La razón contra la razón, o superar la razón por la razón: determinar los límites de la razón, esto es: revelarla de sus propios límites. Así, el infinito, propuesto como idea (contra idea), y en su calidad de horizonte absoluto de la actividad del pensar, referiría no meramente concebido por Deleuze y Guattari como lo ilimitado e inconmensurable, sino igualmente también a lo infinitamente pequeño dentro de lo que tiene unos límites (la razón), o como lo infinitamente variable a partir de un conjunto finito de elementos, o expresiones, y propuestos por el mismo lenguaje de la razón: la filosofía y la ciencia.
I
De la lectura de algunas mentes racionales, y no poco reconocidas e instruidas como es el caso de Carlos Blanco, surgen temas y preguntas, cuestiones de lo más interesantes e inspiradoras y relacionadas con el ser (y el infinito) y todas a rebatir, y que me he molestado en contestar, y hacerlo, más allá de solo leer, como ejercicio o proyección de la mente.
Creo que hay mucho sobre lo que contestar a Carlos, pues escribe mucho y bien. Pero en este caso y texto se cuestiona, sobre si el ser, dios ¿es totalmente ahora mismo todo?, entiéndase: si este ya es todo lo que es, o puede todavía ser más de lo que es... En este sentido se propone al ser como idea y límite asintótico de la mente, no como ser (manifiesto, existente). Luego, Carlos plantea al ser como una pregunta (infinita), no como un ser realizado en el aquí y ahora del universo existente", sino el ser o [“dios, como término y final de un proceso de búsqueda e interrogación (idea) que proyecta la mente humana hacia un límite y potencial Igualmente, infinito. “¿No llegamos también a la noción de Dios por medio de un razonamiento, de un itinerario argumentativo? ¿No descubrimos la idea de infinitud, sobre la que no atesoramos experiencia positiva alguna, a través de un razonamiento lógico que nos impulsa a trascender lo finito?”] — (La belleza del Conocimiento - de Carlos blanco).
Pero surge primer problema antes incluso de comenzar, para Carlos. Pues para que algo le sea presente a los sentidos y exista (y de ahí su pregunta o propuesta) para siquiera poder hablar de él, antes debemos reconocerlo, y reconocerlo: darle existencia, en un acto nuestro, consciente →de ser →hacia a aquello que queremos entender y reconocer (eso es-ahí, y quiero conocerlo / de otro modo sería imaginar algo y luego representarlo). Un ser (dios lo llama) que ahora Carlos no reconoce, o no reconocemos ninguno. Por tanto primero es aprender, y mirar, y saber mirar reconociendo, igualmente lo extraño, también del espacio (como aquella pizarra donde aprender), y a partir la sombra que se proyecta de las formas en este espacio, y reconocible de su perímetro (de las mismas formas). Un reconocimiento este del que hallemos significado que defina, constituyendo (esa forma) como la que la contiene otras formas, dentro de una forma mayor, y que nos contiene a todos: en ese sentido y la respuesta que propongo (siempre a mi entender) es que sí, y no. Primero, (el ser- o dios/ como medio de entender al ser) no va a ser más, de lo que ya sea, ahora en todas sus partes y dimensiones; y, segundo: sí, lo es, es todo, y más allá de cualquier especulación, en tanto, aquella que se afirma sobre la base del espacio el infinito, y que este se sigue desarrollando. Otra cosa, será, la forma en que se proyecta, o proyecte el ser, en tanto, una mente consciente de su desarrollo lo pueda reconocer, e igualmente proyectar.
En este sentido y propuesto al ser como idea y límite asintótico de la mente, y no como ser manifiesto, existente y, planteado como una pregunta (infinita), vamos a hablar, a partir, primero, del comportamiento y límite asintótico de la mente (cartesiana) de dos dimensiones, desde el simple gráfico de una curva plana (creo que este ejemplo nos sirve: la curva plana/ como imagen de una mente cartesiana y racional, en dos dimensiones. Generalmente, las funciones racionales tienen un comportamiento asintótico; esto es, tienden a estar juntas en el infinito ―que es una idea o abstracción de la mente: no existente― a medida que se extienden indefinidamente (sobre la idea /de estar juntas) es decir que la distancia entre las dos tiende a ser cero (0) juntarse en el infinito (que repito: no existe). La mente racional, pretende, que en el infinito racional, la idea de dios, llegará, en algún momento a juntarse, con una comprensión completa y racional de dios, pero ambas líneas racionales (la idea de dios, y la comprensión racional de esta idea) nunca llegarán a juntarse, racionalmente, pues se refiere dicha idea y desarrollo final, a una curva que no cae junto (a algo). Esta interpretación intuitiva es plasmada por Apolonio de Perga, en su conocido tratado (Sobre las secciones cónicas), para referirse a una recta que no interseca a una rama de una hipérbola. Luego partiendo como inicio de la curva de la interrogación de la pregunta por dios, y su final propuesto (una distancia cero) en la realización del hombre y para el hombre que proyecta su mente hacia un límite y potencial Igualmente infinito (a encontrarse / con aquella idea de su mente propuesta) sepamos, que no se encontrarán jamás…
Dicho de otro modo: la idea de de Dios (entendido en nuestro caso como el ser por antonomasia. Ontoteología), y propuesta por Carlos de su pregunta, se plantea como una rama suelta proyectada al infinito, que no injerta al tronco del árbol para dar su fruto: conocimiento real de la cosa propuesta(se suele dar definición de asíntota a una curva que «no interseca nunca) avanzando en un infinito, ambas, en este caso: idea y mente que busca respuesta su la idea, evolucionado a la par, sin llegar nunca a juntarse (reconocerse) en el tiempo y espacio físico real, pues hablamos de una curva/pensamiento racional que busca encontrarse con aquella respuesta (hallada del infinito), como la curva busca finalmente unirse en el infinito (a una distancia cero del lado), pero al tratarse del infinito, dicha la curva o pensamiento de curva hiperbólico /de la razón, o sin razón- de quien busca la respuesta en el infinito indefinido (jamás hallará fruto: respuesta, como un conocimiento sólido y válido ―que cae junto a algo que luego define: como cae junto a newton la manzana― y, donde el único fruto de aquel pensamiento, es la razón que lo justifica y se justifica a sí misma, de su pensamiento (asimétrico) / propia sombra: revelada en hipérbole irracional por quien la traza.
Así propuesto por Carlos blanco, para reconocer al ser/ o dios habríamos de recorrer el infinito, que por infinito racional, como el absurdo, no tiene fin dentro de la misma razón; una razón pero, limitada a sus propios límites: donde el conocimiento del ser / o dios: habrá de ser dado, sobre la abstracción de ideas en un tiempo infinito e ilimitado, pero reducidos igualmente a lo infinitamente absurdo , a partir de un conjunto finito de elementos, o expresiones, y propuestos de ideas infinitas por el mismo lenguaje y la razón: donde que un nunca llegamos, como no llegaríamos de cero a uno (conocimiento de de la unidad) por medio de fracciones infinitas. Pero solo reconociendo la existencia del uno, puedes empezar a reconocer, de una forma: entendiendo aquello: parte del todo ۞.
De la oscuridad del espacio veo imágenes proyectadas, en “un punto” en este espacio observado, que son: cada punto, una forma (circular) definida a partir de la sombra que me las proyecta definidas de su lado. Bien, este es un primer límite o frontera que se me impone (a mi inteligencia) de la experiencia del espacio a los sentidos, y dado a la razón (a entender/fuera de sus propios límites de lo sensible y observable), cuando de lo observado de la forma, visible, de su límite no veo la forma invisible que la contiene: pero veo la imagen de esta forma visible que sí está, suspendida; y para que algo esté-ahí ―y yo la pueda ver y reconocer, en su forma concreta y definida― ha de estar igualmente en algo, suspendida, que la contenga y defina. Luego y si somos capaces de llamar al espacio, de lo que no vemos de este espacio: infinito, o vacío, o nada; igualmente deberíamos o podríamos ser capaces (en un esfuerzo sobre-racional) de lo que, si vemos de este espacio (la oscuridad) llamarla “sombra”, reconociendo-ahí algo (la sombra) que, aunque no la veo, queda definida del borde de lo que veo: lindando el borde, de lo que veo (que es algo material) y reconocible, luego de este borde (que veo), de ese mismo borde, es reconocible, el borde de aquello que no veo (y que ahora también es algo: pero que no veo); que linda con algo que veo y, además, define aquella forma visible y material, al proyectarse de ella (del borde de la sombra) en su forma, hacia mi…. pudiendo afirmar, que ese algo (que no veo/ vacio / que no era nada) esta lindando, al borde de lo que veo. Luego hablamos ya de dos formas, una (forma) contenida en la otra (forma) que la contiene, y define (de la información que percibo a los sentidos de esta, de su borde, sombra y forma.
Concluyo: el espacio es una forma ahora definida a mis sentidos, en una sombra, a partir del lado de la imagen que a mí me proyecta. Luego, El lado, del lado visible de la sombra, es la forma visible en ángulo de las formas que proyecta, en un punto en el espacio (lado de la forma), donde me reflejo perpendicularmente al mirar; y del que entiendo, una forma (circular con volumen y forma) y contenida dentro de la forma (la sombra) que ademas: contiene y define a todas las demás formas que observo en el espacio, incluyendo la mia, de su lado, del que las proyecta, y del que yo me proyecto hacia ellas.
la forma de la nada a saber de Parménides, en ausencia del ser (no puede ser), pero puede ser definida (dada a entender a la razón) → y tener un nombre que la defina (pero no-ser) → estando solo en la mente definida → no existiendo aquí ni allá (en la realidad). Por tanto, esta puede ser, siendo solo materia de la abstracción, pero sin estar bien definida (por su naturaleza imperceptible y por tanto indefinible), luego solo en una idea → en aquel pensamiento entregado a la racional contemplación y, sin embargo… puede ser, y tener “una forma” y tener un nombre (pero que a la razón) no dice Nada.
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