― Precisamente, vivir se trata de esto: de una búsqueda eterna, a partir de la cual te das cuenta de que todos tenemos familia, pero somos huérfanos en el mundo. Que andamos buscando de un lado a otro pero sin saber muy bien que buscamos, ni adonde nos dirigimos: siempre desencantados en una búsqueda que no implica cambio y solo buscamos cambiar de... lo mismo que luego también nos cansamos, pues nos cansamos de todo, nuevo o no, que encontramos o tomamos propio (lo cierto: es que desconocemos lo que necesitamos). Andamos Como aquel niño desamparado que en todo varón encuentra a un padre, siendo incapaz de reconocer al propio pues nada de él sabe→ ni siquiera que se lo arrebataron, pues no se trata de buscar un qué, sino qué me falta para ir lo después a buscar. Y hay ahora, igualmente toda una generación buscando un padre (al padre), sin saber bien lo que buscan (sin antes haberse buscado de sí mismos para entender) y por tanto, incapaces de reconocerse de la búsqueda de sí mismos, que serán luego incapaces reconocer-lo (que les falta) cuando se muestre o lo sientan ignorando que hay un lugar donde se acepta a todo el mundo: personas que están ante la búsqueda implacable de una verdad que impaciente y con todo el amor del mundo les aguarda (una voz clamando en el desierto (que se siente en la ciudad donde se acomodan todos los necios, que se conforman con la razón de los otros. hasta que como en tantas ocasiones y al llegar al final del nuestro camino (vida) nos encontramos de la no verdad frente al vacío de un abismo que no esperábamos encontrar : entendiendo, solo entonces que algo nos hemos dejado atrás; que el mundo no puede ser solo hasta aquí, y solo esto (este abismo) que (ni por la razón del límite ) no puedo explicar.
De ser marinero, Heidegger hubiese buscado respuestas a sus preguntas en el mar, de ser poeta en la poesía, como intento y creo que mostró, pero era filósofo y busco y desarrolló un camino en la filosofía, a través de un sendero abrupto entre acantilados y olas imposibles de angustia, a través de laberintos de la bruma en una Nada (sombra y desierto oscuro) en el que se sumergió, quizá que por demasiado tiempo lo atrapo; lo que a todos igualmente nos atrapa, pues es su condición (de esa nada) y la nuestra o nuestra condición es alumbrarlo.
y a partir de ese momento (el más crítico) cuando la angustia de nuestra carencia (es) manifiesta orfandad que nos derrumba que se puede tornar a la vez en posibilidad / de una confrontación con lo extraño (divino), siendo éste (sombra/ desierto y nada) aquel lugar desde donde algunos vuelven y definen luego aquello que vieron, su verdad, lo mejor que pueden o recuerdan. Pero, a veces, también los hay que viene relatando de aquellos recuerdos que nunca fueron, sino en sueños). Pues… Las semillas unas veces caen en tierra y otras sobre los espinos y el mensaje original entonces puede quedar queda adulterado (válido para él, y su gremio, pero no para la humanidad), y los reconoceréis, pues “este (mensaje y persona) ya no dará respuesta a la pregunta: ¿Qué es la verdad? pues se ha invertido la verdad cuando el consciente abogado de la nada y de la negación es considerado como el representante de la verdad... (Nietzsche):
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