(00-7- a) DE LA NECESIDAD I-DETENER QUE SER : PUDIENDO DARLE SENTIDO A MIS PROPIOS ACTOS (La necesidad y de tener que ser: Darle un sentido propio a nuestros actos―

DE LA NECESIDAD I-DETENER QUE SER
PUDIENDO ENTONCES DAR UN ALTO SENTIDO I SINGULAR DESDE AQUELLO 
QUE-ES DE MI DE LO QUE HE SIDO ANTES I-DE MIS PROPIOS ACTOS Y VOLVER A SER 
DE TODO I DE TODOS DE LOS QUE AUN SIENDO TODAVIA NO HE SIDO

Jorge maqueda merchán
jordi maqueda
Aceuchal / 06207 (Badajoz - España)

La necesidad Social ― Darle un sentido propio a nuestros actos― «Toda observación es relativa al punto de vista » afectando al fenómeno que se observa—mantenerse despiertos)— Para mí es natural estar en camino— Nuestra mente a la vista está— En el Siglo .XVIII La humanidad ingenuamente había depositado sus esperanzas en la (ilustración), —Nos Hablan de adelantos “médicos” — En las Mazmorras (dentro) del Palacio Ishak Pasha (sep 2021)— En el ámbito de la filosofía, a posteriori—Por qué me hago preguntas (Desde el pensar de uno (él) después—De un Nombre: (él) Jorge Maqueda—"El pasado es recordado muchas veces dramático— Respecto al sinsentido de la existencia— Para comprender esto que quiero decir, (desde un estudio de PD. Ouspensky,)

UNA TESIS SOBRE LA NECESIDAD (DESDE ADORNO)

La necesidad es una categoría social y la «pulsión» (el impulso - natural) que está contenida dentro de ella. Pero los momentos social y natural de la necesidad no-se pueden separar entre sí desde luego en las satisfacciones en una jerarquía general que solo muestre de las estadísticas números que enseñan nada / de lo que de la necesidad no es ( lo mismo i consecuencia luego del impulso lo que de la razón de cada uno luego entiende después  (que-es→ eso / i no aquello la primera necesidad de cada uno / pero que se pueden entender de distinguir esas dos necesidades básicas o profundas e inmutables igual del ámbito social como en lo particular de las de un carácter primario / luego otras de carácter secundario llamémoslas→ necesidades superficiales. 

Y son  necesidades superficiales en tanto a qué sirven después (del impulso-natural igual dentro de la necesidades sociales: a una imagen que manifiesta al sujeto (de lo sujeto i-de si mismo aquello que-es en todos los ámbitos de una misma sociedad manifiesto Pero que no nos engañemos igualmente son después profundas necesidades del sujeto (cuando comprobamos que subjetivamente lo mismo le suman igual que le restan aquellas necesidades que padece una persona (sujeto social i de una polis teniendo que él ser→ socialmente igual que otro antes de nada-ahí uno de aquellos mismos actos de siempre i  presente siendo luego el presentado de otro ser lo mismo reflejo de él / i del reflejo del otro igual moviéndose desde él ser para luego siendo i después decir h₁>e Sido←ς (solo para volver a ser→  uης de si mismo siendo luego i-de todos otra vez en sus actos hacia→ ellos o de ellas en todas direcciones a todas las personas que son de un proceso de ascendencia o competencia no siempre igual justo desde un contexto i medio común luego lo de cada uno (es) de lo que pueda él ser en su relación con el otro i de los otros igual en los actos i de las mismas cosas que son manifiestas de lo general en las formas luego de cada uno /

Unas formas estas que son luego de cada uno (suyas) desde antes reconocer de aquello lo mismo i formas (antes i de fuera en general luego desde lo particular uno i de lo subjetivo (aquello antes objetivo pensado después de eso mismo i-de las mismas las necesidades de las personas en la sociedad que las padecen)  no de la misma forma igual las necesidades que-son i no-son luego de la misma manera de todos cubiertas las que se priorizan antes que luego no pueden ser satisfechas i padecen algunos manifiestamente / igual de otra manera lo de cada uno a la vista de alguna forma reflejado de lo material i común que de alguna manera antes (es) aquello de cada uno (el deseo) luego reflejo de una forma de necesidad que-es igual desde lo material de todos estos i sujetos de las mismas necesidades sociales de alguna forma que siempre no-es / luego i de otra manera lo mismo actuando desde el ámbito de la cultura o del saber lo que después (es) aparecer i de los medios igual (que no es luego de uno aquello entendiéndose de la necesidad primaria del individuo o una familia aquello de tener que ser-ahí lo mismo i necesidad a todas horas (como el alimentarse o protegerse en invierno de frio i-de la calor en verano). Pero que comprobarnos después parecen ser (de alguna manera singular i de cada uno) unas necesidades lo mismo no iguales i distintas a las necesidad básicas i profundas que parecían ser inmutables / pero que no lo son / al menos en tanto a lo que a uno de verdad le satisface i manifiesta / de otra forma lo inmutable de forma que evoluciona después i del impulso de otra forma no igual la necesidad i las misma necesidades cuando aquellas primeras satisfechas  no-son después dando paso a las otras que lo mismo no las mismas cosas necesidades de antes que son después en los mismo satisfactores (materiales o culturales) igualmente del impulso que motiva (de dentro lo de uno oculto) unas necesidades que no  las mismas i primarias de antes. 

De este modo la idea o una nueva teoría desde las necesidades sociales puede ser objetivo a priori  limitado de un marco antes teórico que sería de uno antes ser desde el problema concreto hallando resultado de su análisis dentro del conjunto de conocimientos propios i existentes del medio común en general de aquello mismo antes / orientado luego  i del evento a participar desde lo particular en todo el proceso e investigación que después permita la consideración simultánea de aspectos singulares del evento ( en lugar i tiempo concreto desde dentro e individuales (lo mismo personales o estructurales de las familias o monoparentales (de lo ausente hoy de algunas de ellas (de todos ellos) en el peor de los casos) siempre desde aquella visión objetiva pero que permite de uno entender de entender desde dentro ( i lo subjetivo) de uno antes i del evento igual (en lo particular i singular de cada experiencia de cada día) no de una manera universal (pues se determina de un paisaje lo mismo de su paisanaje luego de observar de este i lo propio de las necesidades sociales de aquellos i-que son aquellas mismas necesidades en lo básico de los de abajo i-de otra manera los de arriba lo mismo / que tienen las persona sujetas e igual las memos sujetas o de una cierta libertad presentes en todas las personas como agentes individuales de las necesidades que las sienten de ellos mismo en la misma sociedad cuando esas necesidades (lo mismo de libertad) se identifican de uno como tales y se priorizan i satisfacen o se padecen siendo de cada uno independientemente i desde su propio contexto social económico i cultural. 

Luego las denominadas necesidades superficiales reflejan hoy el proceso que convierte del trabajo de uno a los hombres y mujeres de antes «apéndices de las máquinas y obligados a reducirse» luego de otra manera lo mismo mismo hoy fuera del trabajo reducidos sus hijos de aquello mismo  lo fabricado de otro i apéndices consumidores de la producción convulsiva de otros que son de reflejo en las necesidades creadas de las nuevas industrias tecnológicas hacia uno / desde uno mismo observado luego adquiriendo su mercancía fabricada por otros (que son de lo mismo su reflejo desde unas necesidades creadas (en la mercancía  que adquirimos del otro i- es manifiesta de uno después i del medio reflejo desde acto luego (de mostrase de lo aparente de uno  / lo que cree que otro luego piensa después (de el) que-es uno de las marcas (lo mismo en lo social: que mantienen / a la vez que estas los sujetan tan rígidamente que los tiene bajo control y pendientes (colgados siempre a la espera de uno respuesta y  anuncio de una nueva producción como apéndices determinantes luego de situaciones de otras personas i estados de animo lo que obliga i de la angustia cuando se prolonga el no -ser  / a tener que ser d alguna manera (en la repetición convulsa de lo mismo una vez i otra en dispendio sin fin Luego de las necesidades superficiales no es la superficialidad manifiesta de todos cuyas necesidades se presuponen del ser  asimismo del otro /  cuestionable de una interioridad lo de uno que no-es o no se advierte desde fuera el ser de mismo uno.   El peligro de que se introduzca el dominio en los seres humanos a través de sus necesidades monopolizadas no es una creencia de hereje que pudiera exorcizarse mediante conjuros, sino una tendencia real del capitalismo tardío. No se refiere ésta a la posibilidad de la barbarie tras la revolución, sino al impedimento de la revolución por la sociedad total

Pero malo de estas necesidades –es que nos afirman que no son tales– o se dirigen a una consumación que defrauda a la vez: justo por esta consumación (aviando de la otra parte quien las propicia i determina de una forma concreta en su efectividad) . La mediación social de la necesidad –en tanto mediación a través de la sociedad (hoy igualmente las redes sociales) – ha alcanzado un punto en el que la necesidad incurre en contradicción consigo misma. Ahí ha de insertarse la crítica, y no en cualquier jerarquía previamente dada de valores y necesidades (Tesis sobre la necesidad (Adorno Escritos sociológicos 1942)

Darle un sentido propio a nuestros actos― más allá del que puedan darle los demás, e incluso nosotros mismos en un primer momento, será el principal anhelo i necesidad: encontrarle un sentido final a aquello que nos sucede y hacemos 8 ide nuestrios propios actos olo que somos) . Un viaje (el camino), como la vida, no es una certeza en la que se está (o un programa concreto a concluir) sino, y más bien, una certeza a la que se llega (obrando en función de aquello que nos dicta el corazón) algo que todos comprobamos muchas veces, al ver colapsar y volver de nuevo a abrirse las expectativas durante un mismo tramo de vida, o viaje. Sería en ese mismo sentido, y precisamente en este viaje del que ahora les quiero hablar, donde yo habría de sentir esa ruptura (conmigo mismo) / o necesidad de renunciar a una idea o proyecto—más aún al ego— en mor de escuchar y seguir aquello que, contra todo lo racional del momento y cuando menos lo esperas te dicta el corazón, desviándome hacia donde, como cogido de la mano (frente a una voluntad estrangulada) la necesidad me habría de conducir.


 

«Toda observación es relativa al punto de vista » afectando al fenómeno que se observa. De modo que cabría esperar que la lectura sea relativa al punto de vista del lector, que de algún modo condicionará “siempre” lo leído, afectando causal o intencionadamente al sentido que verdaderamente se representa. De modo, que me gustaría invitarles a que considerasen la posibilidad de sufrir este cuaderno más, como quien lee para sorprenderse —dejándose extrañar— antes que llevar a juicio (razonar) lo expuesto. Y para ello me veo teniendo que apelar (al revés que Descartes) no tanto como a su razón (a-priori) y juicio precipitado, como apelar a ese “buen sentido” que refiere Descartes (1556–1650), diciendo de este «es la cosa que mejor repartida está en el mundo, pues todos juzgan que poseen tan buena provisión de él “que aún los más difíciles de contentar en otras materias, no suelen apetecer más del que ya tienen”. —Discurso del Método. 1637—».

 

Mantenerse despiertos.  Si escribo ahora una cita del nuevo o antiguo testamento quizá dibujen una sonrisa, “Permaneced, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no volváis otra vez a ser presos en el yugo de esclavitud “(G, V, 1). Pero sonreír no es malo. Dicen que los elefantes vuelan cuando no los miramos, pero lo realmente “malo”, además de nada inteligente, es esperar ver volar y no darse la vuelta a mirar, sabiendo que tienes un elefante justo detrás. Criticar o reírse de las cosas sin conocerlas de primera mano —no saber, en la sabana (africana), que aunque no mires a ese elefante delante tuyo, y este pueda o no pueda volarlo mientras cierras los ojos, siempre habrá un león que de cerca te pueda acechar— es lo que conduce al individuo a una lóbrega lucidez vivida en la ignorancia (de su estado/ y realidad), alejándole todavía más de la verdad frente a (él). Por cierto, Heidegger cita la Biblia ‘y viéndose Jesús rodeado por numeroso pueblo, les significó que se trasladaran al otro lado del mar’ («Videns autem Jesus turbas multas circum se, iussit ire trans fretum» (Mat. VIII, 18). La traducción que hace Heidegger es de Lutero, y el sentido "primero" del fragmento es mostrar cómo (iuber) en latín, nunca es mandato. Cuando con observamos el verbo en griego que representa «ponerse, ponernos en camino» (Heidegger, 1964: 114).

Para mí es natural estar en camino, cualquiera que me conoce ya entiende o lo puede comprobar de mis propias publicaciones, e igualmente es natural mi actitud de cuestionarlo todo y a todos, pues solo tengo que echar un vistazo al televisor a la hora de comer al medio día, o echar un vistazo atrás en el tiempo (a la historia) sin remontarme lejos al (pasado), y nada me revela que en adelante las cosas puedan cambiar (en aquella dirección favorable a los intereses de las personas (del individuo), sobre todo cuando esa misma historia (historiografía /ciencia) me da la razón: siendo incluso más contundente todavía que mis palabras, en tanto a mostrar como aquellas certezas que se creían inmutables por siglos finalmente eran suplidas por otras igualmente incompletas / sino del todo inciertas. Luego lo que tardaba siglos antes en cambiar hoy lo hace en unas décadas. En este sentido parto de la “certeza” que actualmente todo conocimiento de las cosas es incompleto y las interpretaciones o explicaciones posibles acerca de esas mismas cosas: qué son y a qué sirven (de su razón primera) es igualmente “nulo” más allá de aquel relativo conocimiento de estas (cosas), y concernientes a nuestra incapacidad de entenderlas, solo para ser utilizarlas (como medio e instrumento). Luego lo que entendemos de estas cosas es en relación directa a nuestro entendimiento y / o capacidad de entendimiento dado a instrumentalizarlas hacia unos fines (propios intereses)… / y más “no sabemos” objetivamente de las cosas— y menos aún de las sombras que las acompañan, precisamente porque ignoramos en que principios (las cosas que son) se fundan — aunque Carlos Blanco —por poner un ejemplo— afirme que el universo se explica a sí mismo, si bien, y ahora con mayor razón la cuestión seria entender ¿qué es lo que se explica de sí mismo?, y luego, igualmente explicarnos: por qué el universo tiene la “necesidad de explicarse a sí mismo, y no le basta, por ejemplo, con observarse a sí mismo (pues yo no tengo necesidad de explicarme  - por la mañana frente al espejo- antes de salir a caminar). Pero entendamos esto: “La idea que hemos desprendido de los hechos y confirmado por el razonamiento, es que nuestro cuerpo es un instrumento de acción, y solamente de acción. En ningún grado, en ningún sentido, bajo ningún aspecto sirve para preparar, todavía menos para explicar una representación. Lo que se explica en nuestras percepciones a través del cerebro son nuestras acciones comenzadas, o preparadas, o sugeridas, no nuestras percepciones mismas” (Bergson). Por tanto, no entendemos casi nada (o nada en absoluto) de lo que pretendemos explicar, y ya no de las propias representaciones de lo que vemos, como a partir de lo que “no” vemos: las representaciones que (de su entendimiento / razonamiento de las cosas) nos quieren luego imponer los demás (por medio de escuelas y universidades), razón esta entonces mayor todavía para desconfiar.

1.8.1 En el Siglo .XVIII La humanidad ingenuamente había depositado sus esperanzas en la (ilustración), donde hallaron una nueva promesa de redención para los males del mundo y las limitaciones del hombre. Pero el siglo pasado se encargó de poner final abrupto y macabro a tales esperanzas, siendo particularmente ejemplar a la hora de mostrar el catálogo de horrores de nuestra especie. Los cien años que cerraron el segundo milenio, gracias al avance en  ciencia y tectología: armas, desde  Genocidios y matanzas pasando por la IGM, la Rusia de Stalin, la IIGM  (las dos bombas atómicas lanzadas sobre personas en las ciudades de Hiroshima y Nagasaky, luego Austwich, las guerras sin fin, y los nuevos avances en armamento, han sido pródigos en alumbrar aquellas circunstancias —a quien todavía tuviera dudas—que exhiben aquellas singulares formas que describen el horizonte de maldad y ensañamiento de nuestra especie, llegando a instrumentalizar (racionalizar): habiendo normalizado procesos de arresto, custodia y exterminio sistemático de semejantes. Un siglo y una ciencia & técnica venida de la razón (iluminista), y que lejos de curar los males y limitaciones de la humanidad como prometía, solo ha servido (y sirve) para la instrumentalización y sometimiento de la naturaleza y las personas desde la revolución industrial, e incrementar exponencialmente la capacidad y riesgo de destrucción de la especie y del planeta que habitamos.

Nos Hablan de adelantos “médicos”, pero todos serán insuficientes, siquiera para compensar el daño mismo y enfermedades (radiación en el aire y en los alimentos /metales pesados y plásticos…/) que causa la nueva ciencia, o lo que ingenuamente algunos llaman adelantos, y que ha convertido continentes enteros en basureros, y algunas zonas de la tierra —que es un paraíso en medio de la hostilidad del cosmos—, en aéreas todavía más peligrosas para la vida que la misma luna o Marte (solo EE.UU. ha explotado más de 1.200 bombas atómicas en sus pruebas) y luego todavía los hay que esperan (en EEUU) el apocalipsis. Pero lo peor es que aunque nadie ve hoy la ciencia como una nueva religión —con su propio Apocalipsis de la mano—, esta sigue siendo aquel lugar donde muchos espíritus contemporáneos e ingenuos sepultan sus sentimientos hacia el conocimiento (entiéndase, un conocimiento de universalidad y tener certeza de todo, sin “saber” de cierto, de nada). Pues aquel viejo dogma de que la ciencia ha vaciado el cielo de Dios, o el grito de una filosofía sometida de “dios ha muerto” (y no hay nada), siguen todavía arraigados entre la gente, incluso cuando el positivismo/cientificismo no ha conseguido entronizar nada en su lugar. Solo cambiando que “el lugar en de hacer Dios el mundo en siete días: todo el universo se creó de una Explosión” (relativamente). Pero luego esto empeora, cuando la filosofía actual ejercida desde las universidades, no tiene nada que decir de las absurdeces que escuchamos todos los días,  teniendo poca o ninguna voz  y menos utilidad al haber dado la espalda por completo a la realidad y las personas: el filósofo que no investiga la realidad, lo da todo por explicado.  Por ello este no parte a recorrer lo que llama a ser observado, y en lugar de aproximarse a la cosa, se da la vuelta (dando la espalda: a la cosa y al ser de esta) volviéndose luego hacia aquellos libros de ciencia o filosofía por los que poder explicar —sin salir de clase, mediante aquella razón (subjetiva) y acomodada — lo que frente de sí y más allá de las ventanas de su casa acontece cada día,  habiendo asumido estos (profesores / filósofos de la nada) el rostro amargo del desengaño, de aquella juventud que habrá de ser cegada y sumida en la falacia de unos universos  de ideas ( absurdamente artificiales) que les sumergen a jaulas de cristal, donde es reprimido todo aquel anhelo de trascendencia, que habita los corazones de cada ser.

1.En las Mazmorras (dentro) del Palacio Ishak Pasha, Ciudad de Dogubeyazıt, en el Oriente de Anatolia, 9 de Septiembre 2021, sobre la frontera Turco-Iraní.  Si lo piensan, parece absurdo estar en un palacio del que se dice que es la última gran obra otomana en pie, y que yo me sumerja directo a las Mazmorras, justo después de haber divisado el horizonte más extenso que vi jamás, abarcando la vista de Armenia, Irán y Turquía, desde prácticamente los 5000m de altura, en un solo giro de vuelta. Luego lo más curioso, pensé, es que esta foto quizá es la que mejor define la realidad observada.

Estamos tan poco habituados a observar (por nosotros mismos) los hechos (la realidad) de una manera objetiva, que algunas afirmaciones aquí contenidas podrán sorprender a algunos. Sin embargo, existe, además de una ciencia de las sociedades, igualmente, la posibilidad de una observación individual de nuestra sociedad, donde al atrevemos a quitarnos el velo (habiendo esquivado prejuicios tradicionales) deberíamos poder esperar ver las cosas de un modo (singular), al menos diferente a como normalmente le parecen al despreocupado ciudadano, pero igualmente distinto al de los propios científicos (y sus estudios sociales). Luego toda observación, debe o tiene por su objeto esclarecer/revelar: hacer descubrimientos, y todo descubrimiento cuando es tal, suele desconcertar en mayor o menor grado, tanto al observador, en mi caso, como (en el caso del lector) al que se le revela lo observado. Así pues, en lo que respecta a la observación, es preciso que el observador se decida resueltamente a no dejarse intimidar por aquellos resultados a los que le lleven sus exploraciones si fueron conducidas libres de prejuicios. Luego nada mejor que la experiencia, como aquello que nos afectó de un determinado hecho /suceso, después de conocido el resultado de su desarrollo, y que se revela a [Posteriori]o literalmente: a partir de lo sucedido.

1. De un Nombre: (él) Jorge Maqueda: Cuando me diagnosticaron cáncer, recuerdo que unos me miraban como si mi destino fuese diferente al suyo; otros, lo hacían con lástima, sin observar antes lo lastimoso de sus vidas, y como si ellos nunca fuesen a morir: como si unos pocos años supusieran diferencia y aquellos que suplican vida eterna, fuesen a obtener otra cosa más que polvo como recompensa. Como si negar la muerte fuese solución, cuando no hay negación que no contenga en sí, en forma de afirmación, aquello contra lo que se pronuncia. Pero ¿quién quiere la vida eterna? ¿Acaso existe eso? La eternidad es una cosa y muy distinto es abarcarla, y más absurdo pretender conquistarla. No elegí nacer, tampoco morir, pero me siento afortunado en el caso de no sobrevivir: la eternidad no es vida para un hombre, y la muerte es la calma y reposo final al que cualquiera aspira. Pues vivir es también morir (un poco todos los días), y fue la muerte la que dio (todavía) mayor sentido a mi vida. Luego mucho he meditado (casi 35 años tras el accidente, y 15 años después del cáncer, voy para 56) pues si en la vida encontramos que todo son preguntas, igualmente, llega el momento cuando se convierte ella misma (la vida) en pregunta: en ese efímero detenerse en el proceso al manifestarse está revelándose a la razón que la contempla. Allí he imaginando toda mi vida: en ese preciso instante (atrapado en el tiempo) y sin saber nada de una muerte que para conocerla, de cierto, antes hay que vivir; pero para poder entenderla no bastará con vivir, ni siquiera sirve el terminar de vivir: cuando para poder entender la muerte, tendremos antes que entender la vida que nos toca vivir, y el por qué, en algún momento hay quienes (cada uno a su manera) renuncian a ella.

2. "El pasado es recordado muchas veces dramático; el presente angustioso, y el futuro se intuye incierto", dominado por ese miedo que amenaza con apoderarse del alma"; sobre todo, si tu madre acabó de cumplir 92 años. Todos temblamos ante el sufrimiento y la pérdida: necesarios para toda comprensión de la vida del hombre. Diríase que la existencia de las personas se halla permanentemente en un estado de profunda miseria, y pendiente siempre de dar sentido a aquellos avatares que devienen de la propia vida. En todas las épocas, culturas y religiones el hombre tuvo que enfrentar la misma cuestión del dolor, el sufrimiento y el sentido de su existencia. En definitiva, cada persona (como yo mismo) ha tenido y tiene que vivir y convivir con el propio drama continuo que supone existir en este mundo. Pues cada uno de nosotros parece nacer a una vida: en un solo sentido y hacia un determinado destino; pero si ese es nuestro sino, también es cierto que otra cosa es nuestra condición "humana / reflejo de la propia naturaleza que habita este hermoso planeta" y que empuja a una planta, a una persona o a una nación a seguir hacia adelante, y que aún atrapada entre baldosines y aplastados por el asfalto llegará a florecer (con la metralla de toda una existencia hundida en su carne). Luego si nuestro sino es vivir con dolor, nuestra condición es "seguir adelante aún con dolor”. El ser humano desde que nace se forja y crece con retazos de dolor, y cada dolor es preludio y anuncio de aquello ineludible. Pues existen tantas cruces plantadas en este mundo como vidas de personas ha visto nacer, y cada nacimiento no anuncia otra cosa que su propia muerte.

2.2 Respecto al sinsentido de la existencia, Encontrarán ensayos, libros y tratados escritos por algunas personas y que pueden resumirse en que la vida no tiene sentido para estas: esa es la principal declaración y obviedad que encontramos por parte de quienes afirman experimentar la desgarradora sensación de apatía por vivir, por medio de una especie de desconexión de todo lo “real y natural” que les envuelve.  En este punto encontramos personas, muchas reflexivas, que profundizan en cuestiones de trascendencia: a partir de aquella falta de libertad que acusan —(donde me reconozco  yo mismo de un tiempo muy crítico)—, derivado después en una presencia impulsiva en las redes sociales, donde se revelan de las propias declaraciones, trasladando la responsabilidad tanto del aislamiento como de la propia apatía a las injusticias o situaciones sociales, empezando por la inseguridad, y terminado por las guerras, pero sin  hacer nada por acercarse (entender — moverse ellos a comprender por si mismos—y explicarnos de sus propias experiencias aquellas injusticias de las que nos hablan: luego no proponiendo, ni saliendo del aislamiento de su habitación, el móvil o el ordenador) y avocándose, por momentos cada vez más a un profundo vacío existencial (no evidente), un sueño “real”, pero “un sueño” el cual le engulle y devora con más fuerza a cada día.

2.3. Para comprender esto que quiero decir, (me remito al estudio de PD. Ouspensky,) debemos primeo entender la diferencia entre los estados de conciencia, y para ello tenemos que regresar al primeroel sueño, un estado de conciencia completamente subjetivo, donde un hombre está sumergido en sus sueños, no importa si luego los recuerda o no, esa no es la cuestión ahora… Aún así, estando dormido a este le llegan algunas impresiones reales: sonidos, voces, calor, frío, sensaciones de su propio cuerpo, que no suscitan en él sino fantásticas imágenes subjetivas. Luego el hombre se despierta. A primera vista (estar despierto) sugiere un estado de conciencia completamente diferente al anterior (el sueño) pues uno puede moverse, hablar con otras personas, publicar en internet, hacer proyectos, ver peligros, evitarlos y así sucesivamente. Parece lógico pensar que se encuentra en una situación mejor que cuando estaba dormido. Pero si profundizamos un poco más, y echamos una mirada dentro de su mundo interior, dentro de sus pensamientos (a través de lo que publica, por ejemplo, o de sus acciones: dentro de las causas de estas (luego sus fines), comprenderemos que está casi en el mismo estado que cuando estaba dormido: sigue soñando, pero es peor aún porque en el sueño él es pasivo, esto es, no puede hacer nada. Por el contrario, en el estado de vigilia, puede hacer algo todo el tiempo (por él, por su familia, por los demás) y los resultados de sus acciones repercutirán sobre él (e igualmente sobre su familia) y sobre todo, y sobre todos los demás que lo rodean, escuchan y observan. Y, sin embargo, es como si no se recordase a sí mismo: todo le sucede: está en una deriva.., No puede detener el flujo de sus pensamientos, no puede controlar su imaginación, sus emociones, su atención; sus pulsiones-impulsos —y ahora voy a generalizar—a los que la sociedad (ente social) contribuye y potencia respondiendo (por medio hoy de las redes sociales) con sus continuas propuestas de mensajes relacionados con valores y proyectos individuales (y subjetivos) de necesidades (que no lo son) y satisfacción inmediata; entiéndase: esta persona vive en un mundo subjetivo de «quiero», «no quiero», «tengo ganas», «no tengo ganas»; esto es, vive en un mundo hecho de lo que él cree que le gusta o no le gusta, de lo que él cree que desea o no desea, y de deseo imperante de reconocimiento por el ente social: me hago una foto en casa o en la montaña, publico (y tú dale al «me gusta», para que me sienta bien, y yo le doy al tuyo) y venga otra vez: No ve el mundo realEl mundo real le está oculto por el muro de su imaginación. Vive en el sueño (su sueño) en lugar de despertar e intentar completar ese vacío (esa despensa vacía que llenamos de fantasías y tonterías) y darle un sentido, de utilidad —en sentido objetivo— a nuestra vida, y con ello empujar a los demás…yéndonos (saliendo) observar la realidad de manera crítica y objetiva (esto es dar luz y voz proyectándonos hacia quienes sabemos que lo necesita (necesita una voz y de este modo ayudarnos a nosotros mismos), saliendo del aislamiento al que nosotros mismos nos habíamos condenado, mojándonos de una vez los pies (única forma de despertar moviéndonos, yendo más allá de proponer absurdeces (en redes sociales) una tras otra todos los días. Pero muchos siguen durmiendo, Y lo que ellos llaman su «conciencia lúcida» no es sino sueño — un sueño mucho más peligroso que su sueño de la noche, en su cama.

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