El gusano que "todos" llevamos dentro




Pienso en ese gusano que crece dentro de mí y dentro de toda persona; y lo más terrible es que no puedo dejar de pensar en él, y a su vez pensar que con ello lo que hago es alimentarlo. Sin embargo, tampoco puedo dejar de sentir, y sentir es igualmente otra forma de cebar. Pues su alimento está allá donde progresa: en el corazón, donde alimentarse de lo que hay es del gusano su condición, al que de otra forma solo le queda morir. Si sientes ese gusano dentro no te sorprendas, pero antes de escribir piensa, con qué alimentaste tu corazón y luego no te sorprendas, de aquello que surja de tu interior. Pues la palabra actúa como un hechizo, que separando al gusano de  su medio obliga a éste salir, renaciendo en aseveración bruta, frente al estupor del cara a cara que supone vernos ante aquello, que moraba las propias tinieblas y habita siempre la oscuridad (publicación escrita el 12/1/2020 4:15).

Aunque si dudan de lo anterior dicho, más anterior aún ya antes se dijo, y: (45)Dijo Jesús : «No se cosechan uvas de los espinos ni se recogen higos de los cardos, (pues) ellos no dan fruto.82 83 [Un bu]en hombre saca algo bueno d[e] su tesoro; un hombre ma[lo] saca cosas malas {maldades} de su malvado tesoro que está en su corazón (lit. mente) y dice maldades, (pues) del exceso del corazón él saca maldades»84 85. Extraído del Evangelio según Tomás Biblioteca Copta de Nag Hammadi · NHC II, 2 Introducción, versión y notas: Hesykhios T Elpizein.

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