Basquiat "l'enfant terrible"


Untitled' Expresiva cabeza con corona - JM Basquiat


"No pienso en el arte cuando trabajo,
Trato de pensar en la vida” 
(JM Basquiat)

Cuando inicie este blog, allá por el año 2009, con el nombre “el peor de todos los mundos posibles” lo hice por muchas causas, una de ellas, porque no podía dejar de hacerme eco del drama que acontece hoy en el mundo ―debido a las injusticias, las Drogas, las Guerras, los Desastres Naturales, el Hambre etc..― e, igualmente, a modo de ejercicio y denuncia hacia quienes provocan y consienten todo elloy no escuchan el llanto de todos “los olvidados, apesadumbrados, abandonados, , derrotados, enfermos, y los desplazados que lo perdieron todo, en definitiva: los huérfanos de nuestra tierra”. Sin embargo, en ocasiones, algunos de esos huérfanos trascienden las barreras de su mundo, trasladándose al nuestro, mostrándonos "aquello tal y como es" y mostrándose a todos nosotros "tal y como son", en lo que resulta un ejercicio temerario, donde una vez superada “la barrera” no otorga más que liberación. frente a la obra de Basquiat podemos afirmar, sin temer equivocarnos, que nos encontramos frente a uno de aquellos con todas sus consecuencias―. Así sentimos las pinturas de este chico que estuvo con nosotros no por mucho tiempo ―falleció con tan solo 27 años, sobredosis― incomprendido, transgresor, espontáneo y entregado a digresiones de soledad y aislamiento; irritable e impredecible ―dicen quienes  le conocían― y con una biografía atroz, propia de cualquier desheredado: libre en su tortura, libre en su propia cólera pero, por encima y sobre todo “Libre”. 

Las marcas del sufrimiento trascienden su obra sumamente ruda, aflorando en ella la impulsividad, apreciable desde el mismo pincel, y una rabia irrefrenable venida de la calle y la sociedad que le ha maltratado, marcándole. El trabajo de Basquiat se incorporó a lo que convenientemente vino a llamarse “Neo-expresionismo”: Había que darle un nombre para poder venderlo. Pero, más allá del nombre que le queramos dar “No se trata de goce estético, se trata de ira, de identidad, de crisis, de insistir en lo que atormenta, en lo que duele, en matar el ego” 1―. El jamás asumió las reglas de un juego que no presentan refugio para los olvidados del que él formaba parte, para los que no hay sitio; si bien, encontrará aprobación partiendo de su propio dolor. No asumió jamás las críticas hacia su arte (“No escucho lo que dicen los críticos de arte. No conozco a nadie que necesite un crítico para saber qué es el arte.” (J.M. Basquiat) y, estaba muy por encima de las constantes alusiones a su origen étnico: siempre supo apreciar cualquier alusión de carácter xenófobo o discriminatorio. Su popularidad y ventas le hicieron estar muy por encima de todo ello; si bien, al final se convirtió en un títere en manos de  marchantes. 

      Sobre la pintura que encabeza esta entrada poco hay que decir: 110,5 millones de dólares fue la puja por ella en la famosa casa subastas de la casa Sotheby’s, que marcó un nuevo récord para cualquier artista americano. Pintada en 1982, cuando todavía no era nadie en el mundo del arte, pero ya tenía algunas de sus referencias asentadas. Cabezas como esta: una calavera o algo parecido, se basan en un incidente que tuvo cuando era niño, a la edad de 8 años, cuando fue atropellado rompiéndose el brazo. Su madre, para que pasase la convalecencia le regaló una copia del Gray’s Anatomy, un manual anatómico ilustrado y al futuro artista le voló la cabeza. Las  imágenes del libro, unidas a las referencias vudú que había visto por casa (su padre era haitiano) dieron lugar a cuadros de que asemejan a calaveras en las que no queda claro lo vivo y lo muerto pues, parece una calavera pero, a la vez está muy viva. Si añadimos, además, el colorido, y los signos caligráficos tenemos como resultado un arte totalmente nuevo, inspirado (dicen algunos) en lo primitivo la anatomía humana y las religiones animistas tropicales (o Grafitis de toda la vida) así es el arte amigos. 

1-Walter Benjamin, no recuerdo el contexto.

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