SOCRATES TENÍ SUS RAZONES / / jorge maqueda merchán ( jordi maqueda / Aceuchal- 06207 Badajoz- España)

 

"Sócrates" Finales del XVIII autor desconocido

Sócrates sabía muy bien lo que se hacía, no queriendo escribir nada pues, en manos de quienes pudiese caer el sabio pensamiento ¿qué haría luego con el? Y no le faltaba razón pues ocurre, cuando en manos que de quien luego con él, y como si fuese propio, dicen saber y nada saben de nada, no reconociendo jamás de su ignorancia. Ignorancia, casi siempre facultada ésta en la de los demás. Y, normalmente es, el que menos capacidad de pensar tiene, aquel que precisa de los pensamientos de otro, y en ellos, en la cita redundada de éstos una vez y otra recitándolas, fundamenta y se fundamente ante los demás, y en aquello que en su esencia y  razón verdadera en cuanto a origen y necesidades ciertas del preciso momento en que fue parido, ni idea lejana tenga (ni él ni casi nadie). Siendo interpretado, en consecuencia, para fines que el deseo de reconocimiento, poder, ego y otras cosas iguales similares o peores alimenta. Y aclaro: dije menos capacidad de pensar: "razonamiento a partir de las mismas fuentes etéreas donde nace el conocimiento". No dije "inteligencia", pues sabe dios que los hay muy inteligentes y, más aún los hay listos) blandiendo tan preciado recurso: el pensamiento ajeno y sobreviviendo luego en consecuencia gracias a él, utilizándole como  herramienta.

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ATRAPADOS EN EL SUEÑO DE LA RAZÓN / Jordi Maqueda ⟲ Jorge Maqueda / Aceuchal - Badajoz, ( España) 22 de Enero de 2023

 (Diógenes, 1905 ) Jules Bastián Lepage

Me pregunto ¿es posible que nos encontremos próximos al ocaso?, advirtiendo de éste, la mayor miseria que se ha dado jamás en el pensamiento... Pues ¿Existe acaso una tragedia mayor que la actual situación de la filosofía, la cual ya no tiene nada que aportar, desde que los intelectuales se quedaron atrapados en el sueño de su propia razón, incapaces de asimilar, adaptarse y estar a la altura de los avances de una ciencia nueva y más moderna, que se convertiría en el símbolo y representación de la civilización moderna; optando luego por ocuparse de todo, excepto de lo que verdaderamente importa?

Es un hecho que "la filosofía, sumergida en una profunda crisis desde hace años y olvidada por el ciudadano medio, relegada al ámbito universitario y académico, se percibe como la labor de personas 'encerradas en ideas y pensamientos' alejadas de la realidad diaria, sin apenas abandonar su pequeño entorno profesional, su mundo de imaginaciones y fantasías. Asimismo, la falta de pasión, la moderación de los juicios y la disolución del espíritu moderno en lo material, lo vano y lo absurdo, han provocado que perdamos la costumbre de sentir aquel antiguo consuelo de la indignación, debilitando no solo la fortaleza de nuestro corazón, sino también la de nuestro pensamiento". Esto es lo que nos han legado siglos de educación y pedantería erudita, como diría Ciorán. Surge entonces la pregunta, más allá de si la filosofía es útil o no, o cómo debería serlo: ¿a quién beneficia la filosofía? He aquí la cuestión; y esta radica en el concepto de servir(esto es: actuar al servicio de alguien o algo, ya sea de manera directa o indirecta, proporcionando un beneficio material o no a una persona, empresa o causa). Este beneficio puede reflejarse en la contabilidad financiera o en el estatus personal y social.  Y les advierto→ ya una respuesta asoma, por sí sola, aunque se requerirá de una admirable dosis de osadía para dirigir lo que se resuelva de la cuestión, sin vacilar, contra las imponentes defensas: fortificaciones, que se advierten ya cargando cañones de tinta, en la lejanía. 

EL NUEVO EVANGERLIO DE LUCAS: STAR WARS Y EL LADO ABSURDO DE LOS CIENTIFICOS /Jorge Maqueda merchán ⟲ Jordi Maqueda (Aceuchal, 06207 Badajoz -España)

Evangelio: Del lat. evangelĭum, y este del gr. εὐαγγέλιον, que a su vez derivan de  (“εὐ”), bueno/a; y αγγέλιον, y “angelion” (“αγγέλιον”), que significa «mensaje»: noticia,

En marzo del ´99 la prestigiosa revista científica “Investigación y ciencia” venía a informarnos (nos daba la buena noticia) de un importante descubrimiento por parte de dos grupos de astrónomos “Craig J. Hogan, Robert P. Kirshner, y Nikolas B. Suntzeff” que trabajaban de manera independiente, desde países y observatorios distintos: Estos, demostraron sus resultados, obtenidos a partir de la medición de distancias conseguidas a través del estudio de supernovas, y fue de aquellos asombrosos e inesperados resultados de lo que luego se dedujo más tarde, no sólo que el universo jamás podría contraerse de nuevo ―algo nada claro hasta el momento, ahora parece que sí― sino que éste, seguiría creciendo en tamaño y disminuyendo su densidad a lo largo del espacio-tiempo. Sin embargo, lo más sorprendente de aquella noticia no fue el descubrimiento en "sí" (de lo que parece un hecho probado científicamente). Lo más extraordinario habría de venir después, y serían algunas de las explicaciones "sugerentes" aportadas por dos de aquellos científicos, que intentarían buscar una causa y dar sentido a dicha "Expansión Universal", con una extraordinaria explicación: casi más, una revelación. Pero, eso ya es otra historia: “Una Historia de Star Wars".

Hace unos años, en esta misma Galaxia...

La Biblia nos dice, que es a Lucas, aquel al se le atribuye el tercero de los evangelios canónicos.  Refiero "Lucas", aquel gentil de nacionalidad sirio-antioquena, médico de profesión y que se convirtió al cristianismo en circunstancias que hoy por hoy desconocemos. Pero, no se asusten sus eminencias, pues no es de este santo, del que ahora les voy a hablar. Y, si he llamado a la obra de este otro Lucas, evangelio, ha sido por motivos que más adelante comprenderán.

Desde siempre he sido de la opinión, al igual que mis padres y, tal y como un día ya dijera Jesús, el Jesús de todos nosotros, que: "al Cesar, hay que dejar lo que es del Cesar, y a Dios lo que es Dios"  (MT-22-15-21) – proposición fácilmente extrapolable a muy distintos temas. Quizá debido a ello, durante años e influido por mi formación cristiana, en el seno de mi conciencia nunca hubo lugar a ejercicios inútiles de negligencia, que me llevaran por los caminos de la duda o de la blasfemia ( hasta el día en que a causa del cáncer murió mi padre→ ese día... aún dude menos (y me Cague en Dios) y poniendo en tela de juicio el lugar, en el cual debía reposar mí fe. Pues Jamás vacile (menos en aquel momento) de la veracidad de las sagradas escrituras, en torno a las enseñanzas contenidas en los cuatro evangelios; entendiendo, que mi destino no era otro que servir a Dios y, dedicar un profundo amor a la Santa Madre Iglesia→ de todos.  Así, durante años y sin faltar un solo domingo a misa, asistía cada semana junto a mis padres a la iglesia para comulgar. Por supuesto→ tras haber confesado mis ridículos e insignificantes pecados.

Nunca podré olvidar aquellos soleados domingos de verano, en que tras pasar bajo la puerta abocinada de la pequeña iglesia medieval, situada a las afueras de la ciudad donde vivía, permanecía en silencio; frente un hermoso retablo de Cristo, nuestro señor, crucificado en la cruz. Me sentaba siempre en primera fila, al lado del pasillo. Escuchaba con hipnótica atención las epístolas de San Pablo, Santiago, y aquella primera carta de San Juan, que decía: "no améis al mundo, ni lo que hay en él. Si alguno ama al mundo, el amor del padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, las pasiones carnales, el ansia de las cosas y la arrogancia no provienen del padre, sino del mundo. El mundo pasa, y con él sus deseos insaciables; pero el que hace la voluntad de Dios vive para siempre" (Jn.I-2-4). Justo sería admitir, que por aquel entonces en mi vida, no había otra verdad que no fuese la proclamada por el dogma cristiano, la palabra de Cristo y, por qué no decirlo—si al fin y al cabo era un crío— los dibujos animados de Mazinguer y las voces que me daba gritando→  Carretero: mi entrenador en el Club Arrahona de Balonmano. Pero entonces ocurrió algo: un acontecimiento que jamás podré olvidar, y que me cambió la vida→ a mí, y tantos otros críos como yo.

Todavía recuerdo perfectamente aquel viernes de finales de los años 70, cuando tan sólo contaba con unos ocho o nueve años de edad y mi padre llegó a casa después del trabajo; algo más temprano que de costumbre y con muestras evidentes de satisfacción. Demasiado contento debió pensar mi madre, para un trabajador que se encuentra a mediados de mes y todavía le quedan quince o veinte días para cobrar. Mi madre cómo no, le preguntó qué era lo que ocurría. No era normal que una persona, un currante, a mediados de mes estuviese de tan buen humor. Sobre todo, si después de llegar a casa tenía que volver a ver el “un, dos, tres responda otra vezen blanco y negro, en lugar de poder contemplar a aquellas bonitas azafatas en una moderna tele a color. Por supuesto, a mí no me sorprendió que mi padre llegase del trabajo feliz. No eran pocas las ocasiones en que después de una dura jornada laboral, este volvía a casa con un pequeño regalo o una sorpresa, sin hacer de ello una rutina, pero creando así un atractivo clima familiar, donde la vuelta al hogar, se convertía en un momento muy esperado y especial para todos nosotros. Y aquella noche, como no podía ser de otro modo, mi padre no se hizo de rogar. Casi inmediatamente —al poco de llegar— éste nos dijo a mi madre y a mí que nos arreglásemos, que nos íbamos corriendo al cine: de estreno a Barcelona. Mi madre no dijo ni pío. Me cogió del hombro y me llevo a toda prisa al dormitorio donde saco una camisa y unos pantalones para que yo solito me vistiese mientras ella terminaba de arreglarse. Mi padre tenía esas cosas: no era la primera vez que después de llegar a casa nos decía que íbamos a salir. U el lugar era lo de menos, y a madre aquello le encantaba, lo podía ver en sus ojos. Éramos una familia humilde pero, sabíamos disfrutar de esos pequeños placeres de la vida.

Supongo que aquella noche no tendría por qué haber sido una noche muy diferente a otras, en que la familia salió a divertirse un rato, intentando no gastar más dinero del que fuese necesario para poder pasarlo bien. Sin embargo, sí lo fue. De hecho, a partir de aquella noche cambiaron muchas cosas; no solo en mi vida, sino en la de miles de personas. Hasta entonces, mi exigua existencia había dado vueltas en torno a poco más que ir a misa, al colegio e intentar no sacar más suspensos en matemáticas, esperando a que llegase el sábado para ver los episodios de MAZINGER-Z que, por aquel entonces, pasaba televisión española durante la sobremesa los Sábados. Pero todo aquello iba a cambiar. Cuando salí del cine nuevo, hoy inexistente, en el paralelo de Barcelona, ya no quería tener una bicicleta Phanter con suspensiones. Ni siquiera deseaba que marco encontrase a su madre, y me importaba un pimiento si Heidi se acababa casando con Pedro. La batalla contra el mal que profetizaba el Apocalipsis, había comenzado y desde aquel preciso momento, mi vida ya solo tenía un propósito y éste no era otro que pertenecer a la alianza rebelde y luchar junto a Luke Sky Walker.

Aquellos que ahora tienen entre cincuenta y sesenta años, e incluso algunos más mayores, saben muy bien de lo que hablo. Fue casi como si de una experiencia espiritual y mística se tratase, y creo no exagerar pues se cuentan por cientos de millones los seguidores de la saga fílmica más importante la historia del cine (aún hoy sumando) y de entre todos estos, son muchísimos los que adoran a George Lucas casi como si de un profeta se tratase y, cómo no→ a su criatura: Anakin Sky Walker, posiblemente, uno de los iconos culturales más importantes para la juventud, de los últimos tiempos aún hoy. De hecho, existen muchas personas para las que se trato de algo más que de una película. Más que de una ficción. Muchos jóvenes de entonces al igual que yo, parecieron encontrar un inesperado y novedoso sentido a su existencia, y no quiero decir con ello que deseasen ser directores de cine, ni mucho menos. Nada más salir de la sala ya deseaba, ser unos astrónomos, descubrir esos nuevos mundos de los que nos hablaba Lucas y, que sin duda, nos estaban aguardando ahí fuera. Otros ansiaban ser astronautas y visitar aquellos extraños planetas de los que hablaba Han Solo a la bella Princesa. Y, Por supuesto, los más jóvenes→ supongo que al igual que yo, queríamos ser pilotos de caza, para poder combatir contra el malvado emperador, convertido de algún modo, en ese Satanás del que tanto nos hablaba la Biblia.

Pero como no podía ser de otro modo, existía otro grupo de muchachos. Podría decirse, que se trataba de un grupo de jóvenes muy “singular”. Sobre todo inteligentes→ de aquellos que siempre andan con la mente en otro sitio y las gafas rotas→ pegándose las patillas con un trozo de celo. Jóvenes muy especiales a los que no les bastaba con soñar en aquellos mundos. Ellos, en lo más profundo de sí, no deseaban combatir, no, ellos ansiaban encontrar aquello que verdaderamente sintetizaba el contenido de la película y, que entre tanto láser, efectos especiales y fanfarria de violines y timbales parecía pasar desapercibido para un buen número de espectadores. Por supuesto, refiero→ “La fuerza”.

Pero tal y como decía San Juan el mundo pasa, y aunque su caminar es lento antes lo hace el tiempo y con él la inocencia e ingenuidad que está presente durante la adolescencia y buena parte de la juventud. Juventud: bonita palabra para designar esa hermosa etapa de la vida en que aceptamos todo aquello que vemos o nos dicen los mayores sin preguntar, o mostrar algún tipo de incredulidad; y en la que todavía – así  refiere Nietzsche a los falseamientos extraños que vive el hombre→ "podemos mantener nuestra ignorancia, a fin de disfrutar una libertad, una despreocupación, una imprevisión, una intrepidez, una jovialidad apenas comprensibles de la vida". De hecho, hoy ya han pasado muchos años desde que dejase de creer en muchas cosas; casi 43 desde que se estrenase por primera vez la Guerra de las galaxias en los cines de todo el mundo y desease ser un piloto de caza. Evidentemente, con los años aquellos jóvenes alucinados con el imperio se hicieron mayores. La generación que vio nacer el fenómeno Star Wars y que entendió: tomando para si lo que parecían unas nuevas enseñanzas, maduró. Hoy, todos aquellos jóvenes se han convertido en políticos de responsabilidad, trabajadores del metal, médicos, conductores de autobús, parados, abogados, científicos y así hasta formar un largo etcétera de profesiones. Lo que nos lleva a presumir, que de un modo u otro, que aquella primera impresión juvenil, aquel impacto mediático sobre nuestras mentes que fue la guerra de las galaxias, fue superado. Y hasta aquí todo normal; de no ser→  por unas noticias de carácter científico, que hace ya algún tiempo este texto se escribió algo después― hablo concretamente allá por marzo del 2001, cuando saltaron a la prensa como un asombroso descubrimiento realizado en el 1998 provocando en mí entonces, cierto interés y como no: desconcierto. Ciertamente el descubrimiento realizado en el 98 fue extraordinario. Pero lo más sorprendente de aquella noticia no sería el descubrimiento en sí. Lo más extraordinario, serían las explicaciones aportadas posteriormente por algunos científicos que intentarían buscar una causa y dar un sentido a aquella curiosa revelación.

Después de leer atentamente diferentes artículos que durante meses siguientes fueron surgiendo al respecto, la evidencia me llevó a reflexionar profundamente ―o bueno, mejor dejémoslo en simplemente reflexionar ( a mi modo de reflexionar)― acerca de que me había equivocado y no todo era tan sencillo y, que posiblemente no todo había acabado. Quizá, algo había perdurado, madurado, y evolucionado en la mente de algunos de aquellos adolescentes de los 70. Concretamente→  en la mente de aquellos que parecían más callados y especiales, además, de los que mejores notas sacaban en matemáticas y física. La pregunta en cuestión era ineludible→   ¿sería posible que todavía, algunos de aquellos jóvenes muchachos de los 70´ hoy siguieran atraídos, buscando, intentando encontrar la fuerza? La respuesta a tan inquietante pregunta, por extraño que parezca, parecía ser afirmativa.

La extraordinaria noticia publicada en marzo del 99 por la prestigiosa revista científica: Investigación y ciencia (a la que estaba suscrito "yendo a por ella a la librería", y que leí en casa), venía a informarnos del descubrimiento por parte de dos grupos de astrónomos que trabajaban de manera independiente, desde países distintos, de una noticia asombrosamente increíble→   hasta la fecha y, que tan solo unos años antes hubiese llevado a la risa. Sin embargo, en esta ocasión los resultados obtenidos parecían ser concluyentes. Craig J. Hogan, Robert P. Kirshner, y Nikolas B. Suntzeff, demostraron, utilizando los resultados obtenidos a partir de la medición de distancias conseguidas a través del estudio de supernovas, que el universo no solo se estaba expandiendo, sino que, además, dicha expansión se estaba acelerando. Estos asombrosos e inesperados resultados ―según los astrónomos― venían a indicar, no solo que el universo jamás podría contraerse de nuevo ―algo que no estaba nada claro hasta entonces― sino que éste, seguiría creciendo en tamaño y disminuyendo en densidad.

En un primer momento, para algunos astrónomos, La única forma de explicar la inesperada, y para todos progresiva e imparable expansión del cosmos, fue aludiendo a un determinado tipo de fuerza, originada a partir del vacío y desconocida hasta entonces, pero cuya presencia debía contribuir sin duda alguna a tal aceleración. Pero esta idea no era nueva, y un concepto análogo ya fue expuesto hace muchos años por Einstein, quien además le puso un nombre. Él la llamó→   “Constante cosmológica”. Esta idea→  de una constante cosmológica, surgió originariamente: como necesidad dentro de su teoría de campo de la relatividad general, para crear un efecto que contrarrestara la fuerza de la gravedad, y le ayudase (matemáticamente) en su modelo ( o idea) de un universo→  su propia idea del universo, que ni se contraía ni se expandía. Reafirmando así la creencia entonces generalizada de un universo estático. Sin embargo, Einstein posteriormente abandonaría (la idea→  pues le complicaba en exceso su trabajo sobre la teoría general de la relatividad) otras ideas no las abandono, por que molaban, y le encababan en los planes (hacia→   su idea de como debería ser el universo).

Pero debido a que la inclusión de tal constante en las ecuaciones→  ( molaban: y no les hacía perder su coherencia a las ecuaciones→  los “teóricos” siguieron trabajando con ella durante tiempo, y 90 años más tarde de que Einstein creara y posteriormente desestimara la famosa (idea→ de una constante cosmológica, ésta (constante cosmológica) volvía al candelero→   de la mano de científicos que no encontraban explicaciones a la asombrosa observación de la expansión antes explicada

Luego ante la ausencia de una respuesta concluyente por parte de los físicos, que pudiese explicar tal acontecimiento (la constante→  volvía) siendo introducida en las ecuaciones de los teóricos. Este interés aparentemente generalizado en la Física, volvió a resurgir con→   las teorías cuánticas de campos, pues estas predicen una densidad de energía de vacío que se puede comportar, a todos los efectos, como una constante cosmológica→ (o fuerza centrifuga  mecánica newtoniana de toda la vida). Si bien ello implica numerosos problemas, pues, aunque las ecuaciones predicen una evidente densidad del vacío, ésta parece insuficiente para generar la aparente aceleración. Resumiendo, la energía de vacío observada difiere enormemente, en más de 120 órdenes de magnitud, de la que presumiblemente se esperaba como resultado de las ecuaciones y, asombrosamente este valor casi coincide con la densidad estimada que produce la materia. ¿Coincidencia? O, quizá errores en las observaciones… o nen los cálculos→ las ecuaciones (abstracciones). Posiblemente, se acusa aquí la falta de una tecnología y la experiencia de observar más allá y con mayor precisión. O, quizá y sencillamente se trata de nuestra física (como una abstracción (que es  incapaz) de dar explicación a estos extraordinarios acontecimientos (observados de la experiencia). 

Pero, tranquilos: no pasa nada o, si ( y... ¿para que tener paciencia?, si "la podemos cagar" y no pasa nada). Lo cierto es, que tales problemas, y todo el debate estaba llevando a la cosmología hacia una profunda e inquietante crisis ( agudizada de la falta de experiencia observaciones de fondo cósmico en el ancho de banda visible de la materia bariónica), Y entonces: (tatatachannn) aparecieron los elegantes reveladores del origen de una nueva fuerza del cosmos, desarrollando una extraordinaria teoría.

Es ahora el momento de referir el nuevo evangelio de Lucas, el otro Lucas, y remitirnos a las palabras de Kenobi al joven Skywalker hablándole de la fuerza y diciéndole – o, mejor advirtiéndole:

Existe otro modo de llegar a la fuerza: la vía de la oscuridad, el lado oscuro de la fuerza. Para poder desencadenarla es preciso aprovechar el miedo, la confusión, el desconcierto, etc.―. Palabras proféticas como veremos.

Por lo visto, para algunos teóricos de la abstracción matemática astrofísicos, tales como Jeremías Ostriker y Paul Steinhardt (ambos catedráticos de la universidad de Princeton), la hipótesis de una constante cosmológica, y que ésta constante→ desestimada  ya antes, se encuentre plagada de innumerables paradojas, no pareció importarles. De modo que aprovechando la confusión y desconcierto―recordemos lo dicho por Kenobi― no dudaron en erigirse en los nuevos padres, evangelizadores de una nueva fuerza en la galaxia. En Los Sidious y Maul de nuestro universo, reivindicándose, en apologetas de un nuevo evangelio de la ciencia: y advirtiendo del advenimiento de una nueva era donde una nueva fuerza somete a la galaxia. Para ello han debieron remontarse a los más siniestros y desconocidos abismos del conocimiento humano y de sí mismos; rebuscando en la sabiduría contenida en los intemporales átomos de su cuerpo y, cómo no: al evangelio de  Lucas  George Lucas. Pues a estos profetas se les ha ocurrido que quizá, todo se deba a la existencia de un extraño tipo de energía oscura ¿me siguen? La quinta esencia la han llamado. Y argumentan que a su favor: dicha energía oscura concilia la aceleración cósmica ―recuerden  la fuerza proveniente de esa energía oscura, que tira del espacio hacia fuera, y la vida misma. ¿Les suena?

Remontémonos de nuevo al evangelio de Lucas, concretamente al libro de los Jedi. Allí encontramos a Ben Kenobi hablándole a Luke, (epis. IV) y diciéndole: ―“La fuerza es un campo de energía creado por todas las cosas vivas. Nos rodea nos penetra, y mantiene viva la galaxia―.”

No me negaran cierto... parecido, entre lo dicho por unos y pensado por otros. Posiblemente no se atrevieron a decir Midiclorianos cuando dijeron quinta esencia. Pero, además, afirman que el universo y, cito textualmente (Investigación y ciencia Marzo del 2001) Que el universo es un campo de batalla entre dos tendencias ―o fuerzas donde (y dicen  triunfa la gravedad repulsiva; dícese la energía oscura como ellos la llaman, que es la causa de esa fuerza). Pero, yo me pregunto ¿alguien ha oído alguna vez hablar de la gravedad repulsiva? ¿Y de una batalla entre dos fuerzas? No es necesario que les diga donde ¿verdad? Curiosamente el efecto de repulsión gravitacional tiene algo que ver con esa increíble facilidad con que las naves pesadas  cruceros de transporte y demás, que parten o despegan desde los planetas imaginarios de Lucas, donde sus curiosos motores son capaces de invertir la atracción en repulsión con el fin de superar la atracción gravitacional. Luego, está el conflicto de fuerzas enfrentadas de la que hablan   esa batalla eterna entre el bien y el mal, entre la oscuridad y la luz; ese dualismo perpetuo y bíblico, que se encuentra también representado en la conocida Star Wars, bueno... que les voy a contar yo que ustedes no sepan.

Si bien, durante y a lo largo de toda la historia se han escuchado una gran cantidad de teorías acerca del universo: su mecánica y el destino futuro de este: miles por cierto a lo largo de los siglos (1) casi todas, la mayoría, eran erróneas, y tan solo algunas de ellas, acertadas. Hemos de reconocer, que probablemente en los últimos 30 años nos encontramos ante el periodo más evolucionado, pero menos imaginativo pues las analogías con la saga galáctica de Lucas  no son imaginaciones mías: están ahí. Por ello, aquellos que respetamos la ciencia tenemos derecho a sentirnos desilusionados. Además, la arrogancia de algunos científicos de hoy contrasta con la humildad demostrada por otros personajes del pasado, en lo referente al futuro. Sobre todo, cuando queda tanto por descubrir y el futuro del que hablan esta lejano. Lo cierto es  que La complejidad del universo, su inmensidad y futuro, pero sobre todo su desconocimiento, sobrepasa en índices de magnitud cualquier discurso sobre este. Y a mi modo de ver, las analogías que podemos encontrar entre el discurso de estos científicos y la ficción, son  la consecuencia de un vacío de conocimientos, manifiesto y que se encuentra ante todos nosotros; revelando de la falta no ideas nuevas, sino y quizá   de experiencias puras (S. Pániker) que nos lleven  y ayuden a la hora de concebir nuevas formas de ver y entender el cosmos ( por nosotros mismos  y de nuestra propia experiencia en el    sin representaciones impuestas o ideas adquiridas).

Pero en realidad ¿Qué es una teoría? Se pueden definir en algún momento como auténticamente verdaderas las teorías. O dicho de otro modo, cuando nos dicen que una teoría es cierta debemos asustarnos por ello, si la teoría implica una catástrofe al final de los tiempos. Pueden estar tranquilos. En algunos casos, ciertamente más de lo que nos gustaría, las teorías de este tipo solo son justificadas por el ego de quién la crea, intentando conseguir un minutito de gloria. Conste que he dicho en algunos casos. Con las teorías ocurre como con los neumáticos, hay montones y de variados diseños, la tecnología avanza y con ella la capacidad de investigar otros diseños, de teorías neumáticos. Mientras unos y otras están disponibles, los montamos y jugamos con ellos, derrapamos damos curvas y algunos se estrellan. Hasta que sale un diseño nuevo, entonces los cambiamos, no siempre para mejorar. Algunos montan teorías demasiado artificiales y enormes, que impiden incluso que ande el coche. Morín decía, al respecto de las teorías, que eran biodegradables. Y Hume argumentaba que no existe una lógica que conduzca a través de los hechos a las teorías. Una teoría verdadera no es más que una hipótesis que ha resistido hasta la fecha los ensayos por refutarla. Si bien, lo que caracteriza a las verdaderas teorías científicas es justamente la capacidad para una posible refutación de las mismas. Dicho de otro modo, una teoría solo es verdadera en la medida en que permanezca abierta a su posible falsedad. De este modo todos podemos diseñar neumáticos, aunque derrapen y gasten más goma de manera inaceptable.

Lo cierto es que el profundo desconocimiento de aquello que nos rodea, a veces lleva a las personas, científicos, a sugerir ideas que parecen por sus nombres más sacadas de una película de ciencia-ficción o un sueño, en lugar de surgidas de un estudio concienzudo  y experiencia propia de los hechos, poniendo en evidencia el lado más ridículo de algunos de estos y la impotencia a la hora de describir fenómenos como los que se han descrito anteriormente. Esto me recuerda uno de los axiomas más extendidos y que hace referencia a aquello de que el hombre, tan solo utiliza el 10% de su cerebro, algo con lo que inconscientemente reconocemos las limitaciones de nuestra mente para comprender sucesos hasta ahora inexplicables ( por inabarcables  aún para nosotros.

Por tanto.. Quizá debamos dar tiempo al tiempo antes de intentar comprender eventos tan extraordinarios. Tiempo para que nuestra mente crezca en comprensión educándose, trabajando con aquellos datos y medios de que disponemos. Siendo más humildes en la exposición de algunas ideas, pero sobre todo concentrándonos en los problemas técnicos que nos impiden entender aquello que ocurre, en lugar de remitirnos a las fuerzas oscuras, que parecen más las de nuestra mente incapaz que las del propio cosmos. Y si los medios son pobres, aprendamos de los que nos precedieron, enriquezcámoslos y creemos los medios... y esa nueva física; desarrollemos las matemáticas que sin lugar a dudas serán necesarias para comprender (en un futuro y de forma abstracta   aquello que nos rodea). Pero dejémonos de orgasmos mentales, y  nuevos evangelios, no tanto prohibidos y blasfemos como por cómicos y absurdos. No existen energías oscuras, solo existe aquello que desconocemos. Pero sobre todo, no maldigamos la oscuridad, encendamos una luz y dejemos de burlarnos de la ciencia, pues duele a quienes creen en ella. Y sobre todo: dejemos a George Lucas, con lo que es de Lucas y, a Dios con lo que es de Dios y a la ciencia lo que es   ciencia / experiencia).

((Este artículo fue escrito originariamente en 2001 si bien, sigue manteniendo todo su valor en tanto a aquello que quería decir y referir y de momento ha resistido muy bien el paso del tiempo. Fue publicado originariamente en distintas web y alguna revista de género, curiosamente, y siendo mío no lo tenía en mis blogs; así que después de darle un repasito, muy pequeño, he solucionado esta cuestión..
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SATURNO DEVORANDO A SU HIJO - de Francisco de Goya i Cifuentes /Jorge Maqueda merchán ⟲ Jordi Maqueda (Aceuchal, 06207 Badajoz -España)

Saturno devorando a su hijo: obra ante la cual sobran palabras. Pertenece a la colección de Pinturas Negras que Goya produjo en las paredes de La quinta del Sordo ⸺sobre revoco⸺ vivienda ésta que adquirió hacia 1819. Saturno devorando a su hijo  es una de las obras más impactantes, no ya de toda su creación artística, sino de toda la pintura universal, además, de paradigma de como el propio estado anímico y las circunstancias propias que rodean al artista (y España) en un determinado momento, influyen en su producción; de ahí que este trabajo sea señalado por muchos críticos y especialistas en arte como uno de los puntos de partida del nuevo expresionismo. Cabe destacar, antes de proseguir, que esta obra Junto a otras, fue copiada del revoco de la pared de la casa donde había sido originalmente pintada, y trasladada a lienzo a partir de 1874 por Salvador Martínez Cubells (pintor y restaurador), tal y como le había propuesto un banquero francés de origen alemán Émile d’Erlanger, que tenía intención de venderlas en la Exposición Universal de París de 1878. Finalmente en 1881, d’Erlanger las cedió al Estado español, que las destinó al Museo del Prado, donde se exponen desde 1889.

Acerca del mito: Saturno, dios romano de la agricultura, Cronos para los Griegos, joven dios y Rey de los titanes relacionado con el tiempo y las estaciones. Normalmente, Saturno es representado empuñando una hoz o guadaña, instrumento agrícola que concretamente fue usado por Cronos para castrar a su padre Urano y así destronarlo. Después, supo que sufriría el mismo destino que su padre y, para evitar la misma suerte, decidió devorar, uno tras otro y en cuanto nacieran, a sus hijos. Finalmente y como no podía ser de otra manera, Zeus, su sexto hijo, que había sido puesto a salvo por su madre Rea en la isla de Creta, cumplió su destino.

Es obvio que Goya no se limitó únicamente a representar el mito, mostrándonos, de este modo una alegoría de como el paso del tiempo consume todo a su paso. Saturno, muy lejos de ser representado en la forma que entendemos o hemos visto representada por otros artistas, nos es presentado como un monstruo deforme de grandes miembros, con ojos desproporcionados, y provisto de una crueldad desmedida. La imagen surge de la más absoluta negrura, una lobreguez y obscuridad donde la luz únicamente existe para alumbrar la escena, cargada de una violencia explícita y espantosa; donde vemos clavarse los dedos del Titán, desgarrando el cuerpo ya inerte de su hijo que, a grandes bocados, es devorado con brutalidad. Goya muestra a un hombre ya adulto, alejado de esas otras representaciones del mito, dándonos a entender el irremediable avance del tiempo, ante el cual el hombre, sin defensa alguna, está a su entera merced.

De otro lado, la técnica utilizada por Goya es muy poco ortodoxa para la época, pinta sobre un fondo oscuro y a grandes brochazos, y no le es casi necesario pintar las zonas más oscuras; y al igual que en el resto de la colección utiliza una reducida gama de colores, en esta ocasión pálida, para una mejor identificación con un personaje ya viejo y decrépito. Como dato, y para una mejor comprensión de este cuadro y de su obra, Goya lo pintó,  al igual que toda la serie en la que se incluye, ya a una edad avanzada, sordo, recién recuperado de una grave enfermedad y después de haber vivido los horrores de la guerra. Razón por la cual se ha llegado a decir que la imagen era una representación, a su modo, del rey Fernando VII tragándose a su pueblo. Si bien, y al margen de ésta, y de cualquier otra especulación en tanto a que podría representar más mas allá de lo pintado, lo único cierto es que estamos ante una obra que muestra la transformación de un artista apasionado, cuya vida y experiencias cambiaron por completo su pintura: de pintor de corte a pintor del pueblo, de cronista de guerra a, como nos ocupa en este blog, indagador de los más profundos miedos y terrores del hombre. 
Autor: Francisco de Goya y Lucientes
Año: Entre 1820 y 1823
Medidas: 143,5 cm x 81,4 cm
Soporte: Óleo sobre pared, trasladado a lienzo
Tema: Mitología, arte figurativo
Estilo: Romanticismo
Localización: Museo del Prado, Madrid

ESE LUGAR OLVIDADO/Jorge Maqueda merchán ⟲ Jordi Maqueda (Aceuchal, 06207 Badajoz -España)

Hay un lugar olvidado al Ser, que es origen de todos los deseos e, igualmente, punto de partida en el que es forjado el destino de toda vida. Un lugar vivido antaño de manera absoluta, ahora deshabitado y, que de ser buscado habrá de hallarse en algún momento perdido y preciso de la niñez: apenas, sostenido éste en el presente sobre un reflejo indefinido que lentamente se derrumba, sobre el impreciso caudal del tiempo que advierte a remolino y, por ello la memoria siempre lo evita; pues yace sobre un laberinto cuyos caminos una vez transitados no permiten la huida, y donde la angustia resultara de todas partes al comprobar que podemos volver la vista atrás, hacia el punto de partida, pero jamás retornar sobre los propios pasos. De modo, que solo una esperanza alberga quien llegado a la mitad del camino conserve un hilo de cordura: "agarrarse a él con todas las fuerzas".

Ocurre, que aquellos fundamentos que gobiernan los misterios del universo, comienzan como engranajes de un viejo reloj a temblar, avanzando en movimiento infinito, sin vuelta atrás; cuando unos niños en la roca sentados, imaginando historias en silencio contemplan, con la vista perdida en el horizonte y la esperanza labrada en el tiempo, la difusa silueta de un sueño, forjado entre el murmullo sibilino del viento y el rugido furioso de olas que golpean los límites impuestos al mar.

SOBRE LA Cuestión DE LA VIDA TRAS LA MUERTE / Jorge Maqueda merchán ⟲ Jordi Maqueda (Aceuchal, 06207 Badajoz -España)

Preguntarse acerca de la vida tras la muerte puede suscitar una cuestión interesante, al menos para algunos. Pero tras un vago análisis, vemos que parece más una pregunta absurda; y el porqué de lo absurdo, reside básicamente en la certeza de que lo único cierto es "que hay vida" (aquí y ahora→ en este momento e instante (del que somos conscientes y presentes en el). Por tanto, cuestionarse o preocuparse por la existencia de algo→ en lo que conscientemente ya se está (presente→ es absurdo). Quienes se cuestionan de tal modo el problema, entienden que aquello a lo que llaman muerte es algo intrínsecamente relacionado y después de la vida: pero hay que estar vivo para poder morir. Luego, replanteada la cuestión y, entendida como un ser o no-ser, estar o no ahí, en el mundo, hemos de entender que (alli) o aquel lugar al que vamos después de morir, de dejar de ser, de esta forma y en esta vida es→ el mismo (no sabemos de que manera→ donde ya estábamos antes de estar aquí.. . Por lo tanto y así entendido, raya lo absurdo preocuparse por aquello a lo que el mismo día en que nacimos ya habíamos vencido. Además, ¿Qué sentido tendría ir más lejos, teniendo que soportar el peso de la eternidad? Lo cierto es, que este drama sólo lo experimentan y sufren aquellos que han disociado existencia y tiempo, no entendiendo la razón de la primera→ su propia existencia, y abrumados por el segundo→ sintiendo el avance del tiempo como el avance hacia el fin. Resumiendo, la vida es un solo  principio (de algo), y no origen (de todas las cosas) y, por lo tanto, la muerte→ no es el final: y es solo fin del principio  de algo, que (de otra forma ahora se mueve (hacia  ser (igual: lo mismo de otra manera)
 

Estos son Malos Tiempos

                        "Estos son malos tiempos. Los hijos han dejado de obedecer a sus padres y todo el mundo escribe libros".
Marco Tulio Cicerón (106 - 44 a.C.)

                        "Estos son muy malos tiempos. Los hijos se comen a sus padres y todo el mundo escribe reseñas".
Jorge/Jordi Maqueda Merchán (1968- 202... d.C.)

    Jamás, ni siquiera cuando era un chiquillo, albergué fundado temor a unos sueños atroces que turbasen mi reposo tras la muerte. Hoy me aún cuesta creer y aún viéndolo a diario con mis propios ojos― que llegado el momento la consciencia emergiese a una existencia baldía, convertida en un horrible y deforme ser (de todos el reflejo de cada uno). Y, sin embargo, tanto es así, que  esa que todos creímos sería nuestra primera noche tranquila nos alcanzará a todos vino ( de otra forma) no precisamente para liberar nuestras almas de sombras y penitencias, propias o ajenas sino para condenarlas a vagar la oscuridad propia , enjaulados en cuerpos putrefactos ansiando llevarse algo a la boca desde el preciso instante en que adquieren su pérfida e insensible conciencia (la de aquellos mismos que ansiando volar i hablando siempre de libertad  / son los que enjaulan aves: los seres mas libres de la tierra). 

Y, es que estos son muy malos tiempos, Quizá los peores que nos podía haber tocado vivir: Los hijos se comen a sus padres cuando todo el mundo escribe su propias reseñas de lo que lee. Pero, lo peor de todo es, que ni a la propia muerte se puede recurrir. Sé, que todos tenéis miedo ahora y es natural: estoy escribiendo yo (y llevaré  diez faltas de ortografía lo menos) pero, sobre todo teméis la guerra, el hambre y cómo no, también la noche que amenazante y siniestra perpetúa en su esencia el horror y de todo aquello que es muy antiguo. Aunque,  por encima de todo teméis el día que habrá de ser el último, en el que todo llegará a su fin.

Es probable  que algunas de las cosas que se relaten en este blog (sino todo) le resulten faltas de sentido e incluso verdaderas gilipolleces. No pasa nada: yo pienso igual. Además, entiendo que mucho de lo que se dice es de mal gusto y grosero pero, qué le vamos a hacer, se trata de zombis. Y, ya puestos, sepa que si encuentra algún error en el texto se debió al procesador y que si falta alguna coma es porque se ha caído y, si un punto está mal puesto es porque se ha movido. Nosotros lo repasamos todo. Finalmente, aclaramos que el autor del blog, yo,  no comparte las opiniones de nadie publicado en este, ni tampoco las suyas propias.

La novela, evidentemente y como muchos ya sabéis es una ficción, y por lo tanto también lo son todos sus personajes. Muchos de ellos serán totalmente ficticios: nombre y apellidos, ocupación o actividad laboral, nacionalidad, así como el motivo o causa por la que se encuentra en Aceuchal. Sin embargo, en este blogal igual que antes, ahora también te ofrecemos la posibilidad de participar: y puedes hacerlo creando un personaje ficticio por completo, el cual si es convincente y atractivo, será incluido a la trama de la novela; o bien, puedes convertirte tu mismo en un personaje, dando a éste tu nombre y apellidos, así como dotarlo de tu personalidad o, de la que desees implicándote de lleno en nuestro salvaje infierno zombi. Igualmente, tú decides elegir entre ser un humano, un zombi, un inmigrante, un electrodoméstico, un botijo o un guardia civil. Cuantos más datos nos des relativos a ti y a tu personaje, más completo será el personaje y el perfil de este. No olvides tu edad, sexo o datos de la garantía si decides ser un electrodoméstico. Luego selecciona una especialidad, profesión o cualidad con la que te gustaría participar por ejemplo: futbolista, soldado, flipao, carpintero, friky, yonky, parao, escritor, reseñador, guardia civil etc.. Aviso, (los puestos de Guardia civil están muy solicitados). Luego, puedes elegir como morir: por disparo, disparo accidental, por disparo de rebote, accidente, atragantado, mordido, viendo la noria, escuchando a Raphael, haciendo el pino, probándote un tricornio etc… otro aviso: (muerte por tricornio también está muy solicitada)

Si acepta dar este importante paso no se arrepentirá, y nosotros se lo agradeceremos de por vida, por lo menos, hasta que decidamos darle “matarile”. Recuerde, que la decisión es solo suya, y que los autores del blog no reconocemos responsabilidad civil o penal alguna, relativa a los daños post- traumáticos que su tierna mente pueda sufrir mientras permanezca virtualmente integrado en la actividad del blog pudiendo ser: mordido en el brazo, mordido en el pierna, mordido en el cuello, mordido en el culo, mordido en el mano etc... o bien disparado en el brazo, disparado en el culo, disparado en el cabeza, disparado en el codo, disparado en el ojo, disparado en el dedo etc... o golpeado con un bate, golpeado con un martillo, golpeado con un ladrillo, golpeado con un baldosín, golpeado con un Botijo etc..  Si usted ha entendido todo lo dicho y expuesto y sigue queriendo participar, y cree estar, tan loco o más, que nosotros mismos, debe saber que se equivoca. Si aún así, y sabiendo todo esto, decide definitivamente dar este gran paso en su vida “Pulse el botón rojo” y le diremos como puede solicitar su plaza al INFIERNO.

 PARTICIPAR

(ostia, el botón rojo no va, tendréis que ir al blog)





© Jorge Maqueda Merchán



LA ESCALERA DE JACOB



Bastaría  una noche, no más, para darse cuenta – extrapolando una expresión utilizada en física y exactas - que existen múltiples dimensiones en la mente, del mismo modo que coexisten  múltiples dimensiones en el espacio. Y así, del mismo modo que matemáticos y cosmólogos barajan  teorías y posibilidades, acerca de la existencia de infinidad de universos, independientes, los unos de los otros, sin dejar de formar parte de un mismo conjunto; no es necesario profundizar en ecuaciones eternas, para afirmar, que en modo semejante opera el subconsciente; desarrollándose, de manera paralela e inconexa al consciente y, sin por ello, dejar de formar parte de un mismo y único yo. Así, entendemos los sueños o bien, los estados inducidos de catarsis como profundas bifurcaciones, generadas, de manera espontánea sobre  mismo espacio en el que se manifiestan los pensamientos, si bien, surgiendo a un plano –normalmente superior o como poco distinto – ajeno éste, a las reglas físicas universales que rigen la vida, el espacio y el tiempo. Sin duda, esto motiva en el hombre, la posibilidad de experimentar un suceso singular e inquietante.

Por su puesto, desarrollar algún día de un modo controlado tales procesos, nos abriría las puertas que conducen entre inexplorados caminos hacia inimaginables fuentes de sabiduría y conocimientos, las cuales apenas podemos sospechar. Sin embargo, este ejercicio ya sea inducido o generado de manera involuntaria también abre los cerrojos de un espantoso laberinto, por el que transitan horrores y angustias; monstruosidades, que habitan en lo más profundo de cada uno de nosotros y, de los que la mayoría, no hemos oído hablar jamás.
           <Hay cosas que la inteligencia podría buscar por sí misma, pero que sola no  encontrará jamás. Son aquellas que el instinto encontraría, pero que nunca buscará>.                                                                                                                 (H. Bergson)

        La mente consciente, nos dice David J. Chalmers,  nos es a la vez, lo más familiar y lo más misterioso del mundo. Nada hay que conozcamos de forma más directa y, sin embargo, nada hay más complicado que ella>.. Lo cierto es, que averiguar de qué profundos secretos nos vela esa necesaria e infatigable compañera que nos da la razón y, nos niega el conocimiento de su compleja esencia, son las grandes metas que hoy por hoy ansían alcanzar los más avezados exploradores, de lo que se ha dado en llamar ciencia. Desvelar sus profundos enigmas parece, en principio, una ardua y difícil empresa. Pero, si complicado puede ser entender la mente consciente, cuánto más intrincado puede ser entender, el misterioso propósito que motiva al subconsciente:  Ese “Otro yo” como  lo llaman algunos, que despierta en el interior de todos nosotros, normalmente, durante el sueño estremeciendo nuestro bien merecido descanso; acelerando el pulso con sudores y sobresaltos; privándonos del descanso reparador y, cuyo origen luego, al despertar nos es tan embarazoso concretar. 

Ciertamente, a muchos infunde temor la visión de esa espesa selva reticular, hacia la que solo algunos curiosos -aventureros inquietos- de manera consciente se adentran; buscando la exótica naturaleza de aquellos manantiales etéreos de los cuales emanan caudalosos ríos de omnisciencia. Pero, dejando de un lado a Freud y su necio simbolismo pueril, relacionado con los sueños y, por el cual, todos y cada uno de nosotros somos en mayor o menor medida víctimas de patologías neuróticas y, por lo tanto enfermos; lo que es tanto como decir: que se trata de un proceso natural, y todos, en mayor o menor medida somos personas relativamente “normales”; desde hace tiempo me pregunto: si los sueños no son algo más que un amasijo de imágenes pertenecientes a la vida física; si no entrañan algún otro propósito al margen de lo que hoy algunos científicos entienden, como un aspecto fundamental de los mecanismos de la memoria, a la hora de deshacernos de innecesarios recuerdos.

A menudo por la noche, aprovechando los momentos de mayor silencio, mientras descanso estirado en la cama o en el sofá, con la vista fija en el techo, me pregunto, a solas, en la oscuridad, si entre los brumosos pasillos de ese laberinto no se halla perdida, olvidado entre los tejidos más antiguos del tiempo; un interruptor liberador de un mecanismo de ocultos propósitos que transita entre los intrincados significados de los sueños y, por el cual las personas seríamos capaces de abrir una puerta que ha permanecido cerrada desde el orígen de los tiempos. Por otro lado, es curioso darse cuenta y, esto lo observo a menudo, como la mayoría de la sociedad en occidente obvia los posibles significados dimanantes de tales experiencias, atribuyendo a tal evento un proceso natural, sin nada de particular, como lo puede ser un dolor de cabeza o las molestias que causa el estreñimiento. Pocos se detienen por un momento a pensar en el lóbrego y desconocido mundo onírico al que tan singulares imágenes pertenecen, sin reparar, en la importancia o no que para ellos pueda llegar a tener, cuanto menos intentar recordarlas, ya no digo comprenderlas. 

Modestamente, opino que deberíamos ser como poco cautos, en relación, a aquellos sucesos que de manera inconsciente nos abordan, así como con la subjetiva realidad que percibimos; precisamente debido a nuestra incapacidad de co-relacionar los múltiples y, a veces, incomprensibles sucesos que de ambos estados se derivan. Por mi parte, cuanto más  me adentro en mis pensamientos, me reafirmo en la creencia de la existencia de un algo – rehúso decir el que - parejo a nuestra realidad consciente donde posiblemente se encuentran registradas las claves de un complejo conocimiento que, sin embargo, no podemos observar de manera voluntaria y consciente. Se trataría, en todo caso, de una dimensión velada a nuestros sentidos ordinarios y, a la que de alguna manera el subconsciente tiene relativo acceso, asomándose de vez en cuando y del que quizá -quien sabe- de algún modo nos intenta salvaguardar.

De todos es conocido que el cerebro no es auto-suficiente; que se sirve de los distintos sentidos para crear la realidad subjetiva que la mayoría de nosotros percibimos, representando un sin fin de cosas, todas ajenas al mismo. Este, ayudado por los mecanismos de la memoria, ejercicios de comparación y la progresiva experiencia, lentamente va componiendo lo que todos llamamos consciencia – consciencia de sí mismo, y del mundo que le rodea -. Si este proceso se ve censurado o abortado por algún motivo, encontramos que la consciencia se ve drásticamente limitada; algo así como lo descrito por Platón, en su mito de la taberna. Lo cierto es, que el cerebro no sabe que un color existe hasta que no lo percibe; no distingue que un  amarillo es débil si no conoce diferentes tonos de  amarillo entre los que los poderlo procesar. Lo mismo ocurre con otros tipos de experiencias: es imposible determinar lo grande, o bien, que aquello que se observa es un armario, si no es comparándolo con medidas u otros objetos anteriormente procesados. De ello se deduce que la interacción con el mundo es fundamental, en el proceso de maduración Cognoscitiva. Luego, con el tiempo, la mente alcanza una cierta habilidad: aun si la información recibida sobre algún tipo de objeto, está fragmentada o es insuficiente, esta recrea una imagen totalmente completa, sobre la base de experiencias anteriormente adquiridas, mostrando un conjunto que total o parcialmente, no está siendo  observado. Ello quiere decir que el cerebro toma los elementos que le están siendo suministrados, o bien tiene almacenados, valiéndose de ellos para informarnos de aquello que, aunque no vemos, este puede comprender. Sin embargo, ¿Qué ocurriría si la mente, en este caso el subconsciente, percibiese sensaciones superiores, información ajena a los sentidos que poseemos? Sensaciones que el pudiese percibir, pero no explicar, pues no posee experiencias similares conscientes en que basarse, para poderlas representar. Evidentemente, no permanecería impasible. Lo más probable es que este se valiese de nuevo de aquello que tiene a mano, las imágenes y percepciones relativas a la vida cotidiana ya almacenadas, utilizándolas con la finalidad de representar las nuevas percepciones. De ahí posiblemente, el aparente caos y abstracción que sugieren los sueños. El problema sería tal, como tener que  explicar a un ciego los colores, quien sabe; pocos  entenderían el mensaje. Pero, Lo cierto es, que esa comunicación quizá existe.

         Me remito a  Schopenhauer, quien en su principio de la razón suficiente afirmó, que ”la única diferencia esencial entre el hombre y los animales es aquella facultad de conocimiento exclusivamente propia y totalmente particular del hombre, basada en el hecho de que el hombre tiene una  clase de representaciones de las cuales no participa ningún animal”. Huelga decir que se refiere, no a cosas sino a conceptos: representaciones abstractas en contraposición a las intuitivas de las cuales se extraen las primeras. Por algún motivo que supera toda posible explicación, los conceptos -por poner un ejemplo-, del espacio y el tiempo, aparecen en la mente humana surgidos de ningún lugar más allá de la única motivación de las propias ideas. La geometría es fruto de tales representaciones, llevadas al plano humano y. como con ella, ocurre con otros muchos conceptos y materias. Algo parecido le ocurrió Ramón Llull. Teólogo y visionario que retirado al monte Randa en busca de renovación espiritual, tras muchos días de ayuno y contemplación juro haber tenido una revelación. Plasmada en su gran arte o “ars magna” si bien, en su caso, la comunicación fue por medio de fórmulas que difícilmente, incluso el, parecía poder entender y menos aún hacer funcionar. 

         Pero... ¿de dónde surgen tales ideas? Nada surge de la nada. Sin embargo, en ocasiones los sueños y el subconsciente van más allá de ampliar las limitadas fronteras de nuestra consciencia, entablando relación directa con misteriosas fuerzas que se encuentran más allá de todo lógico razonamiento. Se trata en todo caso de personas que interpretan con asombrosa claridad y sorpresa, incluso para sí  mismos, la turba de imágenes que bombardea durante la vigilia nuestra consciencia. De la importancia que suponen los sueños, podemos encontrar claro ejemplos en la historia como e la biblia, testimonios de personas que un día se levantaron con laberintos en la cabeza, que desconocían cuando se fueron a acostar. Así, Giordano Bruno hace 500 años, proclamó en su cena de las cenizas, que el mundo era el efecto infinito de una causa infinita, además de escribir aquella frase famosa que decía “podemos afirmar con certidumbre que el universo es todo centro, o que el centro del universo está en todas partes y la circunferencia en ningún lugar”, entonces lo enjuiciaron y quemaron por ello; hoy, sin embargo, ningún científico negaría tan acertada revelación. De cómo Giordano llegó en aquel tiempo, no sólo a ésta, sino a otras muchas ideas, algunos afirman que fue ayudado por visiones y sueños. También  la propia Biblia, nos narra la historia de lo sucedido al  patriarca Jacob, hijo de Isaac y Rebeca, quien salió de Berseba dirección a Jarán y al llegar a un lugar llamado luz, se dispuso a pasar allí la noche. En aquel lugar tuvo un sueño donde vio una enorme escalera anclada al suelo por la que subían y bajaban ángeles del cielo. Arriba, estaba el Señor, quien le señaló un camino profetizando así su destino. Al despertar tubo tanto miedo, que exclamó - ¡Qué terrible, nada menos que la casa de dios, y la puerta del cielo! –.

© Copyright 2009 – 2020 Jorge Maqueda Merchán

AUSTRALIA SE QUEMA Y ARDE AL FUEGO DEL CARBÓN /Jorge Maqueda merchán ⟲ Jordi Maqueda (Aceuchal, 06207 Badajoz -España)

Australia es noticia y no por nada bueno. “Australia se quema” y esto es un hecho, y se seguirá quemando nos dicen. Pero, del fuego ya habla todo el mundo y a mí me gustaría entender las razones o, dicho de otro modo: que ocurre en un país donde el Lobby de las empresas del carbón es tan poderoso, que en los últimos años ha conseguido cambiar dos primeros ministros.

Australia tiene varios nombres, sobrenombres o, apodos; uno de ellos es “El país de los canguros” apodo éste que, siendo el más evidente es casi con toda seguridad, el más conocido por todos nosotros, y así lo representó también  Martin Vargic***  muchacho éste conocido por su libro "Varcel's Miscellany of Curious Maps", y "Map of the Internet", que se volvió viral a finales de enero de 2014 y, donde de forma curiosa trazaba un mapamundi nombrando, a cada país, por aquello que más lo representaba, no siempre siendo muy amable con algunos países sus, digamos curiosas y controvertidas nomenclaturas. También habréis escuchado, si os gusta el Rugby o el Fútbol, que a los australianos se les llama aussies, pronunciado “ozzies”. Nombre éste, que ellos también se dan a sí mismos pues “Oz”, es el sobre nombre cariñoso e irónico de Australia. Otro apodo que tiene Australia es “El País con Suerte” y, vale la pena detenerse aquí, para hablar de su origen. Este apodo proviene de un libro escrito por Donald Horne* en 1964; aunque -y aquí subyace lo más interesante- en general, las todas las personas utilizan la frase (sacada de contexto) con un carácter positivo al hablar de Australia; mientras en el libro, el contexto y significado son… negativos. La razón: a Horne nunca le gustaron los políticos y, en su opinión, los líderes australianos nunca estuvieron a la altura de las circunstancias, diciendo de ellos  que “Australia es un país afortunado, dirigido por personas de segunda categoría, pero que comparten su suerte". Quizá hoy, 56 años después, se hacen patentes las razones de su opinión, alcanzada, después de realizar una evaluación detallada y profunda de la sociedad y casta política australiana. Finalmente, su trabajo se publicó en un libro con el titulo de The Lucky Country (1964)”, donde, como ya dije, cuestionaba muchas actitudes tradicionales; actitudes, que aún hoy prevalecen. Pero ¿por qué digo que aún hoy prevalecen? Un dato… fuente: (Hernan Terrazzino, Sídney- Australia- a 06/01/2020 03:01) Mientras Scott Morrison, el actual Primer ministro, se va de vacaciones a Hawai y continúa negando el efecto del cambio climático, el número de muertos por el incendio es de 23 personas y más de 480 millones de animales (según estudios de la Universidad de Sydney)”. Ateniéndonos a los datos puramente expuestos por las agencias, desde el mes de septiembre ya se han quemado posiblemente más de 6 millones de hectáreas, lo que equivale una superficie, suma de la extensión total de Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco juntos.

Creo que vale, llegados a este punto, preguntarse cuáles son las verdaderas  razones de estos incendios y, recurro para ello, en primera instancia y de nuevo: a Platón, que sabiamente nos dijo : «Todo aquello que acontece, lo hace necesariamente por una causa»-. Tras lo que cabria ahora añadir aquellas otras palabras de Plutarco (otra vez), que concretaban aún más si cabe, diciendo que «lo primero y más importante no es tanto el saber, que nada deviene sin una causa, como que todo deviene en virtud de causas anteriores». Por lo tanto, sería inteligente buscar causas primeras, posiblemente lejanas, en un principio causa de la anterior y continua sucesión de diversos acontecimientos, los cuales conducen a un determinado origen: ese principio inductor de aquello que ahora acontece. Y Para ello he tomado algunos datos de diversas fuentes y agencias**:
         “Australia se ha beneficiado en los últimos años de la industria del carbón, convirtiéndose en el primer exportador mundial, y curiosamente ahora se enfrenta a las condiciones climáticas producidas por estas exportaciones: el aumento de la temperatura del mar, que ha provocado la muerte de la mitad de los corales de la Gran Barrera de coral entre 2016 y 2018, y la baja humedad y vientos que aumentan la fuerza de los incendios forestales”.
         “En 2010 los laboristas reemplazaron a Kevin Rudd cuando intentó establecer un impuesto a las empresas mineras y un esquema de reducción de contaminación del carbón, y los liberales a Malcolm Turnbull en 2018 cuando propuso invertir en infraestructura de energías renovables. Los reemplazantes de estos dos primeros ministros no dudaron en eliminar ambas propuestas en los primeros días de gobierno”.
          “Los dos partidos políticos más importantes, tanto los liberales y los laboristas, reciben generosas donaciones cada año del lobby de las empresas del carbón, lo que explica la inacción en el área del cambio climático”.
       Australia, actualmente ocupa la posición 57 del Climate Change Performance Index. Es tan poderoso el lobby de empresas del carbón que en los últimos años ha conseguido cambiar dos primeros ministros (Australia es una democracia parlamentaria, por lo que no hay presidente, el primer ministro es elegido por el partido que tiene la mayoría en la Cámara Baja del Parlamento)”.
Debido a la “inacción” del Gobierno federal, la población australiana se ha tenido que movilizar para recaudar todo tipo de artículos de primera necesidad y ayudar a los pueblos y bomberos que están luchando contra el fuego.  Además, desde el 4 de enero el ejército australiano también empezó a ayudando en tareas de evacuación y reducción  del daño causado por los incendios. Lo más curioso de todo este drama es, que posiblemente, o más que posiblemente han sido las propias políticas de un país, cuya clase política semejante a sanguijuelas y bajo el paraguas de la apropiada y oportuna negación  del cambio climático, ha fomentado el uso (industrial) del carbón en Australia, que  junto a China, india y otras economías emergentes del la región  están propiciado, de alguna manera  el desastre, al punto en que lo conocemos (y nos dejan conocer, o queremos nosotros ver... de cada lugar concreto). Australia se quema, y “arde a fuego de carbón” en buena parte debido al carbón que ellos mismos exportan y utilizan. Proporcionando así, unas condiciones idóneas y favorables para este tipo de desastre (luego... otra cosa es  la corrupción ( o el quemarse de toda una clase política australiana, que vive esta, la política  no como servicio a los demás, sino como oportunidad personal para algunos (sujetos de dentro, hacia   después vivir afuera, de pasado un tiempo en la política dentro.. jodiendo a los demás)  ¡Coño!... juro que no pensaba en España al escribir esto... Pero ¡Coño!  si, es que... yo  no conozco Australia,. 

* Donald Richmond Horne (26 de diciembre de 1921 - 8 de septiembre de 2005) fue un periodista, escritor, crítico social y académico australiano que se convirtió en uno de los intelectuales públicos más conocidos de Australia, desde la década de 1960 hasta su muerte. Horne fue un autor prolífico que publicó cuatro novelas y más de veinte volúmenes de historia, memorias y análisis político y cultural. También editó The Bulletin , The Observer y Quadrant . Su trabajo más conocido fue The Lucky Country (1964),
** La vanguardia, corresponsales.
*** Martin Vargic es un artista y autor eslovaco, mejor conocido por su libro "Varcel's Miscellany of Curious Maps", y "Map of the Internet", que se volvió viral a fines de enero de 2014 al etiquetar los diferentes países, océanos y regiones con estereotipos de todo tipo, algunos graciosos, pero otros un tanto agresivos, controvertidos y hasta racistas. De Australia dijo Australia tiene sus "canguros" y las islas de "salvajes"