¿HABITAR LA NADA?
Jorge maqueda merchán
jordi maqueda
Aceuchal / 06207 (Badajoz - España)
Es evidente lo que parece que no tiene i tiene sentido tratar esta cuestión / precisamente por eso pues de otro modo no estaríamos aquí, aunque parezca absurdo hablar de HABITAR aquello que su nombre indica no-es→ nada / luego recordemos a Parménides→ existe aquello mismo que no existe de una forma: quedando claro no tanto la necesidad de hablar de Nada, como lo es y la lógica aconseja: tratar de nuevo eso que no-es de manera que vemos→ nada Sobre todo debido al desconocimiento o desconcierto manifiesto de tanto a eso que no-es «Nada» que habiéndose cuestionado tantas veces por lo de otro (idea que no puede ser / en lugar / de por aquello lo otro que no-es i parece estar más presente que nunca de→ lo que se define de una forma de (él) lo ausente o inexistencia de una forma: "lo→ que no es" de alguna forma / pudiendo esto minar la comprensión de cualquier construcción que parta de la idea del no-ser de aquello que no-es de una forma concreta (en tanto se es de él ser-inconsciente o→ ausente del sentido de él ser/ pero que en ningún caso tiene que ver con ser-nada / sino inexistencia-de ser (desde uno mismo) de alguna manera de algo ausente de la forma que podamos “Construir, así como el habitar, ser sobre la tierra que es en la experiencia cotidiana del hombre, como lo dice de antemano el lenguaje, algo habitual” (Heidegger).
Observándonos por tanto lo mismo en aquel espacio cotidiano y "habitual" del hombre “siendo (del pensamiento)” en el marco finito de cada individuo en sus propios límites no igual de fronteras ausente que lo limiten / que no serán las mismas i fronteras que el sujeto de alguna forma de mismo impone de sus construcciones materialistas retraído (oculto / no ausente) tras los múltiples modos en los que el hombre materialista realiza el habitar la materia: permaneciendo detrás de sus actividades del cultivar-se y del edificar. Mas la consecuencia directa de ello es que estas actividades cotidianas o habituales reclaman exclusivo suyo el término “construir” y con ello el asunto del construir permanece no más allá de sentido propio que de construir tiene para si el hombre que es limitado de todo (ausente del sentido de la potencia que no-es poder / pudiendo de haber sido de nada por algún tiempo: de todo aquello de lo que es sujeto)
Entre tanto del sentido del construir, más allá de lo ente desde lo ausente de uno (es no-ser de otro i de nosotros movernos→ al acto de ser de lo que podemos luego siendo de (ninguna forma: en este caso) pudiendo superar los límites no impuestos de otros a nosotros→ de misma idea antes pensada / luego de nosotros / no de otros otros→ desde sus propios límites impuestos / i – ser del pensamiento (→ que lo mismo no-es una forma lo de nosotros: eso que nos permite el habitar nada (siendo de la misma forma el ser que no-es de ninguna forma / solo del pensamiento / que de alguna manera es aquello i pensamiento que no-es de una forma material / luego es (construcción) de algo que de materia no-es / luego: de nada estando o siendo de donde puede ser de todo i pensamiento mientras no se elija (de una forma en ella la permanencia) Es simple igualdad el vacío perfecto, la ausencia de contenido i no determinación; la indistinción en sí misma que nos permite ser . (...) de lo mismo de otra formas en la determinación general, que sin embargo, no puede ser el más elevado, porque él ser aún no ha sido desde el fundamento en cuanto a pensar→ se piensa a sí mismo de los propios actos uno a ver si en la misma medida ¿a ver si de modo tan decidido? La constitución ontoteológica Pues parece que estemos hablando de la misma (cosa que nos aparece de nada) al ubicar aquello que-no es de nuestros pensamientos a la vez que nos limitamos inconscientemente de otros: en tanto luego sea mejor ausente de determinación uno / mas no de contenido concreto el pensamiento de uno i propio / no como aquel sujeto de la nada de otros, y que ni piensa ni es; luego, (ausente, de la naturaleza misma de las cosas y de él ser)
Esta breve introducción pone, en marcha / sobre el límite que no-es habiéndonos alzado sobre los muros de otros en este primer cerco / divisando no ya una línea delimitadora de una forma contenida en sus límites (donde estábamos), sino que divisamos de nuestro lado el lado de la forma lindante como muro que no-es lo que se proyecta desde / hacia nosotros / i-es a la vez el lado de la forma propia del medio, desde lado del nuestra forma de uno cada una i frontera a otros (o lado) de la que, observándola de fuera (desde el propio límite es donde estamos a) recorrer de un pie y paso a paso, donde a cada paso permita entender la forma que proyecta la imagen que todos reconocemos de uno / desde el otro (conciencia de en todo lo otro). Ni preguntaré, si decidimos aventurarnos cuando ya estamos sobre ella (i en conciencia→ siendo (es construyendo la forma de uno que es él ser (que no-es reflejo de los propios antros de su abismo) luego uno.
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