros (como otra forma proyectada del ser, a partir de la religión, y de su forma proyectada de dicho ser, en dios),

La religión, por tanto, y a mi entender (digamos el catolicismo, por ejemplo que es la mía), nos muestra una idea del ser (que entenderemos de una esfera perfecta) a parir de una sombra de este, proyectada de un punto, del lado, de dicha esfera: hacia otro punto en el espacio (en el que nos reflejamos, --al mirar, o querer entenderlo) y en el que este en este se proyecta hacia nosotros, a partir de su sombra, que es nuestra sombra reflejada (temores y miedos de dios / deseos de perdón y redención), y proyectada en un punto (que es una forma proyectada del ser (sombra)/ hacia quien lo busca / proyectándose en aquel punto (que es una forma, proyectada y entendemos (interpretamos), pues es reflejada de nuestra forma y sombra, proyectada hacia aquel. Siendo cada religión o expresión de dios, una expresión proyectada (un segmento proyectado del ser en un punto del espacio y el tiempo, a la consciencia / hacia el observador y definida en un punto (con forma y volumen) / entendible / de nuestro plano, y en la que nos reflejamos, igualmente a través de nuestra sombra / espacio entre las formas y forma que las define/ reflejada de nuestro lado, y de nuestra sombra hacia el ser.

Ayer no me ingresaron el dinero en el banco, era sábado Me quedaba sin dinero, y casi sin comida por mi falta de previsión, y pensaba en mi madre. Yo siempre proveo en casa, saliendo a comprar y todo eso. Pero ayer estaba sin salir de la habitación y esperando, sin dejar de mirar la aplicación del banco, cuando, mi madre abrió la puerta de la habitación y se dirigió a mí, y me miro preguntándome, muy preocupada, si no habían ingresado el dinero todavía, yo estaba relativamente, no diré tranquilo, pero resignado a esperar, pero al verla preocupada, con ese miedo perenne, me preocupe (por ella / 91 años, y siempre pensando en los timos de internet, o que le quiten el dinero), además,  era evidente que esperaba que fuese a la compra, quería algo, seguro, y nadie quiere que le falte nada a su madre, y aquella preocupación suya dirigida a mí, hizo que le respondiese de inmediato, osea, me proyecte hacia ella, de su proyección hacia mi/ en preocupación: en  una explicación bien desarrollada y amplia, hacia y sobre sus propios temores irracionales (aquellos que ella me proyectaba)(y le preocupaban, pero a su vez , al proyectarme yo hacia ella, sobre sus propios miedos (a partir de dicha situación y momento) y  mi estado se condicionaba, hacia el suyo, y a través del suyo, y lo hacía en una forma digamos que triangular, en la que aquel segmento de espacio tiempo, se proyectaba en un punto, en el que mi madre ahora se proyectaba y reflejaba / de mi explicación), a partir de aquel lado de mi forma (en un segmento de momento y lugar) proyectado, de aquel (ancho de tiempo) en la habitación y hacia mi madre, y de cuyos 3 lados proyectados en mi explicacio entendió (de un lado: furioso (por la demora bancaria), pero más impotente ( por no poder hacer nada) esperando: pero todavía más preocupado, … pero… preocupado viendo que ella no entendía, que era algo temporal y circunstancial. Entiéndase: yo respondía hacia ella de sus preocupaciones, respondiendo ahora sobre estas preocupaciones, con mi preocupaciones, que no eran otras, sobre aquello o en relación a lo que me madre me había proyectado, y en las que de la proyección, en aquel punto, ahora ella se reflejaba, de mi basta y amplia explicación: impotente, ella, de entender, mis expresiones de la situación puntual, y por tanto con más miedo e impotencia todavía, pues ella no entendía, que mi preocupación era por ella (por sus temores, derivados en miedo), pues a mí el dinero no me preocupa, jamás me importo, sino es porque le puede faltar algo a mi madre.  Es mi madre la que me preocupa.

 ¿Qué finalidad tiene la religión para nosotros?

Aclarado esto, podemos considerar, de nuevo aquella pregunta ¿qué finalidad tiene la religión para nosotros?, ¿por qué la necesitamos?, vemos que por sí misma la pregunta puede ser obviada, por los que están en la fe, pues ya están ( pero no entiende deonde están) ; pero también por los que no están en la fe y niegan a dios; sin embargo, esto plantea un conflicto , extraño, a los últimos: pues el principio de toda negación es que se sustenta sobre aquello que niega: una afirmación y, por tanto, se ha de reconocer esta primero: lo que niegas. No podemos reconocer “la nada” sin negar antes al “ser”, entiéndase: habiendo primero reconocido al ser, lo negamos, y en su ausencia encontramos, o reconocemos la Nada, pero no como algo (una nada: algo que queda), sino como ausencia del ser. Luego podrá parecer, sobre todo a aquel que no piense demasiado al respecto, que la religión parece ser algo que no necesita la persona que se plantea la pregunta anterior: ¿por qué necesito la religión?, pero el mero hecho de formularla ya equivale a admitir cierto desconocimiento, y debido a lo que ignora: no se ha convertido aún para este en una “evidente” necesidad; entiéndase: se reconoce que pertenece a la naturaleza de la religión el hecho de que esa persona la necesite, pues sin dios, no tiene sentido su negación (o afirmación de la Nada). Así, donde quiera que se encuentren individuos planteando preguntas similares a estas, o negando a dios, ahí también emerge la necesidad de la religión: y de dios. En suma, la relación que se tiene, por algunos, con la religión se muestra como una contradicción (como una contradicción misma es la Nada): cuando de cierto es, que para quienes no es dios (negándolo) una necesidad evidente... precisamente, más evidente por esa misma razón, es una necesidad.  

"Y ahora estoy sentado aquí, desesperando. no pienso en nada más: este destino roe mi mente; pues tenía mucho que hacer afuera. ¿Y por qué no los vi cuando levantaban los muros? Pero nunca escuché el ruido o sonido de los constructores. Imperceptiblemente me encerraron, fuera del mundo" (Cavafis)

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